Sonido
Cuando me dispuse a evaluar el conjunto, dejé calentar media hora al menos las válvulas y lo primero que hice, fue comparar este conjunto con mi fuente particular. Considero que nuestra fuente siempre va a dar el baremo a mejor o a peor de cualquier nuevo visitante. En este caso, a peor no fue, no.
Mi reproductor de Electrocompaniet EMC 1 UP, pese a su larga vida comercial desde que apareció, se ha mantenido como referencia y me ha proporcionado muchas satisfacciones. Pero esta vez mi querido EMC 1, ha sufrido una derrota y no a los puntos precisamente, ha sido un K.O del mismísimo Tyson en los 80’s.
Las pruebas comenzaron poniendo a sonar el conjunto de AcousticPlan con una canción de Supertramp nada menos, concretamente de su primera época, el tema de Roger Hogdson titulado «School», en el que se comienza con el sonido reverberado de una armónica. Preciosa. Toda la textura de ese instrumento aposentado sobre el cardioide del estudio de grabación ante mis ojos. ¡Fantástico!
Turno para mi reproductor, que he de decir que suena francamente bien y me ha tenido de lo mas contento durante varios años. El sonido al compararlo era discreto y con menos relieve que con el AcousticPlan. No obstante en otras grabaciones, el AcousticPlan daba la sensación de engrosar la música en exceso, de tal modo que prefería al Electrocompaniet cuyo sonido era mas correcto y, aunque no poseía las virtudes tímbricas del alemán, al menos no molestaba.
Eso sólo fue un espejismo que duró hasta el día siguiente, en que comencé a someterlo a un intenso entrenamiento. La mayor aclimatación del combo alemán al entorno y a mi sistema, propició que el exceso de grasa sonora se fuera definiendo, hasta entregarme una imagen atlética, robusta y con un brío y una emoción que «erizaba los pelillos del cogote». Sencillamente alucinante. Cuando puse el EMC 1 parecía como si se hubiese producido una caída de tensión eléctrica o algo así. En ese momento la cara de estupor que se me quedó sólo la conoce mi novia, que también estaba allí y que también se maravilló con el espectáculo. Aunque como hacen todos los padres con sus hijos, en defensa de mi aparato diré que el EMC 1 se encuentra en una franja más baja de precio que el AcousticPlan.
Los graves del AcousticPlan son escénicos y envolventes, los medios amplios y carnosos y la zona de arriba es líquida, tímbrica, muy informativa y encima no molesta.
La música que pongas te va a cautivar, basada en una destacable intensidad, dinámica, peso, grosor y realismo. Si pones una pieza de jazz te sentirás en la barra del bar viendo a ese cuarteto allí mismo, así como si tu interés se centra en el rock, prepárate porque esto es lo que más me ha gustado. Te invita a que tu pierna marque con frenesí el ritmo, e incluso a que te marques un cántico a la par. Sentirás la emoción de la música por los cuatro costados.