Uno de mis referentes en calidad constructiva por su solidez y acabados es la marca Burson. Pues bien, este amplificador posee una solidez mayor y un acabado notablemente más refinado. El diseño, la estética, es algo más personal, y es evidente que este equipo tiene una clara influencia de los clásicos diseños de equipos valvulares. Así, transmite cierta sobriedad en su diseño, más o menos bien mezclado con un toque vintage que a muchos encantará. Personalmente prefiero los diseños más limpios de los amplificadores de estado sólido, pero es evidente que no es posible aplicarlos a los equipos valvulares. En cualquier caso, su diseño es imponente, y no pasa desapercibido en ningún caso. Más de un amigo, de visita en casa, al ver el equipo le ha sacado fotos para poder enseñarlo.
En cuanto a conexiones puede afirmarse que estamos ante un equipo más bien minimalista o purista: sólo tiene dos entradas RCA y una toma de auriculares. En el frontal hay dos botones y el control de volumen. Un botón controla el apagado y encendido y otro selecciona la fuente.
Su funcionamiento está bien estudiado. Se calienta principalmente en las placas metálicas perforadas que hay sobre las válvulas, donde poner las manos puede suponer una pequeña sorpresa, y en mucha menor medida en la caja del transformador. El resto del equipo coge cierta calidez, pero nada significativo.
En conjunto podemos afirmar que la calidad material de este equipo está perfectamente acorde con lo que se puede esperar de su categoría y precio, cumpliendo con creces las mejores expectativas.
Sonido
Antes de empezar este apartado, y para ofrecer una perspectiva de conjunto sobre los comentarios que voy a realizar, me gustaría decir que nunca antes había podido disfrutar de un equipo de semejante nivel. El Allnic HPA-5000 supera con creces y sin concesiones a cualquier otro amplificador que haya tenido o probado. Está claramente en una categoría superior. Si hubiera tenido oportunidad de manejar equipos de su nivel probablemente mis comentarios serían más comedidos, pero debo transmitir mis impresiones de forma sincera y clara, y así lo haré.
En cuanto a perfil tonal, el Allnic HPA-5000 se mueve entre los amplificadores de corte neutro. No es un amplificador coloreado en absoluto. Es más, podríamos incluso clasificarlo entre los de corte analítico, aunque más adelante matizaré esto. No es algo que me esperase en un principio, ya que siempre había entendido que los equipos valvulares, y más los OTL, transmitían más cuerpo y calidez a la reproducción, siendo apropiados para auriculares de impedancias altas y carácter más bien frío, a los que aportaban esa fluidez y musicalidad tan agradable. Por ejemplo, siempre había escuchado la recomendación del Antique Sound Lab Lorelei para los Sennheiser hd800.
En el caso del Allnic HPA-5000 uno se encuentra ante un caso especial. A diferencia de otros OTL, éste amplificador se maneja mejor con auriculares de impedancias bajas, comprendidas en el entorno de 30-50 Ohms (así lo afirma y aconseja el mismo fabricante en su manual). Con todo esto la primera impresión es sorprendente. Conectas el auricular y lo primero que te llama la atención es la extrema transparencia y resolución. El nivel de detalle en cualquier frecuencia es impresionante.
