“Quizá por la propia acústica de mi sala la posición en la que he encontrado más equilibrada y neutral es con el selector trasero en modo high-definition.”
Quizá por la propia estructura acústica de mi sala la posición en la que he encontrado más equilibrada y neutral, tímbricamente hablando, es curiosamente con el selector trasero en modo high-definition. Es aquí donde –en mi caso particular- la microinformación queda más remarcada encontrando mejoras sónicas no en las notas fundamentales, sino en aquellas que las envuelven. Con ello la sensación espacial se ve reforzada consiguiendo un punto mayor de transparencia global gracias a una mejora subjetiva en la restitución de la micorinformación y, en este caso, de la resolución en rapidez del transitorio.
La ubicación adecuada de estas cajas en mi sala no me resultó en ningún caso problemática, dado que desde un primer momento encontré una presentación escénica amplia y con buena altura.
Esta pequeña falta de contundencia y peso en la parte baja del espectro debido al tamaño de mi sala (quizá excesiva para el diseño de estos monitores), la remedié una vez que conseguí potenciar levemente esta parte jugando con su ubicación, encontrando un sonido con buen empaque y con un tamaño escénico digno de cajas mucho más caras que haya podido escuchar en casa.
Aún siendo unas cajas con una sensibilidad de 89dBs y una impedancia de 6ohms encontré cierta facilidad para moverlas con lo que si bien mi amplificador estereofónico utilizado para este análisis no parece que sea su pareja natural considero que cualquier propietario de una sección de amplificación de 50w o más, en estado sólido, no debería tener ningún problema.
“La parte de arriba es precisa, en ningún caso resulta puntiaguda ni propone mayor influencia que el resto de frecuencias”
Uno de los discos que últimamente más me ha llamado la atención en cuanto a cómo es capaz de realizar la gestión de las frecuencias medias, es el maravilloso disco de Bel Canto de Elina Garanca con la Filarmonica del Teatro Comunale di Bologna y Roberto Abbado (2009). Las Atohm GT 1.0 demuestran en este caso una restitución más que correcta y lo que considero más importante, una integración cuasi-idónea entre la parte alta y la baja, como si de un altavoz con transductores concéntricos habláramos. ¡Vaya coherencia!
“Las GT 1.0 ofrecen una integración cuasi-idónea entre la parte alta y la baja, como si de un altavoz con transductores concéntricos habláramos.”
Y es que estas Atohm principalmente encuentro que tienen dos puntos que las hacen destacar de sus rivales, el primero su excelente capacidad para desaparecer, con una sensación envolvente deliciosa y el segundo su honestidad sónica, sin querer ir más allá de donde debieran.
La presentación escénica de estas cajas se me ha revelado como algo fuera de serie, existe una capacidad holográfica muy alta, bien posicionadas en la sala de escucha estos monitores simplemente desaparecen. Además aportaré que estas cajas son capaces de dar a cada instrumento o voz su correcto tamaño, sin sobredimensionar nada… digamos que cada sonido tiene su tamaño dentro de un gran espacio escénico.
Acostumbrado ya mis cajas quizá me hubiera gustado encontrar un sonido un poquito más poderoso macrodinámente hablando, pero no parece que sea para lo vayan orientadas estas. Entiendo que para una sala de hasta 25m2 la dinámica global que ofrecen es más que suficiente y es en cierta medida parte de su magia.