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Reproductor CD y DAC Audio Analogue AADRIVE y AADAC

La italiana Audio Analogue se dio a conocer en 1996 con su amplificador integrado Puccini que ya marcó el estilo de este fabricante de electrónicas italiano con su minimalista pero robusto chasis y elaborada, hasta precisa y preciosa diría, elaboración interna. En realidad y como ellos mismos desvelan en su página web, antes del primer Puccini hubo otro producto; un DAC, llamado Vivaldi, pero de muy corta producción. A partir de ahí como se suele decir “el resto es historia” con una línea de productos no demasiado amplia pero siempre destacada, y que siempre ha tenido el favor de los aficionados en varios países como España mismo. 

Hemos tenido la oportunidad de probar dos de sus más recientes creaciones, dentro de la gama “Pure AA” con las siglas de la marca, componentes compactos y de excelente relación calidad-precio. Está comprendida por un amplificador integrado, un previo de fono, y lo que hemos probado, su fuente digital: un transporte o lector de CD y un convertidor DAC, ambos de formato “estrecho” (22 centímetros de ancho) , de forma que puestos juntos ocupan lo que un aparato estándar de alta fidelidad (algo más de 40 centímetros). Son compactos, pero densos, porque cada uno pesa más de cinco kilos y están realizados sin escatimar material: una estética muy Audio Analogue pero diría también muy “High End” con frontales mecanizados en grueso aluminio y rígidos chasis. Ah, existen en color plata (los probados) o negro.

AADRIVE

Como el nombre indica, el AAdrive es el transporte digital, o lector de discos compactos. Los italianos han confiado en la japonesa TEAC para la mecánica y usan su modelo CD5020A (que por ejemplo lleva el transporte TEAC PD505) aunque han trabajado para mejorar su entorno de trabajo. Para empezar, el comentado rígido chasis, que en este caso además recibe un refuerzo superior mecanizado metálico y a la vista desde la tapa de la caja, con una ventana transparente en esa zona. Abrazado de esta forma, el transporte TEAC minimiza las vibraciones y esto sabemos que siempre repercute positivamente en la lectura, por muy “digital” que sea.

Por otra parte Audio Analogue también ha dispuesto una alimentación y placas electrónicas propias (no usa las originales TEAC) como dan fe nuestras fotos del interior. A destacar el uso de dos transformadores toroidales (sí dos), para separar la alimentación de la parte de control y salida digital de la sección motriz (servocontrol): recordemos que los CD no se leen a velocidad de giro constante (como los vinilos) sino que cambian la velocidad según se cambian pistas (más al interior o exterior) y estos cambios, más los movimientos del cabezal y su lente, generan variaciones de corriente que pueden alterar la alimentación de los circuitos aledaños. La placa digital de salida también es propia y muestra la ya habitual precisión y simetría que nos tiene acostumbrados esta marca, que a veces más que italiana-latina parece japonesa-oriental por la excelente forma de rematar sus productos… ¡dan ganas de dejarlos siempre abiertos y a la vista!

Este lector viene con su propio mando a distancia, no menos sólido que el aparato en sí: mecanizado en aluminio y con los botones formando un hexágono, con las funciones más habituales a mano. Una pantalla digital de cristal líquido (que por cierto no es la misma que usa TEAC en sus propios CD) nos indica lo habitual (pista en reproducción y tiempos). Tenemos controles básicos de control también en el propio lector, discretamente camuflados en la parte inferior del frontal. Las salidas, digitales, son SPDIF coaxial o AES/EBU balanceada XLR.

AADAC

La pareja del lector, y como veremos “estrella” del conjunto (no en vano cuesta casi el doble) y hasta diría que estrella de la gama, es el convertidor DAC que además, si seleccionamos su salida variable, puede actuar como previo, y también tiene salida para auriculares. Igual que en el lector, es admirable el acabado exterior pero también (sobre todo) el interior de este aparato. Audio Analogue mezcla placas con componentes de montaje en superficie (alimentación o control digital) con placas de componentes tradicionales (sección de salida analógica) con elementos pasivos (resistencias y condensadores) de excelente calidad y seleccionados. 

Me llamó la atención mucho la completísima placa de salida de este DAC, cuyo núcleo o cerebro es un chip Sabre ES9038, aprovechando la arquitectura de ese convertidor para ofrecer una sección analógica totalmente balanceada. La alimentación de este DAC tampoco se deja precisamente a elementos sencillos: aquí son nada menos que tres los transfomadores toroidales destinados a alimentar cada sección (entrada digital y control, convertidor y salida analógica). Una ejecución sobresaliente sin paliativos. Opcionalmente hay un módulo Bluetooth compatible con aptX.

Entre las entradas brilla una USB con placa Amanero (posiblemente la mejor del mercado) y entradas SPDIF (óptica y dos coaxiales) más una XLR AES/EBU que en principio sería la destinada a recibir la señal del lector hermano, salvo que prefiramos (por tener mejor cable por ejemplo en mi caso) la coaxial. Las salidas analógicas ya comenté que están disponibles preferiblemente balanceadas XLR (dada la arquitectura también balanceada interior del AADAC) pero también RCA, y pueden tener nivel de salida fijo o variable (función de previo). También tiene una salida para auriculares delante (jack grande) que es una pena no hayan aprovechado para duplicarla con una balanceada, ahora que esto es bastante corriente (y bueno).

Y aquí llegamos a algo que no me gustó tanto. Aunque disponemos de un mando a distancia (gemelo del del lector con botones en hexágono pero con otras funciones) si queremos “configurar” el DAC hay que tirar de manual y tener paciencia, porque se hace a base de activar funciones, opciones, y viendo qué LED brillan en el frontal. Un lío, vaya. El gran botón giratorio está rodeado de LED (indican el volumen en modo previo) y en el frontal como se puede ver en las fotos hay también diferentes LED para indicar qué entrada está activa y qué señal digital entra. Si pulsamos “setup” en el mando a distancia entramos en varias opciones que como digo sin el manual a mano es imposible recordar, para seleccionar si queremos el volumen activo o no, pero también el tipo de filtro digital (de siete posibles en el ES9038) en uso o el brillo de esos LED. Por suerte no es algo a hacer con frecuencia y el propietario del AADAC lo dejará ajustado para su uso y gusto una sola vez, pero… nos hemos acostumbrado a menús y aplicaciones para estas cosas. 

Audición

Estuve probando esta pareja en mis dos sistemas principales de altavoces y también en mi despacho, con auriculares. La verdad es que su estética me seduce mucho y preferí tenerlos así, a mano en mi mesa de trabajo, o en el equipo del salón más “a la vista”… sí, afortunadamente todavía disfruto de la simple visión de aparatos de sonido que me parecen atractivos, como cuando empezaba en esta afición. 

Confieso también que la música “desmaterializada” me ha ganado totalmente: apenas uso mi propio lector de discos compactos, porque me da pereza buscar en las estanterías un disco, ponerlo… Si tomo ese esfuerzo, a veces lo hago con un vinilo, no con un CD, y sospecho que no estoy solo en esto. Es tan fácil activar el reproductor en red y poner alguna lista propia (o ajena) o incluso alguna emisora en línea. Sin embargo, estuvo bien “obligarme” a probar el AADRIVE con discos físicos porque me hizo recuperar, y recordar, CDs que hacía mucho que no escuchaba, y que ahora he añadido a alguna de mis listas digitales.

Como transporte digital puro, el AAdrive me parece una opción perfecta para quien todavía disponga de una buena colección de discos y quiera escucharlos en todo su esplendor, sin invertir una cantidad exagerada: existen lectores de gama superior, sí, pero el salto que estimo hay que dar es muy grande (en precio) para mejorar en… matices. El Audio Analogue, además de ser rápido y silencioso, ya ofrece lo que uno pide a un lector CD de calidad: una escena estable y en tres dimensiones digna del formato CD, cuyos 16 bit y 44 kHz todavía dan mucho, mucho, de sí. No es poco importante saber que el transporte usado ( y su lente-láser) son actuales y por lo tanto, en caso necesario, tendremos recambio durante bastante tiempo. 

La pareja del lector es como anticipé la estrella de la combinación: el AADAC es un convertidor de formato compacto pero muy versátil. Lo probé de varias formas, pero fue combinado, en modo previo (volumen variable) y conexión balanceada, con mis etapas Ncore, como más tiempo pasó en mi casa. Formó un sistema minimalista (y compacto) de prestaciones sorprendentes, y el perfil básicamente neutro del DAC casó muy bien con ese mismo “no-color” de las etapas. Describiría su sonido como en su día lo hice de los CD de los que guardo grato recuerdo, los Meridian de cuando introdujeron el filtrado digital “apodising” que fue una pequeña (o no tanto) revolución en la música digital: tuve tanto un G08 como sobre todo el gran 808, y en ambos casos el sonido era “cerebral”, detallado pero no analítico en el sentido peyorativo de ese término. La información presentada, clara y precisa, era musical.

Así es como suena el AADAC, ya sea alimentado desde su hermano AADRIVE, desde un reproductor de archivos conectado vía SPDIF o desde el ordenador por USB. Siempre musical pero siempre preciso, detallado, nunca excesivo en ninguna gama de frecuencias, muy neutral. Gracias a eso la fatiga auditiva es inexistente y escuché esta combinación, o el DAC a solas con el ordenador en mi despacho, literalmente durante horas… Por cierto que la salida de auriculares es muy capaz, lástima que no sea balanceada teniendo por dentro esa estructura “disponible”, e incluso mis ya algo antiguos pero perfectamente buenos Sennheiser HD600 sonaban deliciosos movidos por el AADAC.

Entre los discos que redescubrí, tengo que destacar la grabación de Deutsche Grampphon de los conciertos para violín de JS Bach interpretados por Hilary Hahn y la LA Chamber Orchestra, un disco cuya pista CD (el que tengo también es SACD) sorprende por la claridad y dulzura de su edición. La verdad es que como comenté más arriba, tener que usar un lector CD me permitió recuperar discos que en su día atesoré y que habían quedado cogiendo polvo en las estantería… fue bueno recordar las buenas obras que, a fin de cuentas, son intemporales.

Conclusión

La verdad es que siempre me han gustado mucho las creaciones de Audio Analogue: como decía al principio su nivel de acabado, sus mecanizados y sobre todo sus placas electrónicas o la disposición de sus componentes, parecen más propias de un fabricante oriental que latino… También su tacto, cómo abre, cierra y lee discos el AAdrive, o cómo controlamos y ajustamos el AAdac, es un placer para el tacto o la vista además de para el oído. Su sonido es competitivo con su categoría o precio y habría que dar un buen salto en ese aspecto (precio) para apreciar un avance equivalente en la escucha: son productos redondos que, seguro, satisfarán a quien apueste por ellos.

Puntos destacados

+ Sonido preciso y cerebral, pero sin perder musicalidad

+ Lectura de CD ágil y rápida, ideal para colecciones físicas importantes

+ Construcción y acabado irreprochables

+ Posibilidades de ajuste fáciles y versatilidad del DAC

– Configuración del DAC algo complicada (sin “menús”)

PVP:  2450 euros (AAdrive) y 4750 euros (AAdac)

Distribuye Audio Analogue

FICHA TÉCNICA

Lector AAdrive: mecánica basada en TEAC CD5020A, salidas SPDFI coaxial 75 Ohmios y AES/EBU XLR 110 ohmios. Dimensiones 220 x 390 x 100 mm (ancho, profundo, alto), peso 5,5 kg.  

Convertidor AAdac: salidas de nivel fijo o volumen ajustable, balanceadas XLR o RCA, nivel 3,35 VRMS, THD+N -108dB, dinámica 124 dB. Entrada digital USB (Amanero) PCM hasta 32 bit y 384 kHz o DSD512. Entradas digitales AES/EBU, óptica y coaxial RCA, y conectividad Bluetooth aptX (opcional). Chip convertidor Sabre ES9038. Dimensiones 220 x 390 x 100 mm (ancho, profundo, alto), peso 5,5 kg.  

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Ramallo Allegro
  • Merlin TSM

Amplificación

  • Hypex Ncore (etapas monofónicas)
  • Ars Sonum Gran Filarmonía (integrado estéreo válvulas)

Fuentes

  • Elac Alchemy DDP-2 (DAC, streamer y previo)

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