Preamplificador y etapa de potencia Audio Analogue Bellini Anniversary y AA100DM
Precisión italiana
Hace poco menos de un año tuve la oportunidad de probar el conjunto digital de la italiana Audio Analogue, su transporte CD (AADrive) y convertidor (AADAC). Confieso que me quedé con ganas de revisar alguno de sus componentes de amplificación, lo que les dio fama en sus inicios y que todavía ahora, casi 30 años después, mantiene buena popularidad entre los aficionados. Pues mi deseo se cumplió cuando hace unas semanas me ofrecieron la pareja que aquí presentamos: el previo Bellini Anniversary (de la gama media de Audio Analogue, sólo por debajo de los Absolute) y la etapa de potencia estéreo AA100DM (de la gama de acceso italiana). Sus precios cuando escribimos este texto están en 7300 euros el previo y 4950 euros la etapa: podemos pues considerarlos una alternativa a los amplificadores integrados en torno a 10.000 euros, como podría ser dentro de la propia Audio Analogue su modelo Maestro Anniversary (9950 euros) si bien como veremos la sección de previo independiente es superior a su hermano integrado.
Construcción
Todavía recuerdo cuando hará casi 30 años los aficionados descubrimos un nuevo fabricante italiano gracias a su primer amplificador: el Audio Analogue Pucini. Con un aspecto decididamente minimalista, presentaba una construcción exterior y también interior más propia de las marcas ya entonces tradicionales del High-End, con un circuito bien organizado, componentes de calidad, alimentación sobrada… Y, sí, tuvo un merecido éxito y les dio fama que, como decía más arriba, todavía perdura. La primera sensación, ya antes de abrir el embalaje del previo y etapa que hemos probado, va en esa dirección, pues el primero pesa más de 12 kg y la segunda más de 15…
Al abrir sus respectivos embalajes nos encontramos productos de diseño, todavía, muy minimalista, y factura impecable. Chasis robustos fabricados usando buena sección de metal, aluminio en el frontal, mecanizados que da gusto ver, tocar (y fotografiar), incluso el mando a distancia del previo es una sólida pieza de aluminio. Todo, como decía antes, muy “High End”.
Aunque los tuve funcionando unos días para evitarme sorpresas por si no estaban bastante rodados (mis unidades llegaron directamente del fabricante y creo que estaban a estrenar), aproveché para “desnudarlos” para admirarlos por dentro, y por supuesto compartir con fotografías esa admiración con quien nos lea. Y digo bien admirar, porque Audio Analogue no ha perdido su buen gusto en el diseño y ejecución interior de sus electrónicas, algo que a mí particularmente me seduce mucho además de ser una señal de respeto por el cliente final, y de trabajo bien hecho. No es solo la limpieza o simetría de sus circuitos, es el cuidado puesto en los componentes usados en cada sección, o el diseño de cada parte.
Audio Analogue Bellini Anniversary
Vamos a ver que, bajo su apariencia tan minimalista, el previo Bellini Anniversary esconde muchos trucos de lo más interesante, tanto desde el punto de vista técnico (en su alimentación) como de sus mandos (control de volumen). Dispone de entradas RCA (tres) y XLR (dos), y dos parejas de salidas de cada tipo, aunque internamente es de arquitectura totalmente balanceada.
En cuanto a esos “trucos” la foto de su interior da pistas de lo primero (alimentación): vemos un transformador toroidal bastante grande, cercano al frontal, dedicado a la parte de audio analógico, y otro más compacto hacia atrás para la sección de control. Pero los observadores habrán visto otros cuatro transformadores, puestos en pareja a cada lado (el Bellini es doble mono simétrico para ambos canales)… No son transformadores, sino inductancias (bobinas): la alimentación del Bellini Anniversary está muy trabajada buscando reducir al mínimo los ruidos y el filtrado no usa solamente condensadores sino también inductancias, que es lo óptimo pero muy rara vez utilizado por motivos de coste. Excelente.
El circuito de preamplificación en sí se deriva del usado en el integrado Maestro Anniversary, usando un circuito de amplificación que ellos llaman SeGeSTA (amplificador de transconductancia de etapa de ganancia única). Es un circuito relativamente minimalista, sin nada de realimentación global (solo local) y totalmente balanceado (dos fases por canal). El control de volumen usa un control digital de resistencias y está libre de opreacionales (toda la amplificación se ejecuta con transistores discretos). Los componentes son seleccionados con condensadores propios AirTech así como el cableado interno, y la placa de circuito impreso es de 4 capas para aislar bien canales activos y tierras. Con una ganancia moderada total de 11 dB, impedancia de entrada de 47 kohm, llega a 107dB de señal-ruido con bajísimo nivel de ruido de salida. Un circuito parecido al del integado Maestro, en un chasis dedicado y con mejor alimentación, resulta en un previo superior.
El otro “truco” al que me refería más arriba está relacionado con su control, que sobre el aparato se puede realizar con esa gran rueda frontal que ya es una seña de identidad de Audio Analogue (gira y se pulsa) pero que es más sencillo hacerlo con su robusto mando a distancia. Pero la clave está en el ajuste de volumen: cuenta con hasta ¡cuatro! diferentes curvas, en función de nuestro gusto o del equipo (etapas y altavoces más o menos sensibles). Logarítmica (la más parecida a un potenciómetro físico tradicional), lineal, o ajustada ya sea con más cambio en el inicio o hacia el final. Se programa con el mando y visualmente no cambia qué discreto LED del lado izquierdo del frontal se ilumina, pero sí la ganancia (el volumen) correspondiente.
Tengo que decir que esa rueda frontal queda muy bonita pero… es poco práctica. Hacerla girar (volumen) requiere algo de tacto (se mueve físicamente o sea no es táctil) para no pulsarla; para cambiar de fuente se pulsa unos instantes que nunca terminas de acertar (y cambia secuencialmente o sea que si te equivocas hay que darle varias veces), y para apagarlo mantienes un poco más (de vez en cuando apagas sin querer). Menos mal que tenemos el (bonito) mando a distancia… Otra cosa que eché de menos en este previo es una sección interna de fono, aunque fuera opcional, que se beneficiaría mucho de esa trabajada alimentación.
Audio Analogue AA100DM
Con el buen gusto de estos italianos con los nombres de sus aparatos, todavía me parece extraño que hayan bautizado esta etapa con esa sopa de letras (AA100DM) que, supongo, viene a significar las siglas de la marca junto a la potencia (100 vatios) y ¿Doble Mono? Es posible, ya que el circuito en sí tiene esa configuración, aunque usa un solo transformador de alimentación (grande eso sí con sus 760 VA) compartido para ambos canales, que por cierto se pueden puentear para usar dos etapas en modo Mono (en cuyo caso pasan de 100 a 400 vatios bajo 8 ohmios).
Elucubraciones acerca de su nombre aparte, esta etapa estéreo (puenteable) trabaja en clase AB y su circuito se deriva de la sección de potencia del integrado Puccini Anniversary, con mejor alimentación (ese toroidal de 760 VA para la etapa frente a uno de 700 VA en el integrado). La sección de salida usa tres parejas de transistores por canal y la de entrada es como siempre en la casa discreta, con entradas balanceadas y no-balanceadas. Si usamos estas últimas (RCA) deberemos puentear las XLR (vienen conectores para eso en la caja) ya que el circuito de entrada es totalmente balanceado y podría generar ruidos sin puentear.
Varios circuitos integrados controlan las funciones vitales de la etapa para que se mantenga estable, ya que el circuito de audio es muy puro y directo, no usa realimentación (“zero feedback”), y todos los componentes clave son elegidos: resistencias de grado militar, condensadores en polipropileno, cableado interno en Cobre 7N OCC o conectores chapados en oro. Las cifras básicas son esos 100 vatios a 8 omhios por canal (y hasta 320 W a 2 ohmios) con una ganancia e impedancia de entrada estándar (47 kOhm y 26 dB). Consume menos de 1W en standby.
Escucha
Lo primero que pude comprobar, nada más conectar previo y etapa a mi sistema, es que son muy silenciosos: no es algo que siempre hay que dar por hecho, y menos usando cajas de 96-97 dB de sensibilidad (las Allegro) que magnifican cualquier ruido; pues nada, silencio absoluto con el oído pegado. A partir de ahí empezaron sesiones de escucha prestando poca atención, mientras dejaba que la pareja se rodara, con ocasional dedicación a comprobar qué tal iba el proceso. Confieso que no aprecié ningún cambio significativo pasado el curso de los días, porque desde el primer momento los Audio Analogue ofrecieron un sonido que catalogaría como preciso y con una transparencia que es casi neutral, con un toque musical o cálido.
Más de una vez durante esa fase «ocasional» me quedé sentado un rato cambiando temas y admirando algo que acabaría confirmando en la conclusión: para quien sea exigente con la escena sonora, su amplitud, sobre todo su profundidad, y la precisión y estabilidad de las fuentes sonoras, los Audio Analogue deben estar en su lista de favoritos. Yo confieso que tengo esa manía, para mí es clave que un sistema estéreo suene tridimensional, y que cuando una voz o un instrumento tiene su espacio en esa escena, no se «mueva» virtualmente si cambia de tono. Es algo que depende de todo el equipo pero en lo que la amplificación cuenta mucho.
Y el Bellini con la AA100DM consiguen ese efecto, de forma destacable. Cuando cambié las Allegro por los monitores Merlin TSM, otras cajas capaces de pintar una escena amplia y precisa, se repitió el efecto y pude seguir disfrutando de esa «visión» que tanto me gusta. Una cosa curiosa es que la escena que pintan estas electrónicas italianas tiene un fondo particularmente negro, entiendo que resultado de la silenciosa alimentación del previo. Con algunos temas es… como si asistieras a un ensayo sin público y escucharas los músicos en un espacio casi vacío. ¡Curioso!
Hasta aquí la representación espacial, pero ¿qué decir de la tonal? Como es de esperar en unas electrónicas refinadas y silenciosas, el perfil sonoro es básicamente neutral con un punto de calidez. No interpretar esto como que en algún momento da la sensación de que perdamos detalles en agudos, muy al contrario, de hecho me llamó la atención la cantidad de información que los tweeter de cinta de las Allegro me hacían llegar, un contraste con el amplificador que últimamente usaba con ellas (un Single End con válvulas KT90 que no es tímido «arriba»). Esos platillos o triángulo que en ocasiones suenan seguidos de un eco y sensación de aire…
En el otro extremo la etapa AA100DM movía perfectamente los woofer tanto de las Allegro como las Merlin pero, no siendo ninguna de las dos cajas de las que bajan mucho, tampoco les aportaba ningún extra. El grave estaba allí, más ágil y rápido que recargado, llegando justo por abajo a excitar ligeramente un modo de sala con el que mi salón ayuda a estas cajas (en torno a 35 Hz) para que parezcan más «grandes». Que no aportara un extra no significa que no sacara todo el partido posible, cuidado, porque sí lo hacía, al nivel de las etapas NC400 (Hypex Ncore) que ocasionalmente uso.
Pero donde las Audio Analogue me parecieron con ese punto cálido o dulce fue revisando temas ochenteros o algún disco con voces grabadas con un toque agresivo. En lugar de subrayar esa agresividad, como quizás tocaría a una electrónica muy neutral o transparente, el Bellini Anniversary y la AA100DM dejaban disfrutar mejor de la música sin exponernos a esos defectos. Una amplificación ideal para quien no sea obsesivo con lo que escucha, buscando la perfección (y perdiéndose posiblemente mucha música que no se grabó en su momento «tan» bien). Bueno, o escuchando fuentes no ideales, porque probé Spotify (usan compresión con pérdida MP3 incluso en la cuenta de pago) y también podías dejarlo puesto sin rasgarte las vestiduras audiófilas.
Conclusión
Ya lo confesé cuando probé el transporte CD y su pareja DAC, y es que tengo cierta debilidad por la estética (exterior e interior) de los Audio Analogue: muy bien hechos y con ese minimalismo que no me gusta pierdan los aparatos de esta afición. Esta pareja de previo y etapa de potencia mantiene el listón muy alto, y en el caso del previo Bellini Anniversary creo que apunta más alto de lo que su precio indica. La etapa AA100DM es un buen amplificador que, junto a su hermano, consigue una buena sinergia para formar una pareja que me parece sería complicado mejorar sin invertir mucho más. Una amplificación con capacidad de sonido 3D destacable, y que no se vuelve crítica cuando la fuente o la grabación distan de lo ideal. Me gusta comprobar que en nuestra “vieja Europa” se siguen diseñando y fabricando aparatos como estos: enhorabuena.
Puntos destacados
+ Aparatos de excelente diseño e impecable acabado interior
+ Alimentación ultra-silenciosa del Previo Bellini
+ Escena sonora muy 3D y precisa
+ Pareja enérgica y musical con perfil sonoro tirando a cálido-suave
+ Mando a distancia (previo)
PVP: 7300 euros (previo Bellini Anniversary) y 4950 euros (etapa AA100DM)
Fichas técnicas
Audio Analogue Bellini Anniversary
Preamplificador de estado sólido con mando a distancia y cuatro curvas de volumen. Entradas: 3 línea RCA y 2 XLR. Salidas: 2 RCA y 2 XLR. Ganancia: +11dB (XLR) o +5dB (RCA). Impedancia de entrada 47 kOhm. Relación señal/ruido: 107 dB (RCA) y 103 dB (XLR). Peso: 12 Kg. Medidas: 450 x 380 x 140 mm (ancho x profundo x alto).
Audio Analogue AA100DM
Etapa de potencia estéreo de estado sólido, arquitectura totalmente balanceada y dual-mono (puenteable), con componentes discretos. Tres parejas de transistores por canal, transformador de alimentación toroidal de 760 VA. Entradas RCA y XLR. Ganancia +26 dB. Impedancia de entrada 47 kOhm. Potencia: 100 W (8 ohmios) hasta 320 W (2 ohmios), o 400 W (8 ohmios Mono). Relación señal/ruido mejor que 110 dB. Peso: 15,5 Kg. Medidas: 445 x 390 x 120 mm (ancho x profundo x alto).
EQUIPO UTILIZADO EN LA PRUEBA
Fuentes
- Elac Alchemy DDP2
- Matrix Element I
- Meridian CD 507
Cajas acústicas
- Ramallo Allegro
- Merlin TSM