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Audio Technica es una marca de origen japonés especializada en la reproducción analógica de la música, no en vano su primer producto, hace ya 62 años, fue una cápsula. En 1964 ya tenían un catálogo con varios brazos y cápsulas, y en la década de 1970 empezó su otro negocio por el que también son populares entre los aficionados (auriculares) y profesionales (micrófonos). Hablando de sus micrófonos, una curiosidad: son los responsables de hacernos llegar el sonido de las MotoGP en las retransmisiones de esta competición, desde 2019.

Se pueden encontrar cápsulas Audio-Technica como equipo original en muchos tocadiscos de gamas asequibles de varias marcas competidoras, y su propia gama de tocadiscos ha ido evolucionando en paralelo al resto de sus productos, con una orientación bastante enfocada a productos “de entrada”. Hasta ahora, porque el fabricante japonés da un importante salto lanzando un tocadiscos tope de gama con clara orientación “audiófila”: el AT-LP8X que hemos podido probar.

Descripción 

El nuevo Audio-Technica AT-LP8X es un plato bastante minimalista pero que tiene algunas sorpresas preparadas. Es un giradiscos sin suspensión, más allá de sus pies ligeramente elásticos y ajustables, por lo tanto muy sencillo de colocar y dejar ajustado como veremos más adelante. La base está realizada en madera MDF de notable espesor que ayuda a darle masa, y el platter es de fundición de aluminio, equilibrado y recubierto por una capa de goma interior, que ayudada por el cubreplato superior de goma (incluido) ayudan a amortiguar totalmente las resonancias del metal. Además es de tracción directa, es decir que el motor que mueve el plato está en su mismo eje, así que tampoco tendremos que lidiar con correas ni motores separados.

Por último, viene con el brazo montado, brazo cuya base permite ajustar muy fácilmente su altura y con ello el ángulo vertical de la aguja o VTA. El brazo tiene forma de “J” y lleva en su extremo un porta-cápsulas desmontable, otra cosa que nos facilita su operación. Por el otro extremo, el brazo permite montar un contrapeso fijo extra, según el peso de la cápsula a montar, para tener más o menos inercia además de poderlo equilibrar. El peso de la cápsula se ajusta con el típico contrapeso móvil (gira) y una escala: dejamos en equilibrio el brazo tras montar la cápsula, ponemos la escala a cero en ese punto, y luego giramos hasta el peso recomendado. En este caso, 2 gramos, que pude comprobar coincidían con lo que me daba mi báscula de precisión. 

La cápsula que viene con el plato es la conocida Audio-Technica AT-VM95E, de imán móvil y aguja elíptica. Es una cápsula económica (menos de 60 euros) que tiene la ventaja de tener fácilmente desmontable la aguja, y para la que la marca ofrece alternativas: hay una aguja cónica más económica (que es el modelo VMN95C) y hubo (no estoy seguro si las siguen fabricando pero se encuentran) agujas MicroLine (VMN95ML) y Shibata (VMN95SH). Dado el precio y nivel aspiracional del plato creo que podían haber montado una cápsula de una gama superior, aunque como veremos ésta me sorprendió por su buen sonido.

Lo que sí ha hecho Audio-Technica con buen criterio es eliminar el previo de fono de este plato (otros modelos suyos más económicos sí lo incluyen), que por su pedigrí audiófilo se entiende que aterrizará en un equipo dotado de un buen amplificador con previo o, mejor todavía, de previo de fono independiente. Las conexiones en la parte trasera del AT-LP8X son pues para un cable de fono, para trasladar las (débiles y delicadas) señales de la cápsula al previo de fono, y se incluye uno de muy buen aspecto con el habitual cable de tierra. 

En esa parte trasera también tenemos la toma de corriente (IEC), interruptor general, y uno que me da pie a seguir avanzando en las características de este tocadiscos: “Auto Stop” activado o no. Sí, el AT-LP8X es un plato audifófilo pero también práctico, ya que tiene un sistema automático tanto para la bajada del brazo (lectura) como para su subida y parada al final del disco. Dispone de dos botones en la parte derecha de la base, “Start” y “Lift”, para la puesta en marcha del giro del plato y levantamiento del brazo, respectivamente. El brazo no tiene palanca de hecho, pero es cómodo (y seguro) usar el botoncito para bajar o subir la cápsula: a prueba de torpes, o no tan torpes, pues aunque yo no me lo considero ya rompí una vez una aguja (la más cara que tenía, claro)… Hay otro control al otro lado que permite seleccionar la velocidad de lectura, entre los normales 33 ⅓, 45 y no tan habitual 78 revoluciones por minuto. Por último, como es de esperar, el giradiscos viene con una práctica tapa anti-polvo articulada y fácilmente extraíble.

Ajuste y prestaciones

Como adelanté un poco más arriba, al abrir la caja basta colocar el platter sobre el eje y su lámina superior de goma. Una vez montado, colocaremos el tocadiscos sobre la superficie que hayamos elegido y comprobaremos que esté plano (no viene ningún nivel para eso) o ajustaremos los pies para que así sea. La cápsula viene montada en un porta-cápsulas desmontable, basta colocarlo en el brazo y ya queda ajustada (correctamente, lo comprobé). Bastará entonces colocar el contrapeso del brazo, buscar su punto de equilibrio para marcar el “cero” y ponerle dos gramos de carga (se recomienda 1,8 a 2,2), además de hacer lo propio con el “anti-skating” magnético. 

Como yo tengo un (clásico) Technics SL1200 cuyo brazo usa el mismo tipo de portacápsulas, y tengo uno con una de mis favoritas históricas montada más o menos equivalente a la original del Audio Technica, pude comparar cápsulas muy fácilmente. Bueno, no es precisamente equivalente, es una Dynavector 10×4 (MC de salida alta), pero mucho más parecida que mi “titular” (otra Dynavector pero MC de salida baja y precio un orden de magnitud superior). Ya que estoy con el sistema de prueba, añadir que usé un previo de fono poco conocido (y poco comercial) pero excelente, el CT-100 de DACT (sí la misma pionera en controles de volumen por pasos), de estado sólido y multiconfigurable literalmente para cualquier ganancia o tipo de cápsula, curva de corrección y “carga”. Su salida atacó un integrado a válvulas (el Ars Sonum Gran Filarmonía con doble PP de EL34 o uno magnífico Single End de KT90) que a su vez movía las cajas de alta sensibilidad Ramallo Allegro.

De las pocas cifras que pueden decirnos algo de un tocadiscos en la ficha técnica está el famoso “wow and flutter”, es decir la precisión del giro. Audio-Technica declara para su nuevo LP8X que es “mejor que 0’1 por ciento” y nos deja un poco… extrañados, ya que su propio LP7 declara 0’08% y algunos rivales están cuatro veces por debajo de esa cifra. Pero también es verdad que los platos Audio-Technica suelen medir mejor de lo que declaran, así que ese “0’1%” hay que tomarlo con esa perspectiva (bueno, dicen “mejor que” también, claro). Durante el tiempo que lo tuve no escuché en ningún disco nada que me hiciera pensar en falta de precisión del giro, ni distorsión de timbres, ni pérdida de estabilidad de la escena. Y también debo decir que durante estas semanas el plato siempre funcionó sin sobresaltos: el tacto y control de los botones para el arranque y bajada o subida de brazo, al jugar con ajustes del brazo (su altura sobre todo para modificar el VTA)… está muy bien fabricado y acabado, sin reproches. Y, sí, que al terminar el disco se detenga y sobre todo levante el brazo, es ¡una maravilla! Nada de levantarse corriendo, o sufrir escalofríos si nos hemos quedado… ejem, digamos demasiado relajados escuchando música…

La cápsula AT-VM95E monta una aguja elíptica (de ahí la “E” final) de 0’3 x 0’7 micras, un buen compromiso entre lectura y precio, que es de imán móvil con salida de 4 mV y carga recomendada estándar (47kOhm); pesa 6,1 gramos, su bobina interna tiene una impedancia de 3,3 kHz a 1 kHz, resistencia en continua de 485 ohmios e inductancia de 550 mH. Si tenemos una colección de discos para 78 rpm además de que el plato cambia a esa velocidad en un segundo (mando izquierdo) existe una aguja dedicada (VMN95SP) para esa cápsula, fácilmente intercambiable.

Audición y conclusiones

Ya he comentado lo “fácil” que es este plato para todo, y es algo que aprecié mucho: a poco que pueda prefiero no hacer pruebas de tocadiscos precisamente por el engorro que suele ser montarlo, ajustarlo (y luego desmontarlo para devolverlo bien embalado). También quise hacer el uso de este Audio-Technica LP8X que, pienso, hará la mayoría de sus potenciales compradores: amantes del vinilo, sí, pero no “tan hardcore” como para complicarse mucho la vida en ajustes micrométricos, ni para comprometerse mucho económicamente más allá del precio de este plato completo (mil euros) y el necesario previo de fono (posiblemente incluido en un amplificador integrado). Es decir, personas más interesadas en llegar, montar el tocadiscos y pasar más tiempo poniendo discos y disfrutándolos que probando una décima de gramo aquí o dos grados de VTA allá.

Pues el AT-LP8X es ¡perfecto! con esa perspectiva. Puse los primeros días unos cuantos discos de rodaje pero realmente creo que apenas hubiera hecho falta. La cápsula original, que de entrada me parecía un poco “sospechosa” (por barata) en este plato, se ganó el puesto con un sonido muy agradable, destacando unos graves sorprendentes (también mérito del giradiscos), unos medios seductores y, si acaso, algo tímida por arriba. Nada malo, porque ese ocasional pecado de “omisión” nunca viene mal, va un poco ligado a veces al carácter analógico del vinilo y en según qué sistemas es hasta bienvenido. Probé a darle un poco más de ataque (mayor VTA levantando ligeramente la base del brazo… ¡es tan fácil!) y ganó un poco sin desequilibrar nada, y así la dejé.

Hice desfilar mi más reciente (aunque ya añeja) colección de vinilos re-editados (Speakers Corner la mayoría) para escuchas más críticas, pero también puse discos que hacía tiempo no escuchaba, de menos pedigrí y muchas más horas de lectura a sus espaldas. Ni el plato ni el sistema brazo-cápsula fueron nada crueles en el segundo caso, y la – a priori – sencilla aguja elíptica los leía muy bien sin acentuar demasiado el ruido de fondo de los menos bien conservados. Además del placer que representa recuperar esos discos que nos transportan a otros tiempos (cuando inevitablemente éramos más jóvenes) es maravilloso, cómo puede sonar la reproducción mecánica-analógica, perfectamente suficiente para nuestro oído, en contraste con los actuales sistemas digitales de tan alta resolución. Sobre todo con grupos reducidos, voces, guitarras, cuerdas, vientos… vuelve a sonar todo más familiar, más real, ¡más analógico! Diría que disfruté incluso más de los viejos discos de rock-pop que de los modernos re-editados “audiófilos” gracias al buen grave y rítmico sonido del Audio-Technica tal cual con su cápsula original. 

Cuando probé mi cápsula Dynavector, qué fácil es por cierto cambiar de cápsula en este tipo de brazos, apenas aprecié diferencia en el ruido de fondo cuando la 10×4 es particularmente buena con eso. Sí que me gustó más su rendición de agudos y su claridad, no en vano esta cápsula era una matagigantes en su día (20 años atrás) y ahora costaría al menos ¿cinco? veces lo que la AT-VM95E, pero esto me dejó ver que este giradiscos tiene mucho potencial y, tal vez, con una cápsula un punto superior de la propia gama Audio-Technica podrían ofrecerse todavía a precio razonable un, aún más, auténtico plato audiófilo. En cualquier caso, podemos empezar a disfrutarlo con ella, y un día regalarle (al plato) una cápsula mejor y que todavía sea compatible con nuestro previo de fono (por si es solo MM), sabiendo que el tocadiscos responderá dando un salto en calidad: es una excelente inversión. 

Puntos destacados

+ Plato sólido, preciso y muy fácil y cómodo de usar

+ Ajuste original correcto y excelentes acabados

+ Brazo con diferentes reglajes y cabezal desmontable

+ Excelente sonido, con bajo ruido de fondo y buenos graves

– La cápsula incluida es de gama relativamente baja, aunque suficiente

PVP:  999 euros

Distribuye Audio-Technica

FICHA TÉCNICA

Tocadiscos de tracción directa con control electrónico de velocidad (33 ⅓, 45 y 78 rpm). Plato de aluminio fundido con platter de goma amortiguante. Precisión de giro mejor que 0’1%. Brazo de 247 mm en forma de J con inicio y final de disco automáticos, cabezal desmontable estándar, VTA ajustable y margen de peso de cápsula hasta 23 gramos. Cápsula incluida AT-VM95E de tipo MM con salida de 4,0 mV (a 1kHz y 5 cm/seg), VTA 23º, VTF 1,8 a 2,2 gramos, separación de canales 20 dB, aguja elíptica reemplazable, pero 6,1 gramos. Carga recomendada 100-200 pF (47 kOhm). Dimensiones del tocadiscos 450 mm × 352 mm × 161 mm (An x Pr x Al), peso 10,4 kg, consumo en marcha 8 W.

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Ramallo Allegro

Amplificación

  • Previo de fono DACT CT-100
  • Ars Sonum Gran Filarmonía (integrado estéreo válvulas)

 

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