Cables mágicos
Es conocido por todos la locura desatada en torno a los cables de audio en los últimos años. En torno a la efectividad y al alto valor de estos cables se ha discutido mucho y existen diferentes opiniones al respecto.
¿Pero qué nos debe ofrecer un buen cable? Su función es la de transmitir la señal de un componente a otro y en cierto modo no debería añadir ni potenciar nada. Debería ser totalmente neutral, trasladar la señal tal cual, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos esto no ocurre. En la práctica hay cables que entregan un mayor grave, otros que amplían la escena sonora, otros que muestran una mayor claridad en el agudo, otro que aumentan considerablemente el rango dinámico, y una larga lista de mil y un matices. Pero no debemos interpretar esto como un problema, sino como un reto. Debemos conocer bien nuestros componentes y saber en qué nos puede ayudar cada cable, probar diferentes combinaciones y sacar conclusiones.
Lo cierto es que a nivel tecnológico, desde hace bastante tiempo se está investigando mucho en este sector, dando pie a la aparición de nuevas marcas con productos realmente revolucionarios y que deben ser muy tenidos en cuenta. Muchos son los que ya han comprobado que a veces ofrece mejor resultado un conjunto más económico, que otro más caro por el simple hecho de estar bien cableado. Lo que está claro es que nadie tiene la fórmula mágica y que lo mejor es probar cada producto con nuestro sistema y hacerlo durante un tiempo razonable. No es la primera vez que un cable nos seduce al instante y al cabo de un tiempo nos damos cuenta de que favorece un determinado aspecto en detrimento de otro.
Por otro lado, en este sector siempre ha estado de moda cierta tendencia a dar por hecho que determinadas marcas de componentes y cables van siempre unidas, un mito a desterrar, porque en ocasiones obedece simplemente a intereses comerciales. En resumen, hay que probar, los cables son nuestras herramientas, nos ayudan a mejorar nuestros componentes, a destacar sus virtudes, a mejorar su rendimiento e incluso a suplir sus carencias. Todo un mundo por descubrir al que hay que destinar tiempo y dinero porque el resultado merece la pena.
Audiofidem
Audiofidem era una marca totalmente desconocida para mí hasta que el pasado mes de junio y con motivo de la inauguración de las nuevas instalaciones de Ultimate Audio tuve el placer de conocer a su creador, Jorge Tavares. Para dicha ocasión los señores de Ultimate cablearon el equipo “gordo” totalmente con los Audiofidem, lo cual es bastante significativo de la confianza que han depositado en esta marca. Allí conocí al fabricante y tuve oportunidad de conversar con él acerca de sus creaciones.
En palabras de su creador, Audiofidem nació como una necesidad personal para mejorar su sistema de Alta Fidelidad, así nació Nexus en 1999, un nuevo proyecto que se apoyaba en los trabajos de Jorge Tavares en el sector de la aeronáutica y que vio la luz tras un largo camino de doce años. En 2011 aparece comercialmente Audiofidem, una marca que se caracteriza por el símbolo del guepardo corriendo, lo que representa una característica de velocidad. La palabra Audiofidem viene de la unión de audio y la palabra latina «fidem» y refleja nuestra fe en el audio, así como nuestra confianza en una reproducción lo más fidedigna posible.
Todo el proceso de fabricación de los Audiofidem está realizado a mano, controlando la fundición de los materiales para garantizar la máxima pureza de los conductores y un valor de dureza determinado, con ello consiguen un grado de calidez en la plata que de otro modo no sería posible. Se utilizan algunas de las técnicas de referencia en la industria aeronáutica, garantizando la pureza de los materiales y gestionando los diversos materiales utilizados con el fin de conseguir un cable unifilar con las mejores características posibles. Internamente existen dos dampings con el fin de atenuar las vibraciones mecánicas, al tiempo que también se utiliza algodón para evitar la vibración externa. Finalmente los cables son blindados y dotados con los mejores terminales del mercado, WBT y Neutrix.
La gama de productos de Audiofidem se comercializa en dos series: Nexus Argentum y Nexus Cuprum, en plata y cobre respectivamente. Los cables de corriente se construyen únicamente en cobre, porque el fabricante entiende que éste ya cumple con todos los requisitos exigidos por la corriente eléctrica. Los cables se presentan con una práctica bolsa de piel que además de ser muy elegante, facilita enormemente su transporte en un medio protegido.
La hora de la verdad
La primera semana de noviembre recibí los cables en mi domicilio, dos parejas de XLR y una pareja para cajas, ambos de la serie Nexus Argentum, también dos cables de corriente de la serie Nexus Cuprum. Un conjunto completo con el que poder cablear todo mi sistema, pero ahí surgió mi primer problema, pues yo tengo el previo y la etapa separados unos seis metros, así que ante el despropósito de realizar un análisis parcial, decidí trasladar mi rack Artesanía Audio Esoteryc, con lo que ello conlleva, para así tener todo el equipo lo más próximo posible. De todos modos, les confieso que al principio no pude resistir la tentación y conecté los cables de cajas, aún manteniendo el resto de mi configuración. Ahí la cosa mejoró notablemente, tanto en transparencia como en respuesta de graves, notablemente más contundente y exacta. Pero el cambio realmente importante llegó con la conexión de los Nexus Argentum XLR en el recorrido de la señal, tanto entre el previo y las etapas como entre el previo de fono o el CD y el previo. La primera sensación es de transparencia, de claridad absoluta, también de una zona grave mucho más poderosa con un grave más exacto y definido. Aunque a medida que iba sumando horas de escucha, creo que lo más revelador ha sido el total respeto a la riqueza tímbrica de cada instrumento y sobre todo el exacto posicionamiento de éstos en una escena sonora notablemente más amplia y profunda. La conexión de los cables de corriente no fue tan significativa pero ello fue debido a la incompatibilidad de la conexión de mis etapas monofónicas que poseen un IEC de 20 amperios. Así que ante la disyuntiva de utilizar unos adaptadores, opté por conectar los cables de corriente al previo y al reproductor de CD, aun así obtuve una mejora considerable sobre todo en transparencia y una dinámica más contrastada.
Como siempre, desde estas líneas me gusta acercar a nuestros lectores mi música preferida. Y uno de mis autores predilectos es Maurice Ravel, vuelvo ahora a él para presentar una de sus obras más especiales, Ma mère l’Oye, y aunque poseo diferentes interpretaciones de alto nivel entre mis vinilos –Ansermet, Cluytens, Boulez…–, he de reconocer que vuelvo una y otra vez sobre el concierto de Simon Rattle que podemos ver en el Digital Concert Hall. Qué delicadeza, qué emoción, toda la obra es fantástica, pero hay un par de fragmentos insuperables, como Jardin Féerique donde un agradable crescendo termina con una brillante exposición orquestal. Es una interpretación que he oído bastantes veces y he de reconocer que con los cables Audiofidem tengo más textura y un timbre más real de los instrumentos. Es una pieza de una delicadeza exquisita y hay muchos momentos en los que ahora noto una sensibilidad extra, ese arco que apenas roza la cuerda, los magníficos solos para flauta, etc… realmente hay un giro notable hacia una mayor fidelidad y exactitud.
Recientemente he tenido oportunidad de adquirir una nueva integral de Mahler, dirigida por Michael Tilson Thomas, unas grabaciones que me han sorprendido y que han conseguido que lleve ya un tiempo pegado a mi sillón de escucha boquiabierto y sin ser capaz de oír otra versión. Pero fijémonos en la segunda sinfonía, es incuestionable que nos encontramos ante una de las partituras más sobresalientes de toda la historia de la música. Capaz por sí sola de despertar en los oyentes una cantidad sorprendente de sentimientos. Si uno conoce los detalles de su composición, la intención del autor o el significado mismo de esta gran creación, el goce todavía es superior. Pero aún sin saberlo, la calidad musical de la misma es suficiente para atraernos. Al momento comprendemos que allí se está hablando de algo grande, de algo elevado, porque su lenguaje es fascinante, nadie quedará indiferente ante una escucha relajada y comprensiva, de esas en las que nos apetece sentir. Y dicho esto, que pueden aportar nuestros invitados a la escucha de una gran sinfonía como esta. La respuesta, en mi opinión, es clara y suficientemente evidente, claridad. Claridad meridiana a la hora de restituir cada uno de los instrumentos de la orquesta. Respecto a escuchas anteriores ahora todo está más suelto, cada instrumento se distingue sin esfuerzo. Todo está en su sitio, lo cual afecta a la correcta restitución de la escena sonora que ahora es mucho más creíble, con una amplitud y profundidad fuera de lo común. Además la parte baja es mucho más contundente y exacta, fruto de la limpieza que ahora se percibe. Todo ello se comprueba fácilmente al final de la sinfonía, en las voces de la soprano y la mezzo-soprano, pero sobre todo en el coro que ahora hace gala de una diferenciación imponente entre los distintos grupos de voces.
De la misma integral de la Orquesta de San Francisco he realizado diversas pruebas con el famoso scherzo de la quinta sinfonía y los resultados saltan a la vista. Al momento se impone una claridad destacable, la soltura en los instrumentos, una mayor presencia, mayor autoridad y siempre un aumento considerable de la escena. Como amantes de la obra de Gustav Mahler, sabrán que este movimiento contiene alguno de los solos para trompa más bellos. El instrumento está perfectamente posicionado y cuando la partitura lo requiere se proyecta con fuerza llenando toda la escena sonora, con un timbre exquisito y un cuerpo poderoso. Para aquellos que sigan temiendo el efecto brillante de la plata en algunos cables, recomiendo que escuchen cualquier obra con abundante contingente de metal y se dejen enamorar por el sonido aterciopelado que proporcionan los Nexus Argentum de Audiofidem.
Me permito hablarles ahora de una interpretación de Don Carlos de James Levine. Una grabación en DVD de Deutsche Grammophon que contiene una representación en el Metropolitan de Nueva York del 26 marzo de 1983. Me sitúo en el Tercer acto, una introducción orquestal con un solo de violonchelo que pone los pelos de punta y a continuación Nicolai Ghiaurov en el papel de Felipe II cantando “Ella giammai m’amò”. La introducción es angustiosa, tres fuertes acordes se repiten y entonces se inicia el lamento del cello. He de decir que tengo muy oído este fragmento y nunca antes he percibido el vibrato de la cuerda con tanto realismo, ahora el pizzicato de los contrabajos que acompañan la melodía es más profundo, más lúgubre, o al menos se comunica mejor esta sensación. La entrada de Ghiaurov es espectacular, no en vano está considerado uno de los mejores bajos de todos los tiempos. Con su voz ocurre lo mismo que con el instrumento, se percibe más real su profundidad y vibración, una actuación arrebatadora que arranca el aplauso y los vítores de los afortunados asistentes de aquella velada inolvidable.
Conclusiones
Realmente estamos ante un producto excepcional, capaz de mejorar nuestro conjunto de forma considerable. Cierto es que en cuestión de cables un aspecto tan importante como el de la sinergia con nuestros componentes es vital, por ello les animo a probarlos. Pero la verdad es que en mi conjunto los Nexus han funcionado a la perfección, nada más elocuente al respecto es la sensación de oscuridad que su sustitución ha dejado en mi conjunto, tras sustituirlos por mis Cardas habituales.
El adjetivo que mejor define a estos cables es transparencia, el efecto es como si hubiésemos quitado un velo que cubría la escena. Con el conjunto Audiofidem al completo hay un mayor realismo, mayor claridad, cada instrumento se oye más suelto, más en su sitio, la escena se expande en anchura y profundidad, proyectándose también hacia nosotros. Un aspecto a destacar es la contundencia en las frecuencias bajas, algunos fragmentos me han dejado con la boca abierta, pero lo realmente importante es la exactitud tímbrica. Es destacable como los diferentes instrumentos y las voces suenan mucho más reales. Ello tiene que ver con la perfecta restitución de los armónicos, lo cual ayuda a localizar mejor el instrumento y ofrece una riqueza tímbrica sin precedentes.
Mi más sincera recomendación, aunque entiendo que su elevado precio, acorde con la alta calidad que ofrecen, ahuyentará a más de uno. No obstante aconsejo realizar una prueba para convencerse realmente de la gran importancia de este componente, tantas veces injustamente olvidado.
Speaker Cable Nexus AG Par 2M – 9900€. Adicional Par 0,5M – 2000€
Interconnect Cable Nexus AG XLR/RCA Par 1M – 4900€. Adicional Par 0,5M – 2000€
Power Chord Nexus 2M – 4900€. Adicional 0,5M – 1500€
Equipo utilizado
- Giradiscos Kuzma XL4
- Brazo Air Line con cableado Nordost
- Cápsula Ikeda KAI
- Previo de Phono Jeff Rowland Cadence
- Reproductor de CD-SACD/DAC Emm Labs XDS1-V2
- Previo de línea Jeff Rowland Coherence II
- Etapas de potencia monofónicas Jeff Rowland 301D
- Cable digital USB d1 Totaldac
- Cable interconexión entre fuentes y previo Cardas Golden Reference Balanceado
- Cable interconexión entre previo y etapas Transparent Reference XL Balanceado
- Cables de Corriente etapas y CD Furutech Alpha 3 con conectores de Rodio
- Cables de corriente previo y giradiscos Virtual Dynamics Power One
- Rack Artesania Audio Esoteryc