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Aurender N10: Un nivel superior

Todavía recuerdo mis primeros tiempos en esta afición, hace más de dos décadas, cuando pude empezar a formar un equipo bien pensado y bien puesto a punto –léase colocado y con la sala bien tenida en cuenta–. Mi formación técnica y mi perspectiva analítica de las cosas me hacían desconfiar mucho de algunos “mitos audiófilos”, aunque la experiencia me ha ido demostrando que, porque seguramente no conocemos a fondo todos los mecanismos que influyen, hay cosas que no son como uno podría pensar de entrada. Está sin ir más lejos el tema de los cables, en su momento pensé y todavía opino que “un cable es un cable”… pero cuando haces pruebas serias con según qué materiales descubres que “otro cable es otro cable”. Incluso cuando tratamos señales digitales –más sobre eso enseguida–, lo más escépticos tienen que rendirse a la evidencia que en una instalación informática no soporta la misma velocidad sin errores un cable de red CAT5 que un CAT5e o un CAT6.

Esta introducción viene a cuento de las fuentes digitales. En su momento, cuando decidí mejorar el reproductor de CD que yo tenía, di por hecho que la parte de lectura era poco importante –así seguía aprovechando mi lector– y que debía concentrarme en la de conversión, que era lo “mejorable”. Pasé una temporada probando varios DACs del momento, y el caso es que ninguno me ofrecía un sonido claramente diferente del interno de mi propio reproductor… hasta que hice caso a mi tienda de confianza y probé otro lector. Sí, para mi sorpresa en aquel momento había más diferencia entre “transportes” que entre convertidores, incluso las –por entonces recién aparecidas– cajitas “antijitter” tenían su contribución también, y no sólo eso sino que –ya me pareció el colmo– los cables usados en esa conexión digital… ¡también!

Aurender N10__

Aprendí entonces, y he confirmado muchas veces después, que las señales de audio digital no son solamente “ceros y unos” y que efectivamente la parte de lectura puede tener un peso muy importante en el resultado final. Lo cual nos lleva a nuestro invitado en esta ocasión: el Aurender N10, un reproductor digital puro –sin convertidores– pero del siglo XXI, es decir que reproduce música almacenada en discos duros o procedente de “streaming” por la red. No dispone de lector óptico.

Aurender

Aurender es una marca coreana, aunque cuenta con una sucursal en California de donde parten algunos de sus diseños y donde llevan el marketing. Se han convertido en especialistas en reproductores digitales de audio, y tienen una gama “audiófila” muy completa, desde el tope de gama W20 hasta los compactos y relativamente más asequibles N100. Nosotros tuvimos la suerte de probar el N10, el segundo mejor de la gama, que cuenta con almacenamiento propio –dos discos duros de 2Tb, es decir 4Tb en total– y no sólo puede reproducir sus propios archivos u otros compartidos en la red, sino que además puede “servirlos” a otros reproductores que tengamos en casa. Es por lo tanto reproductor y servidor en red, ambas cosas al tiempo. Nada más recibir la caja, uno empieza a entender el por qué de su precio, y al desembalarlo y comprobar la calidad de su acabado exterior, más. Pero será -en mi caso- al abrirlo y por supuesto será al usarlo cuando el precio se justifica. Vamos con lo primero, es decir, cómo es el Aurender por dentro.

Aurender N10 interior

Además de una caja exterior de lujo, construida a base de piezas de aluminio mecanizado, y una pantalla frontal doble de OLED, la sorpresa está dentro. Esperaba encontrarme una estructura parecida a la de un ordenador, con una placa base informática de origen más o menos conocido, como suele ocurrir en ordenadores dedicados –en el fondo un reproductor y servidor como éste es eso–. Lo que vemos sí tiene una estructura parecida a la de un ordenador, pero diferente a cualquier otro y claramente dedicado a esta «función de reproducción», es decir hay una placa principal con memorias y un gran disipador –ningún ventilador–, unos discos duros en un lateral –tres, dos normales y uno de estado sólido o SSD– y mucho espacio dedicado a la alimentación, lineal –con tres transformadores toroidales nada menos–; y buena parte del espacio está ocupado por una sección blindada, encerrada en otra caja dentro de la caja.

Aurender N10 det PSU

Debo destacar de esta parte tanto la alimentación, que está confiada en su totalidad a fuentes lineales –los tres transformadores toroidales citados con sus múltiples rectificadores, filtros y regulación–, como el almacenamiento. Los dos discos duros normales son del tipo compacto de 2’5 pulgadas y con 2Tb cada uno, con los que almacenan la música, y el tercero –un SSD de 256Mb– actúa como “buffer”: cuando confeccionamos una lista de reproducción la música se copia del disco duro que esté, o de la red si conectamos a un servidor externo, al disco duro SSD –que no es sino una memoria “gigante”–, y desde ahí se reproducirá. Por eso y durante la reproducción los discos duros normales no giran ni se escucha el típico ruido de lectura –los cabezales en movimiento–, porque en reproducción no hay partes móviles activas: es una de las claves del rendimiento musical de los Aurender, algo propio de su sistema operativo propietario.

Al acceder a esta sección, que por su parte trasera coincide con las salidas digitales, confirmamos que es precisamente eso: la parte de salida digital, es decir, donde los datos informáticos procedentes de los discos duros se convierten en formatos que podrá decodificar un DAC posteriormente. Para que eso ocurra de forma óptima, una de las claves está en la sincronización, es decir, en los tiempos. Los relojes que controlan esta parte son cruciales, como lo es la alimentación y también la disposición en el circuito de cada componente, y los materiales usados tanto en la placa como en la selección de componentes pasivos –condenadores y resistencias–. Aurender no deja en esta parte, como en el resto del aparato, nada al azar: tres cristales de alta precisión –uno de muy alta, de temperatura controlada– gestionan los “tiempos”, y la placa está obviamente muy bien estudiada en la disposición de cada componente, de cada circuito de control dedicado a cada una de las salidas disponibles, con su alimentación localmente regulada. Y, además, todo ese circuito está como comenté protegido y aislado en una caja metálica interna que lo blinda de interferencias exteriores. Sobresaliente.

Aurender N10 det digitales

Escucha

Como decía al principio, habrá quien opine que este Aurender no debería ofrecer una ventaja o una señal digital “mejor” que cualquier otro reproductor, y yo mismo no lo tenía tan claro… hasta probarlo. Pero empecemos por el principio. Mi N10 de prueba venía cargado de música, pero lo normal será que lo estrenemos “virgen”, bastará conectarlo a la red y al equipo y en pocos segundos después de arrancar aparecerá en nuestra red doméstica como una unidad más, de forma que podremos copiar archivos de música a sus discos duros. Una vez en marcha, sí hay algo que debemos cuidar: el apagado no puede ser “brusco”, es decir podemos dejarlo en reposo pero si queremos desactivarlo totalmente hay que seguir cierto procedimiento –mantener el botón de encendido hasta que indica que inicia el apagado–, lo que quiero señalar es que no podemos desenchufarlo sin más. Y si se va la luz, cuidado al encenderlo porque necesitará algo de tiempo para reinicializarse –como un ordenador mal apagado–, con riesgo de tener algún problema, así que mi consejo será tenerlo con un SAI por si acaso. En cuanto a la reproducción en sí, no hay tipo de archivo o resolución con la que no pueda, y tiene salidas digitales de todos los tipos, desde óptica a USB pasando por coaxial y AES/EBU balanceada.

Aurender N10 det botones

El aparato tiene cuatro botones que permiten el manejo básico, pero el auténtico “mando a distancia” será una tableta o teléfono inteligente en el que descargaremos la aplicación gratuita de Aurender, disponible originalmente sólo para iOS –aparatos Apple–, pero desde hace poco también para Android –la que yo usé, muy nueva y con alguna limitación–. Esta aplicación es de las mejores que he probado –diría que la segunda mejor sólo detrás de la de los Lumin–, no tuve ningún “cuelgue” y enseguida la manejas con soltura para buscar temas o discos, editar listas de reproducción, conectarte a fuentes exteriores de sonido –Tidal en mi caso, aunque para eso necesité usar la versión iOS de la App–, etcétera. También a través de la aplicación podemos configurar algunas cosas del Aurender, la más llamativa su doble pantalla OLED frontal: aparte de ofrecernos qué estamos escuchando y qué resolución tiene, es difícil resistirse a la tentación de dejar los “vúmetros” virtuales, disponibles con fondo azul o sepia –yo prefiero estos últimos–… precioso.

Aurender N10 vumetro blanco

El N10 es una fuente puramente digital que se puede utilizar de diversas maneras. Lo usé en el equipo del sótano con mis DAC, y también en el equipo del salón de ese modo, pero también como fuente digital directa para cierto integrado con DAC incorporado muy especial que tuve esos días a prueba, el Devialet 200. El modo en que el francés maneja las B&W 802D es admirable, no sólo por cómo consigue sacar de las cajas británicas las primeras octavas sino por cómo éstas adquieren un perfil homogéneo, un sonido suave, coherente entre las tres vías… Pero cuando el Devialet recibía la música “de ceros y unos” del Aurender, las dudas se disiparon del todo, y puedo afirmar que esos días disfruté del mejor sonido que he tenido en casa: fue duro tener que devolver uno y otro, y los echaré de menos… si es que no vuelven, pero no ya como préstamo para prueba sino como residentes fijos.

Aurender N10 trasera¿Cuáles son esas diferencias, eso que “aporta” una fuente digital de altos vuelos como ésta frente a algo más sencillo y mucho más económico? Cuando lo escuchas, a poco que el equipo permita apreciarlo, lo entiendes: el sonido toma una dimensión diferente, es más refinado, más espacioso, hay más ambiente, la escena sonora es por una parte más realista pero por otra parte más creíble. Lo de “realista” es algo que se dice mucho cuando en mi opinión deberíamos más bien decir “hiper-realista”, porque en el fondo cuando estoy en un concierto, ya sea un grupo de jazz a cinco metros de mí o una sinfónica a veinte metros o más, nunca puedo apreciar esa colocación milimétrica que los equipos de sonido bien puestos ofrecen –y eso que ahí estás viendo de verdad quién toca y dónde está–.

Yo ya esperaba que comparar el Aurender con mis Squeezebox iba a ser entre cándido y cruel, pero sí quería ver de qué era capaz frente a un ordenador relativamente optimizado. En mi caso uso uno con chip Atom con refrigeración pasiva y SSD, con un adaptador USB-Regen –de mucha fama en foros internacionales, y realmente eficaz– y con una versión anterior de Windows usando Foobar o JRiver bien optimizados, con preferencia obvia por el segundo a la hora de usar un mando remoto –tableta– con su propio programa dedicado. Este ordenador, cuando lo he comparado, me ofrece un sonido algo mejor que los Squeezebox y al nivel de un lector óptico –ésa es la meta, leyendo el CD por un lado y el archivo ripeado por el otro–, y lo uso en escuchas críticas pero no tanto en el día a día, pues en eso la facilidad de los –tristemente ya no fabricados– aparatos de Logitech es casi imbatible.
¿Puedo decir que el Aurender apenas sonaba otro poco mejor con el mismo archivo que el ordenador dedicado? Pues… me temo que no. La diferencia es grande, dentro de las sutilidades entre fuentes digitales, pero era obvio cuál era la fuente superior, y me temo que ni un ordenador todavía más optimizado podría pelear con el Aurender. Además la aplicación de control es mejor que la de JRiver, y lógicamente no tendremos que estar pendientes de actualizaciones de diversos programas o drivers, ni de tantos cables.

Como decía antes el sonido se muestra superior tanto a nivel de espectro, con un grave más redondo pero también más profundo, y unos detalles e información en el agudo que parece que estemos escuchando otra grabación, capaz de hacer evidente un “reverb” algo generoso en algunas mezclas. Lo que antes parecía aire, ahora se aprecia que es reverberación añadida, pero si la grabación es directa y natural –léase algo antigua también y sin máster posterior– el sonido de los platillos o triángulos descubriremos cómo permanece más tiempo en el aire de la sala que antes.

Aurender N10 det dsd

En algunas cosas dan ganas de decir que el sonido mejora “a la analógica”, siendo más coherente y más parecido a cómo suena un plato cuando nos gusta, pero realmente lo que estamos escuchando es un sonido digital mejor, más optimizado. Cuando vuelves a otra fuente digital, y probé bastante mi lector óptico –un transporte Meridian dedicado– que siempre es una buena referencia frente a los reproductores “inmateriales”, no tardas en acostumbrarte a su sonido, pero al regresas al Aurender… “ah, esto tenía que sonar así”. Y todo con la facilidad, qué digo, con mayor facilidad todavía, que con los populares Squeezebox y con la versatilidad añadida de ser un servidor para otros reproductores.

La verdad es que no tengo mucho más que decir. Fue un placer disfrutar cada minuto que pude pasar con el Aurender N10 en mi equipo, y me quedo con la esperanza de descubrir que un N100 pueda ofrecer un nivel parecido por un precio que me parece más “posible”. Mientras tanto ahí dejo la frase: hay una vida mejor, pero cuesta más.

Puntos destacados

Sonido sobresaliente: una fuente digital de referencia
Capacidad para una biblioteca muy extensa (4Tb)
Perfecta App de uso (mejor en iOS)
Salidas digitales de todos los tipos
Servidor para otros reproductores en red
– Sensible a la alimentación (SAI recomendado)
– Sin lector óptico interno

PVP: 8.900 euros

Distribuyen Ultimate Audio, QLASE A y AudioElite

FICHA TÉCNICA

Reproductor digital multiformato con biblioteca incluída (capacidad 2x 2Tb), sistema operativo propietario, disco SSD 256Gb “buffer”, placa madre Aurender propia. Salidas digitales: 1 AES/EBU (XLR), 2 SPDIF Coaxiales (RCA y BNC), 1 Toslink, 1 USB 2’0. Formatos admitidos: DSD(DSF, DFF), WAV, FLAC, AIFF, ALAC, M4A, APE y otros, PCM de 44 hasta 384 kHz y de 16 a 32 bit, DSD a 2’8 y 5’6 Mhz (DSD64 y DSD128). Conexiones USB (2) y Ethernet para bibliotecas externas. Dos pantallas OLED frontales. Control mediante app gratuita. Dimensiones: 430mm x 83mm x 353mm. Peso: 12 kg.

EQUIPO UTILIZADO EN LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • B&W 802D
  • Allegro by Ramallo

Amplificación

  • Devialet 200
  • Pass XA30.5
  • Ars Sonum Gran Filarmonía

Fuentes

  • Buffalo 32 (DAC)
  • Meridian 568.2mm (DAC y previo/procesador)

Cableado

  • Siltech, Nordost, Kimber

 

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