AVM Ovation “EL GIGANTE DORMIDO”
Cada día estoy más convencido de que el futuro de la Alta Fidelidad está en las nuevas marcas. Hace tiempo que todo está cambiando, continuamente surgen nuevas firmas que sustituyen a las marcas míticas, y en poco tiempo el High End lo representan nombres que hasta ahora desconocíamos. Pero algo muy importante es cómo los usuarios perciben este cambio, al menos debe ser importante para las nuevas empresas, que imagino querrán una parte del pastel, pues suponen que sus componentes son “lo más” del mercado. Tengo algunos amigos que opinan que las grandes marcas, las que han perdurado en esta larga trayectoria de la Alta Fidelidad, son las que ofrecen los mejores productos y los más fiables, pues cuentan con excelentes equipos de ingenieros y con una larga trayectoria investigadora. Parte de razón llevan, pero yo no creo que sea del todo cierto. Pienso que a veces es mejor una idea revolucionaria, capaz de cambiar muchos de los planteamientos anteriores, de abrir un nuevo camino que se traduzca en una mejora palpable, antes que en un esquema ya usado y repensado. Sé lo que están pensando, lo mejor es una combinación de ambos, pero parece que eso es difícil, pues muchos de los responsables de esas marcas legendarias, han abandonado sus viejos puestos para fundar o dirigir su propia compañía y llevar a cabo sus ideas con total libertad. Dicho esto veamos lo que tenemos entre manos, un conjunto previo-etapa de una “nueva” marca, quizá sea de las innovadoras, eso habrá que verlo.
Audio Video Manufaktur es una marca alemana que lleva fabricando componentes de audio desde 1986. Actualmente se encuentra al frente de la compañía Udo Besser, ampliamente conocido en el mundo de la alta fidelidad por haber sido copropietario de Burmester. Con este bagaje de experiencia a sus espaldas, tenía claro que su objetivo era conseguir la mayor calidad de sonido posible y para alcanzar ese fin, condiciona incluso cualquier posible avance tecnológico de sus productos. Para ello, fundamenta la manera de trabajar de AVM en varios puntos clave. Algo muy a tener en cuenta es que AVM afirma fabricar todos los componentes en su propia planta alemana de Malsch y para aquellos que no pueden fabricar como tarjetas de PC, paneles frontales o transformadores, cuenta con proveedores cercanos de total confianza con los que llevan trabajando muchos años. De igual manera las válvulas de vacío se diseñan y fabricaba a medida para AVM con estrictos controles de calidad. Un acabado perfecto, donde se cuida a partes iguales diseño, calidad material, de fabricación y de acabados -incluidas espectaculares terminaciones en brillo-, rematan sus productos para que sean atractivos desde todos los puntos de vista.
Primeras impresiones
He de reconocer que no había escuchado ningún producto de esta marca y sinceramente creo que esto es positivo, pues voy a enfrentarme al análisis de unos componentes partiendo de cero, sin una opinión preconcebida sobre ella. Así pues, estaba yo en el trabajo cuando recibí la llamada del transportista para la entrega de los paquetes, cuál fue mi sorpresa cuando el pobre hombre me pidió ayuda para descargar uno de los bultos. La caja que contiene la etapa pesa unos 50 kg, pues el robusto embalaje contribuye lo suyo. Por este motivo el proceso de desembalaje y conexión debió esperar un día, pues necesitaba que un amigo me echase una mano para subir el material al tercer piso de mi casa. Sorprendente el embalaje de la etapa de potencia, una maleta rígida o flight case, totalmente acolchada en su interior, que se abre en dos piezas para poder manejar mejor el peso del amplificador. El preamplificador, así mismo viene bien protegido dentro de una caja de cartón de suficiente grosor.
Ambos componentes pertenecen a la serie Ovation, el escalón más alto de la marca alemana. Su estética sigue la tradición del diseño germano, resultando realmente imponente, sobre todo en el caso de la etapa SA8.2 una mole de 42 kg con una construcción impecable, sin tornillos a vista y gruesos paneles de aluminio anodizado. El previo PA8 sigue un diseño modular ya que parte de una placa fija a la que se pueden ir añadiendo diferentes módulos o tarjetas, creando así una gran cantidad de opciones, dos módulos de salida que pueden ser RCA o XLR y hasta ocho tarjetas de entrada. Entre las diferentes opciones pueden incluirse entradas XLR o RCA, un módulo fono MM/MC, un DAC, un sintonizador FM con RDS, y opcionalmente se puede incorporar una salida XLR con válvulas. El panel frontal cuenta con dos potenciómetros cromados, uno para el control de volumen y otro para la selección de fuentes, así como cinco pequeños pulsadores con los que manejar el menú debajo de la pantalla iluminada.
Por su parte la etapa también cuenta con un display iluminado y cinco pulsadores para controlar el menú, mediante el cual podemos seleccionar diversas funciones como por ejemplo el tipo de funcionamiento -en modo permanente o remoto, activándose desde una señal del previo-, que nos indique la potencia que entrega en cada momento o nos permita ajustar la carga de impedancia de los altavoces con los que trabaja. De todos modos, está claro que lo importante está en el interior, cuatro transformadores y un banco de condensadores que alcanzan los 200.000 µF, esto es una inmensa capacidad de corriente, además de un damping factor de más de 1.000. El resultado es una potencia de 250W para 8 Ohm, que se dobla para 4 Ohm y alcanza los 750W con cargas de 2 Ohm, con capacidad para ofrecer una entrega constante de 180A. Pero lo realmente importante es que la AVM SA8.2 tiene el poder de manejar prácticamente cualquier carga de altavoz con unos resultados sorprendentes.
Finalmente recordar que su conector IEC de entrada es de 20 amperios en lugar de los habituales 15 amperios, en mi caso no hubiese supuesto un problema, pues mis monofónicas también utilizan este conector, pero de todos modos los señores de Ultimate Audio me enviaron un magnífico cable de corriente Stealh Dream Powercord de mayor nivel que mis habituales Furutech.
Resultados impactantes
A la hora de juzgar este magnífico conjunto deben tener en cuenta que siempre hablaré del conjunto Previo y Etapa, pues no he comprobado los productos por separado. Quienes tengan como yo algún componente clásico de Jeff Rowland, ya sabrán que las sinergias con otros equipos no son siempre buenas.
Como siempre, intentaré contarles de una forma lo más comprensible posible mis percepciones respecto a la escucha de este conjunto, al cual me enfrenté sin tener ni la más mínima idea sobre cuál sería el carácter de su sonido. Normalmente paso unos días probando diferentes discos, hasta que finalmente me decido a hacer las pruebas con algunas grabaciones concretas. Pero esta vez tenía ganas de poner un buen disco y disfrutar de la novedad, así que les contaré cuales fueron mis primeras impresiones nada más conectar el amplificador, cuando apenas llevaba media hora funcionando.
En este caso elegí un CD con la quinta sinfonía de Tchaikovsky, en la interpretación de Sergiu Celibidache para EMI, una grabación realizada en vivo en Munich el 29 de mayo de 1991. Quizá esta sea mi versión preferida, con el permiso de Markevitch y Mravinsky. Se inicia el primer tiempo de una forma correcta, casi como si estuviese oyendo mi configuración habitual, suave, dulce, redondo, tal como acostumbran a ser estas geniales interpretaciones del director rumano. Esperaba un comportamiento más radical, pero el conjunto AVM me pareció muy natural, bastante relajado -claro está que no había llegado el momento esperado del disco-, pues a medida que se inicia la agitación del allegro, cuando el viento eleva su voz y el timbal golpea con fuerza, la escena sonora crece en profundidad, apertura y la separación entre los diferentes instrumentos se hace mucho más visible. La sensación tiene mucho que ver con las posibilidades de entrega de corriente que tiene este gigante, gran potencia y control que hacen que todo resulte mucho más impactante, pero sobre todo más claro. Es importante insistir en este punto, pues en él radica una de las virtudes de nuestro conjunto invitado, más poder es igual a una escucha más impactante, pero sobre todo a un mejor posicionamiento y a una escena mejor definida, tanto en anchura como sobre todo en profundidad. Tengo muy oídos esos golpes de timbal y nunca habían sonado tan claros y perfectamente ubicados, además de resultar realmente viscerales.
Finalmente tengo ocasión de aprovechar una de mis óperas favoritas. El 21 de diciembre del 2007 y sin previa audición, asistí al Don Carlos de Verdi en una producción dirigida por Lorin Maazel. Tal fue la impresión que me causó el conocido drama, que todavía me conmocionan determinados fragmentos de esta ópera. Y como aquí de lo que se trata es de ponérselo difícil al combo AVM he elegido el más impresionante de los números: Verdi al elegir uno de los momentos más representativos del reinado de Felipe II no se le ocurre otra cosa que un auto de Fe, con Inquisición, reos, hoguera y todo lo demás… eso sí, la música es la más impresionante que podamos imaginar. Un fragmento realmente difícil de reproducir que los AVM desgranan perfectamente, la orquesta en su máxima expresión y unas campanas que no dejan de golpear y que parecen tan reales como si estuviesen sonando en el campanario más cercano. El conjunto AVM, con su sobrada capacidad de entrega de corriente y potencia, afronta los pasajes musicales más complejos con absoluta suficiencia y aplomo. Más adelante el heraldo anuncia la aparición del rey, los cantantes y el coro aclaman al unísono la aparición del monarca, aquí hay un fragmento orquestal de una fuerza abrumadora que no sé describir con palabras, deben oírlo, entonces las puertas del templo se abren y aparece Felipe II, para nuestro caso Nicolai Ghiaurov en plenitud de sus atributos vocales. Fascinante en esta versión de Georg Solti para Decca, fascinante en esta escucha con la amplificación AVM, realmente espectacular. Me ha gustado mucho el impacto sonoro de este fragmento, pero también la exactitud de los diferentes planos sonoros, el coro, los cantantes, la orquesta y además a todo volumen, el resultado es de infarto.
Ahora cambio de tercio, otro disco fantástico pero de otro estilo, Montreux Alexander Live, una grabación brutal, una de las mejores reediciones de jazz de Speakers Corner. El estilo del piano de Monty Alexander, con un sonido tan directo, capta de tal forma nuestra atención que es difícil olvidar esta interpretación. Nunca las notas agudas se oyeron con tanta precisión y en eso mucho tiene que ver la naturalidad del conjunto AVM. Cuando se inicia el ritmo y se oye al público la escena crece en realismo y la sensación de directo es bestial. La batería de Jeff Hamilton hace que el ritmo sea constante y nos sintamos atraídos por todas y cada una de las piezas que componen el disco, pero el bajo de John Clayton se lleva la parte del león con un sonido pleno y vibrante. El público anima esta grabación de 1976 con voces, gritos, aplausos, etc., simplemente diré que el comportamiento dinámico del combo AVM es de lo más convincente. Esta grabación viene como anillo al dedo para evaluar la tímbrica de nuestro conjunto invitado, así pues la veracidad tonal de cada instrumento que muestran los AVM es básica para recrear una interpretación lo más fidedigna (real) posible.
Conclusión
Quizá a alguien le extrañe lo del “gigante dormido”, pero viene como anillo al dedo para tan impresionante conjunto. La idea me vino a la mente tras la audición del primer disco comentado, pues las primeras impresiones con una música tan deliciosa y relajada no parecían auspiciar el amplio despliegue de medios a la llegada del primer tutti orquestal. La SA8.2 es una verdadera bestia y cuando llega el momento de mostrar su músculo es implacable, sus reservas son inagotables, la cifra de 200.000 µF es significativa al respecto. Y aunque la etapa se lleva la parte grande del pastel, que nadie piense que el PA8 pasa inadvertido, cumple su papel de forma sobresaliente, con la salida XLR a válvulas mejora sensiblemente la parte alta del espectro y además su configuración modular admite muchas posibilidades. No me negarán que un previo que puede contener en su interior un fono, un dac y un sintonizador no es todo un caramelo, confieso que me quedo con las ganas de haber probado una unidad “full equip”.
El conjunto AVM rebosa virtudes. Se trata de una amplificación capaz de mover cualquier caja del mercado, asegurando un control absoluto de los trasductores. Su enorme potencia e impacto se combinan con una dinámica apabullante, que lejos de estar reñida con un sonido relajado y natural, ofrece una continuidad melódica encomiable y una exactitud tímbrica incomparable. Pero sobre todo me ha encantado su forma de reproducir la escena sonora, diferenciando perfectamente los distintos focos de emisión y expandiéndose en profundidad de una forma sorprendente.
Me parece un producto fantástico pues, por un precio relativamente económico, nos ofrece unas prestaciones y una calidad de auténtica referencia. Está preparado para lidiar con cualquier tipo de caja, con cualquier estilo de música y también con cualquier tipo de aficionado, pues ofrece a partes iguales tanto suavidad y control como presencia e impacto. Mi más sincera recomendación, si tienen ustedes la oportunidad óiganlo, no les defraudará.
AVM Ovation PA 8 – 6990€
AVM Ovation SA 8.2 – 11900€
Distribuyen Ultimate Audio, QLASE A y Audio Elite
www.ultimate-audio.eu , www.qlasea.es , www.audioelite.es
EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA
- Plato: Kuzma Stabi XL4
- Brazo: Kuzma Air Line
- Cápsula: Ikeda KAI
- Previo de fono: Jeff Rowland Cadence
- Cajas acústicas: Absolute Reference Kleifri Edition
- Cableado de interconexión : Transparent Reference XL / Cardas Golden Reference
- Cableado de cajas: Cardas Golden Reference
- Cableado de corriente: Furutech y Virtual Dynamics