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Ayon CD 5s

Mis andaduras en el mundo del audio coincidieron con el declive del los circuitos basados en tubos de vacío, considerada entonces una tecnología destinada irremediablemente a desaparecer, barrida por las excelencias de los componentes de estado sólido. Sorprendentemente, algunos fabricantes se negaban a rendirse a la evidencia, y seguían produciendo previos y amplificadores llenos de válvulas de incandescencia que, con su ineficiencia energética y el mantenimiento que requerían, desafiaban a los todopoderosos semiconductores y a las leyes de cualquier lógica de mercado. Afortunadamente, tiempo después, tuve la oportunidad de escuchar uno de aquellos  caducos diseños valvulares y, en  ese mismo momento, comprendí el porqué de la tozudez de aquellos románticos fabricantes. Desde entonces las válvulas han ido ganando importancia en mi  sistema.

Ayon Audio es una de esas marcas que han apostado desde su inicio, hace ya algunos lustros, por las válvulas de vacío frente a los semiconductores. Si visitamos su web encontraremos los razonamientos técnicos en los que se basa esa apuesta. Esta y otras marcas han hecho posible que las válvulas vuelvan a estar de moda, no con la hegemonía que disfrutaban antaño, pero sin con un futuro asegurado y, sobre todo, con unos diseños que han convertido en tópicos los  defectos de sonido coloreado, poco resolutivo, etc, que  tradicionalmente se asociaban a los circuitos valvulares.

Hacía ya tiempo que el cuidado diseño, las excelentes críticas y su fuerte penetración en exigentes mercados habían despertado mi curiosidad hacia Ayon. Obviamente, cuando me propusieron evaluar la fuente digital de referencia de la marca austríaca no tuve que pensar mucho para aceptar la oferta.

Por fuera

El Ayon CD5s llegó a casa en una doble caja de cartón, con un generoso acolchamiento interno, suficiente para proteger convenientemente la unidad. A pesar de imaginar que se trataba de un aparato de grandes dimensiones, al sacarlo de su embalaje me quedé sorprendido tanto por su tamaño como su peso. Si a esto unimos la calidad de acabados y el grosor de su chasis, la sensación de solidez y fiabilidad del mismo es una de sus cualidades que primero se aprecian.

Las fuentes digitales, e incluso los preamplificadores, de la marca austríaca poseen una estética extremadamente similar, en cuyos  sobrios chasis de aluminio negro sólo destacan pequeños detalles de metal cromado. Concretamente en la parte superior encontramos las aperturas de ventilación de las válvulas, ocho pulsadores para el manejo de las funciones más importantes de la unidad y una vistosa plataforma circular cromada que alberga la mecánica de transporte. Una vez colocados los CDs, la tapa que sirve para cubrirlos es una especie de gruesa pieza de metacrilato que se coloca de forma manual. Aunque es un sistema rudimentario, que no servirá para asombrar a nuestros invitados como los sofisticados sistemas implementados por otras marcas con carga superior, personalmente me parece del todo acertado y prefiero la sencillez y robustez de esta tapa, que seguro no dará problema por mucho que la usemos.

En la parte frontal encontramos grabados la marca y modelo, destacando sobre el fondo negro, así como el display de leds rojos. Esta pantalla muestra la información básica y posee dígitos de cierto tamaño e iluminación ajustable, que permiten una cómoda lectura hasta distancias moderadas.

La parte trasera, repleta de conexiones y unos cuantos interruptores, nos da una idea de la gran versatilidad de este aparato. En los extremos de la misma encontramos dos pares de salidas analógicas RCA y XLR, cuya selección la realizaremos mediante un conmutador. Un poco más centradas se agrupan tres pares (dos RCA y una XLR) de conexiones para las entradas de línea analógicas. En el otro lado vemos agrupadas las entradas digitales (SPDIF, Toslink, AES/EBU y USB). Cabe señalar que la entrada USB, como viene siendo habitual, es de tipo asíncrono y admite formatos de alta resolución hasta 24 bits y 192 kHz. Junto a éstas encontramos las conexiones para las salidas digitales: I2s, SPDIF y AES/EBU.

Hasta aquí todo es más o menos lo previsible, pero la trasera de este Ayon nos reserva alguna que otra sorpresa más. Por un lado encontramos un grupo de cuatro interruptores que sirven para elegir entre las distintas opciones de: fase acústica (0-180º), ganancia (voltaje de salida: 4V-8V), salidas analógicas (XLR o RCA) y volumen de salida (variable o no). Además, junto a la conexión de alimentación existe un testigo luminoso de color rojo, que cuando se ilumina nos indica la conexión incorrecta de la fase del suministro eléctrico.

El mando a distancia es metálico y posee un diseño sobrio. Aunque se le echa en falta un poco más de ergonomía, cuando nos acostumbramos a la gran cantidad de botones que posee, nos permite acceder fácilmente a todas las funciones.

Y por dentro

La mecánica de transporte es la popular Philips CD Pro-2, montada en un sistema de suspensión mejorado por el fabricante. La conversión digital-analógica la realizan dos pares de Burr-Brown 1704K montados de forma simétrica, implementados de forma que el upsampling a 24/192 Khz puede ser activado o no por el usuario.

El tratamiento de la señal ha sido diseñado de forma especialmente cuidadosa. Las pistas de los circuitos integrados tienen un baño de oro. El control de volumen se realiza en el dominio analógico, evitando cualquier tipo de degradación de la señal, provocado por su atenuación digital. El recorrido de la misma es mínimo. Por último, los circuitos no aplican ningún tipo de feedback negativo.

Ayon diseña sus productos a partir de la utilización de válvulas de vacío en todas aquellas aplicaciones en las que sea posible. Fiel a esta filosofía el CD 5s no incorpora ningún componente de estado sólido en los circuitos analógicos encargados de amplificar la señal generada por los chips dac. Estos circuitos incorporan nada menos que 4 válvulas 6H30. Según el fabricante, gracias a la utilización de estas válvulas este modelo goza de una baja impedancia de salida, lo que permite la compatibilidad con cualquier tipo de etapas, o la utilización de largas tiradas de cables de interconexión sin problema alguno. Con objeto de prolongar la vida útil de las válvulas, y  como detalle del buen hacer del diseñador, cuando encendemos la unidad se ejecuta una rutina de calentamiento de las mismas.

Otro apartado en el que se nota el esmero con el que está diseñado este aparato, es su compleja fuente de alimentación. Además de un filtrado de la corriente que recibe, nos encontramos con condensadores electrolíticos sobredimensionados y tres transformadores independientes para los circuitos analógicos y digitales. También incorpora un filtrado mediante “dual choke”, que es algo así como un filtrado acoplado a condensadores de film especiales. Para rizar el rizo, este Ayon luce un exótico puente de rectificación en el que se emplean nada menos que 4 válvulas más. Con todo ello el fabricante nos dice que se consigue una fuente de alimentación con una alta y rápida capacidad de entrega de corriente que mejora el comportamiento dinámico y permite una  mejor restitución de los transitorios.

¿Tres en Uno?

Como dijimos antes el Ayon CD5s es mucho más que una fuente digital. Su sección de previo nos permite ahorrarnos este componente pues disponemos de un control de volumen y de tres entradas de línea. Por si esto fuera poco, sus entradas digitales permiten conectar dispositivos de streaming o servidores de audio de casi cualquier tipo y aprovechar la calidad de sus conversores analógicos. Con todo ello resulta obvio que puede convertirse en la pieza fundamental de cualquier sistema de audio, al que sólo hay que conectar una etapa de potencia y los altavoces.

Con esta perspectiva consideré que mis escuchas debían explorar todas estas posibilidades y así me dispuse a ello. Sin embargo un detalle, que previamente no había podido comprobar, era la posibilidad del uso conjunto de los dos pares de salidas analógicas, balanceadas y RCA, que ofrece este modelo. Este detalle puede ser de absoluta irrelevancia en la inmensa mayoría de sistemas de audio. Sin embargo en mi caso, al utilizar una biamplificación,  disponer de dos pares de salidas analógicas es un requisito indispensable para cualquier previo que desee incluir en mi equipo. Con un cierto desasosiego comprobé que el Ayon no permite tomar señal de ambas salidas analógicas al mismo tiempo. Efectivamente, cuando conmutamos el interruptor trasero con el que seleccionamos entre las salidas RCA o XLR, se anula la señal de la salida que no ha sido seleccionada. No se muy bien el por qué de este detalle de diseño pero no dejaba de ser un fastidio. Así las cosas, al verme obligado a seguir utilizando mi propio previo, mis pruebas no me iban a permitir hacerme una idea exacta de las posibilidades de  usar el Ayon CD5s sin previo externo.

Por tanto, situé el aparato sobre una de las baldas de quíntuple sándwich de mi veterana mesa Artesanía Audio modelo Reference y, tras esperar a que finalizase el período de calentamiento de las válvulas, comencé las escuchas con mis discos de referencia. En unos pocos minutos aprecié que este lector no dejaba entrever ninguno de los defectos, frecuentes otrora, en las fuentes digitales, aunque por otra parte, es cierto que los mismos son cada vez más difíciles de encontrar en aparatos de reciente factura. Efectivamente, el sonido que emana de los circuitos analógicos de este Ayon, no produce fatiga auditiva alguna, ni podemos acusarlo de frialdad, o dureza, o de falta de sentimiento. Aunque no conozco otros productos de la marca y no se por tanto si corresponde a su filosofía, tampoco podemos clasificarlo como el típico sonido valvular de antaño. Su sonido es dinámico, resolutivo, con unos graves presentes pero articulados. Sin embargo, su riqueza tímbrica y la precisa restitución de la escena sonora nos recuerdan que estamos ante unos circuitos valvulares de cuidado diseño y excelente realización.

Aprovechando que desde el mando a distancia es muy sencillo activar, o no, el upsampling a 192 KHz, me entretuve eligiendo entre ambas opciones. Finalmente dejé esta opción activada puesto que el sonido me pareció como más aireado, con una mayor altura de la escena sonora, sin apreciarse por ello los defectos que produce a veces este tipo de tratamiento de la señal digital. Respecto a la opción de elegir la fase acústica desde la trasera del aparato, y no desde el mando, u otro lugar más accesible, he de decir que me parece poco afortunado, y no es muy útil para para elegir una u otra fase en función del CD que reproduzcamos, tal y como he visto hacer a unos cuantos audiófilos. Aprovecho aquí para señalar que en mi sistema el led rojo trasero que indica la correcta fase eléctrica estaba siempre iluminado, independientemente de la posición del schuko. La explicación no es otra que, a diferencia de lo que sucede con la red, si medimos el voltaje en los enchufes que posee el regenerador de corriente PS Audio, en los que conecté el Ayon, comprobaremos que el voltaje es similar para ambos polos, por lo que  no tiene sentido hablar de fase eléctrica.

Pasados algunos días me decidí a experimentar con la entrada USB asíncrona, que admite ficheros de datos de hasta 24 bits y 192 kHz. Esta popular conexión digital, que nos permite el uso de cualquier ordenador personal como fuente digital de muy alta calidad, es sin duda de las opciones más deseadas en tiempos recientes, tanto es así que contar con ella es motivo suficiente para que muchos aficionados se planteen la adquisición de conversores digital–analógicos externos. Como en otras ocasiones empleé el programa Foobar instalado en mi ordenador portátil. Además, para Windows 7 al menos, hemos de instalar también los drivers suministrados por el fabricante, que permitirán que el aparato sea reconocido por el sistema operativo del ordenador.

Una vez todo dispuesto comencé con mi prueba básica, consistente en comparar CDs leídos por el Ayon con respecto a los ficheros de ordenador generados por mi mismo al ripear esos mismos CDs originales y recibidos vía conexión USB. Como en otras ocasiones, las diferencias entre ambos sonidos son mínimas, prácticamente inapreciables. Ahora bien, si disponemos de un sistema resolutivo y somos lo suficientemente pacientes y exigentes como para pasar un buen rato haciendo comparativas, nos daremos cuenta de que los CDs suenan ligeramente mejor, no mucho, pero ligeramente mejor. Esa ligera diferencia se aprecia en que en los CDs las frecuencias  medio-graves poseen una mayor precisión y las voces son restituidas con un mayor cuerpo. Igualmente los CDs producen una escena sonora más real y coherente. Pero insisto en que estas diferencias son muy sutiles, seguramente irrelevantes para la mayoría de los aficionados.

Sin embargo, al reproducir ficheros de alta resolución, la balanza se inclina a favor de la entrada USB. Tanto más cuanto mayor resolución usemos. En mi pequeña colección de este tipo de ficheros dispongo de algunos cortes de la discográfica 2L, en los que la misma grabación está disponible en ficheros de distinta resolución, desde 16/44, pasando por 24/96 hasta 24/192, generados por la discográfica a partir de un mismo master. Una vez más, gracias al dac del Ayon pude comprobar que las altas resoluciones nos transmiten, a la par de una tímbrica más precisa, una mayor ilusión de estar presentes en el momento de la grabación, más de música en directo. He de señalar que, incluso al reproducir alta resolución, el carácter del sonido del aparato, sus ricos medios y su suavidad, siguen presentes.

Desde hace algún tiempo mi fuente digital es un Audio Aero Capitole 24/192 mkII. Casualmente, si comparamos éste con el Ayon CD 5s podríamos pensar que es su ancestro. Efectivamente, ambos montan la misma mecánica de transporte, usan válvulas en sus circuitos analógicos, pueden usarse como dac y como previo… El Ayon parece un descendiente evolucionado: su tecnología valvular es mucho más ambiciosa, su conexión USB y los formatos digitales de los ficheros que admite están a la última, o casi. No es de extrañar pues que a lo largo de las semanas que disfruté del Ayon en mi sistema dedicase unas cuantas sesiones, sólo o acompañado, a comparar ambos aparatos. Una de las cosas que aprendí es que ambos agradecían claramente no estar situados sobre las baldas de quíntuple sándwich de mi rack y sonaban mucho más precisos apoyados directamente sobre la estructura metálica del mismo.

Después de unas cuantas sesiones quedó claro que cada uno de los aparatos posee un carácter distinto. El Audio Aero producía un sonido con una ligera mayor extensión y aireación en los agudos. Esa pequeña diferencia transmitía una mayor frescura a la música y una escena sonora de mayores dimensiones. Igualmente su medio-grave es más preciso y articulado. Por otro lado, el Ayon ofrece unos medios más ricos y detallados, una mejor tímbrica y un sonido más suave en líneas generales. Igualmente quedó claro que la elección entre ambos aparatos era cuestión de gustos. Mientras algunos colegas preferían el sonido del Audio Aero, otros, en especial el personal femenino, prefería el sonido del Ayon. Personalmente, llevaría la elección al terreno de las sinérgias. En mi sistema, con un previo y etapa de válvulas, así como cajas con tweeters de cúpula de seda, las cualidades del Ayon quizás no marquen la diferencia, pero estoy seguro de que en un equipo con un sonido más duro o brillante, la suavidad y ligera calidez del sonido del Ayon puede ser como un bálsamo para los oídos.

¿Nota Final?

El  Ayon CD 5s, sin llegar al sector de las realizaciones más caras,  se enmarca en un nivel de precios en el que podemos optar a muchos aparatos con excelentes prestaciones. Sin embargo, hay que considerar que por el valor de un componente de precio medio, la marca austríaca nos ofrece un producto que realiza las funciones de tres componentes independientes: transporte, dac y previo, ahorrándonos además el coste de los cables de interconexión digital, analógica y de alimentación. Todo ello además contando con una excelente calidad de construcción y sonido. ¿Quién da más por menos?

Ayon CD 5s – 7990 €

Distribuye Ultimate Audio

Equipo  utilizado

  • Fuente Digital: Audio Aero Capitole 24/192 mkII
  • Previo: Thor Audio TA-2000/ DEQX HDP Express
  • Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3
  • Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336
  • Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter
  • Cables digitales: MIT XLR Reference, Nordost Silver Shadow RCA
  • Cables IC: Stealth Indra Rev 08; Stealth Indra Rev P. Graves: Cello Strings; Viola Labs
  • Cables red:  Oyaide GLX y Tsunami;  Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream. Fadel Art

 

 

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