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Auriculares circumaurales inalámbricos Bowers & Wilkins Px8 S2: un nuevo número uno en auriculares que desprende clase por los cuatro costados

Hoy 24 de septiembre de 2025 se presentan en sociedad a escala planetaria, pero tuvimos la ocasión de probarlos hace apenas una semana porque su condición de nuevo número uno en auriculares de la mítica Bowers & Wilkins los hacía de lo más apetitoso. Su nombre es Px8 S2 y sustituyen a los reputados Px8 aprovechando buena parte del impulso que ha hecho posible los Px7 S3, comercializados recientemente y que constituyen la versión más reciente del que sin duda es el linaje en auriculares más celebrado de la firma de Worthing, como bien explicamos con todo lujo de detalles en nuestro artículo https://hifilivemagazine.com/bowers-wilkins-15-anos-de-alta-fidelidad-movil/, publicado el pasado 27 de junio. Considerados por sus creadores “La máxima declaración de excelencia en auriculares inalámbricos”, los Px8 S2 deben ser vistos como un cuidado “mix” de acústica, electroacústica y electrónica rematado por el uso de materiales premium y un diseño cuya discreción oculta un potente trabajo de fondo para maximizar la ergonomía, un parámetro absolutamente fundamental para un producto concebido teniendo la movilidad en mente. No en vano fue precisamente Bowers & Wilkins la primera compañía del audio “clásico” que bautizó su incursión en el universo de los auriculares como “Alta Fidelidad móvil”. En estas coordenadas, lo que tenemos es un producto fruto de la filosofía de mejora progresiva de diseños de base muy depurados que constituye uno de los rasgos diferenciadores más significativos de la empresa fundada por el legendario John Bowers en 1966. Como consecuencia de ello, los Px8 S2 pueden considerarse sin reservas como una nueva referencia dentro del que sin lugar a dudas es segmento de auriculares “Hi-Fi” más competitivo del momento.

Portabilidad total: el elemento que marca la diferencia

Aunque pueda resultar paradójico, diseñar unos auriculares de corte tradicional, es decir despojados de toda electrónica, que tengan por objetivo lograr sonido innegablemente High End es relativamente “fácil”… siempre, claro está, que se tenga acceso a los recursos materiales requeridos para convertir en realidad la idea del ingeniero responsable del producto en cuestión. Pues bien: les aseguro que, si a lo dicho añadimos una componente artesanal y la exclusividad inherente a una producción limitada, la cosa se puede llegar a complicar hasta la extenuación. Pero esto no es nada cuando a la ecuación se añade la portabilidad absoluta, por cuanto ello implica no sólo la presencia de conexión inalámbrica sino también la circuitería requerida para que el único elemento externo presente en la experiencia de escucha sea el dispositivo fuente, por regla general un “smartphone” o un reproductor de música en red portátil. Resumiendo: conversión D/A para tratar debidamente contenidos de streaming de audio, amplificación para darles “cuerpo”, “chips” de descodificación para los algoritmos que hay detrás, software+hardware para cancelación de ruido -activa, por supuesto- y, a modo de “director de orquesta” del conjunto, el sistema de gestión -por regla general mediante procesado digital de señal, alias DSP, avanzado- que mantiene “todo en orden”, sin olvidar detalles como la sincronización entre los cascos izquierdo y derecho y las diferentes funcionalidades asociadas a la “app” de turno. En suma, un trabajo ingente cuya perfecta armonización exige un talento en cantidad suficiente para que el todo supere la suma de las partes ya que en caso contrario la mediocridad será la norma. Porque, y ahí está la clave de todo, toda la electrónica debe “cohabitar” con componentes electroacústicos -los altavoces- y el recinto que alberga ambos “ecosistemas”: un trabajo, en suma, monumental, máxime si se aspira a una calidad sonora capaz de satisfacer a los más exigentes sin que ello comporte mermas en parámetros como la comodidad/ergonomía, y, por supuesto, el precio final por cuanto se da por supuesto que quien adquiere unos auriculares para su disfrute diario en no importa dónde e independiente de lo que esté haciendo buscará calidad elevada, aunque no excelencia absoluto y el peaje económico que ello comporta.

Px8 S2: afinando soluciones ampliamente contrastadas

Después de esta breve introducción que no pretende otra cosa que situar el texto en su contexto, llegamos ya a nuestros invitados, los auriculares circumaurales cerrados -una obviedad, ya que la concentración de electrónica y acústica en un espacio tan reducido no “casa” con cascos abiertos- Bowers & Wilkins Px8 S2. Como suelo hacer en mis análisis, al final del presente artículo encontrarán una ficha técnica lo suficientemente detallada para no tener que extenderme en la descripción de nuestros invitados.

Lo primero que hay que decir de estos auriculares es que su presentación, en línea con lo que nos tiene acostumbrados su legendario fabricante en lo que a auriculares se refiere, marida brillantemente distinción y discreción. Distinción por la calidad de los materiales y la elegancia de los acabados -Onyx Black y Warm Stone, ambos en piel de Napa- y discreción porque se han omitido intencionadamente los barroquismos innecesarios. En definitiva, todo muy en la línea de lo que hace Bowers & Wilkins con sus cajas acústicas, donde la prioridad absoluta siempre la ha tenido, atemporalidad visual aparte, lo que verdaderamente importa: la calidad sonora. De ahí que en los Px8 S2 haya que apuntar en primer lugar la contribución más genuinamente “Bowers & Wilkins”: el transductor con diafragma Carbon Cone -de 40 mm de diámetro para ser exactos- y su disposición, en línea con lo que pudimos ver en los Px7 S2, en una compleja estructura inclinada ideada para lograr un acoplamiento perfecto con el sistema auditivo del oyente. Lo del “acoplamiento perfecto” no es ningún eufemismo, ya que se debe conseguir simultáneamente excelencia sonora, confortabilidad y un funcionamiento absolutamente fiable de funciones como la cancelación de ruido activa y las diferentes opciones contempladas por la misma. Y en lo que respecta al Carbon Cone, es un material de última generación “importado” de los sistemas de altavoces para Alta Fidelidad y Cine en Casa de la firma de Worthing. A subrayar igualmente otro aspecto técnico que, no por presente en modelos anteriores, resulta menos relevante de cara a la calidad sonora: el uso de una conexión de 24 bits verdaderos.

En el ámbito práctico, hay que recalcar otra -en una compañía que ha apostado desde siempre por la excelencia sonora, bautizada en el caso de Bowers & Wilkins, con el nombre “Sonido Verdadero”- “obviedad”: la búsqueda, en esa Cancelación de Ruido Activa (ANC) consustancial a los auriculares portátiles, del equilibrio perfecto entre la eliminación del ruido externo sin sacrificar la musicalidad. De ahí el uso de un total de ocho micrófonos, dos de los cuales monitorizan el comportamiento de los transductores, cuatro -ubicados en extremos opuestos de cada casco- que hacen lo propio con el ruido ambiental y los dos restantes dedicados en exclusiva a maximizar la claridad y la nitidez de la voz en las llamadas telefónicas. Lógicamente, la firma británica ha incluido su impronta en el software que gestiona este complejo subsistema, al que se ha añadido el efectivo procesado de voz ADI Pure Voice para minimizar los sonidos no deseados. 

En combate: un sonido extraordinariamente natural

Sobra decir que la presentación de los Px8 S2 es excelente, en línea con lo que cabe esperar de un producto firmado por Bowers & Wilkins. A señalar en este sentido el estuche que los acompaña, a juego con el acabado elegido y realmente fantástico en diseño y organización, destacando el receptáculo que alberga los accesorios suministrados de serie, concretamente un cable USB-C a USB-C de 1’2 m y otro USB-C clavija de 3’5 mm de la misma longitud, lo que significa que nuestros invitados pueden utilizarse con conexión por cable para aquellas aplicaciones en las que resulta más conveniente, como sería el caso de la escucha desde un ordenador de sobremesa. En cuanto a la autonomía de la batería, está claro que las 30 horas anunciadas por el fabricante dan para mucho, desde un viaje de larga duración hasta sesiones de escucha “potentes” con calidad “Hi-Res” a volumen elevado.

 

Entrando ya en la escucha de los protagonistas del presente análisis, es importante apuntar que su control -vía asistente de voz incluido, por supuesto- puede llevarse a cabo desde los botones presentes en casa casco y, sin duda la opción que recomiendo, mediante la cada vez más depurada Music App de Bowers & Wilkins, una aplicación de software que, como apunté en su momento, posee una arquitectura abierta, lo que significa que su abanico de funcionalidades se irá ampliando con el paso del tiempo. Implementada por vez primera en los Px7 S2 en su versión actual incorpora funciones tan interesantes como un ecualizador de 5 bandas personalizable y el genuinamente “boweriano” modo “TrueSound”, amén de las encargadas de ajustar la Cancelación de Ruido, el Enrutado de señal o el Sensor de Colocación, sin olvidar la visualización del nivel de la batería o la posibilidad de renombrar nuestros auriculares.

Estuve escuchando los Px8 S2 -una unidad ya rodada- durante unos 15-20 minutos escuchando piezas seleccionadas de distintos tipos de música, y, sinceramente, les diré que estos auriculares suenan fantásticamente bien, en muchos aspectos comparables a otros que cuestan, como mínimo, un 50% más. Al igual que hago cuando evalúo cajas acústicas, la receta a seguir es bien sencilla: se trata de escuchar a conciencia, y a niveles de volumen realistas, piezas bien elegidas de tal modo que si en los primeros 5-10 segundos se perciben aristas tímbricas susceptibles de crear fatiga “apaga y vámonos”. Pues bien: la escucha, entre otros, del tema “Crystal Ball” de la cantante alemana Carolin No resultó concluyente por la precisión tímbrica global y la extensión de unos graves que me parecieron fastuosos en todos los sentidos. Está claro que los ingenieros de Bowers & Wilkins han hecho un trabajo de auténticos maestros a la hora de implementar el transductor Carbon Cone en nuestros invitados, máxime si tenemos en cuenta que la escucha del mucho más complejo -una orquesta sinfónica de grandes dimensiones siempre impone respeto- “El Lago de los Cisnes” se llevó a cabo con igual sensación de equilibrio de la curva de respuesta en frecuencia con el notabilísimo “plus” de una magnífica capacidad de discriminación entre instrumentos. 

Para finalizar

Los Px8 S2 son sencillamente cojonudos… ¡para qué engañarse! Claro que, como se dice popularmente, “para gustos, colores”, y, claro, la ANC podría ser más agresiva, aunque probablemente a costa de la, para mí insacrificable, musicalidad. Por lo demás, la Music App va como una seda, calificativo que podría aplicarse a funciones como el sensor de colocación, de actuación casi inmediata ¿Puntos débiles? En mi caso concreto, la presión de los cascos sobre las orejas me pareció excesiva. Resumiendo, pues, estamos ante unos auriculares muy “pijos” -aunque con moderación- y extraordinariamente musicales con una relación calidad/precio “termonuclear”.

Ficha Técnica

  • Configuración: auriculares circumaurales inalámbricos con cascos cerrados por su zona posterior, cancelación de ruido activa, amplificador/DAC dedicado, tecnología de procesado de voz ADI Pure Voice para las llamadas telefónicas, interfaz de usuario vía botones físicos y Bowers & Wilkins Music App, asistente vocal y gestión del sistema mediante Procesado Digital de Señal (DSP) de altas prestaciones.
  • Transductor utilizado: electrodinámico Carbon Cone “full range” de 40 mm de diámetro exclusivo de Bowers & Wilkins.
  • Conectividad Bluetooth: 5.3 con conectividad multipunto. 
  • Codecs Bluetooth soportados: aptX Lossless, aptX Adaptive 24/96, aptX HD, aptX, Classic, AAC y SBC; streaming “Hi-Res” con tecnología de 24 bits; LE Audio -con compatibilidad Auracast- disponible en breve vía actualización de firmware.
  • Tipo de cancelación de ruido: activa de última generación optimizada por Bowers & Wilkins.
  • Micrófonos disponibles: 8 en total (4 por casco) con posición y orientación optimizadas.
  • Autonomía de la batería: hasta 30 horas con una sola carga y 7 horas extra vía carga rápida de 15 minutos.
  • Peso: 310 g.
  • Precio de venta al público recomendado: 729 euros
  • Importador: www.bowers-wilkins.es 

 

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