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Cambridge Audio Evo One: el nuevo número uno en sistemas de audio “todo en uno” musicales y asequibles

Presentado en sociedad por todo lo alto en la “Convención Gedelson 2024”, celebrada en Barcelona a principios del pasado mes de octubre, el protagonista de las líneas que siguen es uno de esos productos simple y llanamente “redondos” por el combinado de diseño, tecnología, prestaciones -objetivas y subjetivas- y precio que ofrece. Su nombre es Evo One y está firmado por la británica Cambridge Audio, una marca que desde hace ya tres buenas décadas exhibe una regularidad ejemplar en sus propuestas, una regularidad que lo ha convertido en uno de los valores seguros de ese ya icónico “sonido británico” de alta calidad al alcance de todos los bolsillos que constituye el núcleo duro de la que podríamos llamar “clase media del audio con mayúsculas”. Pero nuestro invitado va más allá por cuanto lleva esta filosofía a un campo con relativamente muy pocos competidores: el de los sistemas “todo en uno” verdaderamente musicales que además tienen en su vertiente “lifestyle” uno de sus elementos diferenciadores más potentes. De ahí el término “Evo”, una gama definida por sus creadores como “La Evolución de la Hi-Fi” y que en el One expande sus horizontes con una configuración multialtavoz, que a una tímbrica genuinamente “british” suma una presentación espacial del sonido y unas opciones de configuración que le permiten llenar de sonido de alto nivel incluso salas de dimensiones respetables.

La conectividad del Evo One está en línea con lo exigible a un producto de su clase… ¡y de su origen!… de ahí la presencia de una entrada de Fono.

Llevando la filosofía Evo a una nueva dimensión

El primer producto de Cambridge Audio que un servidor de ustedes analizó para hifilivemagazine.com fue el amplificador integrado estereofónico con streamer Evo 150, una electrónica preciosa en el sentido amplio de la palabra. Preciosa y también rigurosa gracias a una concepción que lograba un maridaje impecable de diseño y tecnología, con el añadido de unas dimensiones muy compactas que facilitaban su integración en cualquier espacio, condición “sine qua non” para el grueso de esos aficionados a la música refractarios, en algunos casos de manera visceral a los imperativos formales de una buena parte de los componentes de Alta Fidelidad tradicionales ¡y no digamos ya de los englobados en el universo High End! De ahí que me parezca oportuno repetir de nuevo -ya saben: mi habitual obsesión por situar el texto en su contexto- la motivación que hubo detrás de la puesta a punto de la Serie Evo: “En Cambridge Audio creemos que evolución es incluso mucho más que mejorar la calidad del sonido que usted oye y mejorar su disfrute de la música. Evolución tiene que ver también con transformar la comodidad y la usabilidad de la Hi-Fi sin comprometer sus prestaciones. Evolución tiene que ver con llevar la Hi-Fi hacia el futuro, ayudándola a que se integre en su estilo de vida y haciendo que su aspecto sea tan bueno como su sonido. Evo es el producto que hemos estado liderando durante más de 50 años.” 

Por una vez, me ahorraré mi habitual discurso sobre la historia de la marca porque también a principios de octubre de este año, justo antes de nuestro reportaje sobre la antes citada “Convención Gedelson 2024”, publicamos un extenso artículo al respecto –https://hifilivemagazine.com/historico-de-cambridge-audio/– cuya consulta irá de perlas a quienes deseen conocer en profundidad el qué y el por qué de la empresa que está detrás del Evo One. No obstante, lo que sí les voy a decir es que “parir” un equipo de audio “todo en uno” que combine fidelidad sonora, tamaño razonable, aspecto visual atractivo y precio competitivo no es cosa fácil por cuanto a menudo “integrar”, elementos que se contraponen entre sí. Y, por supuesto, hacerlo con gracia para evitar que la función se imponga a la forma y por lo tanto el sonido se vea perjudicado. En consecuencia, hay que saber encontrar el equilibrio óptimo entre disciplinas técnicas a menudo complejas, materiales y versatilidad para que el “pack” resultante sea igual de atractivo en lo visual y en prestaciones manteniendo bajo control el factor precio. Pues bien: el Evo One resuelve esta particular ecuación con una brillantez extrema.

Un compacto y estilizado sistema estereofónico con una magnífica espacialidad

Me he referido antes a “disciplinas técnicas a menudo complejas” como la primera de las claves para llevar buen puerto el desarrollo de un producto como el que protagoniza estas líneas. Tomen nota: electrónica analógica -amplificación, control- y digital -procesado de señal, acceso contenidos remotos de Internet, gestión del grueso de los subsistemas- por un lado y electroacústica más acústica -concepción de los altavoces y ubicación de los mismos en el espacio disponible- por otro, amén de conectividad con y sin cables y la ya imprescindible, máxime en una realización como el Evo One, “app” de configuración y gestión, que deberá ser elegante, potente y fiable a partes iguales.

Lo que acabo de decir significa en primer lugar una estética refinada y ultramoderna y, en segundo lugar, una ingeniería a la altura de la reputación de Cambridge Audio, como corroboran de manera inapelable estos datos técnicos extraídos de una de las “slides” que se mostraron en la presentación realizada durante la -tercera vez que la menciono… sorry- “Convención Gedelson 2024”: 700 vatios de potencia de amplificación -en Clase D, una tecnología que la firma británica domina con evidente maestría- repartidos en 50 vatios para cada uno de los 14 altavoces del sistema, DSP avanzado con ecualización de 7 bandas, servicios de música “Hi-Res” online más populares -Spotify, Qobuz y TIDAL- integrados, entradas de Fono y HDMI eARC, compatibilidad AirPlay 2, Chromecast y Bluetooth 5.1, homologación Roon Ready e incluso una serie de ajustes muy precisos para optimizar la adaptación a la sala que constituyen uno de los principales atractivos de nuestro invitado en el ámbito práctico. 

Volviendo al manido “una imagen vale más que mil palabras”, no me cabe la menor duda que en este caso el popular dicho encaja divinamente porque son precisamente dos de las fotografías que acompañan mi análisis -la frontal/lateral sin las respectivas cubiertas protectoras y la “exploded view”- la constatación del excelente trabajo realizado por los ingenieros de Cambridge Audio. Es importantísimo al respecto tener bien claro, que a pesar de lo que el número y la disposición de los 14 transductores empleados -6 woofers, 4 de ellos con diafragma plano, de 70 mm diseñados para realizar grandes desplazamientos, 4 altavoces de medios de 57 mm y 4 tweeters de cúpula de seda de 25 mm, repartidos entre los paneles frontal, laterales y posterior- pueda sugerir, el Evo One es un sistema 100% estereofónico, lo que deja entrever la relevancia que sus creadores han concedido a la creación de una escena sonora que pueda competir con la generada por un equipo de Alta Fidelidad convencional. Por otro lado, obviar la descodificación de sonido envolvente permite ahorrar en electrónica de amplificación/procesado y transductores adicionales, en especial si se quiere reproducir audio multidimensional, para dedicar el presupuesto disponible a lo que realmente importa. En caso contrario, sólo cabría contemplar dos opciones: sacrificar calidad sonora o incrementar de manera sustancial el precio.

Salta a la vista que los ingenieros de Cambridge Audio se han empleado a fondo para que definición/resolución y espacialidad vayan cogidos de la mano en el contexto de un envoltorio decididamente “cool”.

Un sonido amplio y generoso que armoniza con gran clase definición y amplitud

No he hablado sobre la parte física de nuestro invitado porque, de nuevo, las fotografías adjuntas hablan por sí solas, aunque no me resistiré a decir que los acabados en madera son irreprochables y la pantalla de visualización en alta definición de 173 mm de diagonal es, amén de muy bonita y perfectamente adaptada a las proporciones del Evo One, informativa en grado sumo pese a que a partir de cierta distancia es posible que algunos usuarios “veteranos” tengan alguna que otra dificultad para leerla. Complementa dicha pantalla el teclado situado en su zona inferior, una de cuyas opciones permite conmutar entre varias modalidades de visualización.

Pasando ya a las pruebas de escucha, siempre con la preceptiva descarga de la pertinente “app” de gestión, en este caso la versión más avanzada de la reputada streammagic de Cambridge Audio, el primer resultado palpable es que el Evo One es un producto muy trabajado. De entrada, porque su precisión tonal está a la altura de lo exigible en un componente de audio que presume de pertenecer al ámbito del High End. High End asequible, cierto, pero High End al fin y al cabo. En estas coordenadas, las voces están su punto, los graves impresionan -no exagero- y los agudos combinan definición y espacialidad. El equilibrio de la curva tonal me parece muy logrado y la componente espacial sencillamente impresionante. Hay que pensar al respecto que la sala donde se realizó la escucha incluye un acertado -y vistoso—tratamiento acústico a la vez que sus dimensiones son ya respetables. Aún así, el Evo One ofrece diversas gradaciones de espaciosidad y, sobre todo, de respuesta en graves a medida que actuamos sobre la ecualización dedicada de la mencionada streammagic. He dicho “diversas”, pero debería añadir “y perceptibles” porque los cambios, que además se realizan sobre la marcha, se notan de inmediato. Hay que hacer notar asimismo que el Cambridge Audio suena más natural -aunque en audio hay gustos para todo- estando el oyente sentado, con los oídos situados a su misma altura, que de pie por cuanto, siempre en mi opinión, la capacidad de discriminación a medida que lo hace la espacialidad, aunque aquí la estructura/configuración de cada sala de escucha impondrá su ley.

El principal, a la vez que definitivo, mérito del Evo One es que no sólo luce magníficamente en cualquier espacio y ubicación sino que su sonido hace lo propio gracias a la inteligencia de su diseño acústico y electroacústico y la solvencia de la “app” streammagic.

En resumidas cuentas, un producto precioso y apetitoso

Dejando muy claro que la “app” streammagic va como una seda, lo que por otro lado no es ninguna novedad, el Evo One puede definirse como la quintaesencia del concepto Evo de Cambridge Audio, ergo una fusión acertadísima de alma audiófila y espíritu “lifestyle”. La “prueba del algodón” al respecto es facilísima: gusta a primera vista a jóvenes y a las tradicionalmente reacias, en lo que a componentes de audio High End se refiere, representantes del sexo femenino. Además, el usuario puede colocarlo donde le venga en gana porque la concepción y las posibilidades de ajuste del aparato lo permiten. ¡Y, sobra decirlo, su sonido y su precio cautivan!

Ficha Técnica

  • Configuración: sistema de audio estereofónico “todo en uno” con streamer
  • Potencia de salida: total de 700 W RMS distribuida en 14×50 W RMS
  • Transductores utilizados: 6 woofers, de 70 mm, 4 altavoces de medios de 57 mm y 4 tweeters de cúpula de seda de 25 mm organizados entre los paneles frontal (6), laterales (6) y posterior (2)
  • Respuesta en frecuencia: 38-20.000 Hz, +/-3 dB 
  • Relación señal/ruido: 110 dB
  • Entradas digitales: 1 óptica TosLink (2), 1 HDMI eARC (1) y 1 USB
  • Compatibilidad de archivo máxima soportada por las entradas digitales: PCM hasta 32 bits/384 kHz y DSD hasta DSD128 (entrada USB Media)
  • Formatos de archivo soportados: ALAC, WAV, FLAC, AIFF, DSD (DSF y DFF), WMA, MP3, AAC, HE-AAC, AAC+ y OGG Orbis
  • Entradas analógicas de audio: 1 de Línea no balanceada con conectores RCA y 1 de Fono para cápsulas de imán móvil (MM)
  • Dimensiones: 675x129x290 mm (An x Al x P)
  • Peso: 14’5 kg 
  • Precio de venta al público recomendado: 1.499 euros
  • Importador: www.gedelson.es   

 

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