Para quien no conozca la marca, Canor Audio comenzó a principios de los 90 como fabricante de equipos de audio DDM (diseño, desarrollo y fabricación) para empresas como Pro-Ject de Austria y Musical Fidelity del Reino Unido. Sus instalaciones están ubicadas en Eslovaquia y cuenta en su catalogo con previos de fono, amplificadores de estado sólido en pura clase A, amplificadores integrados de válvulas e híbridos, previo y etapa de válvulas -triodos y ultralinear-, amplificador de auriculares, reproductores de CD y recién incorporado un DAC de última generación.
En esta ocasión y de la mano de Audiogallery nos llega este interesantísimo convertidor digital/analógico (DAC) CANOR AUDIO DAC 2.10. La primera grata sorpresa nada mas recibirlo es la calidad del embalaje, una doble caja perfectamente diseñada para la protección del aparato que además viene envuelto en una funda de paño en lugar del típico plástico. Con el DAC ya en las manos se advierte enseguida una gran calidad constructiva, un peso considerable y una rigidez del chasis notable. Nuestra unidad de pruebas es en color negro, pero también está disponible en acabado silver.
En un primer vistazo al panel posterior observamos que está dotado de salidas balanceadas XLR y no balanceadas RCA, dispone así mismo de entradas digitales ópticas: 1 y 2, una entrada AES/EBU, una coaxial RCA y la imprescindible hoy día entrada USB. Completan el apartado de conexiones el terminal para toma de corriente dotado de interruptor y una interesante toma de tierra.
El panel frontal presidido por un gran potenciómetro redondo común a todos los elementos de la marca, destaca por su sobriedad pero no escasez de elementos de control y visualización: cuatro botones circulares de pequeño tamaño más uno central mas grande permitirán usar todas las funciones del aparato, que no son pocas, lo veremos mas adelante. Encontramos también el display informativo de funciones y estado a la derecha y en el centro el logo de la marca iluminado. El aspecto general resulta sobrio y elegante en el acabado negro de esta unidad, y como única critica y afinando mucho, mencionar que seria deseable una tapa superior y lateral de mayor grosor.
Las características técnicas del DAC de Canor son realmente impresionantes en equipamiento de este nivel de precio. A modo de resumen y sin extenderme demasiado empezaré mencionando algunas de ellas para no dejar dudas sobre que tipo de aparato estamos analizando:
- 5 entradas digitales: 1 USB, 2 ópticas S/PDIF TOSlink, 1 coaxial RCA y una entrada balanceada AES/EBU
- 2 salidas analógicas XLR balanceadas y 2 salidas analógicas no balanceadas RCA
- Búfer de salida por 4 válvulas 6922EH
- Compatibilidad con DSD nativo hasta 512
- Compatibilidad con DSD sobre PCM: DoP DSD hasta 256
- Compatibilidad con MQA desde todas las entradas digitales
- Frecuencias de muestreo PCM hasta 768Khz
- Conversión digital a analógica doble mono por Hardware mediante dos Dacs ESS Sabre ES9038QM
- 8 filtros digitales
- Control remoto completo
Podemos apreciar ya por sus prestaciones que estamos frente a un DAC de última generación, con un diseño pensado para sistemas de streaming de alta calidad y a la vez compatible con lectores digitales mas tradicionales, como mecánicas de CD o incluso conectarlo a la televisión mediante las entradas ópticas.
Llegado a este punto, solo nos queda conectarlo al equipo y proceder a la escucha.
Comienzo con álbumes de mi colección en disco duro, casi todos en formato PCM a 44.1, dejo que las primeras pistas del excelente álbum Drawn to all things de Ian Shaw se reproduzcan a bajo volumen para ir calentando el equipo mientras me pongo a hacer otra cosa. La primera impresión es importante y quiero poner toda mi atención una vez el DAC, que no olvidemos dispone de salida a válvulas, haya alcanzado un mínimo de temperatura. Pasado un cuarto de hora, ahora sí me dispongo a una escucha atenta a un volumen normal de audición. Primera sorpresa con The Moon del larga duración Verse de Patricia Barber; el grave es notablemente potente y controlado, resulta muy fácil dejarse llevar por el bajo acústico y apreciar todos los matices en su perfecta ubicación.
En el resto de frecuencias presenta una suavidad aterciopelada que hace muy fácilmente digerible la escucha de los metales y la voz. En esta parte es donde se hace evidente el uso de tubos de vacío en la salida –detalle y profundidad sin asperezas–, a cambio de perder si cabe algo de resolución, pero en todo caso muy poca y de agradecer, puesto que en sistemas digitales es obvio y nada complicado para el fabricante dejarse llevar por tendencias super analíticas que aunque reproducen hasta los mínimos detalles en primer plano pueden llevar a una fatiga de escucha al cabo de poco tiempo. En este caso los ingenieros de Canor han optado por dotar a su DAC de esa facilidad de escucha, un sonido mas cercano al analógico, aunque para ello hayan sacrificado algo de detalle. Sin embargo, es la primera grabación que escucho y vale la pena seguir para ver si esto siempre es así.
Para la segunda pista de prueba sigo de momento con formato PCM a 44.1. Elijo esta vez la versión de Enrico Rava del clásico My Funny Valentine. El ambiente de Jazz se recrea perfectamente, de nuevo me sorprende gratamente el tratamiento de las bajas frecuencias y la ubicación precisa de los instrumentos, por el contrario noto algo de delgadez en la trompeta de Enrico Rava, como si hubiera retrocedido un par de pasos en la escena sonora. No es que falte música ni sea menos audible, mas bien es como si metafóricamente se hubiera sometido a dieta la trompeta, sigo escuchando el tema y me voy acostumbrando al sonido del Canor, es evidente que presenta las cosas de manera diferente a como estoy acostumbrado, y digo diferente, no peor, este es un matiz importante que a menudo se pasa por alto. En cualquier caso el DAC en cuestión despierta mi curiosidad para ver como se expresará en otras grabaciones que tengo muy escuchadas.
La segunda de Mahler en versión de Gilbert Kaplan, una sinfonía espectacular, se muestra con una grandísima escena sonora, los metales ahora si que presentan un cuerpo importante fundiéndose en una sinfonía desatada que agradece sobremanera el control y esa suavidad de la que hablaba anteriormente. Los golpes de bajos son como auténticos truenos con una dinámica sobresaliente y una muy coherente resolución. La integración de una gran masa orquestal como esta no es fácil para ningún sistema de reproducción, y menos aún para un DAC de precio moderado como es el caso, y en este sentido el Canor aprueba con nota alta. La mejora en el cuerpo de las altas frecuencias que he notado en esta grabación la achaco por una parte a la mayor resolución del archivo nativo, 96Khz, que le sienta muy bien al aparato y por otro lado a que este sistema digital con salida a válvulas tiene la capacidad de suavizar las estridencias mas notorias. Permito que la grabación llegue hasta el final disfrutando de los cambios de intensidad, del silencio de los pianísimos a los fortes de la orquesta con sus percusiones nada tímidas, bien por el Canor…
De lo muy complejo paso a lo mas esencial, una grabación en directo de Neil Young del año 74, el solo, voz y guitarra en el Life at Messy Hall; las cuerdas metálicas vibran con elegancia, bien centradas por debajo de la voz, tal y como debe ser, los ataques son rápidos y precisos, la voz de Neil cantando en un semi falsete resulta muy creíble por delante del escenario sonoro que se dibuja en el silencio. Muy correcta la reproducción de este título, todo un mérito y mas teniendo en cuenta que estoy acostumbrado a escuchar este álbum en vinilo.
Llega el momento de probar los nuevos formatos, es decir DSD nativo. Dispongo de unos cuantos títulos en mi colección, de modo que voy a por ellos, y sorpresa, o quizás no tanta, la cosa va a mejor, muy a mejor.
Reproduzco el magnífico álbum del violoncelista Luis Cabrera titulado Canto Interno, una delicia de grabación en formato nativo DSD 64 que el Canor presenta de manera elegante y fluida. La mejora es consistente, el DSD le sienta de maravilla a este DAC.
Existen muchas opiniones por ahí sobre el sistema DSD, cosechando entusiastas y detractores, yo siempre he estado un poco en medio de ambas posiciones, me he encontrado grabaciones maravillosas en DSD y otras pésimas, siendo ésta es de las buenas sin paliativos, y con el Canor reluce sin lugar a dudas. El adelgazamiento subjetivo en altas frecuencias que notaba en los formatos PCM aquí desaparece completamente, la escucha es confortable y equilibrada, el detalle aparece sin fisuras y la reproducción podría situar este DAC, a niveles de aparatos bastante mas caros. La musicalidad y la emoción de las diferentes piezas del álbum permanece constante, con una escena sonora consistente, bien proporcionada sobre la que se desarrolla la interpretación. El instrumento solista aparece bien definido en el espacio, aunque sin un exceso de puntualidad, es decir con un tamaño consistente para una escucha realista, con gran equilibrio tonal, y en general un placer para el oído, tanto que no escucho un solo tema sino que disfruto de varios de ellos hasta decidirme a cambiar.
Elijo a continuación un tema clásico de los Doors interpretado en versión jazz por Patricia Barber, Light my Fire, del álbum Modern Cool. En formato PCM 88,2. La suavidad y calidez de esta brillante grabación encaja completamente con el carácter del Canor, la escucha resulta modulada e insinuante, el bajo acústico nuevamente reluce en su lugar con fuerza, la percusión matiza la escena sonora con gran realismo, presente pero no intrusiva. La voz de Patricia Barber se funde ligeramente en el entorno musical, timbres creíblemente orgánicos, encuentro a faltar un poco ese primer plano del solista, que la voz se despegara un poco del resto como única crítica en la reproducción de este tema, que puede ser achacable al cable USB empleado. Por experiencia creo que para la instalación de este DAC sería importante poder probar diferentes cables USB para encontrar el equilibrio adecuado. Por desgracia en el momento de este análisis no tengo posibilidad de probar con otros modelos de cableado, lo tendré que dejar para otra ocasión.
Conclusiones
Durante varios días sigo con el Canor conectado a mi equipo escuchando todo tipo de música, desde rock progresivo hasta música barroca pasando por el jazz, cantautores, grabaciones antiguas y actuales. Reproduzco con mi Lumin U1 mini desde los varios discos duros que contienen la parte principal de mi colección digital, aunque. también pruebo con varios Cds reproducidos desde mi venerable, pero magnifico Onkyo Integra Research a través de conexión S/PDIF RCA. Puedo afirmar sin lugar a dudas que el Canor Dac 2.10 es un DAC agradecido de escuchar, permite largas escuchas sin fatiga aparente y por calidad tecnológica y sonora merece ser tenido muy en cuenta. En un apartado de conclusiones no puede faltar una mención al precio, y en este caso el Canor tiene mucho, pero que mucho a su favor.
En el nivel de convertidores digitales de este precio (por debajo de los 4.000 euros) me cuesta pensar en rivales con estas prestaciones y calidad constructiva. Dentro del capitulo de las prestaciones menciono aquí los diversos filtros digitales, que aunque no producen cambios espectaculares, si nos permiten acabar de perfilar las características tímbricas del DAC a nuestro gusto personal.
En mi opinión este DAC se desenvuelve mejor con formatos de alta resolución, ya sean PCM 96, 192, formatos DSD o MQA independientemente de si los reproducimos desde disco duro o plataforma de streaming –no es que no vaya bién con PCM estándar a 44,1, sino que va mucho mejor con los otros formatos–. Mi recomendación pasa también por matizar la importancia que en un DAC como el que nos ocupa pueda hacer un cableado adecuado, vale la pena probar dos o tres cables, USB y modulación, de diferente concepción para poder sacarle el máximo partido a este excelente convertidor digital.
Canor Audio Dac 2.10. – 3.790€
EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA
- Cajas acústicas Lorenzo Audio Labs LM2
- Preamplificador Audionet G2
- Etapas monofónicas Audionet Max
- Streamer Lumin U1 mini
- Reproductor de Cds Onkyo Integra Research
- Cableado Neotech y Tara Labs