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Un punto de partida de inmensa clase en audio High End con mayúsculas

La protagonista del presente banco de pruebas es la DALI EPIKORE 3, una distinguida caja acústica para montaje sobre soportes que constituye el punto de partida de la “familia” más genuinamente High End de la reputada y admirada firma escandinava. Un análisis del que se puede afirmar sin reservas que pretende complementar al de su hermana mayor, la EPIKORE 7, publicado recientemente en este mismo medio, por cuanto constituye una demostración irrebatible de esa coherencia a todos los niveles que “Danish Audiophile Loudspeaker Industries” aplica, con la pertinente gradación en términos de coste y por tanto de precio final, a todas y cada una de sus realizaciones. En consecuencia, de la EPIKORE 3 hay que resaltar el elevado grado de refinamiento que exhibe en todas sus facetas, desde el diseño y la construcción del recinto, los transductores, el filtro divisor de frecuencias, los terminales de conexión, los acabados y, por supuesto, el soporte de suelo hecho a medida para ella EPIKORE STAND, este último disponible opcionalmente y que, en nuestra opinión, optimiza las posibilidades de la DALI en términos de presentación espacial de los intérpretes de cada grabación, y, en definitiva, de realismo de la escena sonora creada. Estamos, en definitiva, ante una propuesta espléndida para disfrutar la música sin cortapisas a partir de un formato que encaja cómodamente en todo tipo de entornos domésticos. 

Filosofía DALI en estado puro

Lo siento, sobre todo para los conocedores de DALI, pero he de insistir en esos “ocho principios de diseño” en los que la firma danesa basa la “construcción” de su firma sonora porque son fundamentales para comprender en su plenitud lo que aspira a ofrecernos la protagonista del presente banco de pruebas: Fabricación Individual, Bajas Pérdidas, Imagen Sonora Holográfica, Coherencia en el Dominio del Tiempo, Amplia Dispersión, Baja Coloración del Recinto, Claridad y Facilidad de Ataque Optimizada. Ocho “mandamientos” encaminados a convertir en realidad la aseveración que sigue: “La función primaria de cualquier caja acústica es convertir la señal eléctrica procedente del amplificador en una experiencia sonora realista, sin distorsión y sin coloraciones.” Observen que se trata de exigencias del todo racionales, aunque armonizarlas para que forman un “cuerpo” perfectamente estructurado exige una determinación que no todos los fabricantes se pueden permitir. Puesto que la gama EPIKORE se sitúa en la cúspide de DALI, está claro que, de los citados preceptos, los más relevantes, los que van a marcar la verdadera diferencia, son la Imagen Sonora Holográfica, la Coherencia en el Dominio del Tiempo y la obtención de una Amplia Dispersión ya que los otros cinco, amén de una precisión tonal inmaculada, se dan por hechos en un tipo de producto que en gran medida responde a ese ideal teórico del “sin compromiso” que preside el High End. Personalmente, me quedo con la Imagen Sonora Holográfica y la Coherencia en el Dominio del Tiempo porque las considero absolutamente fundamentales para obtener ese parámetro incuantificable, pero a la vez poderosamente presente, que hemos convenido en llamar musicalidad.

Si echan un vistazo a la tradicional ficha técnica que hay al final del artículo, se darán cuenta de que la EPIKORE 3 no tiene nada que envidiar a su hermana mayor inmediata en lo que a concepción y tecnología se refiere. De hecho, si comparamos los dos modelos descubrimos de inmediato que el recinto no sólo es idéntico en anchura y profundidad sino también en las críticas asimetrías que contiene, empezando por la ligera curvatura del panel frontal, y, por supuesto, en los acabados, que, como dije en mi anterior análisis, son de “inspiración KORE”. No obstante, al ser nuestra invitada un modelo de estantería/montaje sobre soportes, su recinto está “capado” con respecto al de la EPIKORE 7 al contener un “midwoofer” en vez de dos y la pertinente reducción en lo que respecta al número de puertos bass-reflex por cuanto la “7” no sus dos altavoces de medios/graves “a piñón fijo” sino que el inferior extiende “0’5 vías” una configuración de base de 3 vías que es justo la que encontramos en la “3”. En cuanto a los terminales de conexión, son también los mismos… una preciosidad a la vez que contundentes -traducción: admiten cables de gran grosor- y prácticos a partes iguales.

Así, pues, lo que tenemos en la EPIKORE 3 es un sistema de 3 vías/3 altavoces con lo más granado de DALI a todos los niveles, empezando por la versión más evolucionada del emblemático módulo de agudos híbrido de la marca, de nombre EVO-K -el mismo que monta la KORE- y constituido por un transductor electrodinámico de cúpula blanda de 35 mm de diámetro y uno magnetostático con diafragma plano de 10 mm de ancho y 55 mm de alto. En cuanto al “midwoofer”, les recordaré que ha sido desarrollado expresamente para nuestra invitada y la EPIKORE 7 con tal grado de meticulosidad que DALI lo considera como uno de los mejores componentes de su clase disponibles en el mercado mundial. Con un diámetro de 178 mm (7 pulgadas”) de diámetro y un calculado perfil curvilíneo, es fruto de la obsesión de DALI -¡no se olviden de esos ocho principios de diseño que constituyen el “leitmotiv” de la marca!- por minimizar la distorsión y las pérdidas mecánicas. A señalar que incorpora que la generación más reciente y elaborada del inconfundible cono de papel y fibra de madera de DALI, ahora Clarity Cone, acompañado por la segunda generación del exclusivo material SMC de la firma danesa -SMC Gen-2- en el imán de su motor magnético, donde también encontramos una bobina móvil de 1’5 pulgadas (18 mm) montada en un soporte de titanio de 38 mm de diámetro. Fundamental me parece asimismo recordar que el citado motor es idéntico que el que podemos encontrar en los woofers de los dos modelos superiores de la Serie EPIKORE, las imponentes columnas 9 y 11. Que el imán empleado tenga nada menos que 24 mm de altura y 134 mm de diámetro permite hacerse una idea muy clara sobre las posibilidades del “midwoofer” de la EPIKORE 3 en términos de control/pegada y extensión de la respuesta. A todo lo dicho hay que añadir una carcasa de aluminio ventilada y tres anillos de cobre y aluminio para linealizar la inductancia y reducir drásticamente distorsión por intermodulación. En lo que concierne al puerto bass-reflex, está situado, al igual que en el resto de modleos EPIKORE, en el panel trasero y posee un perfil continuo en forma de llama -de ahí que se llame “Continuous Flare”- cuyo propósito es minimizar las turbulencias de aire que se generan en la salida del conducto reflex y las potenciales distorsiones -en forma de molestos soplidos, por ejemplo- que comportan.

Evidentemente, para que el conjunto descrito funcione al 100% de sus posibilidades es imprescindible “integrar” a la perfección los transductores que lo componen, lo que nos lleva a un filtro divisor de frecuencias inspirado en el de la KORE, ergo ejecutada en su totalidad con componentes de grado audiófilo entre los que figuran “viejos conocidos” como los condensadores Mundorf de bajas pérdidas, y, sobre todo, bobinas construidas con la “Generación 2” del exclusivo compuesto SMC de DALI que responden a la elocuente denominación SMC-KORE. Para no hacerme repetitivo, de dicho material me limitaré a decir que su estructura interna le permite exhibir una permeabilidad magnética muy alta y una conductividad eléctrica muy baja, atacando de raíz efectos tan perniciosos como la histéresis, las corrientes parásitas y las no linealidades en la respuesta en frecuencia… de nuevo, filosofía DALI en estado puro.  

La EPIKORE 3 se puede expandir/mejorar con un soporte de aluminio extrusionado hecho a medida que la complementa en lo visual… y mucho más, hasta el punto de que personalmente lo ofrecería en el “pack”, aun a costa de incrementar el precio final, porque su aportación al afinado espacial, incluso tonal con determinadas frecuencias de determinados registros, es sencillamente apabullante.

Definición extrema y curva de respuesta en frecuencia hiperconvincente

Al igual que sus hermanas mayores, probé las EPIKORE 3 en la sala de escucha principal del veterano establecimiento especializado barcelonés Audio Reference acompañadas por un preamplificador con reproductor de música en red incorporado M66 de NAD y dos etapas de potencia estereofónicas puenteadas en mono M23 de la misma marca, todo ello cableado por Wireworld, concretamente los modelos Silver Eclipse en interconexión (balanceada) y Eclipse en cajas. Para el software, recurrí de nuevo a las magníficas “playlist” diseñadas por Manu Pla, alma de la casa, aunque añadí temas de mi propia cosecha que había escuchado recientemente.

Sobra decir que escuché las DALI montadas sobre sus soportes de suelo hechos a medida, algo que debería ser poco menos que obligatorio para saber con certeza absoluta lo que son capaces de ofrecernos. Y es que los EPIKORE STANDS realizan una “limpieza” brutal, evacuación si lo prefieren, de “porquerías” varias -por cuanto el soporte considerado en su conjunto se comporta como una conexión a masa mecánica- que no se ven pero que están ahí como consecuencia del carácter permanente cambiante de la reproducción sonora y las vibraciones consustanciales a la misma, en especial cuando la misma se lleva a cabo, como efectivamente fue el caso, a niveles de volumen asimilables a los de un buen directo. En estas coordenadas, la escucha de la interpretación en clave big band del inmortal “Take Five” de Paul Desmond a cargo de la Kenichi Tsunoda Big Band me cautivó de inmediato por la definición extrema de la zona alta, con capas perfectamente delimitadas protagonizadas por los diferentes grupos de instrumentos y una precisión tonal global abrumadora rematada por una presencia física rebosante de “respiración” por los cuatro costados. Por su parte, la versión del precioso tema “Sylvia” que figura en el álbum Focus 3 del grupo holandés de rock progresivo Focus me encandiló por el preciosismo de la guitarra de Jan Akkerman y por su autoridad dinámica pese a una toma de sonido mejorable. En el ámbito de las voces, la escucha de la emotiva aria “Lascia ch’io pianga” -¡tela con el nombrecito!- de Georg Friedrich Händel interpretada por la soprano francesa Patricia Petibon me pareció un prodigio de delicadeza y sensibilidad, con el tweeter híbrido de DALI expresándose a sus anchas y, a la vez, sin la más mínima pretenciosidad… una lección de musicalidad.

A modo de conclusión

Uno diría, a priori, que el único problema que podríamos encontrar a la hora de poner a prueba la EPIKORE 3 es su baja sensibilidad, con la consiguiente necesidad de vatios en abundancia para que trabaje con soltura. En efecto, la DALI necesita “vitaminas”, pero menos de las que sugiere mi anterior razonamiento, hasta el punto de poder considerarse un sistema de altavoces relativamente “fácil”. Dicho esto, la benjamina de la gama EPIKORE me parece un producto tremendamente bien resuelto por cuanto en el mismo todo rezuma calidad a primera vista y tal percepción se traslada, corregida y aumentada, al sonido. Un sonido que, en especial si se utilizan los soportes de suelo dedicados, gana en precisión no sólo espacial sino también tonal como consecuencia de la reducción del ruido de fondo aportada por los mismos. Terminaré, pues, diciendo que la protagonista del presente análisis es una caja acústica hiperhonesta que llenará de música pletórica de naturalidad cualquier estancia en la que las restricciones de espacio impongan su ley, aunque les adelanto que su curva tonal subjetiva y su capacidad de manejo de potencia hará que se sientan igualmente a gusto -eso sí, con unos buenos vatios detrás- en salas de dimensiones medianas e incluso grandes. 

www.sound-pixel.com

www.audioreference.com.es 

Ficha Técnica

  • Elementos de ingeniería relevantes: Tweeter híbrido electrodinámico/magnetostático plano; altavoz de medios/graves con cono compuesto de papel y fibra de madera Clarity Cone, motor magnético con imanes de SMC (“Soft Magnetic Compound”) Gen-2, soporte de la bobina móvil ventilado de titanio y suspensión periférica de bajas pérdidas; puerto bass-reflex Continuous Flare; terminales de conexión conceptualmente idénticos a los de la KORE; filtro divisor de frecuencias ejecutado con componentes de grado audiófilo/exclusivos de DALI; soporte de suelo dedicado EPIKORE STAND disponible opcionalmente.
  • Configuración: columna bass-reflex de 3 vías/3 altavoces.
  • Altavoces: 1 “midwoofer” de 178 mm de diámetro y 1 tweeter híbrido formado por un transductor de cúpula de 35 mm y uno plano de 10×55 mm.
  • Respuesta en frecuencia: 42-34.000 Hz (+/-3 dB).
  • Sensibilidad: 85 dB/W/m.
  • Impedancia nominal: 6 ohmios.
  • Potencia del amplificador asociado: 40-250 W RMS.
  • Nivel de presión sonora máximo: 108 dB.
  • Dimensiones de la caja: 250x470x420 mm (An x Al x P).
  • Peso de la caja: 22 kg.
  • Dimensiones del soporte de suelo opcional: 380x580x400 mm (An x Al x P).
  • Peso del soporte de suelo opcional: 11’5 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 9.998 euros por pareja.

 

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