Publicidad

Denon DP-3000NE: un lector de vinilos sencillamente exquisito

Más conocida entre los aficionados de nuestro país, y en general del Viejo Continente, por sus lectores digitales -CD, SACD, Blu-ray Disc- y sus electrónicas audiovisuales, la más que centenaria Denon –fundada en 1910 como “Kabushiki Kaisha Denon” por el empresario estadounidense Frederick Whitney Horn- es también uno de los grandes nombres del High End japonés en su faceta más tradicional, estereofónica, a lo que hay que añadir un legado muy potente, en algunos casos pionero, en el ámbito del audio profesional -equipos de grabación- tanto analógico, como digital. El producto que analizamos en este artículo es la adición más reciente al catálogo de una marca que siempre ha mantenido un sólido compromiso con el disco de vinilo. Hablamos del giradiscos DP-3000NE, un magnífico ejemplo de la mejor escuela purista nipona por la soberbia elegancia de su diseño industrial, la apuesta por componentes y materiales de la máxima calidad y el uso de tecnología puntera y ampliamente contrastada, todo ello rematado por una construcción extremadamente depurada y un precio indiscutiblemente competitivo. Un lector de vinilos con tracción directa de última generación que nos ha impresionado por la finura de su funcionamiento, sus opciones de ajuste, su bajísimo ruido de fondo, su resolución extrema y una precisión tonal que invita a redescubrir con autoridad y sin complicaciones formales nuestras grabaciones favoritas en el más longevo de los soportes de audio de alta calidad para aplicaciones domésticas.

Una tradición con más de medio siglo sobre sus espaldas

Es el presente artículo un banco de pruebas, por lo que no voy a extenderme en consideraciones que vayan mucho más allá de tal propósito. Sin embargo, no me puedo resistir a comentar algunos detalles de mi relación con una marca que, dejando aparte el status de leyenda -tanto en relación calidad/precio como en musicalidad- del que goza desde hace décadas su cápsula fonocaptora de bobina móvil DL-103 -todavía en activo, estando asimismo disponible una versión mejorada de la misma, la DL-103R- es poco conocida en nuestro país en lo que a fuentes analógicas, y no digamos ya de High End, se refiere. Harina de otro costal es Japón, donde Denon es una constante en las tiendas más reputadas gracias a una propuesta muy lograda que se ha mantenido con el paso de los años. En mi caso concreto, me gustaría destacar dos productos que durante largos años estuvieron conmigo: la cápsula de bobina móvil DL-S1 y el transformador elevador AU-S1, integrados ambos en una serie, la S1, que hace sus buenos 30 años constituía la élite de Denon y que, increíblemente, estaba disponible en nuestro país. Dos productos absolutamente magníficos en diseño, tecnología, calidad de fabricación, sonido e incluso, a su nivel, precio, y de los que me impresionó especialmente la versatilidad del AU-S1, que, contrariamente a otras realizaciones de su categoría pensadas para complementar cápsulas muy concretas, podía prácticamente con todo.

En lo que respecta a los giradiscos, me limitaré a apuntar que en el catálogo general editado por Denon en nuestro país en 1998 figura un modelo de estética rabiosamente “japa” -lujosa pero situada en las antípodas de las realizaciones de su clase que en aquel entonces “mandaban” en Occidente- llamado DP-47F, equipado, también concordancia con el grueso de los lectores de vinilos “japos”, con tracción directa, un sistema elegante y sofisticado aunque denostado, en parte seguramente con razón, por los audiófilos más radicales como consecuencia de una tecnología que todavía no había alcanzado su plena madurez. Aún así, la apuesta de la marca japonesa por la tracción directa venía, al igual que la de otros “compatriotas” ilustres, en especial Technics, de lejos por cuanto en el ya lejano 1970 Denon comercializó el DN-302F, un modelo destinado específicamente a aplicaciones profesionales, concretamente a los estudios de radiodifusión, lo que me permite sugerir que la combinación de exigencia “pro” y perfeccionismo nipón no da mucho margen -en realidad ninguno- a los productos que no ofrezcan exactamente lo que se espera de ellos. Cierro esta breve reseña sobre mi relación con Denon con un apunte relacionado con la música: los fantásticos discos de vinilo grabados en PCM -con “maquinaria” de la marca”- que adquirí, aquí en nuestro país, hará unos 45 años. LP’s fantásticos desde el punto de vista musical -jazz, clásica- y sonoro y fastuosos -para mí, “lo más de lo más”- en su presentación al estar fabricados en Japón.

DP-3000NE: un precioso “Direct Drive” al gusto de los más puristas

Llegamos ya al “leitmotiv” de este artículo, un giradiscos que vio la luz hace unos pocos meses y del que lo mínimo que se puede decir es que entronca a la perfección con lo que acabo de decir. Aunque las fotografías del DP-3000NE, que así se llama nuestro invitado, que Denon publica en su página web son harto elocuentes sobre su indiscutible clase, la verdad es que no le hacen justicia del todo. Hay que ir al mundo real para, viendo y tocando el producto, darse cuenta de que estamos ante una realización muy depurada gracias a una estética que me atrevería a definir como “orgánica” por la perfecta integración de los elementos que lo constituyen y la clara diferenciación existente con realizaciones equivalentes de origen “no japonés”. De hecho, nuestro invitado viene a ser una especie de giradiscos “High End lifestyle” debido precisamente a su poderosa componente visual. Sin embargo, cuando lo inspeccionamos con un poco de detalle nos damos cuenta de que, como debe ser en todo producto bien diseñado, la forma está en todo momento al servicio de la función, desde el distinguidísimo chasis terminado en ébano oscuro y los opulentos pies metálicos ajustables con tratamiento antirresonante que lo soportan hasta el brazo en “S” hecho a medida y equilibrado estáticamente que lo complementa.

Particularmente relevante es el sistema de tracción empleado porque, como sin duda deben saber ya muchos de nuestros lectores, la tracción directa, alias “Direct Drive” o “DD ha mejorado de manera sustancial con el paso de los años, hasta el punto de que los diseños de última generación de Technics han sido adoptados por no pocos fabricantes de giradiscos ultraexclusivos -y megacaros- a la vez que incluso marcas tradicionalmente vinculadas a la tracción por correa, caso de la suiza Thorens y la austriaca Pro-Ject cuenta en sus actuales catálogos modelos basados en la misma. Dicho con otras palabras, la “DD” está ya más que “rehabilitada” para formar parte el ecosistema del audio High End.

En línea con lo habitual en mis análisis de producto, he dado la mayor cantidad de información clave -porque Denon proporciona muchos detalles sobre el DP-3000NE- posible en la ficha técnica que figura al final del artículo. ¿Qué destacar, pues, del sistema de tracción de nuestro invitado? De entrada, que utiliza una fuente de alimentación conmutada -solución que permite integrarla cómodamente en el chasis del giradiscos y evitar las vibraciones – y un sofisticado algoritmo de control de la rotación que responde a la denominación SV-PWM -siglas, respectivamente, de “Space Vector” y “Pulse Width Modulation”- y cuya “misión” es reducir de manera significativa los armónicos potencialmente nocivos y asegurar un voltaje excepcionalmente fiable que refuerce la tradicional estabilidad de giro de la tracción directa. Recordemos asimismo otras dos ventajas de este esquema de tracción en el ámbito práctico: la ausencia de correa de transmisión y por tanto del pertinente desgaste que acaba obligando a retensarla y, finalmente, a sustituirla por una nueva, y un elevado par de arranque que hace que el plato alcance casi de inmediato la velocidad seleccionada. Otro componente fundamental de nuestro invitado es el brazo de lectura dedicado que monta de serie, un diseño en “S” englobado en la mejor tradición de la ingeniería japonesa que combina una concepción encaminada a minimizar/suprimir posibles vibraciones y optimizar el ángulo de lectura en cualquier punto de disco. Dicho brazo, fabricado íntegramente en aluminio y que incluye un portacápsulas desmontable, dispone de varios ajustes, destacando entre los mismos uno de altura -9 mm- que facilita el montaje, en compañía de los “reglajes” clásicos, de un amplísimo espectro de cápsulas fonocaptoras. Señalemos finalmente que el DP-3000NE incorpora útil prensador, así como un juego de conectores RCA y una toma IEC en su panel posterior, algo que los más puristas agradecerán al permitirles elegir respectivamente el cable de fono y el de alimentación, ambos -¿es necesario decirlo?- con una influencia directa en el sonido.

La escucha: una plataforma precisa y fiable para disfrutar el disco de vinilo

Probé el Denon, equipado para la ocasión con la fantástica cápsula fonocaptora de bobina móvil AT-OC9XSL de la japonesa Audio-Technica, en la sala principal del establecimiento especializado barcelonés Supersonido acompañado de un equipo realmente soberbio: “superamplificador” integrado estereofónico Musical Fidelity Nu-Vista 800.2, “superprocesador” digital de audio -que, obviamente, no se utilizó- Musical Fidelity Nu-Vista DAC, preamplificador de fono Pro-Ject Phono Box RS2 con fuente de alimentación -lineal- externa Power Box RS2 Sources de la misma marca y una pareja de cajas acústicas Sonus faber Amati G5, todo ello cableado por AudioQuest.

En el bien entendido de que un buen giradiscos puede cambiar de manera sustancial su personalidad sonora con un simple cambio de cápsula, lo primero que he de decirles es que el DP-3000NE va como una seda gracias a una concepción de base en la que prima la simplicidad, lo práctico. Pero, claro, “la procesión va por dentro” y es precisamente la elegancia de una ingeniería que lleva muchos años siendo depurada lo que aporta magia a nuestro invitado. Una magia que se traslada en primer lugar a algo tan obvio como el arranque instantáneo del plato y, sobre todo, a un nivel de ruido de fondo que define la plataforma perfecta, ese “lienzo en blanco” en el que luego pondremos la obra de nuestros sueños, para la música. Y la verdad es que la “obra” en cuestión fue fastuosa porque tuve la oportunidad de “tirar de MFSL”, sin duda el no va más en vinilo si la grabación de base es buena. En estas coordenadas, nada mejor que el primer disco -1978- de los Dire Straits, un fabuloso concentrado de precisión tonal -graves magníficos, agudos ricos y detallados, fatiga auditiva cero- y vitalidad dinámica que, en mi opinión es -con su estructura matemáticamente perfecta- un auténtico monumento al sentido del ritmo que constituye una de las esencias -el alma en el caso del rock- de la música. Misma sensación en otro “hiperclásico”, en este caso del jazz: el Kind of Blue de Miles Davis, que casi 65 años después de ver la luz posee una frescura que la versión de MFSL -olvídense de las demás por mucho prensado “atómico” que incluyan- no hace más que subrayar, aportando el DP-3000NE resolución, garra y aireación a partes iguales sin tocar lo más mínimo el equilibrio tímbrico de cada pieza.

Llegados a este punto, entiendo que muchos lectores me harán la pregunta del millón: “Pero, bueno, ¿cuál es tu veredicto sobre el Denon?” Como pueden imaginar, he escuchado muchos giradiscos en mi vida, algunos por placer, otros para “saber más” y otros para evaluarlos de manera exhaustiva, apuntando “con lápiz” que el resultado final depende fuertemente de la cápsula fonocaptora empleada. Sin embargo, es bien cierto que existen “firmas” sonoras genéricas en función del diseño de base empleado, afirmación que explicaré adaptándola a mi larga experiencia con los dos giradiscos que tengo en casa: el primero de ellos es un VPI TNT MKIII -suspensión con muelles- con brazo SME V y cápsula Lyra Parnassus dCT, y el segundo un Clearaudio Champion Limited Edition con brazo Wheaton Tri-Planar III con cápsula Lyra Skala. Pues bien: el primero es extremadamente ágil, rápido, dinámico, mientras que el segundo es un prodigio de equilibrio y sensatez, aunque un servidor de ustedes ha nivelado la ecuación jugando con el conjunto brazo-cápsula. Aún así, el DP-3000NE exhibe una personalidad sonora inconfundiblemente -en el contexto de mi particular ecosistema vinílico- “Clearaudio” y por lo tanto asimilable al de las potentes actualizaciones en clave purista de, sin ir más lejos, Technics, a lo que sin ninguna duda contribuye el sistema de tracción empleado -con lo que ello comporta en arquitectura del subsistema mecánico que lo alberga- y la configuración del brazo de lectura. Es, en consecuencia, el Denon un giradiscos muy “refinado”, “pausado”, que ofrece al usuario múltiples opciones a la hora de moldear su sonido… en definitiva, un lector de vinilos en perfecta sintonía con la mejor tradición japonesa en audio High End.

En síntesis, un “japo” tremendamente cautivador

Hasta donde llega mi memoria, el DP-3000NE es el primer giradiscos firmado por Denon que he probado en toda mi vida y, sinceramente, me ha parecido una máquina cojonuda en todos los sentidos. Tanto, que si tenemos en cuenta su precio es ahora mismo uno de los giradiscos High End más competitivos del mercado, amén de una preciosidad y una nueva constatación de la madurez alcanzada por la tracción directa.

Ficha Técnica

  • Configuración: giradiscos manual
  • Sistema de tracción: directa (“Direct Drive”) con fuente de alimentación conmutada (SMPS)
  • Motor: de 16 polos y 12 bobinas, sin escobillas
  • Sistema de control: vía algoritmo SV-PWM
  • Velocidades de rotación disponibles: 33 rpm, 45 rpm y 78 rpm
  • Brazo: en “S” de 244 mm de longitud equilibrado estáticamente con portacápsulas de aluminio desmontable
  • Plato: de aluminio de fundición
  • Inercia del plato: 382 kg/cm2
  • Relación señal/ruido: superior a 70 dB
  • Dimensiones: 500x185x394 mm (An x Al x P)
  • Peso: 18’5 kg
  • Precio de venta al público recomendado: 2.499 euros
  • Importador: www.denon.es 

 

Comments are closed.