Natural de Freiburg (Alemania), todos nuestros lectores ya habrán oído hablar del reputado Christian Feickert. Su marca, Dr. Feickert Analogue, se ha posicionado dentro de la industria de fuentes de lecturas analógicas, como una de las más fuertes del panorama actual, gracias a una dedicación en exclusiva en el perfeccionamiento de la elaboración de platos de cómodo uso y bella estética, así como herramientas para el correcto ajuste de cualquier componente que integre un conjunto de lectura del formato rey.
Dentro de su catálogo podemos encontrar actualmente tres platos:
Woodpecker, un motor y un brazo. Líder en ventas de la marca
Blackbird, dos motores y posibilidad de hasta dos brazos
Firebird, tres motores y posibilidad de hasta dos brazos
Respecto a las herramientas que Chris Feickert ha creado y diseñado para el amante del analógico, me gustaría destacar su famoso y muy útil Dr. Feickert Protractor NG y su completo software Adjust +, especializado principalmente en la obtención de un correcto Azimuth o HTA (Ángulo Horizontal de Lectura) en base a la medición del crosstalk de la cápsula. Este software es tan completo que también incluye el cálculo de otros parámetros como la precisión en la velocidad de giro del platter, mediciones de wow/flutter del giro del plato, cálculo de resonancias del tándem brazo-cápsula, etc… Para un amante del mundo analógico como soy yo, simplemente se me hace la boca agua de pensarlo.
El caso que nos ocupa es el de la última revisión del modelo Woodpecker, en su versión con platter mejorado, sin duda el producto que -por su óptima relación calidad/precio- más interesará a nuestros lectores.
Un “pájaro carpintero” de gran calibre
El plinto está diseñado en una construcción tipo sandwich en el que se incorporan materiales como el aluminio anodizado, la madera MDF y el Delrin (un tipo de termoplástico creado por DuPont con muy bajas tasas de resonancia). El platter, también de Delrin, al ser este su versión mejorada, incorpora ocho cilindros de acero inoxidable con terminación cobriza localizados en la parte más externa al eje, incrementando su masa resultante total en giro. Las bajísimas resonancias tanto del plinto como del platter son simplemente evidentes al tacto. Sin lugar a dudas un soberbio acabado y una estética que personalmente me ha encandilado. Sobriedad y precisión son quizá las cualidades que me vienen a la cabeza de inmediato.
El montaje del plato no puede ser más rápido y fácil. En el interior de la caja nos encontramos su manual, el plinto, un clamp roscado, la fuente de alimentación, el platter, una correa de caucho, una jeringuilla rellena de grasa, un protractor, el disco de 7” Adjust+ Test Record y dos “galletas” que se superponen destinadas a la colocación milimétrica del brazo (una para arrastre por los raíles y la otra con los agujeros necesarios para la colocación de la base del brazo). Los raíles vienen con unas medidas inscritas de distancia respecto al eje del platter y van desde 205mm hasta 300mm pudiéndose adaptar así prácticamente todos los brazos pivotantes (o no) del mercado actual, sean de la longitud que sean. Curiosamente no viene con cable de red con lo que deberemos disponer de uno a mano, en mi caso Jorge Castellano, representante de Sound Sevilla en Madrid, me recomendó y envió para su conexión un Oyaide Tunami que, por su excelente relación calidad/precio, no dudé en incorporar al sistema.
Antes de disponer el platter sobre el eje debemos depositar un pequeño “garbanzo” de la sólida grasa del interior de la jeringuilla sobre la parte superior del eje -aproximadamente 1/3 de la medida que viene- para así disponer de la lubricación necesaria y obtener un menor coeficiente de rozamiento al giro.
Tras disponer el platter en su ubicación definitiva es conveniente dejar el plato unas 48 horas girando para que la grasa bañe y empape bien todo el eje y el propio platter “baje” del todo hasta su posición definitiva -detalle harto importante-. Tras 24 horas podremos apreciar cómo ha supurado levemente un poco de la grasilla por la superficie del eje, esto será así durante los primeros días hasta que finalmente deje de hacerlo. Es importante sanear el eje de la grasilla durante los días que supure pues se pueden manchar levemente las etiquetas de nuestros discos de vinilo o incluso el propio clamp.
El primer disco a pinchar fue el Adjust+ que incluye Dr. Feickert en el paquete. Pinchando un tono puro a 3150Hz de este disco junto con la aplicación Platter Speed que dispone Dr. Feickert para Apple, clavé las velocidades deseadas de giro a 33-1/3rpm, 45rpm. Merece la pena realizar este fácil paso, pues ya que el plato ofrece un control de velocidad variable,¡ qué menos que usarlo!, una gozada. De igual modo se podría usar un estroboscopio si dispusiéramos de él. La operación no dura más de 5 minutos y es absolutamente recomendable -si cabe “obligatorio”-.
Sin duda he de destacar la compatibilidad con discos de 78rpm aunque, lamentablemente, no tengo ninguno dentro de mi discografía con lo que nunca lo llegué a utilizar.