En profundidad
El motor que incorpora este plato es de tipo DC (Corriente Continua) y está incluido en el propio plinto, nada más activarlo se puede comprobar el gran torque o par motor que dispone con lo que supone en comodidad a la hora de empezar la lectura de cada cara con la mayor rapidez posible. Se nota claramente su gran calidad de funcionamiento al no transmitir ningún tipo de vibración al plinto aun estando integrado en él, aparte de ser totalmente silencioso. La fuente de alimentación que lo activa, esto sí externo al chasis, está fabricada en China y es de aspecto mejorable. Su conexión se realiza a un conector hembra que se encuentra situado en la parte inferior del chasis.
En la parte inferior del plinto nos encontramos tres patas de buen tamaño regulables en altura, ayudados de un nivel (no incluido en el paquete) es de fácil ajuste pues se pueden girar mientras observamos el propio nivel, sin duda un acierto en comodidad, sencillez y rapidez.
Respecto a valores de precisión de giro destacar que las tasas de wow/flutter obtenidas de pico a pico con ambos brazos fueron en un entorno del +/-0,35% equivalente a una desviación de +/-11Hz para el tono de 3150Hz, valores perfectamente correctos. La onda sinusoidal obtenida es la que cualquier plato por accionamiento de correa nos puede brindar, bien hecho.
Pero… ¿un plato suena? ¡Y de qué manera!
Para su análisis sónico lo he tenido conectado a mi sistema con dos brazos de estética sonora bien diferente, un SME IV de 9” y un Reed 3Q en su versión de 10,5” con madera brasileña de Pernambuco (review por llegar) y durante un período de unos dos meses largos.
Principalmente para el análisis en profundidad de su sonido me he basado en lo que he conseguido extraer con el SME IV dado que es el brazo que más conozco al llevar ya bastante tiempo con él conectado a mi sistema.
Dentro de la experiencia que voy teniendo con los distintos tipos de platos que han pasado por casa, me he encontrado si me permitís generalizar (aunque como ya sabréis nunca es bueno), que los distintos materiales con los que se construyen los platos, y especialmente los platters, influyen y de qué manera en el sonido resultante, pues al acoplarse en diferentes frecuencias potencian más unas cualidades sónicas que otras.
Con ambos brazos he encontrado ese perfecto balance tonal, con un grave orgánico y muy controlado, unos medios muy sedosos y unos agudos suaves y dulces. Globalmente un sonido muy neutral, limpio y controlado.
No cabe duda de que este plato ofrece un sonido de gran transparencia, dadas las grandes diferencias sónicas que he podido encontrar utilizando ambos brazos proponiendo un ajuste de la cápsula similar. Esto sin duda ayuda y de qué modo, a poder tener plena tranquilidad en que, una vez encontrado el brazo ideal en lo que a gustos sónicos personales se refiere, este plato nos dejará transmitir todo lo que nosotros queramos obtener. Es una gozada.