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Pero pasemos a su escucha. Después de haber dedicado un tiempo importante a su ajuste procedo a realizar diversas audiciones serias, donde utilizaré vinilos de los más diversos géneros. Antes de continuar, quiero expresar mi admiración por la facilidad con la que se realizan los ajustes y la efectividad y precisión que se consigue con ellos. La primera impresión, más que nada visual, era que el Triplanar podía ser un brazo complicado y a la hora de la verdad, todo lo contrario. Es una verdadera gozada jugar con él para sacar todo el jugo posible a los vinilos. El sonido del Triplanar me sorprende desde la primera sesión, y según voy ajustando parámetros y consiguiendo resultados más satisfactorios me enamora.

La parte media del espectro sonoro es simplemente deliciosa. Timbre suave y delicado con una articulación que simplemente enamora. Realidad pura y dura, con un toque de suavidad que llega a resultar adictivo. Uno puede escuchar unas voces o un instrumento de cuerda al nivel de volumen que considere necesario, que nunca resultaran desagradables. Escuchar la misma grabación en cd después de oír estos medios, es simplemente doloroso y desmoralizador. No procede el hablar de coloración positiva ni nada por el estilo. Es simple y llanamente natural y real.

Dr. Feickert Blackbird + Triplanar MK VII Ultimate II__6

El agudo sigue la tónica del medio, se puede describir quizá con una única palabra “transparente”. Y así es efectivamente, desprovisto de cualquier tipo de artefactos o distorsiones que lo puedan empañar. La extensión es terrible, con una apertura que simplemente me deja boquiabierto. De nuevo se produce una naturalidad en esta zona del espectro que directamente nos sobrecoge. Aquí la sinergia Triplanar – Lyra Titan i se prueba insuperable, aportando unos detalles y una cantidad de información que sinceramente he oído en muy pocas ocasiones.

 

El grave es extenso y muy articulado. Tiene la energía necesaria, resulta muy agradable, no es empalagoso y no llama demasiado la atención. Cumple perfectamente con su cometido aunque a los más “chalados” del grave puede que les deje con ganas de un poco más de pegada. Personalmente y debido a mi gusto un poco especial, agradecería un pelín más de impacto y desmelene en la zona más baja. Pero estamos hablando de gustos particulares y nunca de carencias objetivas. Quizás por este aspecto, la dinámica brutal quizá no sea el punto más fuerte de esta combinación y ésta queda un poquito por detrás de la que presenta mi tándem plato – cápsula de referencia. La microdinámica en cambio es muy buena, transmitiendo con exactitud cada inflexión en el tono de los instrumentos.

Dr. Feickert Blackbird + Triplanar MK VII Ultimate II__7

La escena es maravillosa, de lo mejor de la combinación. Es ancha y profunda, se extiende llenando toda la pared frontal de mi equipo, con una altura ciertamente muy adecuada, y con una proporción de los intérpretes sonoros que me resulta muy creíble y convincente. He de reconocer que esta combinación plato-brazo-cápsula, me han descubierto lo que mi equipo es capaz de entregar en lo que a la escena sonora se refiere. Y francamente no se puede decir que sea exagerada en nada, sino que destaca por su nivel de coherencia y corrección. Simplemente te das cuenta, de que cuando las cosas son perfectas todo cuadra increíblemente bien. Una gozada.

Conclusiones

Creo que no es necesario que diga, para quien haya leído todo el texto, que esta combinación me ha encantado. La verdad es que lo tiene casi todo. Es elegante hasta decir basta, con unas lineas y dimensiones que no llaman la atención en absoluto, pero que destilan calidad y elegancia por los cuatro costados. La facilidad de instalación y de manejo es muy buena. Comparado con mi plato, ajustar este es facilísimo y sobre todo extremadamente intuitivo. Nos ofrece la posibilidad además de jugar con nuestros vinilos de la forma que queramos, consiguiendo un sonido que se acerca increiblemente a la realidad.

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