Preamplificador de fono y cápsula DS Audio Master1
Antes de empezar permitidme que os haga una pequeña confesión. Hacía mucho tiempo, y ya llevo unos cuantos años analizando aparatos, que no me costaba tanto hacer un análisis. Ya he realizado unos cuantos artículos para esta nuestra revista digital preferida, 35 para ser exactos, y la verdad es que este ha sido el que me ha tomado más tiempo y el que seguramente más me ha agotado.
Vaya forma de empezar un escrito, pensaréis, pero es que me gusta ser lo más honesto posible con aquellos que se toman el tiempo de leerme. Y algunos se preguntarán el por qué de este esfuerzo adicional a la hora de redactar estas líneas. Y que menos que comentar las razones, la primera es que ha surgido un tema familiar que no me permitía concentrarme en el análisis como este aparato se merece y más importante como vosotros lectores merecéis.
Una vez que ya soy capaz de nuevo de implicarme en este trabajo de la forma adecuada, me pongo a ello con fuerzas y ánimos renovados dispuesto a darlo todo por esta afición. Si algo está por debajo de par espero que podáis disculparme. Y que mejor forma de retomar la tarea que analizando un conjunto analógico de verdadera referencia, como es el tándem formado por cápsula y previo ecualizador DS Master1 de DS Audio, junto con el magnífico plato AMG Viella y el impresionante brazo AMG 12JT Turbo.
La verdad es que la llegada no pudo ser más extraordinaria, un despliegue total de fuerzas analógicas al servicio del audiófilo más recalcitrante que se pueda imaginar. Así llegaron un montón de cajas a abarrotar mí ya de por si atiborrado garaje. Y lo más grave, otro plato y previo a amontonarse en mis sufridos muebles. La escena tomó sin duda tintes pantagruélicos para cualquier profano que se asomó durante esos días por mi sala. Porque si ya un plato es un poco de “pirado” para la mayoría de los mortales, el ver dos en la misma sala ralla la frontera del desquiciamiento más desviado.
El aparato objeto de este análisis es el conjunto cápsula y previo/ecualizador de fono DS Master1 de la japonesa DS Audio, aprovechando de paso para disfrutar de nuevo del increíble AMG Viella y para tener un primer contacto con el nuevo brazo de la alemana, el modelo Turbo. El conjunto DS Master1 es, por un lado una cápsula provista en su interior de un rayo de luz que muy precisamente detecta el movimiento del cantiléver de zafiro, pudiéndose prescindir de imanes y bobinas, haciendo así el artefacto extremadamente ligero y ágil, y ahorrando de paso la influencia que el campo magnético creado pueda tener en el movimiento del cantiléver. Por otro tenemos el masivo –24 kilos– chasis del previo/ecualizador, que dispone en su interior de un circuito completamente discreto doble monofónico, con doce condensadores electrolíticos de 120000 uF, una fuente de alimentación independiente para cada canal, más una tercera que se encarga de la alimentación del LED de lectura de la cápsula.
Para finalizar la descripción, comentar que el preamplificador/ecualizador DS Master1 dispone de tres juegos de salidas RCA y XLR y tres puntos de corte separados de bajas frecuencias.
Montaje. ¿Qué montaje?
Pues si, hacía mucho tiempo que instalar un aparato no era tan rápido e intuitivo. Al contrario que otros, no soy persona que disfrute ajustando y calibrando. Para mí, digamos que lo importante no es el viaje sino el destino, y disfruto bastante más escuchando que experimentando con los diferentes ajustes. En este caso es justo y necesario indicar que ofreciendo la máxima precisión en todos los ajustes necesarios para que una cápsula “suene”, el brazo Turbo de AMG ofrece una facilidad de configuración como ningún otro que haya podido probar.
La verdad es que la cápsula y el previo del DS Master1 también ayudan. No hay mucho más que hacer que enchufar y disfrutar. El único pero que puedo encontrar es que hay que permitir un periodo de calentamiento. Si tenemos el previo DS Audio apagado y pretendemos encenderlo y disfrutar desde el minuto cero, el resultado puede no ser todo lo satisfactorio que desearíamos, pues unas cuantas horas de precalentamiento serán necesarias. En mi experiencia de 24 a 48 horas resultan suficientes para obtener un resultado óptimo, por lo que recomiendo dejar el previo encendido a perpetuidad. De esta forma conseguiremos tener el equipo siempre funcionando a tope en todo momento y listo para cualquier audición. La diferencia bien valdrá la pena.
Por esta misma razón dejé, antes de meterme en profundidad en el análisis de este conjunto analógico, que el previo calentase durante varios días, antes de proceder a una evaluación crítica del objeto de este artículo, aunque no por ello deje de escucharlo en el proceso, pudiendo así apreciar la evaluación en el tiempo de las cualidades sónicas del aparato. Creedme, merece la pena darle tiempo para que caliente y se estabilice. Y durante el proceso, de paso, podemos aprovechar para hacer unos últimos retoques en el valor de peso –vtf–, o inclinación vertical –vta– o azimut de la cápsula, que uno considere más apropiados para su propio gusto.
Llegó el gran momento
En los últimos tiempos el sonido analógico parece que está recuperando seguidores. Muchos de los aficionados están empezando a reconocer que todo aquello prometido por los formatos digitales, o bien no son capaces de ofrecerlo, o necesitan de un desarrollo que parece nunca llegar a su fin. Por una u otra razón y gracias al desarrollo de los nuevos sistemas de reproducción analógicos que sin duda se están beneficiando de los adelantos tecnológicos de los últimos años, muchos audiófilos y melómanos están descubriendo que quizá la verdadera alta definición no hay que buscarla entre “bits” y “word-clocks”. Muchos han llegado a la conclusión de que la verdadera alta definición llevaba mucho tiempo con nosotros, y resulta que ahora mismo tenemos los medios suficientes para aprovechar todas las virtudes y minimizar los defectos del sin duda alguna formato rey, el vinilo.
Y aquí es donde el conjunto DS Master 1 entra en escena ofreciendo una reinterpretación de una tecnología, la de los cartuchos ópticos, que ya existía en los años setenta, pero con problemas –de temperatura y relación señal ruido– de difícil solución en aquella época, y que fue definitivamente olvidada con la llegada del disco compacto. Todo parece indicar que el actual estado de la técnica ha permitido a DS Audio solucionar las dificultades que lastraban esta tecnología. Veamos el resultado.
El grave es intenso en toda su extensión, con una articulación preciosa y precisa no desprovista de refinamiento, que hace que uno disfrute como un niño con zapatos nuevos. Y por extensión nos referimos a toda la que uno pueda pedir y desear, consiguiendo bajar a los infiernos con la facilidad de un impenitente pecador. Por si esto no fuese suficiente, además posee un impacto y visceralidad que provocan que en momentos donde se requiere mala leche pueda destacar precisamente como debiera. La sensación de que tiene el control total sin importar si es Gary Karr o Jaco Pastorius es estremecedora, ya sea el más lento de los graves acústicos o el definido pellizco en la cuerda de un bajo eléctrico, le hace a uno olvidar de que está delante de una grabación. ¿Qué más puedo decir? ¡Una delicia!
Las frecuencias medias no son ni más ni menos que analógicas, precisas y aterciopeladas. La reproducción de esta parte del espectro es sublime, de lo mejor que he oído nunca. Como muestra tanto las voces masculinas como las femeninas son reproducidas con absoluta naturalidad. No se le puede poner ningún pero y se encuentra a la altura de la mejor Benz o Koetsu, lo que dice mucho de su presentación. Las óperas son simplemente maravillosas, proporcionando unas sesiones de escucha que son literalmente imposible que no convenzan al aficionado más exigente. Una experiencia que tardaré mucho tiempo en olvidar.
El agudo es quizá la parte más terrenal del conjunto y quizá es el peaje que hay que pagar por lo experimentado en la parte más baja y media del espectro sonoro. O a lo mejor es que simplemente ante tanta perfección y brutalidad en el medio y grave nos hemos quedado con ganas de muchísimo más. La verdad es que no proporciona por arriba tanto detalle como otras cápsulas de referencia absoluta. Pero que nadie se confunda, aun así, cumple muy bien y da la talla, con un agudo abierto y que nunca es agresivo, aunque un poquito tímido para mi gusto si lo comparamos con el grave y el medio. Mi impresión es que con el rodaje que esta unidad necesitaba, pues era nueva y sospecho que no llegué ni de lejos a rodarla medianamente, seguramente mejore bastante –pero esta es una apreciación mía que solo el tiempo podría verificarla–. Recuerdo que la Benz que utilizo necesitó de 50 a 100 horas para empezar a rendir por la parte alta.
La escena es muy buena, con una anchura excepcional y una correcta altura. Proporciona una focalización muy destacable y presenta a los actores sonoros con un volumen y proporción adecuados a cada tipo de música. A poco que la grabación sea medianamente decente, uno puede hacerse una buena imagen mental de la escena sonora, colocando a cada instrumento en su sitio espacial sin ningún esfuerzo. La verdad es que prácticamente no note casi diferencias con mi conjunto analógico, lo cual personalmente me dice mucho del altísimo nivel de la escena de este conjunto.
Por último, la dinámica es impresionante. De hecho es la mejor que haya escuchado nunca en una fuente analógica, ¡Ahí queda eso! ¡Casi nada! Los transitorios son veloces y precisos, dando una dinámica salvaje a la presentación sonora propia de los mejores directos y equivalente a lo que podríamos escuchar en el mejor de los auditorios. Increíble pero cierto, la sensación es la más cercana a estar en el propio evento sonoro –tanto como es posible en un equipo de Hi-fi–, en lo que a rapidez y frescura del sonido se refiere. Se me antoja casi imposible que una fuente digital pueda igualarla a pesar de que debiera sobrepasarla de lejos, ya que teóricamente tienen un rango dinámico mucho mayor. En fin…
Conclusiones
Este conjunto me ha sorprendido, no puedo negarlo. Dentro de un rango de precios que seguramente esté en la parte alta de lo que llamamos “High End”, y solo superado en cuestiones onerosas por los monstruos más sagrados de la industria, ofrece unas prestaciones que no quedan ni mucho menos por detrás de estos últimos. Más bien al contrario.
Para mí en contra de lo que pueda parecer, e incluso después de lo que hemos de desembolsar para adquirir el conjunto completo, es sin lugar a dudas la elección calidad-precio de la parte alta de las fuentes analógicas de referencia. Y eso ni siquiera creo que es lo más impresionante. Lo mejor de todo es la facilidad con la que un aficionado medio puede llegar a conseguir un sonido excepcional. Y para mí esto vale su peso en oro, ya que muchos aficionados son remisos a entrar en el mundo del vinilo debido a que en ocasiones se ha presentado este como apto solo para iniciados. En este caso unos conocimientos ni siquiera medios, permiten realizar el montaje de modo rápido, preciso, sin drama alguno y lo más importante, con la garantía de que si uno sigue el proceso indicado, el sonido será desde el principio de una calidad impresionante.
También era para mí la primera vez con el brazo AMG 12JT Turbo y no he podido quedar más encantado. Ideal la sinergia con el conjunto de DS Master 1. Mi máxima recomendación para esta combinación la cual es claramente una apuesta por el caballo ganador. Una lástima no haber tenido la oportunidad de haberla encontrado unos años antes.
Por último, transmitir mis más sinceras gracias a Ars Antiqua Audio y a sus principal responsable, el señor Xubing Zhu, por proporcionarme la oportunidad de probar y analizar este impresionante conjunto, y felicitarles por el magnífico resultado de esta combinación. Si alguien desea lo máximo en fuente analógica, y al mismo tiempo olvidarse durante una larga temporada de tener tentación alguna de cambio, aquí tiene un magnífico equipo para saciar al más loco de los gurús analógicos que se puedan encontrar.
DS Audio Master1 – 22500€
EQUIPO UTILIZADO
Cajas
- Wilson Audio Watt&Puppy 7
- Cable entre etapas y cajas Viola Audiolabs Jazz
Fuente analógica
- SPJ La Luce con brazo SPJ de Titanio edición limitada
- Cápsula: Benz Micro Ruby Z
- Cable de red: Fono Acústica Armónico HD Edición limitada SS con conectores Furutech
- Cable entre brazo y previo de fono: Cable de phono Fono Acústica Armónico RCA de 1 m. de longitud
- Cable entre previo de fono y previo de linea: Fono Acústica Allegro de 1 m. de longitud
Previo de linea
- Viola Cadenza
- Cable de red: Clearaudio Diamond Powerline
Etapas
- Etapas monofónicas con fuente de alimentación separada Cello Performance II
- Cable de red: Oyaide Tunami Power Cable
- Cable entre previo y etapas: Cello Strings One
Subwoofer Pasivo
- Wilson Audio WHOW II, Nº de serie 52
- Filtro subwoofer pasivo: Wilson Audio Controller
- Etapa subwoofer pasivo: Krell Kav 250a puenteada en mono
- Cable de red: Clearaudio Diamond Powerline