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Los primeros momentos y tiempo después con el DSPeaker

Cuando iniciamos las escuchas con la corrección de modos activada, la primera impresión suele ser que los graves casi han desaparecido, después de unos segundos, cuando nuestra percepción se habitúa, podemos comprobar que los graves están ahí, simplemente no están enmascarando el resto de frecuencias. Es habitual entonces aumentar la respuesta en graves del equipo mediante el House Curve, o por otros métodos en sistemas multiamplificados. De hecho una constante es que generalmente, y siempre que nuestros vecinos nos lo permitan, los sistemas corregidos permiten, incluso diría que incitan, a subir el volumen de escucha de forma sensible, manteniendo al mismo tiempo un confort de escucha muy elevado.

Gracias a su función bypass, es muy fácil comparar entre el sonido corregido o no. Las diferencias son más evidentes y favorables a la corrección, cuanto más conflictivo en cuanto a resonancias sea un sistema/sala y mayor presencia de graves posea la música reproducida. En algunos casos, la desaparición de unos graves saturados pueden afectar a la calidez o cuerpo de las frecuencias medias, pero hemos de pensar por un lado que probablemente ese calor que echamos de menos no sea más que una coloración provocada por la sala, y que en el audio, como en tantas otras cosas, las decisiones generalmente se toman por compromiso entre los pros y los contras. Quiero decir, que aunque podamos observar algún detalle que pueda no sea de nuestro agrado, generalmente los beneficios superan con creces a los posibles defectos.

DSPeaker Anti-Mode 2.0 Dual Core__7

Y no todo han de ser elogios. A lo largo de las pruebas he echado en falta la posibilidad de decidir el grado de corrección de los picos en respuesta provocados por  los modos, opción que si está disponible para los valles. También he echado en falta entradas digitales S/PDIF distintas a las Toslink, ausentes en muchos de los transportes y conversores usuales en el mundo del audio en estéreo, así como una entrada analógica que nos permitiese escuchar, por ejemplo, un fuente analógica sin que sobre la señal actuase ninguna conversión ADC/DAC. Otro aspecto criticable es la fuente de alimentación. Aunque no es imprescindible este dispendio, se aprecia una mejora al utilizar una fuente de alimentación de más calidad. Si hacemos una búsqueda por la web encontraremos soluciones alternativas contrastadas. Por último, pero no por ello de menor importancia, en algunos sistemas y con ciertos ajustes de sensibilidad de entrada/volumen, puede aparecer un ligero soplo que generalmente no se aprecia sino muy ligeramente desde el punto de escucha.

No puedo dejar de lado que este Anti-Mode puede convertirse en la parte central de un equipo estéreo. En este caso sólo habremos de añadir alguna fuente digital y una etapa de potencia y conectarlo todo para hacer sonar un par de pantallas. Estoy casi seguro que esta opción no defraudará. El desempeño como previo de línea de este modesto componente quizás sorprenda a más de uno. En comparaciones con mi previo valvular de referencia, he observado que, si bien no llega al nivel de éste, el DSPeaker, usando su fuente de alimentación de origen, se defiende perfectamente. Aunque se ve superado en algunos parámetros como transparencia, en separación de instrumentos y en la extensión de las colas de las notas, su equilibrio tonal, su tímbrica y dinámica, y la ausencia rastros evidentes de la doble conversión ADC/DAC que realiza, dan como un resultado un sonido de alta calidad, de un nivel suficiente para no convertirse en un cuello de botella en equipos de un cierto nivel.

¿Merece la pena?

A lo largo de los años, he experimentado con unos cuantos métodos activos dirigidos a la corrección de los modos resonantes de las salas de audio. En este contexto he utilizado ecualizadores analógicos o digitales y, entre estos últimos, unos basados en el uso de DSPs o y otros no. Creo que no me equivoco si digo que el DSPeaker Anti-Mode 2.0 es imbatible en cuanto a la relación precio/prestaciones y, sobre todo, si añadimos a la ecuación su simplicidad de utilización. Hay otros productos más potentes o más transparentes, pero creo que ninguno ofrece tanto por tan poco.

DSPeaker Anti-Mode 2.0 Dual Core – 899€

Distribuye Alaudor , www.alaudor.com

Equipo  utilizado

  • Fuente analógica: Clearaudio Master Reference, cápsula Goldfinger V2
  • Fuente Digital: Audio Aero Capitole 24/192 mkII
  • Previo: Thor Audio TA-2000/ DEQX HDP Express
  • Etapas (agudos): Atma-Sphere MA-1 mk-II 3
  • Etapa (graves): Yamaha MxD-1; ecualizada con BSS FDS 336
  • Cajas: Duntech Sovereign PCL2001; Townshend Supertweeter
  • Cables digitales: MIT XLR Reference, Nordost Silver Shadow RCA
  • Cables IC: Stealth Indra Rev 08; Stealth Indra Rev P. Graves: Cello Strings; Viola Labs
  • Cables de altavoz: Stealth Dream
  • Cables red:  Oyaide GLX y Tsunami;  Harmonic Tech. Fantasy AC10; Van den Hul Mainstream. Fadel Art

 

 

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