Publicidad

Cuando a uno le proponen realizar un articulo sobre un sistema digital de este nivel resulta imposible no sentir cierta dosis de entusiasmo. A muchos amantes del vinilo y del sonido analógico en general nos cuesta acabar de entrar con plena satisfacción el mundo digital, no es que no escuchemos habitualmente cds o archivos en streaming, pero si nos dan a elegir si comprar un titulo determinado en cd/sacd o lp, siempre nos decantamos por el vinilo. Por algunas noticias y comentarios que me han llegado sobre el sistema Esoteric Grandioso K1X-G1X, es posible pensar que esto ya no tenga que ser así. Credenciales no le faltan, el nuevo sistema ATLAS de transporte junto con el convertidor digital/analógico Master Sound Discrete Dac con 32 chips por canal, el sofisticado sistema de reloj interno, los cuatro transformadores, dos para la sección digital y dos para la sección analógica, todo ello con componentes de la máxima calidad, montados y soldados en sala estéril sin oxígeno, nos lleva a pensar que se trata sin duda de una realización “top” dentro del audio de altísima calidad. Para los amantes de los datos, el K1X tampoco se queda atrás, con una respuesta en frecuencia de 5HZ a 75KHZ, una relación señal ruido de 113 db y una tasa de distorsión de 0,0007%, aparte de poder manejar archivos DSD de 22,5Mhz y PCM asíncrona de 768Khz a 32 bits, interesante también la posibilidad de sobre muestrear cualquier frecuencia de muestreo a otras superiores. En fin, sobre el papel, un conjunto para soñar, vamos a ver como se desenvuelve en nuestras pruebas.

En primer lugar, desembalé el reproductor de CD/SACD K1X, con la idea de escucharlo primero sin el reloj externo para así juzgar mejor la diferencia que el reloj pueda producir en el resultado final. Recomiendo antes de sacarlo de la caja, si uno lo tiene que hacer solo, realizar unos estiramientos de la zona lumbar, puesto que de hacerlo en frío nos puede dar alguna sorpresa desagradable. Sorprende al transportarlo en brazos aparte del enorme peso, algunos ruidos metálicos que parecen provenir de la tapa superior y de las patas. Ojeando el manual nos advierten que la tapa superior no esta firmemente anclada al chasis con toda la intención, este diseño semi-flotante responde según el fabricante a una mejora de la escena sonora, así mismo las patas cuelgan de un sistema de anclaje hasta que estas soportan el peso del aparato, pudiendo en esa situación regularse en caso de necesidad para una perfecta colocación a nivel.

Colocado el K1X en su ubicación procedo a la conexión al preamplificador mediante cables balanceados de la marca Neotech. En este punto será necesario revisar el menú de configuración para estar seguros de que el pin 2 este configurado como el vivo, puesto que tiene la opción de usar el pin 3 para la misma función. De un primer vistazo, el panel trasero nos ofrece salida balanceada XLR, RCA y salidas digitales coaxial y XLR. En cuanto a entradas digitales, dispone de entrada coaxial, óptica y USB, además de la imprescindible en este caso, entrada BNC para el reloj maestro externo. Dos grandes conectores multipin para la fuente de alimentación externa opcional y una toma de tierra completan el panel trasero impecablemente realizado.

El aspecto general del K1X es como cabe esperar realmente impresionante, realizado en aluminio de alta calidad y armoniosas líneas curvas en su frontal, destila calidad se mire por donde se mire. Después de retirar los cartones de protección del compartimento cd y de la tapa superior (semi-flotante como he comentado anteriormente), y conectarlo a la red, acciono el botón de inicio, en el display aparece el recordatorio de la marca y modelo antes de quedar a la espera. Siguiendo las instrucciones entro en el menú de configuración, en primer lugar, para cerciorarme de que la salida XLR esté debidamente configurada con pin positivo el número 2, y de que la gestión de reloj sea interna (más adelante entraré en otros aspectos relevantes del menú). Al abrir el cajetín se observa una precisión del mecanismo perfecta, sale suavemente y queda en una posición absolutamente rígida, sin ninguna oscilación o vibración. Como es habitual pongo un disco para reproducirlo sin prestarle demasiada atención, ya que como es lógico el aparato tiene que calentarse y rodarse mínimamente antes de juzgar nada, pero, para mi sorpresa y aún con esa voluntad de no querer escuchar todavía, me atrapa, no puedo evitar aumentar el volumen y escuchar esas primeras notas que ya me están diciendo que estoy frente a algo muy, pero que muy bueno. Consigo resistirme a analizar más hasta que al menos hayan sonado enteros un par de discos. Finalizado este periodo de pequeña agonía me pongo con la escucha.

Las audiciones

La escucha del K1X sin el reloj externo ya resulta reveladora de que tipo de máquina tenemos delante, la sensación de silencio sobre la que se dibujan los distintos mapas sonoros se hace evidente con facilidad. Con el muy recomendable álbum de Renaud Garcia-Fons Trio “Arcoluz”, grabado en directo, se muestran a la perfección las ubicaciones de los distintos instrumentos, guitarra flamenca, percusión y bajo doble de cinco cuerdas. El tamaño resulta perfectamente coherente y creíble, la guitarra flamenca muestra unos matices y colores tímbricos que hasta ahora no había “sentido”, uso intencionadamente la palabra “sentido” en lugar de oído o escuchado, porque hago mas referencia a “sentido” como aquello que se percibe desde la emoción, aquello que evoca memorias y sensaciones. Los delicados matices de la tensión de las cuerdas, la resonancia de la caja del instrumento con el color sonoro característico de la guitarra flamenca se hacen patentes. El bajo de cinco cuerdas suena contundente, un grave generoso y bien matizado, con una extensión considerable pero siempre bajo control, con un perceptible rasgueo del movimiento de la mano izquierda del músico. La percusión, etérea definida y discreta, matices metálicos donde debe haberlos y ninguna estridencia perceptible. El conjunto sonoro que tengo delante no deja lugar a dudas de que estamos ante una excelente grabación de unos grandes músicos, reproducida con un sistema que los deja fluir en una escucha tanto realista como placentera.

Después de semejante satisfactoria primera prueba con el K1X, no espero más, me dispongo a instalar el reloj maestro G1X, y ver si es posible mejorar lo ya escuchado y “sentido”.

Con un peso semejante al del K1X extiendo mi recomendación de hacer estiramientos antes de proceder a su levantamiento. Sorprende en primer lugar los tres tornillos metálicos de seguridad que hay que retirar, situados como es lógico en la parte inferior del aparato. Al parecer el oscilador de cristal se asienta en un delicado sistema de flotación que podría dañarse durante el transporte. De estética idéntica al K1X, el G1x resulta algo más bajo en altura, compartiendo las características de tapa semi-flotante y patas ajustables. Lo instalo al lado del lector, puesto que no me parece adecuado de ninguna manera apilarlos, teniendo en cuenta las características mencionadas de las tapas superiores. La conexión se realiza mediante un único cable de sincronización BNC (el G1X dispone de hasta cinco salidas de sincronía para poder controlar cinco aparatos a la vez). Además, en el panel trasero encontramos una toma de tierra, conector de red, un regulador de intensidad de los leds delanteros, unos interruptores de tres posiciones encima de cada salida BNC y un interruptor de precalentamiento del cristal oscilador que resulta conveniente tenerlo activado. De esta manera se reduce el tiempo de espera necesario para el funcionamiento del reloj después de ponerlo en marcha (en el panel frontal un led parpadeante o fijo nos indica si el oscilador ha alcanzado la suficiente temperatura para funcionar), proceso que puede llevar varios minutos.

Procedo a la escucha del conjunto K1X, G1X con evidentes ganas de averiguar si la diferencia en la calidad de sonido justifica el importante dispendio que supone añadir el reloj maestro. Empiezo la prueba desactivando el G1X dejando el K1X a su propia sincronía, siendo el cd elegido para la primera comparación el brillantemente grabado “Spiritchaiser” de Dead Can Dance. El sonido en esta configuración resulta ya impresionante, una enorme escena sonora, dinámica altísima sin llegar a la exageración, los matices de las numerosas percusiones se integran perfectamente en un tema complejo poblado de sonidos de toda índole. Es fácil distinguir y seguir cada instrumento de forma independiente, así mismo la voz de Brendan Perry se ubica perfectamente en el centro ligeramente por detrás del resto, el profundo grave tiene fuerza y control, resultando todo ello en una escucha agradable y emocionante. ¿Qué cambios introducirá el G1X? Vamos a ello, vuelvo a activar el reloj maestro externo vía menú del K1X y repito el tema al mismo volumen. Algo ha ocurrido sin duda alguna, la voz aparece más puntual en el aire mientras que las percusiones se muestran con más nitidez si cabe, la escena sonora gana en generosidad volviéndose mas extensa, tanto en anchura como en profundidad y no es que antes tuviera poca ni mucho menos, pero ahora hay más.

Escojo otro cd, seguro que muy conocido por todos los aficionados, se trata de “Tous les matins du monde” de Jordi Savall, la pista 9 del citado cd “Troisieme leçon de tenebres a 2 voix” siempre ha sido una gran referencia en cuanto a la dificultad que supone su escucha. El duelo de las voces de Montserrat Figueras y Maria Cristina Kiehr supone un reto para cualquier sistema de alta fidelidad, con unos registros agudos brutales que pocas veces permiten una escucha relajada a poco que uno suba el volumen. Pues bien, aquí precisamente es donde brilla con luz propia el G1X: la escucha se sosiega sin perder intensidad, las voces a veces simultaneas aparecen con claridad separadas pero no lejanas, siendo más fácil escuchar y dejarse llevar por la hermosa melodía vocal que concibiera François Couperin, tanto que me es imposible abortar la reproducción y la dejo hasta el final disfrutando cada pasaje.

Mi conclusión sobre el reloj externo es que aporta y mucho, al ya excelente Esoteric Grandioso K1X. Sin duda tiene un coste elevado, pero al nivel en el que está el conjunto no se puede considerar desmesurado ni mucho menos, y sí recomendable sin lugar a dudas. A partir de aquí seguiré escuchando y valorando ya siempre con el G1X activado.

Continuo con las audiciones, y en este punto escojo el cd “Fredom Higway” de Rhiannon Giddens que adquirí recientemente. Para los que no la conozcan, ya que lo es muy poco en nuestro país, se trata de una cantante e interprete de banjo norteamericana, nada comercial, que profundiza en las raíces de la música popular estadounidense, desde el gospell hasta la música celta, pasando por el cajoon, el blues, el country y el folk más tradicional. La descubrí recientemente y me enamoró por completo, haciéndome con todos los álbumes que pude encontrar (al final conseguí tres vinilos y un cd). De entrada me pareció que los mejores álbumes musicalmente hablando eran los que había conseguido en vinilo y que el cd “Fredom Higway” era el mas flojo de la colección, pero, estaba equivocado, es tan bueno como los otros, y el factor cd me engañó. Puedo afirmarlo después de escucharlo con el sistema Esoteric que nos ocupa, y sé que esto puede sonar muy subjetivo, pero para mí está muy claro: un excelente sistema de reproducción influye enormemente en la debida capacidad de apreciación de la obra de arte que es por derecho propio la música. La voz de Rhiannon Giddens resulta más emotiva, transmite más emoción a través de sus matices, hay más humanidad en la interpretación. Las cuerdas del banyo sorprenden por la sensación de tensión y claridad con que se presentan, y el resto de los instrumentos muestran todo su carácter en un conjunto musical perfectamente organizado y coherente. No encuentro ninguna estridencia característica de muchos sistemas digitales. Quiero matizar que tampoco es un sistema de sonido blando, hay agudo, afilado cuando debe, dulce cuando se requiere, una gama media rica y con una importante textura que permite distinguir distintas voces cantando al unísono, el grave resulta potente y extenso sin llegar jamás al descontrol o al exceso a poco que tengamos el equipo bien ajustado.

La siguiente prueba la realizo en formato SACD, con el archiconocido “Round about midnight” de Miles Davis, grabación original de 1957 y remasterizado en formato DSD a partir de las cintas originales por Sony. La calidad de grabación es muy buena teniendo en cuenta el año y posee aquel sabor añejo, que no siempre resulta del agrado de todos, pero que en cualquier caso recrea lo que debió ser la mejor época de Miles Davis. Es este un álbum que tengo muy escuchado “sentido” en formato vinilo y después de escuchar y “sentir” el SACD con el sistema Esoteric debo reconocer que me ha costado echar de menos el vinilo. Si no suena igual, que seguro que no, creo que por primera vez me he podido olvidar del detalle de qué formato está sonando. Las asperezas propias de un remasterizado de estas características desaparecen casi por completo en las notas más altas de la trompeta de Miles, con la sordina sonando analógica y corpórea mientras que el saxo tenor de John Coltrane muestra todos sus matices en la zona media. El piano de Red Garland en segundo plano acompaña debidamente, y cuando hace sus solos el piano adquiere naturalidad. Quizá el defecto más notable de esta antigua grabación recae en el bajo de Paul Chambers y en la percusión de Phily Joe Jones, ambos grabados en un nivel demasiado bajo en relación con el resto. Pues a pesar de todo ello, en el sistema Esoteric Grandioso, es todo un placer su escucha, y aunque algo distante, el bajo siempre esta presente con acordes bien matizados y audibles, cosa que puedo asegurar no ocurre con todos los lectores de SACD. La escena sonora es bastante buena, teniendo en cuenta que la grabación original era monofónica, la separación entre canales padece del exceso propio de las remasterizaciones de principios de siglo, pero insisto, pese a todo ello es un autentico placer la escucha de este álbum en el sistema que nos ocupa.

Después de una antigua grabación le toca el turno a una grabación actual realizada ya originalmente en formato DSD, el conocido “Verse” de Patricia Barber en formato SACD, por tanto, grabación DSD de principio a fin. Impresionante por naturalidad y coherencia, hace gala de una dinámica brutal en todo el rango de frecuencias, desde el bajo hasta las trompetas y las voces, sin que en ningún momento se pierda el control. El siseo en la voz propio de las grabaciones de Patricia Barber, precio que la cantante paga voluntariamente para poder grabar su voz de manera más transparente y natural, ya que el uso de un sistema electrónico de anti-siseo conlleva siempre perdidas que al parecer la cantante no esta dispuesta a tolerar, es el mínimo que he oído nunca en esta grabación (ello habla muy bien de la capacidad de conversión de la parte DAC del sistema). La imagen sonora es amplia y profunda, resultando sumamente fácil situar cada instrumento y voz en su ubicación espacial. El confort de escucha es altísimo y no peca de artificial. Quiero decir con ello que algunos sistemas actuales ablandan excesivamente el sonido llegando al aburrimiento, no siendo este el caso, pues dinámica y detalle están presentes en todo momento y la escucha nos hace “sentir” emociones intensas con un toque de natural sofisticación.

Me parece interesante para esta prueba utilizar una fuente digital externa ya que el Grandioso K1X además de ser un lector de CD y SACD, es también un DAC de altísimo nivel, disponiendo para ello de tres entradas digitales, una coaxial, una óptica y una USB. Me dispongo a conectar mi modesto pero estupendo Lumin U1 mini a la entrada USB del K1X y me preparo para reproducir títulos de mi colección en disco duro a través del sistema Esoteric. 

Hasta este momento no he utilizado la posibilidad de sobre muestreo que ofrece la parte DAC del K1X (es posible convertir archivos digitales a 88.2, 176,4, 352,8, 705,6 y DSD). He dejado siempre el formato nativo, sin usar esta posibilidad por ser purista en las pruebas y después de constatar que algunos cds sonaban mejor sobre muestreados, pero no todos, creo por tanto que es cuestión de gustos y de grabaciones. No obstante, al conectar el Lumin U1 mini, sí que he podido apreciar que la posibilidad de conversión a DSD aporta siempre una ganancia notable en calidad general. Dejo pues la salida digital del Lumin configurada en formato nativo y encargo el trabajo de sobre muestreo al Esoteric Grandioso K1X.

El mando a distancia del K1X cuenta con botones en ambas caras

El álbum que escojo es “Restored, returned” de Tord Gustavsen Ensemble. El tema que da nombre al álbum es perfecto para esta prueba, con un comienzo suave, con sonidos casi inaudibles termina con una profusión de fuerza musical desatada en una maravillosa interpretación de todo el grupo. Las primeras notas de la voz de la cantante Kristin Asbjørnsen resultan emocionantes, un susurro ronco y a la vez aterciopelado inicia un tema que acaba envolviendo al oyente con un saxo que surge de la nada y sirve de contrapunto al suave piano de Gustavsen. El bajo profundo y agradable proporciona el soporte sobre el que se desarrolla la acción melódica mientras el tema va en crescendo, rasgando la voz de la cantante de una manera definitivamente hermosa. Parece increíble cómo mejora la señal que procede del pequeño Lumin, con un confort de escucha que puede prolongar una audición horas sin rastro de fatiga. Precisión en toda la banda de frecuencias sin ninguna dureza añadida, una imagen puntual y aérea de la voz, que en todo momento está presente frente a nosotros de una manera casi fantasmagórica. Estoy seguro de que si hubiera tenido el cd disponible habría sonado aún mejor, pero puedo afirmar que la calidad obtenida del archivo en disco duro ha sido altísima, digna de un sistema de muy alto nivel. Queda pendiente la prueba con un reproductor de archivos de la marca o con otro de más alto nivel, en todo caso, muy recomendable el uso de esta posibilidad que nos ofrece el sistema Esoteric Grandioso. Después de escuchar “sentir” este tema no puedo evitar dar un repaso a mi biblioteca digital, sorprendiéndome en muchas ocasiones con el aporte de calidad que supone el DAC Esoteric. No puedo enumerar todas las pistas que he reproducido, que han sido muchas, pero si afirmar que en todas ellas se ha notado el buen hacer del sistema.

Conclusiones

Estamos sin duda, ante un equipo de reproducción digital de primer nivel de hoy en día. Los avances en tecnología digital de los últimos tiempos aunados a la mecánica de transporte ATLAS utilizada en el K1X y el buen hacer de los ingenieros de Esoteric posicionan el conjunto en el nivel de referencia. Una construcción y calidad de sonido de altísimo nivel avalan las realizaciones de Esoteric, además de que indudablemente existe un criterio detrás de la tecnología, un criterio que tiene que ver con la música en su vertiente más emocional. el K1X con su reloj G1X nos hace olvidar que estamos frente a un formato digital permitiéndonos largos periodos de escucha sin fatiga alguna. Es cierto que el formato vinilo aporta un grado de imperfección que por una razón u otra es particularmente agradable al oído humano. Ese tipo de imperfección, ruido de fondo, vibración mecánica etc, está evidentemente ausente en el sistema que nos ocupa, pero lo suple de alguna manera con una reproducción abierta y confortable apoyada sobre todo por unas frecuencias medias y bajas armoniosas y matizadas, dotadas de una notable extensión, mientras que la parte alta  del espectro se mantiene controlada y detallada sin filos ni exabruptos incluso en grabaciones no perfectas, manteniendo en todo momento una dinámica impresionante, de acuerdo con las exigencias de la grabación reproducida. El conjunto Esoteric consigue sacar el máximo partido de los formatos digitales, que siguen siendo digitales, pero mucho menos…

Muy interesante la posibilidad de escoger si queremos sobre muestrear o sobre escalar el formato original CD de 44,1 KHZ a una tasa superior, acción que comporta mejoras en la escucha la mayoría de las veces, pero no siempre, siendo por ello interesante que esta sea una acción voluntaria que el usuario puede decidir independientemente para la reproducción CD o las diferentes entradas disponibles. En el mismo sentido en la reproducción de SACD o formatos nativos DSD el menú nos ofrece hasta tres filtros digitales diferentes para acabar de afinar nuestro particular gusto dependiendo de la grabación reproducida. 

Hay que destacar finalmente la mecánica ATLAS que equipa el K1X, así como otros reproductores de la firma, mecánica de realización impecable, que sin duda se nota y mucho en la estabilidad con la que el laser extrae información del CD O SACD, una mecánica, que, como olvidé mencionar que pesa 13 kilogramos con su base.

Buscando sus posibles defectos, solo he encontrado a faltar la posibilidad de invertir la polaridad y el elevado precio del conjunto, por otro lado, coherente con la posible competencia de otras firmas del sector, de precios incluso más elevados. Alguien podría hacerse la siguiente reflexión, ¿tiene sentido invertir en una mecánica de CD/SACD ahora que estos formatos están en declive frente a la competencia de la música en streaming y el resurgimiento del vinilo? La respuesta es como casi siempre muy personal. Si se posee una colección importante de CDs/SACD, se podrán obtener mejores resultados que con lo que se distribuye a través de las plataformas on-line, y por supuesto hay que tener en cuenta el hecho de poder usar el DAC de altísimo nivel del K1X para conectarlo a un ordenador o un reproductor de música en streaming de calidad. No olvidemos que un DAC de este nivel también tendrá un precio considerable.

Esoteric Grandioso K1X – 40.000€

Esoteric Grandioso G1X – 29.000 €

Ars Antiqua Audio

EQUIPO UTILIZADO PARA LA PRUEBA

  • Cajas acústicas Lorenzo Audio LM1
  • Preamplificador Audionet PRE G2
  • Etapas monofónicas Audionet Max
  • Streamer Lumin U1 mini
  • Cableado Neotech y Tara Labs.

  

 

Comments are closed.