En los más de dos meses que las RC 7 han permanecido a mi lado he tenido oportunidad de torturarlas con todo tipo de discos, era la ocasión de sacar de las estanterías la artillería pesada. Ciertamente he utilizado mis grabaciones preferidas, aquellas que tengo más oídas, para valorar su comportamiento en cuanto al timbre y la textura, pero en esta ocasión también he querido incluir algunas grabaciones un tanto problemáticas, aquellas más cargadas de graves, con una escena complicada o con alguna estridencia. Créanme si les digo que he perdido la cuenta de toda las grabaciones que he escuchado, ha sido un verano, por así decirlo, un tanto musical.
Mi siguiente elección nos lleva hasta la obra de cámara de Franz Schubert, en concreto al movimiento lento de su conocido cuarteto para cuerda No. 14 “La muerte y la doncella”. Máxima elegancia y exquisitez es lo que nos demuestran los miembros del Cuarteto Italiano en esta grabación que realizaran para Philips en 1966 sin lugar a dudas una de las mejores interpretaciones de esta obra. El comportamiento de las Berlina con las cuerdas es magistral, la textura aterciopelada de los violines y la tímbrica exacta hacen todavía más veraz esta lectura. En la introducción del Andante puede oírse claramente el deslizar del arco sobre las cuerdas de los instrumentos, una calidez reconfortante y una profundidad muy real. Aunque los instrumentos ocupan su lugar, la cohesión del grupo es tal que consiguen sonar como uno solo. Las a priori espectaculares Berlina, son capaces de ofrecer aquí un equilibrio perfecto entre detalle y naturalidad, nos transmiten el mensaje de paz e intimidad que contiene esta música.
Quisiera también dedicar un pequeño espacio a uno de mis conciertos favoritos del abono digital de la Filarmónica de Berlín, se trata de una brillante interpretación del Réquiem Alemán de Johannes Brahms bajo la batuta de Donald Runnicles y el coro de la Orquesta Sinfónica de Atlanta. Una de las obras más complicadas para nuestros equipos, la complejidad vocal del coro y la tupida orquestación brahmsiana, forman un coctel explosivo que difícilmente puede ser restituido satisfactoriamente en un equipo estéreo. No crean que las Berlina son una excepción, pero lo cierto es que sobre un coro y una orquesta a todo volumen, todavía queda un pequeño espacio para la diferenciación de los distintos grupos vocales o las diferentes secciones orquestales. Oigan a este respecto el sexto corte, cuando el solista anuncia la resurrección y la orquesta se precipita hacia un rápido crescendo, en el que la potencia vocal del coro destaca sobre una música arrebatadamente bella. No podemos dejar de deleitarnos con las voces del barítono y la soprano, las RC 7 nos ofrecen unas voces sedosas y transparentes, no hay rastro de azpereza alguna, una verdadera lección de naturalidad.