Gottfried Heinrich Stölzel – «Quadri di Dresda e Bruxelles” CPO 2013
Epoca Barocca
En ocasiones cae en nuestras manos un disco con el que sentimos una especial afinidad desde el primer momento, no sabemos explicar muy bien el por qué, pero se trata de una música que nos atrae desde su primera audición. Para un aficionado a la clásica que dedica bastantes horas a la escucha de sus obras preferidas, supone un respiro encontrar estas nuevas obras, una música refrescante, fácil, agradable, un regalo; como el disco que estamos analizando. Quizá Gottfried Heinrich Stölzel no sea un autor demasiado conocido del Barroco alemán, pero esta música resulta altamente estimulante, una delicia para nuestros oídos.
Nuestro autor nació en 1690 y cursó sus estudios musicales con Melchior Hoffman, en 1713 se trasladó a Italia donde permaneció dieciocho meses familiarizándose con las últimas tendencias musicales y conociendo a diversos músicos entre los que cabe citar a Vivaldi, Scarlati o Bononcini. Finalmente se establece en Gotha donde escribe la mayoría de sus composiciones, desde cantatas y suites a oratorios y óperas. Gozó en vida de una gran reputación, aunque gran parte de su obra se perdió tras su muerte en 1749.
En grabaciones anteriores se ha demostrado la valía de Stölzel como compositor de música sacra, con este nuevo disco de CPO comprobaremos su fama como compositor de música de cámara. Sus cuadros de Dresde y Bruselas para violín, oboe, trompa, fagot y bajo continuo están muy influidos por la tradición concertante italiana, concediendo a cada instrumento la oportunidad de destacar como solista. El título del disco se refiere a la interpretación de ocho de estas piezas en Dresde, al tiempo que la novena se conserva en la biblioteca del Conservatorio Real de Bruselas.
Fundado por Alessandro Piqué (oboe), el grupo Epoca Barocca está especializado en música de cámara Barroca, a partir de instrumentos de época. En este caso la interpretación es brillante, a destacar la claridad del oboe y la preponderancia otorgada a la trompa de Thomas Müller. No de menor importancia es la aportación del violín de Schoneweg, el fagot de Scholz y el clave de Beringer, contando este último con algunos momentos en solitario. La música fluye con un ritmo ágil que nos invita a continuar escuchando, una música agradable con algunos momentos de intensidad que demuestra la pasión de tan excelsos maestros. A destacar la delicada textura que consiguen extraer de sus instrumentos nuestros intérpretes.
No puedo terminar sin referirme a la impresionante labor de recuperación que está llevando a cabo el sello alemán CPO, sin su inestimable colaboración muchas de estas músicas permanecerían en el olvido. Mis felicitaciones al equipo técnico por esta excelente grabación que destaca por su claridad e exquisitez, en definitiva, un disco que ha resultado ser una sorpresa.
Calidad Artística: 8’5
Calidad de Sonido: 8’5
