Espíritu “british” atemporal con garra dinámica al gusto de la nueva “Hi-Res”
El protagonista de las líneas que siguen es un producto un tanto especial por varios motivos, siendo el primero de ellos su condición de representante del “sonido inglés” más genuino. Y digo “inglés” porque cuando la Alta Fidelidad empezó a consolidarse como una de las opciones de ocio tecnológico más rompedoras de la historia muchas de las marcas que contribuyeron a popularizarla nacieron en la zona más rica y culturalmente potente del Reino Unido, es decir Inglaterra. Ahí están nombres como Bowers & Wilkins, KEF, Wharfedale, LEAK o QUAD para corroborarlo, aunque con el paso del tiempo la adición de otros nombres que también pusieron su granito de arena a esa manera de entender la reproducción de la música grabada hizo que el término “inglés” se convirtiera en el más genérico, aunque igual de correcto, “británico”. Los tiempos han cambiado, y con ellos también los gustos de unos aficionados que han crecido rodeados de un montón de tecnologías innovadoras y revolucionarias, algunas de las cuales han conformado la manera en que se graban y reproducen unos contenidos musicales, que, a su vez, también han expandido su campo de actuación con la incorporación de nuevos géneros; en definitiva, de nuevos sonidos. Pues bien: el presente análisis está dedicado a un producto firmado por una de las poquísimas compañías del mercado del audio residencial de alto nivel cuyo “ethos” puede asimilarse sin paliativos al que en su momento hizo posible el advenimiento de ese “sonido inglés” al que acabo de hacer referencia: Graham Audio, alias Graham. El producto en cuestión es un monitor compacto que además presenta una particularidad harto interesante: el hecho de haber sido creado, junto con otros dos, para celebrar el 10º aniversario de tres modelos icónicos de la compañía británica. En concreto, nuestro invitado responde a la denominación LS6 10th Anniversary Special Edition y, en línea con el pensamiento de Paul Graham, fundador de Graham, exhibe una clara inclinación por ofrecer la celebrada y muy respetada “versión académica”, por llamarla de algún modo, del sonido inglés: el denominado “sonido BBC”, fruto del rigor de los exigentes ingenieros de la prestigiosa radiotelevisión pública británica.
Una caja acústica clásica hasta el tuétano afinada para los nuevos tiempos digitales
La primera caja acústica “seria” que tuve fue la KEF Calinda, una asequible columna de dos vías y talla comedida cuyo combinado de transductores, entre ello uno de los reputados -¡hasta Wilson Audio lo utilizó en su momento!- woofers ovalados/elípticos con diafragma plano de la compañía británica funcionando en modo pasivo, la dotaba de un sonido excepcionalmente ágil, cálido y rico. Les hablo de hace unos 45 años, léase un montón de tiempo, pero puedo asegurarles que entre el recuerdo del producto en cuestión -que me acompañó durante casi una década- y los numerosos sistemas de altavoces del mismo origen que tuve la ocasión de escuchar antes y después en distintas ediciones del salón Sonimag y tiendas especializadas de Barcelona, la idea de “sonido inglés” quedó firmemente anclada en mi cerebro. Tanto que ahora mismo ese sonido dulce y relajado no es nada común debido a las imposiciones del audio digital en materia de dinámica, lo que por otro lado tiene su lógica. Aun así, hay elementos identitarios del diseño de sistemas de altavoces británico que continúan siendo utilizados tanto en los transductores como en los recintos y en los filtros divisores de frecuencias. Elementos, que, en definitiva, son los responsables de que la “firma” sonora a que me acabo de referir no haya pasado a mejor vida fagocitada por un tipo de presentación sonora que podríamos llamar perfectamente “más americana”.
Pero ya se sabe que el High End está lleno de “frikis”, inconformistas, “versos sueltos” y compañía que defienden a capa y espada su manera de ver las cosas, en este caso la reproducción del sonido en el hogar, hasta el punto de que seguir los caminos trillados se la trae al pairo sin que ello implique que no dominan la ciencia y la tecnología que hay detrás. Uno de esos inconformistas fue Paul Graham, que después de trabajar más de 20 años trabajando en todas las áreas del sonido doméstico y profesional, radiodifusión y grabación incluidas, decidió crear unas cajas acústicas que reflejaran su personal visión de cómo debe ser la restitución de la música. Y así llegamos a una empresa de propiedad familiar situada en Newton Abbot, una pequeña ciudad del condado de Devon, en el suroeste de Inglaterra, donde se diseñan y construyen cajas acústicas a la manera tradicional, es decir aplicando artesanía de la vieja escuela. Todas las veces que he visto modelos de Graham -casi siempre sólo en exposición- en el certamen High End de Múnich he pensado de inmediato que estaba ante auténticos representantes de un sonido que ya se ha perdido. Pues, afortunadamente, no, como muy bien se desprende de estas líneas que he seleccionado para ustedes en el sitio web de la marca: “Nos apasiona el sonido de alta calidad y creemos que los diseños clásicos de la BBC en cajas acústicas ofrecen unos niveles de neutralidad, transparencia y realismo difíciles de encontrar hoy en día. Gracias al uso de componentes y técnicas de fabricación modernas, hemos sido capaces de maximizar las prestaciones manteniéndonos fieles a de los diseños originales.”
LS6: el modelo más marcadamente “Graham” de los “10th Anniversary”
No es la primera vez que he visto una Graham en nuestro país, pero sí la primera que me han propuesto realizar un banco de pruebas de un modelo de la marca, en este caso el intermedio, amén del único “no BBC”, de una edición especial -sólo se han fabricado 100 parejas de cada uno- destinada a celebrar el 10º cumpleaños de tres referencias consolidades, amén de muy populares, de la firma británica: el monitor compacto LS6. Los otros dos, también monitores compactos, son el celebérrimo LS3/5A y el menos conocido pero muy respetado y más opulento LS5/9, ambos inspirados en diseños establecidos en su momento por la antes mencionada BBC. Del primero les recordaré que trabaja en suspensión acústica y su precio de venta al público recomendado es de 3.300 euros por pareja, mientras que el segundo utiliza carga bass-reflex y su precio de venta al público recomendado es de 6.900 euros por pareja.
Como se desprende de las fotografías -la de “familia” permite hacerse una idea de lo que nos puede ofrecer cada uno de los modelos mencionados- que acompañan el presente análisis, la LS6 10th Anniversary Special Edition, protagonista de nuestro análisis y fruto del reconocido talento de Derek Hughes, es un innegable representante de esa operativa mental que hizo posible el “sonido inglés”. Versión profundamente renovada de la Chartwell LS6, combina un recinto paralelepipédico construido con paneles muy delgados, altavoces hechos a medida -por Volt Loudspeakers- y a mano, terminales de conexión sólo un par, como marca la tradición- de alta calidad firmados por la alemana WBT, cableado interno van den Hul y un filtro divisor de frecuencias ejecutado con componentes de grado audiófilo. El recinto está amortiguado internamente y terminado en chapas de madera de Eucalipto, a excepción del panel frontal, pintado en negro y dotado de una rigidez extrema que reduce de manera drástica la transmisión de vibraciones procedentes de los altavoces. En lo que respecta al puerto bass-reflex, está situado en el panel frontal y es de tipo rectangular con el fin de generar un flujo de aire laminar. En lo que respecta a los transductores, tenemos un “midwoofer” con cono de polipropileno y suspensión periférica de goma de 165 mm de diámetro y un tweeter de cúpula blanda de 19 mm protegido por una malla metálica y acompañado por un pequeño conmutador que permite aumentar o reducir su salida en 1 dB. En cuanto al filtro divisor de frecuencias, Graham se limita a decir que en el mismo se usan condensadores de polipropileno y resistencias con encapsulado metálico, lo que equivale a no decir nada -o casi- aunque lo entiendo perfectamente porque a menudo es en el “afinado” de la circuitería en cuestión donde se determina la personalidad, el alma, de una caja acústica sea del tipo y del precio que sea.
Un sonido francamente precioso con un grave y una dinámica sorprendentes
Nada como tener delante un determinado producto para vislumbrar qué es lo que de verdad nos puede ofrecer. Se nota de inmediato que la LS6 10th Anniversary Special Edition es artesanía fina en estado puro; no en vano cada caja es ensamblada, medida y escuchada por la misma persona, con una segunda persona que repite las medidas, todo ello, por supuesto, buscando la plena satisfacción de las especificaciones propias de un patrón de referencia. Y, en su condición de producto de edición -muy- limitada, la Graham se suministra de serie con el preceptivo certificado de autenticidad.
Escuché nuestras invitadas -montadas sobre unos prácticos soportes de suelo- en una de las salas del prestigioso y veteranísimo establecimiento especializado barcelonés Werner utilizando como fuente el conjunto formato por el servidor de música Aurender N20 y el procesador digital de audio Audio Analogue ADAC, a los que se sumó el impresionante amplificador integrado estereofónico Audio Analogue Maestro Anniversary RR. En cuanto al cableado, Wireworld -Serie Horus en cajas e intermodulación y Serie Evolution en digital- en su totalidad.
Conducida por Xavi Casellas, “alma mater” de Werner, la escucha estuvo protagonizada por una “playlist” de lo más ecléctica, aunque con claras preferencias por las percusiones, confeccionada por uno de sus compañeros. Ahí van unos cuantos autores, para que no se diga: Angus & Julia Stone, Lars Danielsson, David Gilmour, Steve Smith, Jack Dejohnette, Wolfgang Haffner, Jean-Michel Jarre, Stone Temple Pilots, Nick Cave and The Bad Seeds y Alan Gilbert, todo ello rematado por piezas -interpretadas por orquestales potentes- elegidas de Beethoven y Mahler.
Pese a la audacia -en algunos casos casi rozando en la temeridad- de los temas musicales elegidos, debo reconocer que las LS6 10th Anniversary Special Edition me dejaron muy buen sabor de boca al preservar en todo momento esa tímbrica elegante y relajada de, por ejemplo, las Bowers & Wilkins y las KEF “de antes” sin hacer ascos a una “caña” muy bien resuelta, que demostró ser fundamental para que el grueso de los temas elegidos se reprodujera con la debida prestancia. Me impresionó la incisividad de los graves y, justo es reconocerlo, su profundidad, siendo el resultado una curva de respuesta en frecuencia subjetiva más que loable. Piensen al respecto en las dimensiones de la sala de escucha, en principio apropiadas para cualquier modelo de la propia Graham superior al evaluado. En este sentido, también me sedujo la escena sonora creada, sobre todo en amplitud, mientras que las voces y la resolución de la zona superior del espectro estaban en su justo punto.
Para finalizar
Es la Graham LS6 10th Anniversary Special Edition una caja acústica honestísima que, desde luego, recomendaría a cualquier melómano al que le guste de todo… sí, de todo, algo que no me habría atrevido a decir con una caja acústica “british” como las que he descrito al principio del presente artículo. Cierto que su comedida sensibilidad -que, por cierto, es otra de las características del “sonido inglés” primigenio- obliga a “alimentarle bien”, siendo la justa contrapartida unos niveles de distorsión extremadamente bajos y por lo tanto una precisión tonal que se mantiene a medida que aumenta el nivel de volumen. En definitiva, un monitor “clásico-moderno” pensado para gustar eternamente que además aporta el “plus” emocional de lo verdaderamente exclusivo.
Ficha Técnica
- Configuración: monitor de estantería bass-reflex con 2 vías/2 altavoces.
- Altavoces: 1 “midwoofer” de 165 mm de diámetro y 1 tweeter de cúpula blanda de 19 mm.
- Respuesta en frecuencia: 45-20.000 Hz, +/-2 dB.
- Sensibilidad: 87 dB/W/m.
- Impedancia nominal: 8 ohmios.
- Potencia del amplificador asociado: 50-150 W RMS.
- Nivel de presión sonora máximo: 100 dB a 2 m (las dos cajas).
- Dimensiones (recinto solo, sin conectores): 240x430x260 mm (An x Al x P).
- Peso: 9’5 kg.
- Precio de venta al público recomendado: 4.000 euros por pareja.
- Importador: www.werner-musica.com