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Amplificador integrado estereofónico con streamer incorporado Hegel H400: el número dos que también es un número uno

El producto que protagoniza el presente banco de pruebas es una inapelable demostración de que cuando en audio -de hecho, en todo- se respeta escrupulosamente una filosofía de la que se está verdaderamente convencido un producto más asequible no tiene por qué ser necesariamente inferior en calidad -en este caso hablamos de calidad sonora, léase musicalidad- a sus hermanos mayores. Evidentemente, esto implica exhibir coherencia en todos y cada uno de los detalles que hacen posible la perfecta materialización de dicha filosofía, y en el caso del especialista noruego en High End estereofónico Hegel no hay ninguna duda de que así es. Sustituto del celebrado H390 y hermano pequeño del imponente H600, el H400 es un amplificador integrado con streamer incorporado que pasa a ocupar el segundo lugar en la jerarquía de electrónicas integradas de la compañía escandinava. Y lo hace con una elegancia que hemos visto en muy pocas marcas porque tanto en diseño como en fabricación, tecnología, flexibilidad y precio el recién llegado habla de tú a tú a su “superior”. Sucede sencillamente que la potencia disponible es más comedida, aunque, en línea con lo habitual en Hegel, abundante para que ninguna caja acústica se quede corta a la hora de satisfacer las demandas propias de la agilidad dinámica y los cada vez más poderosos graves que de un tiempo a esta parte caracterizan a las grabaciones digitales. En estas coordenadas, el H400 no sólo suena fantásticamente en lo cualitativo sino también en lo cuantitativo, aunque, como sugiere la sensible diferencia de precio con respecto a su hermano mayor, con un nivel de “brutalidad” más “recatado”. 

H400: la coherencia llevada hasta el límite

No, no he “copiado y pegado”: resulta que nuestro invitado también ha obtenido, justo un año después, el mismo reconocimiento que su hermano mayor, el imponente -y analizado exhaustivamente por Hifilive el pasado mes de mayo, H600, por parte de la veterana e influyente organización de publicaciones especializadas (tanto en papel como en web) en tecnología EISA, siglas de, se lo recuerdo de nuevo, “Expert Imaging and Sound Association”. Hablamos del galardón al “Mejor Amplificador High End con Streaming de 2024-2025”, valorado por los miembros del jurado que lo concedieron con estas palabras: “Este bellamente ejecutado amplificador se inspira en el anterior modelo H390 de la propia Hegel, introduciendo mejoras en su plataforma de streaming, su sección DAC y sus etapas de preamplificación, así como una app de control, para convertirse en una electrónica de innegable atractivo. Tal como cabe esperar de la marca noruega, la potencia de salida del H400 se revela prodigiosa, lo que lo convierte en un consumado amplificador capaz de atacar con autoridad incluso las cajas acústicas más “hambrientas” mientras que su firma sonora natural y transparente hace que la música favorita del usuario vuelva a la vida con una facilidad extrema. Ningún género está fuera de sus posibilidades, y con opciones de streaming entre las que figuran TIDAL Connect, Google Cast, UPnP y radio/podcasts de airable (más la dotación de entradas para conexión por cable) al usuario no le resultará difícil encontrar algo que reproducir.

Este galardón tiene sentido porque, claro, si el H600 impresionó tanto a los miembros de EISA pese a los 11.495 euros que hay que pagar para conseguirlo, es evidente que una máquina que es prácticamente un “clon” del mismo, pero cuesta casi 5.000 euros menos tenía todos los números para obtener el mismo reconocimiento. Y es que el H400 no sólo es visualmente idéntico a su hermano mayor, sino que a nivel de concepción y tecnología se beneficia de las mismas singularidades, singularidades que han convertido a Hegel en uno de los nombres en auge dentro del reñido mercado del audio High End. Un espíritu que queda reflejado en las palabras con las que Bent Holter, fundador de la firma noruega, condensa sus pensamientos sobre el protagonista del presente análisis en la introducción del manual del usuario del mismo: “Con el H400, hemos creado un amplificador que constituye un auténtico testamento a nuestro objetivo de fabricar productos de alta calidad que ofrecen una elevada relación calidad/precio. Y esto es así porque el H400 no sólo es un amplificador analógico verdaderamente bueno. También incluye un DAC del máximo nivel y una sección de streaming muy capaz. Con una potencia de 250 vatios por canal, un factor de amortiguamiento de 4.000 y un montón de detalles y dinámica, esta máquina de hacer música “todo en uno” le hará querer pisar fuerte. Por lo tanto, conéctelo a un par de buenas cajas acústicas y disfrute.

Es el H400 una electrónica decididamente “musculada” pese al elegante minimalismo de su panel frontal. Una máquina, en definitiva, que se concentra en lo que tiene que concentrarse y que, por su precio, tiene ahora mismo muy pocos competidores.

Si echan un vistazo al apartado de la página web de Hegel dedicado al H400 (https://www.hegel.com/en/products/integrated/h400) y lo comparan -siento insistir tanto en ello, pero es que es un aspecto fundamental- con el de su homólogo del H600 (https://www.hegel.com/en/products/integrated/h600) se darán cuenta que las características “genéricas” de ambos aparatos son virtualmente idénticas: Dual Mono, SoundEngine 2, Bit-Perfect DAC, Control App, Internet Radio, Podcasts, Spotify Connect, Apple AirPlay, TIDAL Connect, Google Cast y Roon Ready, siendo la única diferencia la potencia de salida. ¿Qué destacar, pues? En mi opinión, como mínimo la idea de base, que por otro lado subyace en todas las creaciones de Hegel Music Systems -este es el nombre “oficial” de la marca- y que no es otra que utilizar tecnología punta en todos y cada uno de los elementos que constituyen sus productos. Un poco como el “Concepto de Diseño Equilibrado” de Rotel pero más “pijo” ya que la marca escandinava pone más énfasis en los refinamientos incorporados a la arquitectura de sus productos que a un determinado componente del mismo, como es el caso de los transformadores toroidales en la veterana firma nipona.

No en vano el fundador de Hegel inició su particular viaje en el ámbito profesional con una tesis relacionada con el diseño original de los transistores empleados en amplificadores a fin de “curar” los problemas de los sistemas de Alta Fidelidad tradicionales. Desde el primer momento nuestro amigo tuvo muy claro que el enemigo a batir era la distorsión, no aceptando de ninguna manera el hecho de que cuando suministramos una señal simple a un amplificador la salida reproduce esa señal más algo más; la distorsión producida por la electrónica. El “problema” es que, por regla general, luchar contra la distorsión implica perjudicar otros parámetros, entre ellos el factor de amortiguamiento, esencial a la hora de “amarrar” bien los altavoces, en especial los de graves, de las cajas acústicas. Solucionar este rompecabezas implicó mucha imaginación, en cierto modo salirse de los caminos trillados, siendo el resultado la SoundEngine Technology, sin ninguna duda una de las características que permiten a Hegel marcar la diferencia con la mayoría de sus competidores. Mejorado en el H400 -y, previamente, en el H600- en la forma del “SoundEngine2”, la esencia del SoundEngine es un sistema de cancelación de errores local que previene la distorsión en las etapas de amplificación de audio, preservando de este modo los detalles y la gama dinámica de la señal original. Para ello, se combinan las ventajas de los modos de funcionamiento en Clase AB y Clase A sin sus respectivos puntos débiles. Tal y como comenté en mi análisis del H600, pocos detalles da Hegel sobre las particularidades técnicas de su reputado esquema, pero la idea es cancelar la distorsión de cruce inherente a los diseños en Clase AB partiendo del hecho de que el oído humano es muy sensible a las componentes de distorsión de frecuencias altas existentes en la señal musical. Lo que sí especifica la firma escandinava es que en la “SoundEngine” no se utiliza ningún tipo de realimentación negativa global y sí una tecnología de “anticipación” local y adaptativa que actúa en el caso de que en un momento dado se necesite cancelar distorsión presente en la señal de audio, es decir un esquema “inteligente” y no “a piñón fijo” precisamente afectar lo menos posible dicha señal.

En lo que respecta a la sección digital, puede decirse si reservas que está a la altura de su homóloga analógica, destacando, en la “subsección” DAC, una concepción “Bit Perfect” sin ningún tipo de remuestreo ni sobremuestreo complementada por una fuente de alimentación dedicada -muy generosa, en línea con la filosofía de Hegel- y el efectivo blindaje del conjunto para garantizar la ausencia de interferencias procedentes de otros componentes y circuitos. Volviendo a la circuitería analógica, hay que destacar la configuración doble monofónica de la misma y la presencia sistemática de componentes discretos de alta calidad. ¿Fallos? Bueno, en mi opinión sólo el hecho de que la especificación de la potencia de salida es poco “seria”, porque dar, para una máquina tan bien parida, dicha especificación a una sola frecuencia -1 kHz- y con una distorsión armónica total del 1% tiene delito. También habría que señalar la no compatibilidad de la sección DAC con señales DSD nativas en vez de vía DoP, algo que en principio debería poder solucionarse sin demasiadas complicaciones.

El sonido: para mi gusto, “espiritualmente” idéntico al del H600

Escuché el H400 en el mismo espacio que su hermano mayor, es decir el espléndido  “loft” del establecimiento especializado barcelonés Werner, aprovechando la preparación de unas audiciones para la tarde del mismo día. Al igual que en la prueba del H600, reseñaré únicamente los componentes directamente implicados en la misma, aunque en este caso tuve la suerte de evaluar el Hegel en compañía de tres cajas acústicas pertenecientes a categorías muy diferentes: giradiscos Acoustic Solid 311 Metall, preamplificador de fono Lehmannaudio Decade Jubilee, reproductor de música en red Cambridge Audio Edge NQ Hegel Viking, cajas acústicas Graham Audio LS5/8, KEF R7 Meta y KEF Q Concerto Meta, todo ello cableado con Dyrholm Audio (cajas acústicas, interconexión y red) y AudioQuest (cajas acústicas). 

Estuvimos -con Xavi Casellas, actual “alma mater” de Werner ejerciendo de maestro de ceremonias- una buena hora disfrutando con piezas musicales varias y además, haciéndolo de tal modo que quedaran patentes las cualidades del H400 en parámetros como la capacidad dinámica y el mantenimiento del perfecto equilibrio de la curva tonal subjetiva. Ya saben que no me gusta describir percepciones con un montón de temas musicales que a la postre no aportan nada como consecuencia a la subjetividad intrínseca al audio High End, optando, en consecuencia, por aquellos que considero que marcan la diferencias “o sí o sí”, léase pueden ayudar a quienes lean un análisis como el presente a formarse su propio juicio de valor sobre el producto que lo protagoniza. Dicho esto, hubo un tema que desconocía por completo y que me pareció absolutamente sensacional para valorar el Hegel -y sus tres “acompañantes”, claro- en el ámbito de la precisión tonal: la versión de la Sonata para Piano Nº8 de Beethoven interpretada por la compositora y pianista japonesa de jazz Hiromi en su álbum Voice. Una verdadera gozada de la que yo retendría una tímbrica irreprochable en la ejecución de cada instrumento y una calidez global que recuerda al de los mejores clubs de jazz. 

En las dos KEF eché un poco en falta de resolución en la zona alta del espectro, aunque sólo con determinados temas, mientras que las zonas media y baja me parecieron irreprochables. El control exhibido por el H400 era, al igual que el del H600, espectacular, y lo mismo habría que decir de los graves cuando el nivel de volumen empezaba a “calentarse”… no hay ninguna duda que el impresionante -4.000- factor de amortiguamiento del Hegel está ahí por algo. El otro tema musical clave, en algunos aspectos -precisión tonal, pegada y extensión de la respuesta en graves, discriminación de las voces- definitivo, de mi sesión “hegeliana”, la demencial Messa Solaris del productor y compositor francés de música electrónica Saycet sirvió para constatar de manera inapelable la formidable capacidad dinámica de nuestro invitado, el aguante casi estoico -aunque con las previsibles limitaciones en a octava inferior- de las KEF y la casi perfección de la respuesta en graves de las Graham. En los tres casos, la presentación espacial fue de gran nivel -el transductor coaxial de las KEF ayuda mucho al respecto- y, lo más importante, en los coros de la citada Messa Solaris la “firma” tonal en su conjunto y la separación entre los distintos registros vocales de los mismos me parecieron -incluso en la compacta KEF Q Concerto Meta- exquisitos.

Para finalizar

Excelente, máquina el H400, sí señor, hasta el punto de que la considero capaz de satisfacer por completo a quien se enamore del H600 pero la diferencia de precio se lo ponga imposible. Creo sinceramente que con esto ya está todo dicho.

Ficha Técnica

  • Configuración: amplificador integrado estereofónico con streamer incorporado
  • Potencia de salida: 2×250 W RMS sobre 8 ohmios y a 1 kHz
  • Respuesta en frecuencia: 5-180.000 Hz
  • Relación señal/ruido: mayor que 100 dB
  • Diafonía: inferior a -100 dB
  • Factor de amortiguamiento: mayor que 4.000
  • Entradas analógicas: 1 balanceada con conectores XLR y 2 no balanceadas con conectores RCA
  • Salidas analógicas: 1 no balanceada de nivel fijo y 1 no balanceada de nivel variable
  • Entradas digitales: 1 coaxial con conector BNC, 1 coaxial con conector RCA, 3 ópticas TosLink, 1 USB y 1 para conexión a redes
  • Salidas digitales: 1 coaxial con conector BNC
  • Compatibilidad de archivo máxima soportada por las entradas digitales: PCM hasta 32 bits/384 kHz, DSD hasta DSD256 (vía DoP) y MQA 8x (frecuencia de muestreo de 352’8 kHz/384 kHz)
  • Formatos de archivo de audio soportados: MP3, WAV, FLAC, ALAC, AIFF, DSF, DFF, AAC, PCM, MQA y OGG Orbis
  • Dimensiones: 430x150x440 mm (An x Al x P)
  • Peso: 20 kg 
  • Precio de venta al público recomendado: 6.995 euros
  • Importador: www.gedelson.es 

 

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