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Amplificador integrado estereofónico con streamer Hegel H600: una formidable máquina de hacer música

Una electrónica imponente por su presencia, por la opulencia de su arquitectura interna, por su versatilidad, por su calidad de fabricación y por el realismo de un sonido en el que la mejor y más honesta calidez analógica complementa magistralmente una funcionalidad digital muy bien pensada en lo conceptual y generosa en lo formal. Estas palabras definen con precisión al protagonista del presente banco de pruebas, de nombre H600 y firmado por la noruega Hegel Music Systems, que en 2023 celebró el 25º aniversario de su fundación. Hablamos de un producto con alma inequívocamente High End cuya condición de nuevo buque insignia de los amplificadores integrados de la marca escandinava le sitúa en la élite de las realizaciones de su clase disponibles en el mercado mundial. Una condición que ha sido posible gracias a la puesta al día de su predecesor, el respetado y ya veterano H590, con algunas de las lecciones aprendidas durante el desarrollo de modelos tan elitistas como la espectacular etapa de potencia estereofónica H30A, sumándose a las mismas un reproductor de música en red de última generación. El resultado es un producto definido por sus creadores como “Un centro de distribución para la música digital favorita del usuario, un hogar para todas sus fuentes conectadas, con un sonido adecuado incluso para mansiones. El H600 es una central eléctrica.” Una reflexión compartida sin ninguna duda con los miembros del jurado de la prestigiosa organización de publicaciones especializadas mundial EISA (“Expert Imaging and Sound Association”) cuando eligieron al Hegel “Mejor Amplificador High End con Streaming de 2023-2024.”

Por encima de todo, la reconfortante honestidad escandinava

De un tiempo a esta parte, no pocos los nombres consagrados del audio High End están celebrando efemérides importantes relacionadas con su trayectoria empresarial. Hablamos de los 60 años de KEF en 2021, los 75 de Klipsch también en 2021, los 45 de Dynaudio en 2022 o los 50 de Wilson Audio y los 75 de McIntosh en el presente 2024, sin olvidar que en 2026 Bowers & Wilkins cumplirá también 60 “primaveras”. Lo que acabo de decir viene a cuenta de que la marca que rubrica el producto que protagoniza el presente banco de pruebas, Hegel, es relativamente joven en el universo del audio de excepción. Joven, pero con unas ideas muy claras en lo que a filosofía de producto se refiere, tanto que la han hecho merecedora de un respeto unánime tanto entre sus competidores como entre los usuarios finales y la crítica especializada. En lo que a mi experiencia personal con la firma escandinava se refiere, se remonta básicamente a la presencia de sus productos en certámenes internacionales de relieve -en especial el influyente Munich High End- y, sobre todo, a la época en la que formé parte de la antes mencionada EISA, una organización con la que Hegel mantiene una bien merecida “historia de amor” como consecuencia de la honestidad que preside la concepción y ejecución de cada uno de sus productos. En este sentido, me permito la licencia de afirmar sin la más mínima reserva que Hegel bien podría decir sobre sí misma exactamente lo mismo que la antes mencionada Dynaudio en sus primeros catálogos “Los daneses no mienten”, ergo “Los noruegos no mienten”.

Es precisamente esta franqueza a la que me acabo de referir, corroborada por otro lado por conocedores de las interioridades de Hegel, en especial las relacionadas con la calidad de su equipo humano, una de las claves del éxito de la compañía. Al fin y al cabo, un amplificador integrado estereofónico con streamer incorporado no es precisamente la revolución en los tiempos que corren, pero si ese mismo producto se crea, desarrolla y construye en el contexto de una filosofía muy concreta que además sabe marcar diferencias el resultado final sobresale del resto. Dicho esto, no entra en los objetivos del presente artículo glosar la historia de una marca cuyos intereses se concentran al cien por cien en la estereofonía y cuyo sitio web -www.hegel.com- es harto ilustrativo al respecto. No obstante, hay un apartado en el que vale la pena entretenerse un poco por aquello de situar el texto en su contexto: el dedicado a tecnología, muy bien pensado y en el que se habla desde temas “metafísicos” al gusto de muchos entusiastas del audio High End como “Sonido Orgánico” hasta otros más bien “físicos” como “SoundEngine”, “DualAmp”, “Dual Power”, “LineDriver”, “MasterClock”, “SynchroDAC”, “USB” y “OptimizedClock”. Algunos de estos nombres son interpretaciones de conceptos y tecnologías en cierto modo consolidades en el ecosistema del sonido de excepción, pero otros, en especial los tres primeros, son en buena parte responsables de la fusión de refinamiento y empuje que caracteriza a los amplificadores puestos a punto por Hegel, de los que nuestro invitado es ahora mismo la expresión suprema en lo que a diseños integrados se refiere.

Como era de prever, llenar de sonido con mayúsculas un espacio de dimensiones ya respetables como es el “loft” de la Barcelonesa Werner no comportó el más mínimo problema para el H600, uno de los pocos amplificadores integrados que realmente “pueden con todo” -y con elegancia, claro- actualmente disponible sen el mercado mundial.

“Hegel Launches Powerhouse”

Un título contundente seguido de una “explicación” igualmente contundente para dar a conocer una electrónica contundente: “Conozca el H600, nuestro nuevo amplificador integrado de referencia”. Así presentó Hegel un producto que obtuvo, como apuntaba al principio, el Premio EISA al “Mejor Amplificador High End con Streaming de 2023-2024”, cuyo jurado lo valoró en los siguientes términos: “Beneficiándose de una etapa digital mejorada construida en torno a un nuevo “chip” de conversión D/A y de una nueva tarjeta de conectividad a redes, el H600 es un digno sucesor del espectacular amplificador con streamer H590. La tecnología de cancelación de errores SoundEngine 2 de Hegel está a mano para ofrecer un sonido con detalles y control en abundancia, ayudado por una etapa de preamplificación exhaustivamente rediseñada que garantiza unas prestaciones orgánicas, honestas y convincentes. Todos los tipos de cajas acústicas son bienvenidos gracias a la monumental potencia de salida de 2×303 W del H600. La conectividad, muy generosa, incluye, además del puerto LAN, entradas digitales USB-B (32 bits/384 kHz; DSD256), ópticas (3) y coaxiales (2). Muy agradable a la vista y fácil de usar, este integrado de referencia es un auténtico “tour de force”.”

No hace falta ser un agudo/veterano especialista en High End para darse cuenta de que el H600 es un “pepino” importante, en especial cuando se accede a su interior ya que por fuera es un dechado de minimalismo de la mejor escuela escandinava cuya elegante discreción no le impide definir una personalidad propia. Si se lee con la debida calma la información suministrada por Hegel, es fácil identificar elementos “estándar” de la “audiofilia” como el hecho de que el diseño del aparato ha sido realizado en su totalidad -desde el chasis, de nueva factura, hasta los circuitos y subsistemas más complejos- por los ingenieros de la marca y que en su ejecución se han utilizado los mejores componentes disponibles en el mercado. Pero, como apuntaba anteriormente, hay elementos “genuinamente Hegel” que merecen atención aparte. Antes de ponerme con ellos, lo que sí les puedo decir es que el H600 es una perfecta representación de la idea de amplificador integrado sin compromiso y por tanto de preamplificador y etapa de potencia que comparten chasis. De hecho, por 11.495 euros nadie se plantea hacer ahorros con la compra de un diseño integrado, lo que significa que los potenciales compradores del Hegel serán entusiastas del sonido absoluto que buscan simple y llanamente minimizar las complicaciones formales inherentes a un conjunto previo/etapa, con el añadido, en este caso, de un reproductor de música en red, sin renunciar lo más mínimo a unas prestaciones sonoras de referencia. 

Pese a cierto desorden en el cableado, la contemplación del interior del H600 deja alto y claro que es una electrónica diseñada y ejecutada sin compromiso tanto en lo cualitativo como en lo cualitativo.

Dicho lo anterior, lo primero que llama la atención del protagonista del presente análisis es la contundencia de sus cifras como amplificador, en especial la combinación de una salida de 303 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios con factor de amortiguamiento superior a 4.000 y una capacidad de entrega de corriente que le permite atacar cómodamente incluso cajas acústicas de 2 ohmios de impedancia. En definitiva: un “pepinazo”, o como les gusta decir a los anglosajones, “una central eléctrica”. Evidentemente, la arquitectura circuital empleada es doble monofónica y en la sección de preamplificación figuran componentes tan elaborados como el atenuador de volumen empleado en el actual preamplificador de referencia de Hegel, el P30A. En lo que respecta a la sección digital, está claro que no es un “plus” incorporado por motivos de marketing sino que está a la altura de su homóloga analógica, destacando, en la “subsección” DAC, una concepción “bit perfect” -protagonizada por uno de los reputados ES9038Q2M de la estadounidense ESS Technology- sin ningún tipo de remuestreo ni sobremuestreo complementada por una generosa fuente de alimentación dedicada y el blindaje del conjunto por una placa de acero de gran grosor que garantiza la ausencia de interferencias procedentes de otros componentes y circuitos. 

Excelente la construcción mecánica, con mención especial para los pies que sustentan el conjunto. En lo que respecta al panel posterior, algunos echarán de menos la presencia de un juego adicional de terminales de conexión a cajas para facilitar el bicableado.

Termino ya mi reseña del “superintegrado” de Hegel con la detallada explicación que la marca noruega da sobre el funcionamiento de su exclusiva tecnología “SoundEngine”, sin duda uno de los elementos diferenciadores más relevantes del aparato. Una explicación que parte algo tan conocido como es el hecho de que cuando una historia es contada de una persona a otra, los detalles cambian, añadiéndose algunos y perdiéndose otros y por lo tanto llegándose a un punto en el que dicha historia ha cambiado. La reflexión que hace la compañía escandinava es que lo mismo sucede cuando la señal musical atraviesa las distintas etapas de un amplificador, lo que significa que cuando finalmente dicha señal llega a las cajas acústicas es diferente de la suministrada por la fuente. Es ahí donde entra en juego la “SoundEngine”, mejorada en el H600 en la forma de la “SoundEngine2”, y que en esencia es un sistema de cancelación de errores local que previene la distorsión en las etapas de amplificación de audio, preservando de este modo los detalles y la gama dinámica de la señal original. Para ello, se combinan las ventajas de los modos de funcionamiento en Clase AB y Clase A sin sus respectivos puntos débiles. Lógicamente, pocos detalles da Hegel al respecto, pero la idea de base es cancelar la distorsión de cruce de los diseños en Clase AB partiendo del hecho de que el oído humano es muy sensible a las componentes de distorsión de frecuencias altas existentes en la señal musical. Lo que sí especifica la firma noriega es que en la “SoundEngine” no se utiliza ningún tipo de realimentación negativa global y sí una tecnología de “anticipación” local y adaptativa que actúa en el caso de que en un momento dado se necesite cancelar distorsión presente en la señal de audio.

El sonido: precisión tonal y empuje perfectamente dosificados

La escucha del H600 tuvo lugar en el siempre seductor “loft” del establecimiento especializado barcelonés Werner, sin ninguna duda uno de mis espacios favoritos de la geografía patria para poner a prueba componentes de audio de altos vuelos. En lo que respecta al equipo asociado, reseñaré únicamente los componentes directamente implicados en la prueba: giradiscos Acoustic Solid Wood Round con brazo SME M2-9R y cápsula Koetsu Black, preamplificador de fono Pathos In the Groove, reproductor de discos compactos Hegel Viking, cajas acústicas KEF R7 Meta y filtro de red JMF Audio, todo ello cableado con modelos de la serie Draco de la danesa Dyrholm Audio.

Entrando ya en materia, les diré que en lo que la selección de música se refiere me dejé llevar por el buen -y ampliamente reconocido- buen criterio de Xavi Casellas, actual “alma mater” de la veteranísima tienda barcelonesa y buen conocedor de un amplio espectro de géneros musicales. De ahí la escucha de grabaciones -tanto en vinilo como en CD y en streaming- tan variadas como la ópera Lohengrin de Wagner, el icónico -aunque por desgracia no en vinilo- “Blues de la Frontera” de Pata Negra, el “Standard Time Vol. III” del Wynton Marsalis Trio o el siempre imponente -y efectivo- “The Wall” de Pink Floyd, por citar algunos de los títulos que pedí, a los que Xavi añadió algunos de su propia cosecha. En estas coordenadas, y teniendo siempre en cuanta las preceptivas diferencias debidas a la toma de sonido y el lugar donde se ha realizado la misma, del sonido del H600 hay que decir en primer lugar que es transparente, espacioso y fabulosamente enérgico. Como cabe suponer, es en la reproducción de las octavas inferiores del espectro donde el superintegrado noruego lo da todo en la forma de una profundidad y un control extraordinarios, aunque sin descuidar en ningún momento unos medios y unos agudos impolutos en precisión total.

Durante la escucha de grandes masas orquestales, que para mí es sin duda la verdadera “prueba del algodón” a la hora de evaluar sin complejos un componente de audio, el Hegel exhibe un robusto poder de análisis materializado en la discriminación analítica, quirúrgica en algunos casos, de los distintos instrumentos, que, en paralelo, se mantienen incólumes en el lugar que les corresponde. Al respecto he de reconocer que quedé gratamente sorprendido por la musicalidad extrema de las KEF R7 Meta puesto que, de entrada, hubiera apostado por unas cajas acústicas de mayor “calibre” para evaluar una electrónica como el H600. Por lo demás, les diré que la gestión de nuestro invitado es de lo más “amable”, a la vez que la posibilidad de actualizar su firmware garantiza el perfecto mantenimiento de la inversión realizada para su compra.

Lo mínimo que se puede decir de la columna R7 Meta de la veterana KEF es que su simplicidad formal es del todo engañosa ante la naturalidad y la fuerza de su sonido, cualidades a las que contribuye con una autoridad inestimable la versión más avanzada del icónico transductor coaxial Uni-Q de la veterana firma británica.

Un producto de referencia con los pies en el suelo

Con la salvedad de su no compatibilidad con archivos DSD nativos, que son reproducidos a través de esa ingeniosa “trampa” llamada DoP, el Hegel H600 lo tiene todo para el aficionado exigente que quiere poderío virtualmente ilimitado y flexibilidad con la comodidad inherente al formato compacto. Cierto que no es un producto “democrático”, aunque si se analiza con detalle -las fotos adjuntas son harto elocuentes al respecto- resulta fácil llegar a la conclusión de que por poco menos de 12.000 euros Hegel nos ofrece una etapa de potencia como la copa de un pino, un preamplificador de referencia y un reproductor de música en red de concepción indiscutiblemente audiófila.

Ficha Técnica

  • Configuración: amplificador integrado estereofónico con streamer
  • Potencia de salida: 2×303 W RMS sobre 8 ohmios 
  • Respuesta en frecuencia: 5-100.000 Hz
  • Relación señal/ruido: mayor que 100 dB
  • Diafonía: inferior a -100 dB
  • Factor de amortiguamiento: mayor que 4.000
  • Entradas analógicas: 2 balanceadas con conectores XLR y 2 no balanceadas con conectores RCA
  • Salidas analógicas: 1 no balanceada de nivel fijo y 1 no balanceada de nivel variable
  • Entradas digitales: 1 coaxial con conector BNC, 1 coaxial con conector RCA, 3 óptica TosLink, 1 USB y 1 para conexión a redes
  • Salidas digitales: 1 coaxial con conector BNC
  • Compatibilidad de archivo máxima soportada por las entradas digitales: PCM hasta 32 bits/384 kHz, DSD hasta DSD256 (vía DoP) y MQA 8x (frecuencia de muestreo de 352’8 kHz/384 kHz)
  • Formatos de archivo de audio soportados: MP3, WAV, FLAC, ALAC, AIFF, DSF, DFF, AAC, PCM, MQA y OGG Orbis
  • Dimensiones: 430x171x445 mm (An x Al x P)
  • Peso: 22 kg 
  • Precio de venta al público recomendado: 11.495 euros
  • Importador: www.gedelson.es 

 

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