¿Cómo sonaban pues las Sonus faber Aida tan bien acompañadas?
Sin paliativos tendríamos que otorgarle una nota muy alta, si éstas estuvieran pasando un examen de rendimiento, pero como este no es el caso, y el entorno en el que se situaron no era el más propicio si buscásemos maximizar su funcionaniento, sólo queda asegurar que sonaron de manera francamente buena. No hubo aficionado con el que hablase que saliera descontento del sonido del sistema, e incluso hubo gran cantidad de ellos que terminaron la audición áltamente impresionados.
Por supuesto, también la belleza incontestable que exhiben las segunda de gama de la firma italiana, aumenta su poder de seducción y las convierte dóblemente en objeto de deseo. Pero si hablamos de estética acertada no podemos olvidar la amplificación utilizada. Las etapas Momentum Monoblock que compañaban a las cajas, son un par de amplificadores de potencia monofónicas de la marca estadounidense Dan D’Agostino, que cuando salieron al mercado y antes de escucharlas, ya me sorprendieron por su exclusivo y original diseño. Superada la sorpresa, reconozco que cada vez que las veo me gusta su estética más y más, y junto a su gran rendimiento sonoro, no me importaría incorporarlas sin duda a mi sistema. El rendimiento de estas etapas fue en todo momento satisfactorio, aunque me queda la duda de sí han conseguido llevar al límite a semejantes cajas acústicas.
Para finalizar, debo agradecer a Manu y Sandra Pla y a su equipo de colaboradores, por el esfuerzo realizado y su amabilidad y atención con todos los asistentes.
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