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KEF R11 Meta: High End “del mundo real” maridando clasicismo y vanguardismo

La protagonista del presente banco de pruebas es una estilizada columna que pasa por ser el buque insignia de una gama que en el verano de 2023 fue elegida “Mejor Serie de Cajas Acústicas” por la prestigiosa “Expert Imaging and Sound Association”, más conocida por sus siglas EISA: la Serie R de KEF. Una elección que fue saludada por el pertinente jurado, formada por los directores de publicaciones especializadas en electrónica de consumo -tanto en papel como en web- de todo el mundo, con las siguientes palabras: “Tanto si se utilizan para música como para películas, en todas las cajas acústicas de la serie hay un sonido dinámico, detallado y emocionantemente natural que combina graves extendidos y controlados con unos agudos abiertos y espaciosos.” Una excelente carta de presentación para nuestra invitada, de nombre R11 Meta y, que, como indica su nombre, es la puesta al día, a través de la incorporación de la flamante e interesante, porque se nota que está “muy currada”, “Metamaterial Absorption Technology” (MAT) a una “familia” ya existente. Pero hay un elemento más a considerar: la condición de la “familia” en cuestión de punto intermedio entre las gamas Reference y Q Meta, esta última recientemente presentada con todo lujo de detalles en esta publicación. Una condición que hay que enmarcar en la política seguida por KEF -en línea con lo que hacen otros grandes especialistas en cajas acústicas como Bowers & Wilkins, Focal o Dynaudio- a la hora de trasladar a sus diferentes categorías los desarrollos incorporados por vez primera en sus realizaciones más emblemáticas. De ahí la expresión “High End del mundo real” que encabeza este análisis, que por otro lado es perfectamente aplicable a toda la Serie R, con lo que ello conlleva en términos de precisión tonal y coherencia espacial.

Un producto que concentra lo último de KEF en tecnología

Debo reconocer que soy un “fan” acérrimo de los “White Papers” que algunas marcas-por desagracia, cada vez menos- editan para dar a conocer en profundidad, y por lo tanto con un buen nivel técnico, la ingeniería que hay detrás de sus productos. KEF es una de dichas marcas, y además con nota, porque edita el documento de marras no sólo para ensalzar un modelo particularmente brillante -me viene ahora mismo a la cabeza la fastuosa Muon, que desde su introducción en el mercado hace casi 20 años mantiene, con las preceptivas actualizaciones, su condición de buque insignia indiscutible de la veterana compañía británica- sino también de gamas concretas cuando la “masa crítica” de innovaciones aportadas lo justifica. En el caso de la renovada Serie R, el pertinente “White Paper”, que puede encontrase en https://images.salsify.com/image/upload/s–_1LKGFsv–/new97sn5l4dtqcjadqeo.pdf, es de lo más interesante, por completo y detallado, recomendando un servidor de ustedes su lectura a quienes quieran conocer a fondo las particularidades de nuestra invitada. Y quienes prefieran la comodidad, aunque con el peaje de una menos profundidad, del vídeo, harán bien en echar un vistazo a https://youtu.be/CQzFSEwQyX0. Me permito asimismo la libertad de recomendar, en este caso a los “fans” de la marca fundada por Raymond Cooke en 1961, al artículo sobre la gama inmediatamente inferior a la R, es decir la Q, también beneficiaria de avances tan significativos como la “Metamaterial Absorption Technology” o MAT y la versión más reciente -12ª- del icónico transductor coaxial Uni-Q y que publicamos a principios del pasado mes de febrero: https://hifilivemagazine.com/presentacion-serie-q-meta-de-kef/ 

Como de costumbre, al final del presente análisis encontrarán una ficha técnica exhaustiva del producto analizado, aunque no hay nada como tenerlo delante y poder tocarlo para evaluar su auténtica valía. ¿Qué decir, pues, de la R11 Meta? De entrada, que su desarrollo comenzó con el del antes mencionado Uni-Q “12”, descendiente directo de la exclusiva versión del mismo incorporada en las superiores familias de cajas acústicas Blade y Reference Meta de KEF. Una incorporación que obligó a rediseñar por completo varios elementos clave -filtro divisor de frecuencias incluido- de la Serie R que precede a la actual, comercializada en 2018, aunque manteniéndose otros tan relevantes como el dispositivo de amortiguamiento del entrehierro y la guía de ondas Tangerine -con estructura y cúpula reforzadas- para el tweeter, el ensanchamiento del “anillo” que soporta el transductor coaxial Uni-Q para minimizar la difracción sonora debida al recinto, el desacoplo del cono del altavoz de medios, la composición híbrida del diafragma de los woofers, el perfil de los puertos bass-reflex o la estructura externa e interna del recinto.

Dicho lo anterior, a nivel externo tenemos una columna de lo más normal, léase sin estéticas rompedoras ni complejidades constructivas. Por lo menos así de entrada; nada que ver, por ejemplo, con los modelos Blade y su audaz silueta curvilínea. No obstante, el recinto, paralelepipédico por más señas, está constituido por paneles cuya composición es todo un clásico en el ámbito de la ingeniería mecánica. Nos referimos a la técnica “Constrained Layer Damping”, materializada en una estructura de tipo sándwich con material absorbente -de tipo viscoelástico para ser exactos- en el centro y láminas de madera de alta rigidez en las caras superior e inferior de la misma. De este modo, cualquier vibración presente en las citadas láminas es absorbida -vía deformación por cizallamiento del material viscoelástico- por el “núcleo” central y convertida en calor. Del recinto de la R11 Meta hay que destacar asimismo la generosa -ver corte esquemático- dotación de refuerzos internos y, muy importante, la geometría de los dos puertos bass-reflex traseros, diseñados por ordenador aplicando técnicas habituales en el estudio y el modelado de la dinámica de fluidos con el objetivo de minimizar la presencia de turbulencias y/o resonancias en los mismos. Así, tanto el ensanchamiento como el perfil de cada uno de dichos puertos han sido cuidadosamente calculados para retrasar la aparición de turbulencias, mientras que la construcción en goma flexible de la parte tubular de los mismos evita, como consecuencia del elevado amortiguamiento interno del material en cuestión que las resonancias coloreen la zona media del espectro.

Le toca el turno ahora, y permítanme que sea tan insistente el respecto, a la tecnología que da su nombre a la renovada Serie R: la “Metamaterial Absorption Technology” o MAT, incorporada por vez primera en el monitor compacto LS50 Meta y que, en palabras de quienes la han puesto a punto, absorbe el 99% de la emisión posterior del diafragma de medios/graves. Una tecnología que, KEF dixit, “Consiste en una compleja estructura laberíntica en la que cada uno de sus intrincados canales absorbe una con una eficiencia muy elevada una frecuencia específica. Al combinarlos, esos canales actúan como un “agujero negro” acústico, absorbiendo hasta el 99% del sonido no deseado. Como consecuencia de ello, se elimina la distorsión y se consigue un sonido más puro y natural. La 12ª generación del transductor coaxial Uni-Q rediseñada con MAT se monta en todos los modelos de la nueva Serie Q y exhibe un comportamiento increíblemente detallado. Es el resultado de décadas de conocimiento acumulado y la aplicación de herramientas de simulación y análisis de última generación. 

 

En el “White Paper” sobre la Serie R Meta al que antes he hecho referencia, de la MAT se afirma que “Es el nombre dado a un disco absorbente de metamaterial que está acoplado acústicamente a la zona posterior de la cúpula del tweeter. Su función es absorber las ondas sonoras posteriores emitidas por dicha cúpula ya que en caso contrario podrían convertirse en una fuente de distorsión.” En cuanto al término “metamaterial”, me permito de nuevo recordarles lo que se dice sobre el mismo en la Wikipedia: “No existe una definición universalmente aceptada de metamaterial; en el sentido más amplio, se trataría de un material artificial que presenta propiedades electromagnéticas inusuales, propiedades que proceden de la estructura diseñada y no de su composición, es decir, son distintas a las de sus constituyentes.” En el caso de la R11 Meta, el disco en el que se materializa la MAT está formado por un total de 30 canales en forma de tubos de diferentes longitudes -como si de un laberinto se tratara- que comparten una abertura situada en el centro del mismo. Dichos tubos se comportan como resonadores o absorbentes de cuarto de onda, estando cada uno de ellos sintonizado a una frecuencia distinta con un Q elevado, una solución que permite absorber de manera efectiva una banda de frecuencias estrecha y sus correspondientes armónicos. 

No voy a insistir en el transductor coaxial Uni-Q, concretamente la 12ª versión del mismo, pese a ser el componente electroacústico fundamental de nuestra invitada. Que el sistema en cuestión lleve tanto tiempo en el mercado habla alto y claro sobre su valía, y a quienes sean escépticos -están en su derecho- al respecto les sugiero que echen un vistazo al corte esquemático del mismo que acompaña el presente artículo para hacerse una idea de su sofisticación técnica. Por lo demás, recordemos que la esencia de un conjunto de altavoces coaxial es la coincidencia de los centros de emisión acústica de los mismos y lo que ello comporta en coherencia y calidez. De la R11 Meta hay que señalar asimismo que incorpora, al igual que la práctica totalidad sus compañeras de gama, un filtro divisor de frecuencias de 3 vías -la excepción es la R8 Meta, un módulo específico para Dolby Atmos, que utiliza una configuración de 2 vías- en el que ha simplificado la topología circuital correspondiente al tweeter con el objetivo de mejorar la directividad global.

Un sonido aterciopelado idóneo para instrumentos acústicos y voces

Escuché las R11 Meta en la sala principal de Supersonido Barcelona acompañadas por lo último de Cambridge Audio, es decir el amplificador integrado estereofónico con DAC EXA100 y su reproductor de música en red a juego, el EXN100, dos preciosas electrónicas a las que en breve dedicaremos un análisis exhaustivo. Como refleja la fotografía adjunta, el conjunto posee un gran atractivo visual, a la vez que las considerables dimensiones de las KEF no lo son tanto como consecuencia del muy estilizado perfil de los recintos. Además, la configuración de 3 vías y 6 altavoces -entre ellos 4 dedicados en exclusiva a los graves- empleada da para mucho en términos de extensión de la curva de respuesta en frecuencia y nivel de presión sonora máxima.

Era un viernes por la tarde, y la verdad es que me dio por escuchar música menos “culta” de lo normal, aunque, por supuesto, de calidad indiscutible. Las excepciones fueron el espléndido “Concierto para Violín” de Beethoven interpretado por la violinista granadina María Dueñas acompañada por la Orquesta Sinfónica de Viena y piezas del excelente álbum “The Complete Solo Piano Works” firmado por el pianista surcoreano Seong-Jin Cho. A estas piezas hay que añadir el mítico “Autobahn” de los Kraftwerk, el “Desenchantée” de Kate Ryan, el “It’s My Life” de No Doubt, el “Sylvia” de Focus y, para finalizar, la muy “cañera” versión del tema “Valerie” de la malograda Amy Winehouse- firmada por el compositor y DJ británico Mark Ronson.

De las R11 Meta hay que decir que son unas cajas bastante “fáciles”, que, no obstante, necesitan estar bien “alimentadas” para dar lo mejor de sí en dinámica y graves. Resuelto este aspecto, lo primero que se desprende de estas columnas es que se entienden muy bien con los instrumentos acústicos y las voces, a la vez que son “cero chillonas”. La zona baja del espectro es, en línea con lo que prometen los datos suministrados al respecto por KEF, impoluta en extensión, control, y, lo más importante, precisión tonal. Lo mismo cabe decir de las voces, extremadamente naturales gracias a las especiales características del transductor coaxial Uni-Q. En lo que respecta a la presentación espacial, la verdad es que, en mi opinión, donde más realismo se percibe es precisamente en la restitución de las voces, aunque aquí, como siempre, la toma de sonido de cada grabación tiene mucho que decir. El único punto débil, en mi opinión, es la falta de resolución en la zona superior del espectro con determinados registros sonoros. Lógicamente, aquí entran de nuevo las preferencias -¡y los “vicios”!- de cada uno, y en mi caso particular tiendo a ser muy exigente, buscando quizá una opulencia que otros rechazan, al respecto.

Para finalizar

Pese a su condición de producto de última generación, las R11 Meta son esencialmente “clásicas” en la interpretación “british” del término, aunque con el plus en dinámica y respuesta en graves requeridos por la “Hi-Res” digital sin soporte físico, convertida ya en la fuente de música prioritaria -sin dejar por ello de lado el vinilo- para los entusiastas del sonido absoluto. Creo sinceramente que estamos ante unas cajas acústicas que celebrarán especialmente los amantes de la música clásica, el jazz y las voces en general sin que ello implique que no puedan hacer lo propio con los entusiastas del rock y el cine.

Ficha Técnica

  • Elementos de ingeniería relevantes: transductor coaxial Uni-Q de 12ª generación con tecnología MAT (“Metamaterial Absorption Technology”), “Flexible Decoupling Chasis”, guía de ondas “Tangerine Waveguide” y minimizador de difracción del recinto “Shadow Flare”; altavoces de graves con cono híbrido de papel y aluminio de perfil cóncavo; filtro divisor de frecuencias con trayectos de señal optimizados para maximizar la precisión tonal; recinto con paneles de estructura sándwich “Constrained Layer Damping” y rejilla protectora de microfibras dedicada
  • Configuración: columna bass-reflex de 3 vías/6 altavoces.
  • Altavoces: 4 woofers de 165 mm de diámetro y 1 transductor coaxial de medios (cono de aluminio de 125 mm) y agudos (cúpula de aluminio de 25 mm).
  • Respuesta en frecuencia: 46-28.000 Hz (+/-3 dB).
  • Sensibilidad: 90 dB/W/m.
  • Impedancia nominal: 4 ohmios (mínima de 3’2 ohmios).
  • Potencia del amplificador asociado: 15-300 W RMS.
  • Nivel de presión sonora máximo: 113 dB.
  • Dimensiones (caja sola, con conectores): 200×1.249×384 mm (An x Al x P).
  • Dimensiones (base y conectores incluidos): 311×1.296×384 mm (An x Al x P).
  • Peso: 36’5 kg.
  • Precio de venta al público recomendado: 6.500 euros por pareja.

Importador: www.gedelson.es 

 

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