Publicidad

A partir de esta escucha pude irme centrando en los aspectos positivos del equipo, que son bastantes y suficientemente buenos como para poder aparcar el lado “audiófilo crítico” e ir dejando más sitio al simple placer de escucha. En algún momento dado sentía la tentación de aumentar algo el volumen de alguna pieza para ver dónde estaba el límite del amplificador, pero enseguida me decía a mí mismo “para qué” si ya lo estaba disfrutando mucho tal como estaba… y nada me pedía romper esa magia. Llegué a ese punto en el que podrías pasar horas escuchando aquél equipo sin necesitar nada más, un punto que ojalá más personas pudieran reconocer cuando están probando aparatos pensando en su propio equipo, pues ésa suele ser la clave para no equivocarse, y no el seguir probando y buscando límites que a la hora de la verdad no será esa la manera como uno disfrute de su equipo en su propia casa. Lo de probar es mejor dejarlo a los probadores… que luego ya tenemos nuestro propio problema con nuestros equipos para “cambiar el chip” y ser capaces de disfrutarlos como se merecen.

CIMG6165

Esa magia que me estaba dando este equipo “sencillo” va más allá de un simple conjunto de jazz, ¡ojo!, pues con música que dispone de más fuentes sonoras la escena se recreaba muy bien, y la dinámica disponible, te hacía sentir de forma más que suficiente el impacto a nivel realista. Despedimos este equipo con un impactante tema de Kari Bremnes, posiblemente nadie que siguiera su ritmo creería que teníamos menos de 40 W por canal, pero con estas cajas de dos vías y 89 dB declarados de sensibilidad (y 8 ohmios), así es.

Más cerca del cielo

Hora de cambiar de cajas, entran en escena las grandes (aunque en este loft casi ninguna caja parece grande…) DB9 Signature, ya tres vías con dos woofer de graves, y pasamos al conjunto de previo y etapa de Spectral para hacerles los honores. El mismo tema que cerró la anterior audición sirvió para empezar esta… ¡menudo cambio! Las cajas más grandes, la precisa y enérgica electrónica transforman el sonido, todo crece de golpe, tenemos una escena mayor, una dinámica aún más impactante, ahora sí se llena de verdad el escenario y no se mueve sólo una parte del volumen de aire disponible.

Spectral_CIMG6175

 

No tengo especial predilección por Spectral y confieso que se pone en alerta dentro de mí una alarma lista para detectar cualquier atisbo de dureza en el sonido, pero los temas van pasando y la alarma sigue sin encenderse. Mis prejuicios quedan superados porque este sistema me está ofreciendo, honestamente, lo que hay en la grabación, ni más ni menos (sin perdonar tampoco en alguna ocasión), y si acaso y cuando es necesario, golpeando con fuerza pero con guante, no de terciopelo, pero sí de seda. Las voces, masculinas o femeninas, suenan creíbles y sin agresividad, aunque algún tema había conseguido emocionarme más con las cajas pequeñas y el integrado de válvulas. Aunque aquí se puede escuchar con mayor nivel y llenando mucho más la sala, no me llega tan dentro como con el otro sistema y esto me confirma lo dicho más arriba, que ese conjunto Kharma/Icon podría hacer las delicias de muchos aficionados, y que posiblemente merezca ser escuchado en una sala que no les haga parecer “tan” pequeños (porque no lo son).

Estas Kharma grandes con la amplificación Spectral no sonaban tampoco “frías”, cuidado, es sólo que en algún momento o con algún corte sí me gusta mayor dosis de azúcar… pero confieso que soy muy goloso, así que no me lo tengáis mucho en cuenta. Por cierto, muy ricos los bombones que Vicente puso a disposición de los presentes (sí, todos los que faltaban me los comí yo… ¡lo siento!).

KharmaDB9sign_CIMG6174

Despedimos a la amplificación Spectral con una soberbia grabación sinfónica de Reference Recordings, uno de esos momentos memorables en que aprecias cuánto sabían quienes inventaron el CD hace tantísimo tiempo, con la poca tecnología digital que existía, y que ahora con las alternativas a nuestra disposición todavía podemos quedarnos extasiados escuchando “sólo” 16 bits en todo su esplendor. Hombre, sí, el conjunto dCS Vivaldi ayuda, por supuesto, pero el origen era ése, un CD, música grabada a 16 bit y 44kHz.

1 2 3

Comments are closed.