Sistema de cajas acústicas activas con Bluetooth Klipsch The Fives V2: un “todo en uno” elegante y convincente gracias a un ADN de primera
Creo que a estas alturas de la película la estadounidense Klipsch ya no necesita presentación. No en vano la empresa fundada por el brillante y carismático Paul Wilbur –“W”- Klipsch celebrará el año que viene -2026- el 80º aniversario de su fundación. Aún así, una cosa es ser una marca veterana y otra que tal condición corra paralela a un estado de forma que le permite exhibir músculo como nunca también en lo comercial. ¡Miren si no a mis queridas marcas “mainstream” japonesas que durante sus buenas tres décadas -por lo menos entre 1975 y 2000- dominaron el mercado de la electrónica de consumo y ahora, salvo unas pocas excepciones, han caído casi en la irrelevancia! En el caso de Klipsch, que también ha tenido sus más y sus menos, el innegable “momento dulce” que desde hace ya bastantes años está viviendo en su país de origen le ha permitido diversificar su gama hasta el punto de convertirla en una de las propuestas más interesantes del momento para quienes buscan sonido de calidad con una personalidad muy definida y una componente emocional que les permita sentir que forman parte de algo grande. Una propuesta que, lógicamente, bebe de los conceptos y tecnologías que hicieron posible una serie de cajas acústicas míticas, léase las englobadas en la icónica Serie Heritage, que durante décadas -no quiero hacerme pesado, pero debo recordar que el punto de vista de este linaje único en audio es la atemporal, e inmortal, Klipschorn- han sido objeto de sutiles mejoras periódicas a fin de afinar su sonido sin renunciar a esa condición de producto “genuinamente americano” que constituye el alma de Klipsch. El protagonista del presente banco de pruebas es un producto muy asequible pensado para los gustos de consumo tecnológico al uso preservando a la vez el “ethos” de la compañía nacida en Hope, Arkansas: la versión mejorada -V2- de un sistema de cajas acústicas amplificadas con conectividad analógica, digital y Bluetooth que responde al nombre de The Fives. Un producto muy práctico y musical que rezuma buen gusto por los cuatro costados.
El benjamín “multicaja” de una gama definida como “Heritage Inspired”
“Keepers of The Sound”-“Guardianes del Sonido”: Una expresión harto elocuente con la que Klipsch define su labor en el mundo de la reproducción sonora… elocuente y consecuente por el trayecto recorrido por la marca a lo largo de casi ocho décadas. Y es que, si echan un vistazo a la web de la marca, verán que ahora mismo su propuesta es una de las más vastas existentes a escala planetaria. Una propuesta pensada para que todo el mundo pueda hacerse con su “trocito de Klipsch” y acceder de este modo a una manera de entender el sonido, ya se trate en su versión estereofónica/Alta Fidelidad como multicanal/Cine en Casa, caracterizada por un realismo que recuerda al de un buen directo gracias al empleo de una tecnología singular que no ha dejado de mejorar.
Al igual que otros competidores ilustres, léase las británicas Bowers & Wilkins y KEF, la danesa Dynaudio, la francesa Focal o la californiana JBL, Klipsch basa su carisma en la fuerza de los desarrollos tecnológicos que en su momento le permitieron marcar la diferencia, incluso hacer su propia revolución, y que, por lógica, fueron la punta de lanza de sus modelos más emblemáticos y exclusivos. Que en el caso de la firma fundada por Paul W. Klipsch, el “patrón de referencia” -con permiso de la monumental Jubilee- fuese una caja a acústica, la mítica Klipschorn, comercializada en 1946, que todavía figura, con los preceptivos cambios -ahora se llama Klipschorn AK7- y evoluciones, en el catálogo de la marca, dice mucho sobre la excelsitud del producto y su condición de “inspirador” de todo lo que vino después. No voy a entrar en los detalles sobre la que podríamos llamar “filosofía Klipsch” porque ya he hablado largo y tendido acerca de los mismos en otras ocasiones, pero sí daré una pincelada a los mismos: uso de bocinas con distorsión mínima y amplia dispersión, altavoces de diseño propio, filtros divisores de frecuencias específicamente adaptados a las tecnologías de transducción empleadas, puertos bass-reflex con geometrías exclusivas para minimizar las turbulencias, ejecución física de gran calidad -100% artesanal en el caso de los modelos más elitistas- y, en consonancia con una potencia industrial que permite aplicar economías de escala muy significativas, una relación calidad/precio espectacular.
De la Klipschorn hay que saber que, al igual que otros -pocos- modelos legendarios debidamente adaptados que han desafiado brillantemente el paso del tiempo, se engloba en una gama bautizada con el oportuno nombre “Heritage” que continúa estando en lo más alto del podio de Klipsch. En consecuencia, tiene todo el sentido del mundo que la reputación -y la periódicamente actualizada ingeniería- que precede a los modelos de la gama en cuestión se intente trasladar a realizaciones más asequibles. Y así llegamos a la propuesta de la firma estadounidense en el ámbito “lifestyle”, concretamente a más vistosa, de nombre “Heritage Inspired” y a la que pertenece el protagonista del presente análisis: el sistema de cajas acústicas con Bluetooth The Fives, en realidad The Fives V2 como consecuencia de una serie de sutiles cambios introducidos en el modelo original -que probé en 2020, aunque no para hifilivemagazine.com- hará unos tres años. Puestos a situar el texto en su contexto, me gustaría decir que la The Fives V2 se sitúa justo en el centro de una “colección” de la que también forman parte los modelos estereofónicos “monorecinto” The One Plus y The Three Plus y los de dos recintos The Sevens y The Nines, este último analizado por un servidor de ustedes hace poco más dos años en esta misma publicación. Como se puede observar en la fotografía “de familia” que acompaña este artículo, los tres conjuntos formados por dos recintos son morfológicamente iguales, radicando la diferencia básicamente en las dimensiones de los “midwoofers” y la correspondiente potencia de amplificación. Por lo tanto, la elección dependerá, disponibilidades presupuestarias aparte, de las dimensiones de nuestra sala y/o de la aplicación “práctica”, léase, por ejemplo, un sistema de sobremesa que acompañe a un ordenador o uno con mayor entidad más a la manera tradicional.
Concentrémonos ya en el The Fives V2, aunque el “V2” no se utiliza en la nomenclatura oficial del producto. Como verán en las fotos adjuntas, el Klipsch se presenta irreprochablemente embalado, con muchas indicaciones impresdas sobre sus virtudes que incrementan el nivel de deseabilidad de quien lo ha adquirido. Se suministran con un montón de cables de alimentación, así como uno USB (A-B) y el que hace de cordón umbilical entre las cajas acústicas “Primaria” y “Secundaria”, durante muchos años llamadas “Master” y “Slave”, incorporando la primera el grueso de las conexiones y controles físicos, estos últimos encargados, vía cómodos y opulentos botones metálicos impecablemente mecanizados, de seleccionar la fuente de entrada y ajustar el nivel de volumen. La calidad de fabricación y de los acabados es impoluta, siendo digno de mención el hecho de que las cajas se suministran con dos rejillas protectoras de distinto color para que el usuario elija la que más le guste o convenga a la decoración de su estancia. Una muy buena idea, si señor. Otra particularidad muy simple pero que refleja la atención por los detalles a la que tanta consideración dan en Klipsch es la presencia, en la base de cada caja, de una fina lámina de corcho que, sin hacer de base de desacoplo mecanoacústica en el sentido estricto del término, sí absorbe ciertas vibraciones y contribuye a “fijar” cada recinto en la superficie que lo sustenta. De nuevo, una excelente idea, que además es baratísima.
En lo que concierne al concepto de producto, no se puede negar que la adición lógica al The Fives original sería una circuitería de streaming, con la pertinente conectividad a Internet, claro. Sin embargo, tal adición obligaría a rediseñar una parte importante de nuestro invitado, probablemente -el espacio manda- interfiriendo en la parte acústica u obligando a suprimir opciones de conectividad ya existentes. Y, desde luego, haciendo que el precio de venta se incrementara hasta el punto de restarle competitividad, Observen al respecto que el The Fives original se proponía a 899 euros y el “V2” se ofrece por 100 euros menos. Y, ya que estamos, tres partes de lo mismo sucedería, pese a la mayor disponibilidad de espacio, en los modelos The Sevens y The Nines. Por lo tanto, Klipsch ha aplicado la célebre máxima de que cuando algo está bien planteado lo mejor e no tocarlo. Dicho esto, lo que tenemos es un conjunto “plug&play” que admite cualquier fuente de audio que se nos pase por la cabeza, giradiscos -aunque sólo con cápsulas de imán móvil- incluido. En el ámbito digital, una sección DAC “Hi-Res” más que suficiente para un producto de esta categoría irá perfecta para quienes posean una mecánica de transporte CD, por ejemplo, al tiempo que reforzará la única opción de streaming que se nos permite, léase por Bluetooth desde dispositivos compatibles. Por su parte, la presencia de una entrada HDMI con ARC irá de perlas a quienes deseen añadir un televisor a su particular configuración audiovisual doméstica. En cuanto a la adición de un posible refuerzo de graves, está asegurado por una salida de subwoofer.
Pasando a la parte acústica/electroacústica, que de hecho es la genuinamente “Klipsch” del The Fives V2, hay que reconocer que está muy bien planteada, con transductores “de la casa” excitados por una potente electrónica de amplificación de alta eficiencia -entiendo que conmutada, léase en Clase D- y, en el caso del tweeter, cargándose el elemento transductor en una bocina Tractrix cuadrada, es decir de tipo 90ºx90º. Un concepto similar, aunque con geometría rectangular, lo encontramos en el puerto bass-reflex del panel posterior. El resultado es un sistema de altavoces capaz de alcanzar un nivel de presión sonora espectacular… nada menos que 109 dB a 1 metro con las dos cajas funcionando, todo ello manteniendo la distorsión bajo control, mientras que el extremo inferior de la curva de respuesta en frecuencia se sitúa en 50 Hz, un registro notabilísimo para unas cajas acústicas tan compactas.
Un producto sin complicaciones, hiperversátil y musical
La “praxis” del The Fives V2 conlleva muy pocos misterios una vez efectuadas las conexiones físicas -el mínimo sería la unión entre las dos cajas y la conexión del cable de red- por cuanto basta con descargar e instalar la “app” Klipsch Connect para poder escuchar música por streaming y disponer de las opciones de ajuste exclusivas de la misma, a saber: ecualizador de 3 bandas para graves, medios y agudos, ajuste del nivel de volumen del subwoofer -más control de la posición de las cajas- que tengamos conectado, actualización del sistema sobre la marcha, actualizaciones de firmware e incluso acceso a soporte/ayuda de la marca para los profanos en este tipo de producto.
Escuché el Klipsch en digital “clásico” vía reproductor multiformato Oppo BDP-105D, efectuando pruebas separadas bien como producto “completo” mediante conexión analógica, bien como mecánica de transporte vía enlace digital óptico. Y, por supuesto, en streaming -Qobuz y TIDAL- por Buletooth. Todo ello sin olvidar mi querido vinilo, en este caso por cortesía del precioso giradiscos G4000 de la española Vieta que probé recientemente, En lo que concierne al software, literalmente de todo lo que forma parte de mi particular ecosistema musical, desde los Doors y los Creedence y Focus hasta Orbital, Underworld y Tangerine Dream. Incluso, para rehuir el tópico, música clásica particularmente exigente. Y es que una de los progresos más significativos realizados por Klipsch en la última década es la humanización extrema de sus altavoces de agudos a través de la combinación de sistemas de transducción con motores magnéticos, diafragmas y bocinas de nueva generación. Como consecuencia de ello, el The Fives exhibe una curva tonal muy cuidada a la que sólo se le puede achacar, por pura lógica física, la ausencia de extremo grave en la restitución de temas especialmente dotados al respecto. Por lo demás, la escena sonora, incluso en un espacio tan poco “melómano/audiófilo” como es una mesa de trabajo con un ordenador en medio, destaca por su ausencia de constricciones gracias a la anchura y la altura proporcionadas por las bocinas de los tweeters. En cuanto a la dinámica, espectacular, como no puede ser de otro modo en un producto Klipsch “Heritage Inspired”.
Conclusión
Es el The Fives V2 un excelente combinado de glamour -insisto: el “Heritage Inspired” no es un brindis al sol- en lo conceptual y sentido práctico en lo material que honra con matrícula de honor la célebre frase hecha “tenemos una reputación que mantener”. Por 799 euros, y pese a tener limitado el streaming digital a Bluetooth, lo recomiendo a cualquiera que busque calidad sonora “notable alto” con buenos decibelios y pocas complicaciones para cualquiera de los espacios que conforman su día a día.
Ficha Técnica
- Tipo de producto: sistema de cajas acústicas activas con Bluetooth.
- Configuración acústica: bass-reflex de 2 vías/2 altavoces.
- Altavoces: 1 “midwoofer” con cono de compuesto de fibras de 114’3 mm de diámetro y 1 tweeter con diafragma de titanio de 25 mm cargado en bocina Tractrix cuadrada (90ºx90º).
- Respuesta en frecuencia: 50-25.000 Hz.
- Potencia de amplificación disponible: 160 W continuos (2×60 W para los “midwoofers” y 2×20 W para los tweeters) y 320 W de pico.
- Nivel de presión sonora máximo: 109 dB a 1 m (las dos cajas).
- Conectividad: entradas HDMI con ARC, Fono/Línea conmutable, analógica para miniclavija de 3’5 mm, digital USB, digital óptica y Bluetooth (versión 5.0); salida analógica para subwoofer
- Compatibilidad audio “Hi-Res”: hasta 24 bits/192 kHz
- Dimensiones: 165’1×304’8×234’95 mm (An x Al x P).
- Peso: 5’35 kg la caja acústica primaria y 4’85 kg la caja acústica secundaria.
- Precio de venta al público recomendado: 799 euros.
- Importador: www.magnetron.es