Publicidad

Kuzma R, un benjamín entre gigantes

Desde siempre parece existir una tendencia que no deja de revivir las antiguas glorias del pasado. Estos “revivals” se han dado en todos los campos, incluso en nuestra querida afición que tanto se jacta de ir a la última en sus innovaciones. Así que, a la hora de crear un nuevo diseño, una mirada al pasado puede servirnos de inspiración, y en mi opinión eso es lo que ha hecho Franc Kuzma en su nueva creación. Quizá esté equivocado, pero fíjense ustedes en el chasis macizo y cuadrado, en los soportes para brazos y díganme si esto no es en cierto sentido un homenaje a los aún venerados Micro Seiki y a los platos profesionales que se utilizaban en los estudios y en las emisoras de radio.

Para no perder la costumbre, el señor Kuzma ha concentrado toda su energía en la creación del plato y no le han quedado fuerzas para el nombre. La “estabilidad” es su lema, así que la criatura se llama Stabi como el resto de sus modelos, eso sí, para añadir más misterio al asunto, el apellido es “R”. Pero no busquen ningún significado místico, como ya se ha servido de la S, la M, la X y la L, pues ahora ha elegido la R, no se preocupe Mr. Kuzma… ¡todavía le quedan letras!!!

Bromas aparte nos encontramos ante uno de los diseños más esperados de Kuzma, un plato que reúne en sí mismo las últimas novedades de la marca en un diseño compacto y muy atractivo, tanto en el plano estético como en el funcional. Así, podemos elegir entre dos modelos, el básico disponible en varios colores y diferentes soportes para brazos y una refinada versión rodeada por un precioso plinto de madera, que es la elegida para esta revisión. Funcionalmente es una maravilla, condensa todo lo bueno de Kuzma un único chasis y cuenta con infinitas posibilidades a la hora de añadir brazos, yo diría que más de cuatro. ¿Aunque de qué serviría tal despliegue si luego no podemos utilizarlos con cierta comodidad?

Tradition & Innovation

En esta publicación ya tuve el gusto de analizar el Kuzma M donde el fabricante esloveno inauguró una nueva línea de trabajo con motores de corriente continua. Tal fue el éxito que en pocos meses se aplicó un upgrade al XL, el modelo más alto de la gama Kuzma. El nuevo modelo que aquí analizamos también cuenta con este sistema de tracción basado en un motor de corriente continua además de la novedosa correa de tracción. A simple vista parece que se trata de la misma correa que el fabricante esloveno utiliza en sus modelos superiores –un producto patentado de un material específico sin elasticidad que facilita la exactitud de giro–. Pero lo que aquí sí es toda una novedad, es la fuente de alimentación totalmente integrada: en los dos modelos superiores se requiere una fuente de alimentación externa, pero el nuevo Kuzma R se conecta directamente a la red, pues en su interior ya alberga el circuito de alimentación. De ahí que simplemente tenga un pequeño panel de control en la esquina izquierda del chasis, que contiene un pulsador para el encendido y un selector de velocidad, incluida la posibilidad de un ajuste fino. 

En la parte superior también se encuentran los cuatro puntos de anclaje para las distintas posibilidades a la hora de colocar diferentes brazos y, finalmente, en la esquina derecha el pequeño logo con la marca, ¡espartano sí, pero eficiente! Además, la rudeza del diseño original se ve compensada con creces en esta versión por su precioso plinto de madera natural con un acabado biselado y un rebaje lineal a media altura que hace su perfil, si cabe, mucho más atractivo. Pero esta es sólo mi opinión, ¡para gustos colores!

El diseño se ha realizado a partir de un bloque macizo de aluminio y el peso total del plato es de 36 kg. En su interior tenemos el sistema de tracción formado por el motor, el eje, el cojinete con la bola de rubí y el subplatter, todos estos elementos comparten diseño con el Kuzma M –también el platter de 8 kg construido con una especie de sándwich de aluminio y acrílico–. En la parte inferior tenemos tres pies que facilitan tanto el desacoplo del plato como la nivelación del mismo y en la parte trasera la toma de corriente con un conector IEC y un interruptor de apagado y encendido. Cierto es que, en esta versión con el plinto de madera, el interruptor queda un poco escondido, pero si deslizamos la mano por la pared posterior instintivamente lo encontraremos. 

He dejado para el final uno de los aspectos que dotan al nuevo Kuzma de una mayor versatilidad y es el gran elenco de soportes para brazos con los que se pueden cubrir todas las posibilidades que los usuarios requieran. Tenemos tres tipos de soportes: el “arm wing” que puede atornillarse a ambos lados, el “arm balcony” que también se sujeta a los lados, existiendo una versión para 9 pulgadas y otra para 12 y finalmente el “arm holder” que son los que se sujetan a los tornillos superiores ajustando la distancia del brazo con una mayor o menor apertura del ángulo de sujeción.

 

Una atenta escucha

En esta ocasión, tuve la posibilidad de elegir entre ambas versiones, pero he preferido el modelo con el plinto de madera, pues su estética me sedujo desde el primer momento. Es un diseño realmente atractivo y gracias a su plinto se asemeja más a un plato tradicional, aunque el plato y la base del brazo son exactamente los mismos, lo único que cambia es el envoltorio…

Poco puedo decirles del montaje, ya que Juan Antonio de Audiopasión se encargó de su instalación y ajuste, así que salvo un pequeño ajuste en el VTA , para mí solo quedo la parte buena, la escucha. Y les diré que, basándome en mi experiencia con la marca y en la escucha de sus diferentes modelos, les anticipo que este plato se encuentra mucho más cerca del sonido del Kuzma M que del Reference 2, que es el que le correspondería por nivel de precio.

 

Todos los comienzos son difíciles, que se lo digan a Shostakovich, de ahí que iniciemos nuestras audiciones con su cuarta sinfonía. Una obra compuesta en 1936 pero que no pudo ver la luz hasta 25 años más tarde en diciembre de 1961 con el estreno dirigido por Kirill Kondrashin. Tenemos para lo ocasión una lectura del mismo director publicada en 1971 por el sello MELODYA. Se trata de una de sus obras más conmovedoras y personales, repleta de accidentados giros; una música descarnada que contiene un tono trágico y una profundidad que reflejan fielmente la personalidad del autor y las vicisitudes por las que atravesaba su carrera con la prohibición de Lady Macbeth y el inicio de su persecución y descrédito por parte de las autoridades soviéticas. Veamos si el nuevo Kuzma es capaz de enfrentarse a una obra de dimensiones colosales, con unos efectivos instrumentales que corresponden a los de dos orquestas sinfónicas normales. Por ejemplo el inicio de esta sinfonía, viento metal en su máxima expresión, los agudos golpes del xilofón y la totalidad de la cuerda al unísono, no se me ocurre una prueba más difícil para un componente (sistema de lectura). También en el desenlace, uno de los más espectaculares, con dos baterías de timbales arremetiendo constantemente mientras la melodía expresa uno de sus tutti más impactantes. ¡Shostakovich en estado puro! Pero fíjense que este será uno de los puntos fuertes del Stabi R, desenredar grandes masas orquestales demostrando una claridad meridiana tanto en lo referente a la distribución de los planos sonoros como a la identificación/diferenciación de los distintos instrumentos de la orquesta. Después de mi experiencia con el Kuzma M y también con el XLDC estoy totalmente convencido que esta capacidad de análisis se debe tanto al nuevo motor de corriente continua como a la nueva correa de tracción. El “R” no es capaz de llegar a las altas cuotas de restitución de la escena a las que llega mi XL4, pero logra una apertura lateral muy grande y una resolución muy precisa en estos pasajes orquestales tan complicados. Eso por no hablar de su ejemplar dominio de la dinámica, pues es capaz de trasladarnos desde un “fortissimo” al silencio sin que le tiemble el pulso, pero seguiremos hablando de esto más adelante.

Seguimos ahora con un cellista amigo personal de Shostakovich al que el compositor ruso dedicó sus dos conciertos para cello, Mstislav Rostropovich, aunque en este caso he elegido uno de mis conciertos preferidos para violonchelo, el Op. 129 de Robert Schumann. Se trata de una obra de madurez de gran inspiración que Schumann compuso en tan solo dos semanas. En esta lectura que realiza nuestro invitado no hay más que dejarse llevar por la melodía del chelo que parece que esté hablando. Ya no es sólo que podamos percibir cada uno de los detalles, sino la forma en que nos es ofrecido el sonido, con un cuerpo generoso y una textura del todo palpable. Esta grabación me acompaña desde mis inicios y nunca ha dejado de sorprenderme, el fraseo del gran Rostropovich es emocionante y en el movimiento lento alcanza la mayor intensidad. Hay un instante en el que la melodía del solista es acompañada por el pizicato de las cuerdas, en este momento el sonido que reproduce el Kuzma resulta sorprendente por su realismo. Timbrica, textura y naturalidad están a la altura de los mejores diseños del fabricante esloveno.

Cambiamos de estilo y vamos con el que está considerado por muchos como el mejor disco de jazz, “Kind of Blue” de Miles Davis. Escuchamos con el Kuzma R el tema “All of Blues” en la edición de Mobile Fidelity y su sonido es espectacular, la trompeta de Davis suena con una claridad encomiable, el balance tonal y la extensión de los agudos es perfecto. Ahora bien, esta grabación merece una mención especial al tratamiento de la dinámica. Ya hemos visto anteriormente como el “R” se desenvuelve con los grandes contrastes de una orquesta sinfónica, pero lo que aquí me fascina es la microdinámica, esos pequeños acentos dentro del solo de un instrumento, la forma en que se modula el sonido, especialmente al final del tema cuando el ritmo y la trompeta se van extinguiendo. En el mismo sentido me referiré a “Time after time” de Ben Webster, donde el característico sonido del saxo de Webster puede apreciarse de forma singular, las notas parecen arrastrarse, podemos oír esas pequeñas inflexiones del instrumento, el sonido del aire y la respiración del intérprete. Las notas se perciben de una forma muy natural, pero la lectura del Kuzma refuerza la sensación de impacto.

Terminaré con la magnífica voz de Chie Ayado en su trabajo “Prayer”. Lo cierto es que estos discos están magníficamente bien grabados y cuando quiero escuchar una grabación vocal impecable, a menudo acudo a estas ediciones audiófilas de East House Records. Todos los temas son magníficos, pero déjenme que les hable de “Midnight Train to Georgia” un tema donde comprobar las excelentes dotes del Kuzma R en el tratamiento de las voces. La característica voz de Ayado suena con gran autoridad, desde el centro de la escena pero con tal fuerza que es capaz de colmar prácticamente todo el espacio sonoro. Es característico de esta cantante esa especie de vibrato que aquí se oye a la perfección, incluso en los fragmentos donde normalmente debes esforzarte por oír esos pequeños detalles. La verdad es que el Stabi R lo “borda” en este sentido, no se le escapa ni el más mínimo matiz y al mismo tiempo mantiene una fidelidad absoluta con el timbre y la textura de la voz. Me sirven los mismos comentarios para la voz de Aretha Franklin en uno de los álbumes que se han convertido en uno de mis imprescindibles, “Aretha with the Bryant Ray Combo”. Con nuestro invitado la voz de la cantante se muestra imparable, siendo el nivel de detalle muy alto. En mi opinión, es en los temas lentos del álbum donde mejor se aprecia la calidad de la grabación con una textura vocal de lo más realista. Me encanta este disco y la lectura del nuevo Kuzma está más cerca de su hermano mayor de lo que yo me temía.

Aprovecho este espacio para hacerles un comentario al margen del artículo. En este sector hay opiniones para todos los gustos y cada cual tiene sus preferencias, a algunos seguro que les gustan mis comentarios de discos, pero seguro que otros piensan que me voy demasiado por las ramas. Tanto a unos como a otros les ruego que tengan paciencia ya que todo esto tiene un único objetivo, que usted sienta un poco de curiosidad e investigue estas obras, se interese por estos compositores o incluso busque grabaciones de estos intérpretes. Porque sepan ustedes, y esta es mi más firme convicción, que todo este tinglado no sirve de nada en sí mismo, ni sirve para nada el sonido del Kuzma, ni mis inexpertos comentarios, ni esta misma publicación, si no colocamos la música como único eje de nuestro particular universo audiófilo. Es lo más importante, así que aplíquense el cuento, despierten su apetito musical y oigan todo lo que puedan, no importa el género que elijan, pero dejen que sus oídos seleccionen. ¡Que no se lo cuenten, óiganlo!

Conclusiones

Sinceramente, cuando vi este plato por primera vez me encantó esta versión con el plinto de madera. Ya sé que eso no es lo que importa, pero todo influye y la estética también tiene su importancia, quizá no en el grado acústico, pero sí en la sensación de satisfacción. Nunca compren nada que no les guste, pues luego lo tendrán que ver todos los días.

Me gustaría ahora remarcar algunos de los aspectos más destacados de su sonido:

  • Sensación de peso y poder que solo alcanzan platos de mayor masa.
  • Exactitud en el manejo del rango dinámico, logrando un sonido de impacto.
  • Especial atención al detalle, profundiza en la información que contiene el disco.
  • Equilibrio entre cómo se expresa cada nota y la autoridad con que se percibe.
  • Excelente apertura de la imagen sonora y presencia cercana de la música.

Por todo lo dicho creo que el nuevo Kuzma R se encuentra muy próximo al “M”. No alcanza mi memoria para hacerles una comparativa, pero creo que el modelo superior lleva más a los extremos las características comentadas anteriormente, más poder e impacto y quizá mayor grado de detalle. Desde luego es diferente del Reference que ofrece un sonido más “vintage” y también del XL que posee un sonido más aéreo. Espero que estos comentarios ayuden a los futuros compradores a elegir el producto que más les convenga, no solo por precio, sino también por su percepción musical, pues cada modelo de Kuzma ofrece un sonido diferente y característico.

Su diseño compacto e integrado, así como las múltiples posibilidades a la hora de acoplar uno o varios brazos, hacen que esta pequeña obra de ingeniería sea un caramelo para muchos de los aficionados que están pensando en mejorar su sistema analógico. Del mismo modo, sus excelentes dotes musicales lo ponen al mismo nivel que algunos de sus rivales de mayor precio. Les animo a que lo oigan y se formen su propia opinión. Sinceramente creo que les gustará, desde luego sería una de mis primeras opciones para un segundo equipo.

Kuzma Stabi R Wood – 9500€

Kuzma Stabi R Modelo base – 7500€

Kuzma Stabi R con Armwing 8550€

Distribuye Audio Pasión

Equipo utilizado para la prueba

  • Cajas acústicas Absolute Reference
  • Previo de Phono RMD PH-1
  • Previo de línea Jeff Rowland Criterion
  • Etapas de potencia monofónicas Jeff Rowland 301D
  • Cable interconexión entre fuentes y previo Cardas Clear
  • Cable interconexión entre previo y etapas Cardas Clear
  • Cables altavoz Cardas Clear
  • Cables de Corriente etapas y CD Furutech Alpha 3 con conectores de Rodio
  • Cables de corriente previo y giradiscos Virtual Dynamics Power One
  • Rack Artesania Audio Exoteryc
  • Cable elevators de Kroma Audio

 

Comments are closed.