Escucha
El peso y tamaño de los altavoces de medios-graves del H5 y en particular del H7 no engañan: estos LG son capaces de sonar a un volumen bastante alto, y hacerlo ofreciendo un sonido “potente” en graves, comparados con tantos altavoces similares disponibles por precios parecidos, que al final parecen “de juguete”.
Los LG no, y de hecho, es fácil que las frecuencias bajas sean demasiado presentes. Igual que nos ocurriría con cualquier monitor “de estantería” normal de alta fidelidad, tenemos que pensar un poco y cuidar su colocación, porque lo de ponerlo sobre cualquier superficie o “estante” puede resultar mal desde el punto de vista sónico. Muebles algo bajos o cercanos a una esquina amplifican la respuesta en graves y, más con el H7 que con el H5, enseguida apreciamos un desequlibrio tímbrico.
Pero colócalos apropiadamente, a unos 50 hasta 70 cm del suelo, algo –o mucho– separados de la pared trasera, y la cosa cambia: bien colocados, como cualquier altavoz bueno, los LG “Music Flow” empiezan a hacer honor a su nombre y dejan fluir la música, permitiendo disfrutar de un excelente nivel sonoro para tener mientras te dedicas a otras tareas. Porque para escucha dedicada pueden valer, pero fue de ese modo como más lo usé y más los echaré de menos ahora que toca devolverlos. Viví aventuras musicales de horas de duración, a través de Spotify por ejemplo.
Al contar con esa opción, me resultó sencillo acceder a algunas listas de reproducción: qué gran invento el “descubrimiento semanal” de Spotify, y qué buena la lista “Lounge, Boss & Jazz versions” –versiones “jazz” de canciones de Pop o Rock–. Basta acceder con el móvil o portátil a nuestra cuenta de Spotify, dar a reproducir esas listas, seleccionar como altavoz el/los LG, y podemos salir de Spotify puesto que el servicio enviará la música directamente a los altavoces conectados a nuestra red.
De los dos, tal vez el H5 sea el más equilibrado y menos delicado de ubicar, porque es más fácil de colocar al no tener un grave tan contundente –relativamente hablando pues no bajan a frecuencias infrasónicas ninguno de los dos–. Digamos que no recuerdo haber tenido apenas problemas dejando el H5 encima de una mesa, o estante, o donde fuera, mientras que el H7 sí me hizo rectificar más de una vez su posición. En uso multi-habitación, hablando de cambios de colocación, enseguida se hace evidente que la conexión Bluetooth no es la idónea –pierde la señal al alejarnos con la fuente–, salvo que usemos el Spotify Connect como describí antes, para lo que deberán estar conectados a nuestra red doméstica. En ese caso no hay pérdidas ni retrasos y puedes tener música por toda la casa de una forma casi mágica, incluso con niveles de escucha sorprendentes para el volumen y precio de estos altavoces LG.
Puntos destacados
+ Capacidad de sonar solos, estéreo (2) o cine (hasta 5)
+ Posibilidades de uso multi-habitación
+ Conectividad de cable, WiFi o Bluetooth
+ Buen sonido con una correcta gama de frecuencias
+ Funcionamiento sencillo con conexión por cable
+ Compatibilidad global, DLNA en particular
– Puesta en marcha algo difícil (sólo con WiFi)
– Sin pantalla
FICHA TÉCNICA
Sistema de sonido a base de altavoces activos individuales, ampliable desde 1 hasta 16 unidades. Potencia total 2x70W (H7) o 2x40W (H5), 2+2 vías (H7 y H5), capaz de reproducir música hasta 24bit/192Khz. Entrada de audio estéreo (jack). Streaming compatible con DLNA, Google Cast y los servicios de música Spotify, Deezer, Napster y tune in. Controlados con la aplicación Music Flow Player vía WIFI (Android o iOS) o Bluetooth. Reproducción automática desde móvil (NFC). Dimensiones: 370x232x110 mm y 4’1 kg (H7), 340x207x88 mm y 3’5 kg (H5).
PVP: Modelo H7 349 euros, modelo H5 249 euros.