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Cien años de Sonoridad

A falta de sólo seis años para que se cumpla el centenario de su creación, Luxman cuenta con un catálogo espléndidamente cubierto de previos, potencias -tanto a válvulas como a transistores- y fuentes -tanto analógicas como digitales- para todo tipo de presupuestos. El amplificador integrado Luxman L-509-x es una contundente bestia parda de casi treinta kilos de peso con topología en clase AB a la que no le falta un sólo detalle.

Características

La unidad viene embalada a conciencia en triple caja de cartón y con cuatro moldes esquineros de poliestireno. Una vez emplazada en el mueble rack me deja embelesado su frontal tan old-school repleto de botones, potes y roscas en armoniosa disposición y con una factura tan excelsa que se me quitan las ganas de usar el mando a distancia. Pero sin dudas lo que más resalta y atrapa la mirada de su frontal son sus vúmetros protegidos por un grueso cristal exquisitamente biselado. Al encender el amplificador una secuencia de relés suenan discretamente y nos avisan de que la máquina está preparándose para el espectáculo. Las luces led de los indicadores de volumen reparten la luz de una forma uniforme y me quedo literalmente encandilado.

El L-509X está equipado con un previo de fono integrado de alta calidad, compatible con cápsulas MM y MC. También se ve completado con el modo “mono” y con el filtro subsónico. Dichas funciones son seleccionarles desde el mando a distancia. Además el amplificador ofrece todas las funciones que debería tener un amplificador que se quiera denominar como  “Integrado”. Pues lleva  incluidos los controles de tono de graves y agudos, ajuste de balance L/R controlado por LECUA, una patente de Luxman sobre la que hablaremos más adelante. Cuenta con una toma de auriculares que sin ser mediocre es claramente el elemento del integrado con más margen de mejora. Incluso el integrado se puede utilizar como previo o como etapa de potencia por separado.

La tapa superior del Luxman tiene el grosor de un carro de combate, unos mecanizados intachables y una rejilla generosa para que la bestia evacúe el calor y, si no se ha calentado en este último mes de verano andaluz, creedme que pasa el test para toda la península ibérica.

El panel trasero de la máquina va en consonancia con el despliegue de buena factura y facilidad de uso de su delantera. Es un detalle de buena ingeniería que los bornes de conexión de los altavoces y la toma de corriente vayan en linea en la parte más baja de la trasera porque suelen ser estos cables los más pesados y voluminosos y colocarlos por encima del resto de conexiones haría que los cables por efecto de la gravedad estuviesen topando con el resto del cableado.

Todas las conexiones tanto RCA como XLR vienen protegidas con tapones grises de plástico con el logotipo de la marca en relieve. Otro detalle no sólo estético sino que evita que la electrónica acumule polvo, la protege de golpes y arañazos además de aislarla de posibles interferencias EMI/EFI.

Los bornes de conexión de los cables de altavoz vienen protegidos por unas carcasas de plástico transparente que las protege del polvo y de la suciedad y además hace que sea prácticamente imposible una conexión en corto incluso si somos de los que gustan emplear cables sin terminación alguna. Permiten la conexión por bananas, espadas y cable desnudo. Pero es que además los bornes van embutidos en una especie de marco negro de plástico duro que no sólo aporta más resistencia al anclaje de los bornes sino que también evita posibles cortocircuitos si empleamos bananas o espadas. Así se las gasta Luxman en su amplificador integrado de estado sólido de referencia, con tanta ingeniería y atención al detalle que podría escribir media página por cada centímetro cuadrado de la electrónica.

Los laterales con su paquidérmico grosor tienen un acabado satinado que favorece el agarre de la pesada máquina durante su transporte e instalación. Este agarre también es favorecido por un par de franjas paralelas en bajo relieve que permiten que el dedo pulgar descanse en ellas. Franjas que además mejoran la estética de la máquina. Lo mismo podemos decir del par de tornillos plateados que hay embutidos en cada uno de los laterales. El diseñador los podría haber ocultado perfectamente pero ha querido no sólo no ocultarlos, sino que casen con la estética del frontal de aluminio satinado y potes, roscas y botones plateados y brillantes.

Por último, por debajo del L-509x asoman unas patas, con unas más que generosas dimensiones, que sirven de base del aparato y eliminan vibraciones. En este caso vienen con un acertado y discreto color negro que las disimula y consigue que el integrado parezca levitar. ¿Acaso no queremos eso? Un tanque con alas de libélula.

 

¿Pero qué hay en sus entrañas? Si acudimos a la ficha de catálogo del integrado:

Una parte esencial del diseño del L-509X es el circuito de retroalimentación de amplificación ODNF (Sólo retroalimentación de la distorsión negativa) original de LUXMAN, que presenta una velocidad de respuesta primaria de alta velocidad, un ancho de banda ultra ancho y un bajo nivel de distorsión que se logra al alimentar solo los componentes distorsionados de la señal de audio desde la salida del circuito de amplificación. El L-509X está equipado con la última versión 4.0 ODNF que proporciona una mejora dramática de la precisión en la detección de distorsión, debido al circuito de detección de error de primera etapa de triple paralelo. Se han logrado una impedancia más baja y una relación señal/ruido más alta, debido a la primera etapa en paralelo y al circuito de amplificación de segunda etapa equipado con Darlington. Se utiliza un circuito Darlington de 3 etapas y una estructura push-pull de 4 paralelos para la etapa de salida, similar al amplificador de potencia M-700u. Esto logra una salida de 120W + 120W (8Ω) y 220W + 220W (4Ω), lo que permite que el L-509X maneje altavoces de forma potente con una dinámica rica y una expresión completa.

El circuito de la fuente de alimentación altamente estable desarrollado para el L-509X presenta un transformador de potencia de tipo EI de núcleo de 600 VA y condensadores de bloqueo de gran capacidad de canal izquierdo y derecho independientes (10,000μFx4 por canal). Esta generosa especificación personalizada garantiza que la unidad de fuente de alimentación no se vea afectada por ninguna fluctuación de carga.

El L-509X está equipado con un circuito de búfer discreto que es equivalente al tipo utilizado en el amplificador separado LUXMAN C-900u de gama alta. Este circuito conserva la claridad de la señal de audio, mientras que al mismo tiempo la fuerza impulsora de la siguiente etapa de amplificación de potencia aumenta significativamente.

El uso de Placas de Circuito Impreso con revestimiento despegable resistente a las grietas para las placas del amplificador evita que la calidad de la señal de audio se vea afectada negativamente. Este producto prioriza la calidad de audio en características como el patrón de cableado directo no angulado, conocido como la construcción Beeline del LUXMAN original, asegurando una transmisión de señal suave a través de la ruta más corta óptima.

Los relés de altavoz de gran capacidad y baja resistencia están conectados en paralelo, lo que permite una transmisión sin pérdidas de la poderosa fuerza impulsora generada por el generoso circuito de alimentación y la sección de salida del amplificador del L-509X. El uso de cableado de 3.5 mm2 para la salida de la placa del amplificador y el factor de amortiguación de la unidad de 370.

El nuevo LECUA 1000 «Luxman Electronically Controlled Ultimate Attenuator». está en el corazón de la sección de preamplificación y el control de ajuste de volumen del L-509X. Este atenuador computarizado está integrado con el circuito de amplificación, una característica integral del amplificador de control de alta gama LUXMAN C-900u. LECUA proporciona un sistema de control de nivel ideal, que permite un ajuste suave y fino del volumen en 88 pasos, minimizando así el deterioro de la calidad de audio en cualquier punto del rango de ajuste de volumen. Un avance del nuevo LECUA1000 es el diseño 3D. La placa de circuito del atenuador está directamente conectada a la placa de circuito de amplificación. El enrutamiento de la señal se ha minimizado y la eficiencia se ha mejorado con éxito. Además, este diseño es extremadamente resistente a las vibraciones externas y elimina los cambios en la calidad del audio en el rango de control de volumen.

Sonido

Después de bregar con la instalación de tan pesado aparato ahora llega la parte mollar del asunto que no es otra que meterle señales eléctricas por sus entradas y a ver qué tal la saca por los altavoces convertida ya en música ¿no es esto la parte más divertida?

Rock

Comienzo las escuchas críticas con la sección de fono del Luxman y con un disco de vinilo en una soberbia edición del sello estadounidense Analogue Productions. Se trata del álbum L.A. Woman del grupo californiano The Doors. En doble disco a 45 R.P.M. En carpeta gatefold de una densidad y robustez nunca vistas y con un prensado de referencia.

L.A. Woman es un álbum de despedida, grabado de forma casera donde el grupo regresa a sus inicios blues. Tres meses después Jim Morrison moriría en Paris pero nos dejó este regalazo de despedida.

Pongo la aguja en “Been Down So Long” y la voz cuarteada de Jimbo suena fabulosamente cruda, ruda y bruta. La escena se monta justo detrás de las cajas acústicas. La slide guitar en manos de Robby Krieger, bajo, guitarras rítmicas y la batería se reparten el escenario juntas pero no revueltas. Es increíble como el Luxman L509x ha hecho por la profundidad de escena de mi sistema. La parte frontal de las cajas Usher está retirada un metro y quince centímetros de la pared y sin embargo parece que estuviesen separadas un par de metros más. Lo mejor es que no hace falta recurrir a la archi-manida frase: “uno cierra los ojos y…” Es que incluso con los ojos abiertos como platos y mirando hacia la pared la vista dice una cosa pero los oídos otra diferente.

Con la sala tirando más a seca por la cantidad de absorbentes acústicos que tengo instalados para lidiar principalmente con los graves. Tengo las Usher con los tweeters separados 180 centímetros entre sí y el punto de escucha formando un triángulo equilátero. Se podría pensar que se escuchan más las cajas que la sala pero le subo un par de “horas” al pote y el equilibrio entre sala y cajas se consigue sin que haya saturación alguna. De hecho jamás mis cajas han dado mejor grave que el que les inyecta el integrado Luxman cuyo dumping factor consigue que el bajo y la batería suenen vivos, reales, con una nitidez orgánica y visceral. Los pies se mueven solos, los oídos se recrean y el corazón se agita. “Been High so long” amigo Jim.

L.A. Woman suena y la percusión intencionadamente seca de la caja suena carnal, con toda su pulpa y sustancia. Las guitarras, el Rhodes todo se escucha tan material y presente que uno siente que primero hay unos instrumentos y un suspiro después la música que sale de ellos. No es que no haya espacio para lo gaseoso e inmaterial, porque los brillos de la batería están ahí, pero su localización es tan precisa y su timbre tan creíble que se consigue esa complicidad del “directo.” La cara del disco se termina y la sensación de que hay una banda refrescándose la garganta con bourbon, el batería secándose el sudor o el bajista aprovechando para darle unas caladas a un cigarrillo está latente. Ese nivel de intimidad y conexión fue el que la banda quiso con un disco auto-producido y grabado en su local de ensayo y con un Morrison que, a falta de un box para voces, cantó en la puerta del cuarto de baño. Increíble.

Riders on The Storm es una de las mejores canciones que hayan compuesto y grabado jamás. Es un tema que se sale del marcado carácter blusero del disco y se mete de lleno en la psicodelia, en un lisérgico viaje sin retorno. Con la edad lloro menos a lágrima viva pero por contra me emociono más, y siempre se me quedan en la córnea un par de lágrimas densas como mercurio a punto de caer y rodar cara abajo. Los ojos me escuecen como lejía y es porque lloran con la fase cambiada, lloran para adentro. Este yunque electrónico japonés y Ray Manzarek con esa maravilla de lluvia hecha con teclas de Fender Rhodes han provocado que la fase vuelva a su sitio.

Jazz

Continuo por la senda analógica con otro disco de vinilo esta vez del trompetista Lee Morgan. Su álbum Cornbread con cortes Hard Pop y soul Jazz cuenta con el pianista Herbie Hancock y con Hank Mobley al saxo tenor. Se trata de una reedición de Blue Note de su serie Tone Poet. LP a 33 RPM y delicioso gatefold con fotos de sesión al estilo de lo editados por el sello Music Matters. (No en vano Joey Harley, co-fundador y co-productor del sello Music Matters está detrás de esta serie que cuenta con la masterización del maestro Kevin Gray.)

Suavidad y entereza a la vez. Textura en alta definición y calidez sin impostura. Es el deleite de la música y por la música. Pero también una oda al buen sonido. Tanto es así que puedo simultáneamente disfrutar del big picture, de la panorámica entera y también disfrutar con el zoom, con el análisis, con el detalle de la microdinámica y la sutileza tímbrica que hace único a cada músico con su instrumento.

Aunque es un gran disco al completo siento especial predilección por la cara b algo más intimista y con tempos más relajados. Suena “Ceora” y el piano del señor Hancock ocupa el centro de la escena pero sólo a modo de arrope y deja que el diálogo entre la trompeta en el canal izquierdo y el saxo en el derecho sea el que tenga el protagonismo. La batería también tocada discretamente con escobillas cuando se producen los solos comparte el canal derecho con el saxofón y sin embargo ambos instrumentos suenan nítidos, cristalinos, con separación y dinámica convincentes.

Cuando suena el estribillo con todos los músicos tocando el disfrute es mayúsculo pues la definición no se malogra con la mayor densidad instrumental. Ha de ser por el fondo negro tan conseguido que la electrónica se gasta y por la falta de distorsión incluso a volumen alto.

Pero es que este integrado suena también fabuloso a volumen moderado. Aunque se tenga una sala tirando al lado seco como la mía se consigue un grave competente y unos agudos centelleantes con bajo volumen y aquí no hay otro misterio que un botón loudness que cumple a las maravillas sin edulcorar ni comprometer la linealidad del sonido.

Clásica

Pasamos al formato digital con un SACD 100% audiófilo, tanto por su calidad de grabación como porque a mí en particular no me provoca ningún vínculo emocional. No existe la trampa del enamoramiento, de la melancolía, del viejo disco querido al que se le perdonan sus defectos. Hablamos de la obra del compositor, ingeniero y arquitecto greco-francés Iannis Xenakis, en este caso con una de sus obras de percusión “Les Pléïades” compuesta para seis músicos. La percusionista japonesa Kuniko Kato graba para el sello Linn Records el álbum “Kuniko IX – Iannis Xenakis” (SACD) donde toca todos los instrumentos: marimba, vibráfono, xilófono, xylo-marimba y batería así como un peculiar instrumento diseñado ad Hoc por Xenakis llamado Sixxen formado por 19 barras metálicas afinadas ni diatónica ni cromáticamente y que han de variar entre sí más de un cuarto de tono pero menos de medio. De esta forma  -asegura el compositor- los seis músicos pueden tocar seis Sixxen a la vez y que todas las notas tengan definido su attack decay sustain y release sin pisarse unas a las otras. Les Pléïades es música para percusionistas, un hito y un reto para cualquier músico y un fenomenal disco de test de sistemas hi-fi como viene al caso.

Suena el primer movimiento titulado “Melanges” (mezclas) y tras unas primeras frases del inconfundible Sixxen el escenario se llena de instrumentos que los que no tenemos formación musical tendemos a meter en el mismo saco: marimba, vibráfono, xilófono, xilo-marimba. Aquí suenan todos con sus timbres, colores, texturas  y sabores a madera o metal. Tanto si son notas aisladas como si son un torrente, todas las notas brillan con luz propia en su fugaz existencia.

Con el volumen del Luxman a modo “Pre-llamada al 091”  la intachable agilidad del integrado japonés se manifiesta en su máxima expresión. Me deleito con la sutileza del centelleo del Sixxen como si de una charla de luciérnagas en un patio trasero se tratase, para luego sobrecogerme con el tronar de los timbales y el bombo y demás instrumentos de piel tensada. Pero lo mejor ocurre con su dinámica cuando el estruendo y la delicadeza suenan a la vez en la sala sin que el pez grande se coma al chico. Todo con la destreza que sus 240 vatios por canal a 4 ohmios ofrecen. Parece no tener límites así que calculo que el Luxman L509x puede sobradamente llenar de música  habitaciones de hasta 40 metros si lo asociamos con cajas acústicas con sensibilidad declarada igual o superior a 89 dB. Eso amigos es “headroom.”

Como la composición no obedece a una estructura rítmica tradicional y predecible todo se vive como un sempiterno accidente, un trasiente a cámara lenta. Todo es nuevo, todo palpita, todo está vivo como si de la improvisación de un tipo de jazz primigenio se tratase. Tanto es así que sé que me dejo cosas en el tintero de lo inefable. Es por mérito del compositor que consigue que su obra no suene a nada que huela a música occidental y que sin embargo tampoco suene a oriental. Disfrutando en el limbo.

Más arriba del Limbo, ya en el Cielo me imagino una imposible pelea de bar con Fran Zappa espetando: “Escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura.” Y a un viejo Beethoven vociferándole: “La arquitectura es una música de piedras y la música, una arquitectura de sonidos.” -¡Ambos tienen razón! Viene a poner paz Iannis Xenakis en calidad de músico autodidacta, ingeniero civil, arquitecto de obras y arquitecto sonoro.

Rock Fusión Ambient

Termino la sesión de escuchas críticas con un álbum poliédrico en el que el genial bajista y compositor Bill Laswell deconstruye y mezcla con toques ambient temas de Carlos Santana. Se trata del CD Bill Laswell – Carlos Santana – Divine Light. El mejor corte es en el que Bill Laswell mezcla a Santana, que a su vez versiona el inmenso A love Supreme de John Coltrane, pasándolo por su coctelera de rock latino. Tenemos a Santana y Laswell trabajando en cadena aportando cada uno de ellos su toque personal y respetando la esencia de la obra de Coltrane, materia prima con la que trabajan con singular talento y maestría.

El tema tiene como armazón rítmico una potente linea de bajo que llena la sala y la domina con su cuerpo en los 60 hz. Con más reverb que en la versión original al estilo del dub jamaicano, suena abigarrado y sin embargo no fagocita a las congas de Armando Peraza, más livianas y débiles. Las guitarras de Santana y McLaughlin que el la versión original tienen un descomunal diálogo de 29 solos de guitarra en tan sólo seis minutos aquí en la remezcla suenan menos ariscas y chillonas como si Laswell las hubiera querido transubstanciar y llevarlas a un plano todavía más místico. Este plano se refuerza por las voces de Santana y McLaughlin que a modo de mantra repiten “A Love Supreme” en este caso el juego de ecos, delays y reverbs aplicado por Laswelll consigue un efecto caleidoscopio como si de un Mandala sonoro se tratase. Y es que el Luxman L509x no sólo consigue que la música suene física y terrenal por la gran focalización y timbre de los instrumentos sino que también puede convertirla en algo gaseoso y envolvente y si atendemos a las limitaciones y características de mi sala es algo increíblemente meritorio.

Otro disco que creía tener exprimido al máximo desde el 2001 en que se editó y que sin embargo vuelve a darme nuevos y frescos sorbos de su jugo.

La batería de “The life divine” suena al principio vaporosa en los brillos de los platos. Su naturaleza metálica, su timbre y la violencia de cada golpe sea fuerte o débil se mastica en la sala. Microdinámica que no se emponzoña cuando las cajas y el bombo entran en escena como una bestia herida que se defiende en un rincón. Entregada y apasionada, sólo baja unos decibelios cuando entran las guitarras  todavía más encabritadas en este tema que es coda del anterior. Me emociona y me arrastra con su ímpetu. ¡Qué más se puede pedir!

Conclusión

Si hay una palabra que he repetido en esta reseña es disfrutar. Esta máquina japonesa es una oda al buen hacer y al buen gusto. Es el amplificador integrado más audiófilo que ha entrado por las puertas de mi humilde guarida, pero es que además está concebido como sólo soy capaz de disfrutar la experiencia audiófila y es desde el goce de la música.

Es un amplificador “integrado” de referencia porque “integra” muchas funciones pero sin que la “integridad” de la experiencia sonoro-musical se vea comprometida. Presenta a los instrumentos en el escenario desde su corporeidad y sustancia como seres vivos, para luego deleitarnos con sus notas musicales sin importar si son tenues y vaporosos susurros o contundentes e incisivos bramidos. Pero es que lo consigue sin que lo macro sepulte a lo micro y sin que lo micro nos distraiga de lo macro. Creo que de eso trata la Alta Fidelidad.

Precio 9.990 Euros

Distribuye Ultimate Audio Élite

EQUIPO USADO PARA LA PRUEBA

Cajas acústicas

  • Usher Audio Mini Dancer DMD 2

Fuente Digital

  • Reproductor de CD/SACD Yamaha CD-S3000
  • iMac mid 2007 Core 2 Duo 2,4 GHZ y 6 gigas RAM DDR3 con disco duro interno SSD para sistema operativo y software
  • Macbook Pro Retina Early 2015 con Intel Core i5 a 2,9 GHZ 8 GB de RAM DDR3 a 1867 MHZ y disco duro interno SSD de 500 GB
  • Disco duro Western Digital My Passport Ultra 2,5” y 2 tB para biblioteca musical

Fuente Analógica

  • Giradiscos Acoustic Solid modelo Solid Wood con Brazo Rega RB-303 y  cápsula Ortofon MC-3 Turbo

Cableado y otros

  • Regleta Furutech e-TP80e con cable de corriente Furutech G-314AG-18E
  • Cables de altavoz Supra Classic 6.0 en bicableado con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas en origen en ambos extremos
  • Cables de altavoz QED Silver Anniversary XT / CF con bananas Qed Airlock de 4mm crimpadas de origen en ambos extremos
  • Cable de corriente Furutech G-320Ag-18-E en SACD
  • Cable de corriente Cardas Golden Power Cord en Amplificador
  • Cable USB Audioquest Carbon en Macs / SACD
  • Cables de modulación RCA Groneberg Quattro Reference
  • Cables de modulación RCA Ortofon
  • Cables de modulación XLR Hivilux
  • Sala dedicada de 22 m2 acondicionada acústicamente con alfombra gruesa de lana natural,  cuatro paneles de fibra de vidrio de 50 mm marca EQ Acoustics situados en la pared tras el punto de escucha. 2 Paneles de poliéster de 100 mm marca EQ Acoustics en la pared de fondo. 2 Paneles de lana de roca de 150 mm en la pared de fondo y dos difusores cuadráticos de tipo residual marca T.Akustik modelo SC Diffusor. Ocho trampas de graves marca Auralex modelo Lenrd. Cortinas gruesas muy rizadas y doble cierre de aluminio con rotura de puente termoacústico. Trampa de graves de fibra de vidrio de 200 cm x 35cm x 70 cm.

 

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