Tecnología y funcionalidad
En cuanto a su implementación, el Luxman P-750u mantiene las mismas características de su predecesor, con la única diferencia del conector balanceado de cuatro pines. En su parte posterior hay dos entradas balanceadas y una en SE, más una salida en SE que puentea a la entrada de su mismo tipo. No podremos, por tanto, puentear las entradas balanceadas. En el frontal encontraremos una conexión para auriculares en SE y dos balanceadas: una doble de tres pines y la simple de cuatro antes citada. Dispondremos también de selector de entrada, un botón de through out para hacer que el puenteado sea directo –que se activa automáticamente al apagar el equipo, dejando practicable esta función–, un control de balance y el control de volumen. También dispone de un botón de encendido y apagado total –no standby–, lo cual es de agradecer.
No quisiera alargarme demasiado en el apartado técnico, es complejo y daría para un análisis completo por sí mismo. Tan sólo comentar que la propia marca destaca ciertos aspectos, como el circuito ODNF –Only Distorsion Negative Feedback–, versión 4.0, que sólo retroalimenta los elementos distorsionados de la señal logrando una respuesta primaria de alta velocidad, un ancho de banda ultra ancho y una distorsión de bajo nivel. Con este circuito se logra una impedancia de salida aún menor y una relación señal-ruido más alta, gracias a una primera etapa en paralelo y un circuito de amplificación de segunda etapa equipado con Darlington. La etapa final del circuito amplificador equipado con ODNF del P-750u es un sistema de salida completamente balanceado de 4 canales. La configuración de salida Bridge Tied Load –BTL– se usa para auriculares balanceados, mientras que la configuración de doble paralelo se usa para auriculares no balanceados, lo que demuestra la idoneidad del P-750u para todo tipo de auriculares.
Otra característica interesante del equipo es el atenuador de sonido computerizado LECUA de Luxman, que consiste en un sistema de ajuste de volumen de alta precisión, evitando los problemas de desviación de nivel entre canales a bajos volúmenes, aportando un funcionamiento tremendamente suave y eliminando la pérdida de calidad sonora a cualquier nivel. Además ofrece control de balance y tres niveles seleccionables de sensibilidad, dependiendo de la impedancia y la eficiencia de cada auricular. Cabe destacar que la ganancia alta del P-750u es de 0 dB, la media de -6 dB y la baja de -12 dB. Es decir, no multiplica de forma positiva la ganancia en ningún caso, lo cual da una idea del poderío de este amplificador, que ya suena con solvencia en ganancia baja.
Estos detalles, además de otros como la construcción Beeline original de LUXMAN, la fuente de amplificación mejorada de alta capacidad –con un circuito altamente estable que consta de un transformador de potencia OI-core altamente regulado, dos condensadores de bloque personalizados de 10.000 uF en la etapa de amplificación de potencia y otros dos de 3.300 uF en la etapa de preajuste, logrando así gran poder y alta estabilidad–, un chasis base de diseño dual construido en chapa de acero de 3 mm de máxima rigidez y bajo centro de gravedad, o sus patas personalizadas a partir de la serie 900 de Luxman para controlar la vibración, configuran un conjunto técnico formidable.
Cualidades sonoras
¿En qué se traduce finalmente todo este alarde de diseño, calidad material y tecnología? ¿Está el resultado sonoro a la altura del resto de cualidades del equipo? La respuesta es, como ya habréis adivinado, afirmativa. Estamos ante un equipo que, al igual que en el resto de sus apartados menores antes comentados, se encuentra en el aspecto sonoro un escalón por encima de los equipos que hasta ahora he tenido ocasión de conocer. En el apartado material ya comenté que el único equipo que encontraba comparable a este Luxman era el Allnic HPA-5000. En el apartado sonoro ocurre lo mismo. La lógica en este sentido es aplastante, y los equipos, mal que me pese, suelen rendir muy en función a su precio. Hay sorpresas agradables, desde luego, pero en general mi experiencia me ha ido ratificando lo que en principio es lógico y hasta evidente.
Estamos ante un equipo extraordinario en sus cualidades sonoras. Encontraremos en él una resolución extrema, un sonido de una fidelidad enorme, una capacidad dinámica soberbia y, en definitiva, un referente en capacidad técnica. Cuando uno compara el Luxman P-750u con otros equipos la diferencia es clara. No hay que perder mucho tiempo en buscar matices. La música se muestra con una transparencia y una cantidad de información que resulta a veces incluso apabullante. Deja, por comparación, al resto de equipos como si fueran algo apagados y lentos, carentes de brío y claridad, y sobre todo, claramente descontrolados en los extremos.
Esto, no obstante, no es óbice para que el resultado final pueda no ser de nuestro agrado. Dependerá en gran medida de lo que cada cual busque o prefiera como perfil sonoro, o en sus combinaciones con el resto del equipo –fuente, auricular–, fundamentales en mi opinión para sacar partido real de cualquier equipo de alta gama.