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Cuando comencé a escuchar el equipo lo cierto es que me costó disfrutarlo. Estoy acostumbrado a un sonido más suave, cálido y menos directo, y además con menos resolución. Mi combinación habitual es Rudistor RPX-33 + Sennheiser hd800, y cuando conecté estos auriculares al P-750u la cantidad de información me sobrepasó un poco. Apenas podía concentrarme más que en detalles concretos, y debo reconocer que me estresaba. El amplificador, además, me llegó sin estrenar, así que achaqué esta agresividad a su primer uso y lo dejé funcionando un tiempo mientras hacía escuchas de vez en cuando para ver si se suavizaba. Con el paso de los días, seguramente por el efecto del rodaje de las primeras horas o por la costumbre y adaptación natural que logramos con cualquier equipo, fui tolerando mejor su estilo. Con el paso del tiempo y el uso más relajado ha acabado por conquistarme por completo, no sólo con mis auriculares principales, los hd800, sino prácticamente con todos los demás que he podido usar, como veremos más adelante en los resultados de las diferentes combinaciones probadas.

Las cualidades generales de este Luxman son la de un equipo bien equilibrado en todas las frecuencias, con un particular control de los extremos grave y agudo que lo hace seguramente el equipo más eficaz y con más precisión de los que he probado. Pero a pesar de este férreo control, de esta precisión milimétrica a la hora de perfilar cualquier detalle, ya sea del agudo o de las frecuencias graves, que nadie piense que estamos ante un equipo de los que podríamos calificar de aséptico o frío. Todo lo contrario. Su particular manera de reproducir los medios, con gran belleza y personalidad, y con una presentación cercana y directa lo convierten en uno de los equipos más musicales del mercado. La precisión que consigue no tiene nada que ver con, por ejemplo, la que he podido encontrar en otros equipos como el GS-1 de Headamp o el Bryston BHA-1, que son más analíticos y también, por comparación, menos emotivos y más asépticos. El Luxman aporta un carácter propio al timbre, con un pequeño toque de color, que consigue un equilibrio perfecto entre musicalidad y corrección. Quizá la palabra que más se acerca a definir su estilo sería intensidad.

El P-750u se muestra ante todo intenso. Intenso para empezar en su gama media: las voces, guitarras, pianos… todo suena con fuerza y carácter. Pero también en los extremos, ya que a pesar de su tremendo control los define a la perfección, con capacidad de delinear cada nota y dotarla de presencia propia, sea grave o aguda. En su presentación escénica, que propone de forma cercana y directa, y que sin ser especialmente amplia logra definir con mucha lógica y coherencia. No destaca por una tridimensionalidad muy desarrollada al estilo del Bryston BHA-1, ni por una profundidad y separación lateral al estilo del Rudistor. No. Da una escena que sin ser escasa es contenida, en la que no quedan espacios vacíos, ni hay lugar para ninguna sensación forzada. Uno siente la focalización de cada sonido muy cercana, de forma muy viva y, de nuevo debo insistir, con mucha intensidad. Por eso al principio puede resultar incluso un poco desbordante.

 

Respecto a las combinaciones probadas, El Luxman es un equipo que, manteniendo un punto del carácter descrito en las anteriores líneas, es capaz de mostrarse transparente con respecto a lo que a él se conecta, ya sea fuente o auricular. Es algo bastante común en un amplificador de nivel, y he encontrado esta cualidad, incluso en mayor medida, en el Allnic o en el GS-1 de Headamp.

He usado tres fuentes con él: el cd Marantz SA8003, el Primare cd31 y el Benchmark dac-1 USB –con ambos cds como transporte–. El Marantz y el Becnhmark dan un resultado similar en la tonalidad, más del lado frío y analítico de las cosas, el Marantz con poco más de escena, el Benchmark con algo más de pegada. El Primare, sin embargo, es un equipo algo más cálido y suave, manteniendo no obstante un timbre agradable y razonablemente natural. El mejor resultado, para mi gusto al menos, lo he obtenido con el Primare. Recomiendo, por tanto, una fuente que se asemeje a este carácter, ya que el Luxman es bastante incisivo y directo, aunque también dependerá del auricular con que lo vayamos a usar principalmente.

Como ya he explicado antes, el auricular que más he usado y disfrutado con el P-750u es el Sennheiser hd800. El resultado es todo un espectáculo, especialmente en configuración balanceada. Se consigue un timbre muy bonito, y un nivel técnico extraordinario. El toque más o menos contenido en escena del Luxman equilibra bien la ofrecida por el hd800, tan amplia y tridimensional que a algunos les parece hasta excesiva. Es un conjunto analítico, como es lógico, pero no resulta para nada aséptico o seco, como si puede ocurrir con el hd800 al combinarlo con otros equipos. Imagino que con los hd800s el resultado será incluso un poco más redondo desde un punto de vista musical, y según preferencias será más o menos acertado el resultado –yo prefiero el hd800–.

Con los RS-1 de Grado el Luxman se muestra quizá algo excesivo en lo directo y agresivo de la reproducción. Todo dependerá un poco de lo que a uno le guste esta marca, yo prefiero combinarla con equipos algo más suaves y cálidos, como el Rudistor o el más sencillo y vetusto X-can V8 de Musical Fidelity. Seguramente con modelos de más alta gama de Grado, como el Gs2000e, el Luxman hará mejor combinación.

El k812 es un auricular de corte cálido, con un grave bien presente y de carácter musical y divertido. La combinación con el Luxman es excelente, y seguramente hará las delicias de los que tengan este auricular como su referente. Debo comentar, sin embargo, que así como el Luxman se muestra agresivo y muy directo y rápido con los hd800 o los RS-1, me ha sorprendido que el k812 suene incluso relajado con él. Es esta una de las razones por las que he comentado al principio que el Luxman es un amplificador muy transparente con lo que a él se conecta: aporta, pero no impone su carácter de forma férrea como hace por ejemplo el GS-1 de Headamp. Ojo por tanto a los que usen este auricular para música cañera: tal vez el resultado sea menos agresivo de lo esperado.

He podido probar el Luxman con otros auriculares de gama media, con los que sin duda luce mucho: Sennheiser hd600, Philips Fidelio x2, AKG k701… Destacaría éste último, el AKG, con el que combina especialmente bien, pero entiendo que el Luxman es equipo para auriculares más capaces. Por resumir un poco diría que prefiero este equipo combinado con fuentes más bien cálidas y auriculares neutros y de amplia escena.

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