Este equilibrio en cualidades sonoras se ve también reflejado en su tremenda versatilidad. Lo he probado con estilos musicales muy distintos y siempre cumple a un nivel altísimo. Consigue que se escuche una composición de música clásica con un perfecto equilibrio tímbrico, y al mismo tiempo con un nivel de intensidad musical muy destacable. No se hace soso o aburrido, y transmite siempre una riqueza derivada de su gran resolución, que permite sumergirse en la música de forma muy placentera. Su grave es capaz de reproducir el fondo rítmico de la composición, tiene presencia constante durante toda la escucha y arropa lo suficiente para que pueda considerarse incluso cálido, pero nunca denso o pesado.
Con otros estilos, donde la resolución no podría solucionar otras carencias, como el Jazz, o grabaciones acústicas con pocos instrumentos y voces sugerentes, el Marley muestra un gran refinamiento. Y en estilos más cañeros, donde la calidad técnica suele jugar en contra más que a favor, se muestra permisivo y musical. Insisto en que no alcanza los niveles más altos que uno puede encontrar en otros amplificadores, como la tremenda musicalidad de un Pathos Aurium, o la fluidez de un Icon Audio, pero siempre tiene la facultad de sorprender positivamente. Es un amplificador de escucha fácil, y al mismo tiempo de calidad. No creo que nadie tenga nunca la sensación de no haber acertado con este aparato. Hay que tener muy claro que este es un equipo de escritorio, y como tal yo no me esperaba un resultado tan positivo. Esta grata sorpresa es la que ha conseguido que mis impresiones sean tan satisfactorias, máxime cuando uno no deja de sorprenderse al hacer las comparaciones directas con otros equipos. El M2Tech Marley es sin duda un equipo muy completo y capaz técnicamente. Cuando nos adentramos ya en una comparación menos relajada y midiéndolo con detalle con las mejores cualidades de amplificadores rivales, que por cierto son casi todos superiores en precio y sector, es donde encontramos algunas limitaciones. Hay que hilar fino, pero en todos los equipos hay debilidades.
He encontrado que el timbre del Marley adolece de cierta carencia de cuerpo en el medio grave en algunos momentos. Esta característica favorece una impresión de profundidad escénica que otros equipos, como el Rudistor, consiguen de manera más correcta. El registro del agudo más extremo está claramente suavizado, y algunos de sus rivales son capaces de mostrar más resolución por arriba, donde el Marley evita entrar en terrenos que no domina. El grave es de calidad, como hemos dicho, pero también se puede encontrar cierta tendencia a igualar los registros del mismo con diferentes grabaciones. Dicho de otra forma, lleva la música a su terreno en todo momento, y en gran medida su versatilidad puede deberse a esta razón.
Todas estas pequeñas limitaciones, insisto, han sido buscadas, escuchando el sonido del equipo con más atención que la misma música, y en comparación directa con otros amplificadores de contrastado nivel. No creo que sean en ningún caso destacables, la sensación de conjunto es excelente y realmente me parece un equipo sorprendente por su calidad sonora en términos generales. Desde luego, acorde a lo que podemos esperar de su precio y condición de equipo semiportátil.
Combinaciones
Mantengo de nuevo en este apartado la coherencia estructural del equipo, al ser un amplificador muy versátil, y admitir todo tipo de auriculares. Al igual que ocurre con otros equipos de similares características en lo tímbrico, como el Lehmann o el Burson antes citados, el M2Tech entra dentro de los amplificadores que yo calificaría como todoterrenos.
Lo he conectado a modelos tan diferentes como los Akg k601, 701 y 501, Grado Rs1, Denon d2000, Beyerdynamic dt990 edition, Sennheiser hd600 y hd800 (en serie y balanceado), al duro de mover Akg k141m, de 600 ohms, e incluso al ortodinámico LCD3. Los más usados para la prueba han sido los Rs1, los k701 y los hd800. Pero en todos los casos el resultado ha sido más que correcto, sacando un perfil agradable y musical sin ninguna excepción. En la lista aportada, hay auriculares de baja impedancia, de impedancia media y baja sensibilidad, de impedancia alta y sensibilidad baja… todo le ha dado igual. Siempre ha respondido de forma notable. Me ha gustado especialmente con los Grado, y también con los Akg. En ambos casos, muy diferentes entre sí, ha demostrado gran capacidad de potencia y control, haciendo más equilibrados a los Grado y cálidos y musicales a los Akg.
