Marantz CD 50n+MODEL 50: un ”pack” perfecto para celebrar el 70º cumpleaños de un icono del audio
Los protagonistas del presente análisis son las dos propuestas más novedosas de una marca que este año 2023 está celebrando sus primeras siete décadas de existencia con una vitalidad y una frescura casi juveniles: la japonesa, aunque nacida estadounidense, Marantz. Son dos preciosas electrónicas estereofónicas que pueden adquirirse perfectamente por separado y combinarse con los productos que nos apetezca pero que por su propia naturaleza “suman” cuando se proponen como un todo. Y es que el reproductor de discos compactos con streamer incorporado CD 50n y el amplificador integrado MODEL 50 lo tienen todo para seducir, empezando por una concepción genuinamente purista que en el primer caso está destinada a los entusiastas del sonido digital y en el segundo a quienes apuestan por el tradicionalismo analógico más atemporal… eso sí, apoyado por la solvencia de una tecnología que, lejos de pretender impresionar/fascinar por su sofisticación, se pone en todo momento al servicio de la naturalidad en la reproducción de cualquier tipo de grabación, en definitiva, de lo que entendemos por musicalidad.
Fieles a la tradición de la empresa fundada por el legendario Saul Bernard -“B.”- Marantz, nuestros dos invitados hacen gala de un notabilísimo combinado de tecnologías exclusivas y ampliamente contrastadas, a la vez que se benefician de la acertadísima estética que la marca está incorporando de manera relajada pero continuada a todas sus realizaciones de nueva generación y, por supuesto, de una calidad constructiva excepcional. Todo ello con el añadido -ventajas de las economías de escala que se pueden permitir las marcas “potentes” que hacen las cosas realmente bien- de un precio muy competitivo que convierte a los productos analizados en una opción magnífica para entrar en el universo del audio High End por la puerta grande armonizando clasicismo y modernidad.
Dos formidables herramientas al servicio del “Sonido Más Musical”
Como conocedor y entusiasta que soy de Marantz -sin ir más lejos, el reproductor de SACD SA-10, presentado en sociedad a finales de 2016, sigue siendo, en mi opinión, una referencia incontestable en fuentes digitales “clásicas”- debo reconocer que el lanzamiento al mercado en 2020 del amplificador integrado estereofónico 100% analógico -lo recalco porque sus creadores insistieron mucho en ello y además me parece un detalle harto interesante- MODEL 30 y el reproductor de SACD con conectividad a redes SACD 30n constituyó un auténtico y genuino salto cuántico en la percepción visual de la legendaria firma nipona. Un salto cuántico tan logrado que del mismo se han beneficiado todas y cada una de las realizaciones comercializadas por Marantz -tanto en Alta Fidelidad como Cine en Casa- desde entonces y cuya expresión más reciente la encontramos en el conjunto que protagoniza el presente banco de pruebas, formado por el amplificador integrado -también 100% analógico- MODEL 50 y su reproductor digital -que combina lectura de CD’s con conectividad a redes- CD 50n. Por cierto: observen al respecto la letra “n” que indica la posibilidad de streaming puesto que tal funcionalidad se ha incorporado unas veces en la electrónica de amplificación y otras en la fuente. Un detalle aparentemente sin importancia en el contexto del presente artículo pero que deberá ser tenido en cuenta por quienes opten por adquirir nuestros dos invitados a la hora de combinarlos con otras electrónicas y evitar así posibles -y molestas- redundancias.
Entrando ya en materia, lo primero que hay que decir de los dos “50” es que están muy bien construidos, como se encargan de certificar las fotografías adjuntas. De acuerdo, no estamos ante el nivel de perfeccionismo radical a la japonesa de los “10”, que continúan estando en la cúspide de la propuesta estereofónica de Marantz, pero la verdad es que la ejecución física de nuestros invitados es inequívocamente High End pese a su comedido -al menos para los estándares del audio de excepción- precio. Se nota fácilmente que el CD 50n y el MODEL 50 proceden de la misma “madre”, como corrobora la disposición de los diferentes subsistemas en las pertinentes placas de circuito impreso y la estructura mecánica con paneles interconectados para maximizar la rigidez evitando a la vez la transmisión de vibraciones potencialmente molestas. Al respecto no pasa desapercibido el tratamiento dado al transformador de alimentación, de tipo toroidal en nuestros dos invitados y que combina un blindaje metálico que lo circunvala con una base dedicada para minimizar, respectivamente, las emisiones magnéticas parásitas y la transmisión de posibles vibraciones -a menudo motivadas por artefactos procedentes de la red eléctrica- a componentes y/o circuitos particularmente sensibles de la sección de audio. De hecho, no viene de más recordar que sin una fuente de alimentación bien diseñada -léase potente y silenciosa a partes iguales- la alta resolución -ya sea digital o analógica- se va literalmente al carajo porque en el mejor de los casos deja de ser “alta”.
Los dos “50” comparten asimismo otros “must” de Marantz, caso de los ya “intocables” Módulos Amplificadores Hiperdinámicos o HDAM, una solución cuyo éxito es más que merecido por la sencilla razón de que constituye una versión “ultrapurista” de un tipo de componente muy habitual en audio: el amplificador operacional, cuyo punto de partida es el denominado amplificador diferencial -también conocido por sus siglas en inglés Op Amp- o “de diferencias”. No tienen estas líneas por objetivo dar una especial de clase de electrónica analógica, pero, en esencia, lo que hace un amplificador operacional es amplificar un voltaje -tensión eléctrica- con una entrada de tipo diferencial para tener una salida amplificada y con referencia a tierra. Esta vaga definición esconde un rango de aplicaciones vastísimo que van desde los ordenadores analógicos a los amplificadores de señal o los comparadores de tensión… como pueden ustedes imaginar, en el campo concreto del audio se utilizan para amplificar señales de baja amplitud. En la práctica, los amplificadores operacionales se presentan en forma de circuitos integrados, y la verdad es que los hay muy buenos por cuanto es un tipo de componente presente en ámbitos especialmente exigentes en términos de prestaciones, caso de la electromedicina. Sin embargo, los ingenieros de Marantz quisieron ir más allá y “complicarse la vida” ejecutando el componente de marras mediante elementos discretos de -por supuesto- alta calidad, multiplicándose de este modo el espacio a ocupar y, por supuesto, el precio. Pero el resultado valió la pena, como avala la presencia de módulos HDAM en sus diferentes versiones y generaciones en la práctica totalidad de productos de la firma nipona. Ciñéndonos al caso que nos ocupa, encontramos HDAM y HDAM-SA2 en el CD 50n y HDAM-SA2 y HDAM-SA3 en el MODEL 50, lo que significa que nuestros invitados se benefician, como es norma en Marantz, de un legado de excelencia tecnológica que contribuye poderosamente a reforzar su excepcional – para la categoría a la que pertenecen- relación calidad/precio.
¿Qué más hay que destacar de la ingeniería de nuestros invitados? Obviamente, que en su ejecución se utilizan componentes pasivos (algunos de ellos hechos a medida) y activos de muy alta calidad y que los mismos están organizados en configuraciones muy elaboradas, caso de la etapa de ganancia Marantz Musical Phono EQ de la sección “vinílica” del MODEL 50 montada en su propia placa de circuito impreso en una impoluta topología doble monofónica, disposición que se repite en la circuitería analógica de salida del CD 50n. Por su parte, el bloque de transporte del lector exhibe una construcción muy precisa y su funcionamiento es particularmente silencioso, a la vez que la compatibilidad en materia de archivos diferentes de los PCM de los CD’s es la exigible pese que a algunos les gustaría que la lectura de discos SACD formara parte de la ecuación. Finalmente, sobra decir que la toma USB-B del lector es asíncrona y que las opciones de codificación digital y conectividad a redes ofrecidas por el mismo -con el “plus” de elegir entre dos curvas de filtrado- son las que cabe esperar en un producto de su clase, mereciendo la pena destacar igualmente la presencia de otro “clásico” de Marantz cuya utilidad me parece fuera de toda duda: un esquema de aislamiento de la señal para el funcionamiento en modo DAC.
¿Puntos débiles? En mi opinión, muy pocos, aunque quizá el más significativo sea la no compatibilidad del CD 50n con el ecosistema Roon por cuanto reduce la flexibilidad de gestión de contenidos digitales pese a la nada desdeñable potencia del sistema HEOS Built-in. También se podrían exigir más opciones de control por voz -disponible sólo para Amazon Alexa- en el aparato en cuestión, así como la antes citada compatibilidad SACD y la posibilidad de conexión balanceada entre los dos “50”, posibilidades ambas que afectarían directamente al precio de nuestra fuente y, en el caso de la segunda, también del amplificador ya que una cosa es tener tomas balanceadas y otra bien distinta una circuitería balanceada, ergo duplicada. Rizando el rizo, también se podría pedir la compatibilidad de la sección de fono del MODEL 50 con cápsulas de bobina móvil (MC), algo que, de nuevo, encarecería el precio final aunque al respecto les daré una muy buena noticia: los 1’4 mV de sensibilidad de entrada de la circuitería en cuestión permiten trabajar cómodamente con diseños MC de salida alta.
Un sonido fresco y “amable” que bebe de la mejor tradición de Marantz
Escuché largo y tendido los dos Marantz “50” en compañía de una pareja de cajas acústicas 5040 de británica Q Acoustics, unas elegantes, inteligentes y multipremiadas columnas de sensacional relación calidad/precio. Ya les adelanto que el MODEL 50 da para bastante más, aunque, como siempre en Marantz, la capacidad de entrega de corriente es notable pero no excepcional, por lo que con la opción elegida deberíamos ir más que sobrados, algo que la realidad se encarga de confirmar.
Tuve la oportunidad de empezar -en streaming- con una “playlist” que haría las delicias de cualquier entusiasta del rock, con versiones remasterizadas de algunos grandes clásicos de hace alrededor de medio siglo, lo que se dice pronto. Fue el caso del tema “Indian Summer”, del emblemático álbum “Morrison Hotel” de los estadounidenses Door: buena presencia de los músicos, notable definición y, para mí lo más importante, cero asperezas tímbricas. Con otro gran clásico, el icónico “Under My Thumb” del álbum “Aftermath” de los incombustibles Rolling Stones, la parte vocal sobresale limpiamente del grueso de la composición para transmitirnos esa fuerza emocional que constituye la esencia del concepto de precisión tonal. Y hablando de voces, impecable la de Bob Dylan en el tema “Spanish Leather” de su atemporal álbum “On The Times They Are A-Changin’”, con esa “ruptura” que la caracteriza de inmediato. Más voces, pero ahora cambiando de registro: la magnífica, aunque de trágica existencia, cantante de jazz estadounidense Billie Holiday en su fantástico, con su punto melancólico, “One For My Baby (And One More For The Road)” del imprescindible “Songs For Distingue Lovers”, toda una lección de ese “Sonido Más Musical” que Marantz ha convertido en su lema. Hay aquí una bella presentación de conjunto que es complementada por una excelente capacidad de análisis de microdetalles armónicos y microcontrastes dinámicos que se mantiene a medida que aumentamos el nivel de volumen. Continuando con el jazz, me pareció impoluta la restitución del tema “Backwater Blues”, interpretado por dos gigantes del jazz de todos los tiempos como son Horace Parlan y Archie Shepp en su espléndido “Trouble in Mind”.
Idéntica -incluso superior con algunas grabaciones- sensación de naturalidad percibí en la escucha de discos compactos, un formato que, como no me canso de repetir, continúa sorprendiendo por una musicalidad que los progresos de la tecnología se van encargando de desvelar. Así, durante la escucha de la versión en SACD (y por tanto compatible CD) del fantástico “Explorations in Sound”, editado por Marantz en el año 2020, me impresionaron la espaciosidad de la escena sonora y la exquisitez tonal del “Allegro” del “Cello Concerto in G Minor RV 416” de Antonio Vivaldi. Y, ya para concluir, un festival de calidez analógica y opulencia en graves firmado por la mejor escuela “japa”, con grabación de 1978 y digitalización en 1987: el tema “Willow Weep For Me” del álbum “Greensleeves”, interpretado por el Shoji Yokouchi Trio (“+1” para la ocasión) y una clara demostración de fuerza y elegancia por parte del MODEL 50.
En síntesis
“Nada nuevo bajo el sol”, en la mejor interpretación posible de la expresión, habría que decir del Marantz MODEL 50, de su reproductor digital a juego CD 50n y, por supuesto, del conjunto formado por ambos, que, como insinuaba al principio, es de los que “suman”. En consecuencia, adquirir los dos aparatos de golpe me parece una opción perfecta pese a que siempre cabe la opción de empezar con el amplificador -a cuenta de su condición de electrónica íntegramente analógica- y continuar con el reproductor. Los dos Marantz son preciosos, su calidad de fabricación es irreprochable y la solvencia de su tecnología está fuera de toda duda, argumentos más que los convierten en una alternativa sobresaliente para adentrarse en el universo del sonido clásico, estereofónico, con mayúsculas, innegablemente High End. sin hacer saltar la banca
Ficha Técnica
CD 50n
- Configuración: lector de CD con reproductor de música en red incorporado
- Discos compatibles: CD y CD-R/RW (también los grabados con archivos WMA y MP3)
- Respuesta en frecuencia: 2-20.000 Hz en CD (+/-1 dB), 2-50.000 Hz (puntos de corte a -3 dB) en PCM a 192 kHz y 2-50.000 (puntos de corte a -3 dB) en DSD
- Relación señal/ruido: 112 dB en PCM y en DSD
- Gama dinámica: 112 dB en PCM a 24 bits, 100 dB en PCM a 16 bits y 106 dB en DSD
- Compatibilidad archivos “Hi-Res”: FLAC hasta 24 bits/384 kHz y DSD hasta DSD256 (frecuencia de muestreo de 11’2 MHz) vía USB
- Compatibilidad streaming “Hi-Res” (con y sin cables): FLAC hasta 24 bits/192 kHz y DSD hasta DSD128 (frecuencia de muestreo de 5’6 MHz)
- Formatos digitales de archivo “Hi-Res” compatibles: DSD, WAV, FLAC y ALAC
- Conectividad digital: coaxial, óptica, USB, HDMI ARC y Bluetooth v5.0
- Potencia del amplificador de auriculares dedicado: 200 mW en el modo de alta ganancia, 120 mW en el modo de ganancia intermedia y 60 mW en el modo de baja ganancia (en los tres casos con cargas de 32 ohmios)
- Dimensiones: 442x130x424 mm (An x Al x P)
- Peso: 10’3 kg
- Precio de venta al público recomendado: 1.800 euros
MODEL 50
- Configuración: amplificador integrado estereofónico
- Potencia de salida: 2×70 W RMS a 8 ohmios o 2×100 W RMS a 4 ohmios
- Respuesta en frecuencia: 5-100.000 Hz en Línea y 20-20.000 Hz (+/-0’5 dB) en Fono MM
- Relación señal/ruido: 116 dB en Línea y 87 dB en Fono MM
- Sensibilidad/Impedancia de la entrada de fono: 1’4 mV/47 kohmios
- Factor de amortiguamiento: 100 (20-20.000 Hz, 8 ohmios)
- Dimensiones: 442x130x431 mm (An x Al x P)
- Peso: 14’2 kg
- Precio de venta al público recomendado: 1.800 euros
Importador: www.marantz.com/es-es