Preamplificador con streamer incorporado Marantz LINK 10n: ¡sensacional!
Es el banco de pruebas que protagoniza las líneas que siguen la cuadratura de un “círculo” que se inició el pasado mes de febrero con la presentación de la flamante gama de élite -estereofónica- de Marantz –https://hifilivemagazine.com/presentacion-serie-10-de-marantz/– y que continuó el mes siguiente con el análisis conjunto –https://hifilivemagazine.com/marantz-model-10-sacd-10/– de dos de los productos que la constituyen, el amplificador integrado MODEL 10 y el reproductor de Super Audio Compact Disc SACD 10. Dos máquinas abrumadoras, a la vez que de corte eminentemente “clásico”, por la excelencia y la singularidad -componentes hechos a medida, esquemas de procesado de señal exclusivos- de su tecnología, el indiscutible perfeccionismo radical –“japo” por más señas- de su ejecución, la naturalidad de su sonido y -ojo al dato- la excepcionalidad de su relación calidad/precio si tenemos en cuenta el segmento de precio en el que se ubican dentro del actual contexto del audio High End. Pues bien: la “cuadratura” en cuestión no es otra que el LINK 10n, sin duda el componente más “moderno” de la Serie 10 por cuanto a un sofisticado preamplificador también de corte “clásico” añade un reproductor de música en red de última generación. A juego con sus compañeros de gama en todos los sentidos, relación calidad/precio incluida, el LINK 10n impresiona por la fluidez con que gestiona -vía HEOS App- el acceso a contenidos remotos, y, en paralelo, por una sección de fono genuinamente audiófila. En suma, estamos ante una electrónica que posee unas capacidades extraordinarias para sacar el máximo juego a los dos soportes de audio “Hi-Res” más populares del momento: el streaming en alta resolución por un lado -digital- y, en el extremo -analógico- opuesto, el disco de vinilo por otro.
Esencia Marantz al límite: ni más ni menos
Puesto que en el análisis del dúo formato por el MODEL 10 y el SACD 10 dediqué el debido espacio a glosar los antecedentes de la Serie 10, en esta ocasión puedo entrar al trapo con el LINK 10n. Tal y como las imágenes adjuntas se encargan de demostrar, tanto el diseño industrial como la construcción de nuestro invitado son virtualmente idénticas -de hecho, comparten muchos elementos comunes- a las de sus compañeros de gama. La parte mecánica, sin ir más lejos, es perfectamente equiparable a la de productos mucho más caros, tanto por la calidad de los materiales empleados como por la precisión de los correspondientes mecanizados: aluminio en los paneles frontal, laterales (grosor máximo de 15’8 mm) y superior (12 mm de grosor), construcción de tres capas con revestimiento de cobre para el panel posterior y revestimiento asimismo de cobre para el chasis y la placa inferior del mismo, construcción en aluminio macizo del control de volumen y el selector de entrada, y, ya para terminar, uso combinado de aluminio macizo y cobre en los preciosos y opulentos pies que soportan el conjunto.
El resultado son nada menos que 33’3 kilos para un combinado de preamplificador y streamer… una cifra que da para una etapa de potencia clásica y, además de las buenas. Observen al respecto que es en la parte mecánica de las electrónicas de High End -fuentes, amplis- donde se suelen efectuar más ahorros por la sencilla razón de que si se quiere ejecutar como es debido su aportación al coste de producción total puede llegar a ser sustancial. Por lo tanto, bravo por Marantz, que además en este caso ha aplicado con obvio buen criterio el concepto de economía de escala al compartir los distintos “Serie 10” varios subsistemas clave, algo que explica la, insisto, espectacular relación calidad/precio de los mismos.
Lo que acabo de decir me lleva a una de las características fundamentales del LINK 10n tanto en lo conceptual como en lo físico: el hecho de que, partiendo de una estructura mecánica prácticamente idéntica a la del SACD 10, incluye el grueso de la circuitería digital y la fuente de alimentación de este último y la de preamplificación -así como el amplificador de auriculares dedicado, situado en un receso del panel frontal- del MODEL 10, siendo la novedad estricta la electrónica encargada de gestionar la conectividad a redes, materializada en la presencia de un módulo HEOS. Así, de la sección de previo diré lo mismo que en su momento afirmé de la del MODEL 10: que es una lección magistral de electrónica analógica en su vertiente más purista aplicada al tratamiento de señales de audio, destacando en especial la ejecución -con la presencia estelar de módulos HDAM y HDAM-SA3- de la etapa de fono, la exclusiva Marantz Musical Premium Phono EQ, que a nivel práctico ponen en manos del usuario tres posiciones de ajuste que aseguran la perfecta adaptación del grueso -la excepción son los diseños de muy baja salida, léase de menos de 0’30/0’35 mV- de cápsulas fonocaptoras de bobina móvil actualmente disponibles en el mercado. En lo que concierne al subsistema de alimentación, encontramos aquí la misma configuración que en el SACD 10, con transformadores toroidales encapsulados -y no con un encapsulado cualquiera sino con uno revestido de cobre de alta pureza- situados en la “planta baja” -para evacuar potenciales vibraciones del modo más efectivo posible- que se encargan de tratar por separado las señales analógicas y digitales.
Pasando al bloque digital, hay que apuntar que en lo que a audio puro y duro se refiere, nuestro invitado incluye el mismo que su lector de discos ópticos a juego. Esto significa que su centro neurálgico son los exclusivos esquemas que conforman su sección de tratamiento de señal, englobados bajo las siglas MMM, alias Marantz Musical Mastering y creados -hablamos de finales de 2016 y el magnífico lector SA-10- con el objetivo de sacar el máximo provecho de la música almacenada en forma digital sin introducir artefactos -parásitos- que requieran procesado extra después de la conversión. En la práctica, lo que tenemos son dos etapas llamadas MMM-Conversion y MMM-Stream, que parten de la experiencia acumulada por Marantz desde los primeros días del CD y la pone al servicio del audio digital de última generación, en este caso el streaming “Hi-Res”. En esencia, lo que se hace es que en vez de reducir la frecuencia de muestreo y la cuantificación de archivos de muy alta resolución para que se adapten a las posibilidades de un convertidor D/A convencional, se convierte todo a DSD256 mediante el MMM-Conversion, ahora en una versión puesta al día, que utiliza dos relojes de sincronismo maestros para asegurar que todas las señales digitales sean, como acabamos de decir, convertidas directamente a DSD256 sin ninguna necesidad de manipular la frecuencia de muestreo. Además, se dispone de cuatro ajustes de conformación de ruido (“Noise Shaping”) para el MMM-Stream -Balanced, Natural, Dynamic Music y Dynamic Voice- y dos tanto para el “dither” -un ruido aleatorio se utiliza para evitar efectos no deseados del procesado de señales digitales como para el Filtro Digital, ambos también del MMM-Stream, a fin de que podamos adaptar el sonido a nuestras preferencias. Por otro lado, el MMM Stream se encarga de preparar la citada señal DSD256 para que pueda ser enviada a un amplificador por vía analógica. Basado en tecnología que se remonta a los primeros días de la conversión Bitstream, esto permite llevar a cabo un proceso de conversión al dominio analógico extremadamente simple. Y es que la señal de salida del proceso MMM-Conversion es, en efecto, analógica, concretamente un tren de pulsos de muy alta frecuencia: con todo el trabajo en el ámbito digital ya realizado, lo único que este tren –“stream”- de pulsos necesita es un filtro paso bajo de muy alta calidad para suministrar la señal analógica de salida más pura posible. Como pueden ver, se trata de una solución muy elegante que permite no depender de “chips” de conversión D/A fabricados por terceros, aunque con toda seguridad es la razón por la que el LINK 10n no es compatible con archivos codificados en DSD512, considerados los más exigentes del momento pese a ser todavía muy pocas las grabaciones comercialmente disponibles. Más aún, no hay que perder de vista que una cosa son las descargas -en franco desuso- y otra el streaming… en este sentido, no viene de más recordar que la propuesta “top” de Qobuz, convertido en el servicio de música online más apreciado ahora mismo por los puristas del audio, incluye streaming en FLAC de “sólo” 24 bits/192 kHz. Por lo tanto, está claro que el LINK 10n es más que suficiente para cubrir las necesidades de los más exigentes.
De nuestro invitado, cuya funcionalidad de acceso a contenidos remotos es garantizada por la versión más avanzada del módulo HEOS, que además ofrece compatibilidad multisala, les diré asimismo que incluye un sofisticado control de volumen eléctrico firmado -MODELO 72323- por la japonesa MUSES.
Naturalidad y resolución a la altura del ADN de Marantz
La prueba del LINK 10n tuvo lugar en un establecimiento especializado del que lo menos que se puede decir es que es singularísimo. Se llama Audio Sant Cugat y está situado a media hora al oeste de Barcelona. No es una “tienda” al uso pese que la oferta de productos que allí se pueden ver y escuchar, desde High End y lifestyle de última generación hasta componentes “vintage” -en perfecto estado- de las décadas de los 70, 80 y 90 del siglo pasado, resulta de lo más atractivo. Y es que el establecimiento en cuestión, dirigido por Salvador Montés, un entusiasta -perfeccionista y “friki”- del sonido absoluto, y aún más de la música, por todo lo alto, es uno de esos espacios a los que sólo se puede ir con cita previa, pero, se lo aseguro, vale la pena. Dicho esto, escuché nuestro invitado debidamente acompañado, concretamente por una pareja de etapas de potencia monofónicas Michi M8 de la japonesa Rotel -ya que Marantz todavía no ha puesto a punto ninguna etapa de potencia para la Serie 10- y una pareja de cajas acústicas de suelo Bowers & Wilkins 802 D4.
Para nuestra sesión de escucha, conducida de manera conjunta por el citado Salvador Montés y por Andrés Márquez, responsable de producto de Marantz para España y Portugal, utilizamos una selección de temas de lo más ecléctico formada esencialmente por piezas de jazz y rock/pop, a la vez que les adelanto que al haber evaluado ya un servidor de ustedes la sección de fono de los Marantz “10” me concentré únicamente en la condición de “superstreamer” de nuestro invitado, máxime teniendo a nuestra disposición una versión plenamente operativa de Qobuz Connect, funcionalidad que, por cierto, se presentaría en sociedad por todo lo alto la semana siguiente coincidiendo con la celebración del certamen Munich High End. ¿Qué decir del LINK 10n? Pues es una electrónica de altos vuelos por el refinamiento que destila su funcionamiento. Para empezar, el acceso a los contenidos remotos se lleva a cabio a velocidad “hiperespacial”, aunque con esto ya contaba al ser una electrónica de ultimísima generación. Pero lo que realmente impacta del Marantz es precisamente esto: que es un Marantz en grado sumo, ergo un dechado de dinámica, definición y naturalidad al que contribuye sin la más mínima duda un diseño obsesionado por separar canales y minimizar el ruido. La precisión tonal es acojonante, con una ausencia total de aristas sonoras/metalizaciones incluso en grabaciones particularmente “bordes” que invitan a disfrutar de la música durante horas y horas. Incluso en los registros sonoros con múltiples instrumentos, la sensación de tener a todos los intérpretes perfectamente ubicados delante nuestro con el todo “respirando” -y eso que la sala utilizada tenía unes dimensiones muy comedidas- sin limitaciones de espacio me resultó sencillamente abrumadora.
Una referencia absoluta… ¡y accesible!
Es el LINK 10n una máquina sensacional en todos los sentidos que me compraría ahora mismo si tuviera que sustituir el preamplificador y el streamer que actualmente tengo -dos bichos cojonudos, por cierto- por una única electrónica que hiciera lo mismo y por tanto sin sacrificar absolutamente nada. Además, es un producto realmente precioso que colmará las aspiraciones de los consumidores más “pijoteras”, y, por si esto fuera poco, casi una “baratija” a la vista de cómo se han puesto los precios en el universo del audio High End más elitista.
Ficha Técnica
- Configuración: preamplificador estereofónico con reproductor de música en red incorporado
- Detalles tecnológicos relevantes: topología circuital 100% doble monofónica y balanceada; sección de preamplificación con fuente de alimentación lineal; ejecutado con componentes de grado audiófilo y hechos a medida; esquemas de conversión D/A MMM-Conversion de nueva generación y de filtrado MMM-Stream exclusivos de Marantz; sección de fono Marantz Musical Premium Phono EQ; control de volumen con ganancia variable; amplificador de auriculares dedicado; construcción del chasis en tres niveles para aislar los circuitos de alimentación, preamplificación y procesado digital/conectividad a redes; placas de circuito impreso multicapa de última generación; acceso a contenidos remotos vía HEOS con gestión por HEOS App; entrada USB-B asíncrona completamente aislada; pantalla de visualización frontal HD a todo color; íntegramente diseñado, desarrollado y fabricado en Japón
- Compatibilidad digital máxima: archivos PCM hasta 32 bits/384 kHz y DSD hasta DSD256
- Respuesta en frecuencia: 5-100.000 Hz (+0 dB, -3 dB) en Línea, 2-50.000 Hz (archivos codificados en PCM y DSD; puntos de corte a -3 dB) y 20-20.000 Hz, +/-0’5 dB para la entrada de Fono (MM y MC)
- Relación señal/ruido: 122 dB en Línea Balanceada, 88 dB en Fono MM, 76 dB en Fono MC, 116 en digital DSD y 113 dB en digital PCM
- Gama dinámica: 112 dB en digital (PCM y DSD)
- Sensibilidad/Impedancia de entrada: 700 mV/33 kohmios en Línea Balanceada, 350 mV/47 kohmios en Línea no Balanceada, 400 uV/33 ohmios en Fono MC Low, 400 uV/100 ohmios en Fono MC Mid, 400 uV/390 ohmios en Fono MC High y 3’6 mV/39 kohmios en Fono MM
- Potencia de salida del amplificador de auriculares dedicado: 130 mW sobre 32 ohmios (con tres ajustes de ganancia)
- Conectividad de audio: entradas y salidas analógicas de línea balanceadas y no balanceadas; entrada de fono compatible con cápsulas de imán móvil (MM) y bobina móvil; entradas digitales coaxial, óptica TosLink, HDMI ARC, USB-B (audio) y USB-A (unidades de almacenamiento externas); salidas digitales coaxial y óptica TosLink; conectividad inalámbrica Bluetooth 5.4
- Dimensiones: 440x192x472 (con antena) mm (An x Al x P)
- Peso: 33’3 kg
- Precio de venta al público recomendado: 12.000 euros
- Importador: www.marantz.com/es-es