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Un lunes…

…no olvidaré el día de la semana en el que mientras estaba escuchando el último disco en directo grabado por Michael Bublé: Meets Madison Square Garden (Warner Bros.) cortesía de una buena amiga, sonó el telefonillo de casa, descuelgo y me encuentro en la imagen a Gustavo Roales-Nieto, representante de la empresa importadora SOUND & PIXEL, acompañado de un carrito y una enorme caja.

La primera impresión nada más aparecer por la puerta fue de impacto, pues habíamos quedado en que me iba a traer un preamplificador de línea y lo cierto es que la caja más bien parecía la de un amplificador de potencia, por su peso y dimensiones.

Una vez abrimos su doble embalaje, primero apareció el módulo de previo de línea con sus múltiples tomas de conexión, y debajo el módulo con fuente de alimentación, regulación y nivel de entradas. Mi primer pensamiento fue que es una excelente idea de diseño mantener fuente de alimentación, pantalla digital y regulación de SPL en un módulo separado, hilando fino para obtener la máxima calidad de audio posible y que nada entorpezca la señal.

Ambos componentes son totalmente independientes y se unen mediante tres cables -muy bien terminados y apantallados- dos de línea balanceados para cada canal y uno de tipo telefónico (8-pin Ethercon) para transmisión de datos. Lamentablemente no traía cable de red pero Gustavo me comenta que es un cable estándar y que tampoco aportaba nada traerlo, una pena.

Una vez los dispusimos sobre la mesa con sus puntas de desacoplo (incluye ocho spikes shoes para protección), cuidadosamente para no rayar el mobiliario, único método posible al carecer de cualquier otro tipo de base de apoyo, interconectamos ambos módulos y realizamos el resto de conexiones modulares.

Me sorprende muy gratamente cómo al conectar los componentes los conectores de la trasera del módulo del previo no están fijos, tienen un pequeño movimiento de suspensión debido a que las placas internas se encuentran desacopladas del propio chasis del aparato (suspensión flotante lo llama Moon), sin duda un detalle que jamás he visto en ningún otro componente a cualquier nivel de precio y sinceramente considero que es una brillante idea. Es vital la ausencia de vibraciones en equipos de este nivel para poder tener un control absoluto de las frecuencias más bajas, una mejor separación de sonidos y un foco escénico tridimensional estable (tanto en anchura como en profundidad).

Finalmente y una vez dispuesto aprecié que la pantalla informativa tenía dimmer de atenuación pudiéndolo dejar completamente apagado a excepción de los dos leds azules –uno por aparato- que dominan el panel frontal, sin duda activé esta opción y lo dejé totalmente apagado; siempre lo hago pues la disposición de los componentes están dentro de mi campo visual y no me gusta tener contaminación de ningún tipo.

Tras la instalación escuchamos un par de cortes en cd de The King Singers: Chanson d´amour (Rca VICTOR) y Bond & Beyond (Erich Kunzel, Cincinnati Pops orchestra, Telarc) y en vinilo, Leonard Cohen: Songs from the road (doble LP, Music on Vinyl) antes de que Gustavo me dejó.

Echando un ojo a las instrucciones aprecio que puedo dejar sin uso las entradas de línea apagadas, nivel de balance, customizar el nombre asociado a cada una de ellas, posee  varias salidas extras para la incorporación de varios subwoofers asociados… Pequeños detalles que hacen grande un aparato, sin duda. Quizá echo de menos dos aspectos, la función de cambio de polaridad/fase que en algunos casos muy puntuales si el equipo está muy afinado puede sernos útil y la posibilidad de convertir a mono ambos canales aunque bien es cierto que en muchos casos la austeridad es una virtud y si en Simaudio lo han considerado superfluo pues adelante.

A partir de aquí dispongo de alrededor de un mes para poder estudiar intensamente cómo responde este aparato en mi sistema y sacarle todo el jugo posible, sin duda la toma de contacto he de reconocer que ha sido muy favorable.

 Un poco de historia

Hace ya bastante tiempo que he entendido después de numerosas pruebas que el previo de línea es el componente más importante, tras el tándem cajas-sala, de un equipo de alta fidelidad.

El pre es el que aporta la personalidad sónica al equipo, el que posiblemente en la mayoría de los casos cimiente el resto de componentes que iremos incorporando e incluso el que hará que nuestros cables tengan o no afinidad en el sistema. De hecho es conocido, lo comparta personalmente o no, el tópico de que aquellas marcas que no fabrican previos de línea simplemente es porque no saben hacer “sonar” sus aparatos y por ello se mantienen al margen en este difícil mercado.

Los ingenieros de electrónica es en estos aparatos donde especialmente dejan patente su sello y de ahí que a cada uno se nos haga más correcto o no un equipo de música que otro, lo increíble y apasionante es apreciar cómo siendo diferentes las presentaciones sónicas y escénicas que ofrecen estos aparatos pueden ofrecer tantísima calidad, como es el caso de las grandes realizaciones, como es el caso del Simaudio Moon 850P.

Rodaje y familiarización 

Como ya sabéis mi equipo es sencillo en su montaje, consta de un lector integrado para la escucha de cd, un plato con su correspondiente previo de phono para la escucha del rey de los formatos analógicos y en uso una toma bypass para poder implementar el sistema multicanal de modo independiente. Trabajo en balanceado tanto en el primer como en el tercer caso y en single ended en el segundo. No todos los previos de línea permiten el modo bypass en formato balanceado, con este afortunadamente no existió problema alguno. Una vez realizadas las interconexiones la selección en el panel frontal es sencilla y no ofrece ninguna complicación, además me sorprende lo cómodo que es que el incremento del SPL sea en pasos de 0,1dBs, pocas marcas tienen este tipo de reglaje y personalmente me resulta el más cómodo. Incluso la posibilidad de hacer un ajuste de ganancia para igualar fuentes es otra opción existente y que, aunque no la suelo usar, siempre es bueno que esté para el que tenga fuentes con ganancias muy diferenciadas (recordemos que la conexión balanceada ofrece 6dBs más que la no balanceada).

Mi actual previo de línea (y otros que he tenido), tardan unas 48 horas en empezar a dar aproximadamente un 75% de su rendimiento, con lo que hasta las primeras 48 horas simplemente hago escuchas puntuales, quizá porque así me he acostumbrado a hacerlo, quizá porque sé un poco más o menos lo que tarda de media un previo de línea de alta gama en llegar a un sonido al menos óptimo.

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