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Kleifri Records se complace en presentarles las últimas novedades de nuestro sello coreano Analogphonic. Como ya saben todos ustedes, este sello se caracteriza por su constante búsqueda de excelentes interpretaciones en los inmensos archivos de Universal, donde se encuentran todas las grabaciones de los que en su día fueron los mejores sellos discográficos del momento.

En esta ocasión se han decantado por auténticas joyas del pasado, todas ellas grabaciones de los años 50, con los mejores intérpretes del sello alemán Deutsche Grammophon. Empezemos por el conocido violonchelista italiano Errico Mainardi en una grabación realizada el 8 y 9 de octubre de 1950. Se trata de una fantástica lectura de la conocida Sonata Arpeggione de Franz Schubert, en este caso acompañado al piano por Guido Borciani. En esta grabación legendaria, Mainardi equilibra la interpretación rigurosa y seria, y la expresión romántica, con un tono distintivo que recuerda a la viola, el vibrato rápido y la entonación precisa. Mainardi tiene otras grabaciones de Arpeggione Sonata de Schubert, incluida la actuación en directo de Salzburgo en 1959, pero esta grabación ilustra su verdad musical con su consigna «Mi principio y objetivo es estar al servicio de la música y no usarla por el simple hecho de mostrarme a mí mismo.»

Seguimos con otra grabación monofónica también realizada por un intérprete icónico del pasado siglo. Nacida en 1924, la violinista húngara Johanna Martzy es una de las más grandes violinistas del siglo XX, junto con Ida Haendel, Ginette Neveu, Erica Morini, Gioconda De Vito… las grabaciones que aún conservamos dan testimonio de una violinista y un músico de la clase más alta que no destacaba por unas interpretaciones extravagantes, sino por mostrar un gran entusiasmo por las obras elegidas, una articulación inspirada y un control perfectamente claro de las posibilidades de su instrumento. A la violinista Johanna Martzy se unen Jean Antonietti, Dika Newlin y Yaltah Menuhin para esta grabación con obras de diferentes compositores: Ravel, Milhaud, De Falla, Szymanowski, Honegger y Krenek. Su lectura de la «Danza» de La Vida Breve de Falla me parece muy elegante y bellamente equilibrada en todos los aspectos.

Vayamos ahora a otra de las grandes divas del violín, Erica Morini, en este caso con el acompañamiento de mi muy querido Ferenc Fricsay. Como si la conjunción de estos dos grandísimos músicos no fuese suficiente, también han acertado con la obra elegida, uno de mis conciertos para violín preferidos, el primero de Max Bruch, su Op. 26.  La interpretación me parece encantadora, con un tratamiento cálido, de expresión amplia y relajada, sin ningún intento de sobre-emocionarlo o inflarlo de manera grandiosa, lo cual se adapta perfectamente a su estilo clásico. El sonido de este primer estéreo es muy bueno, con el violín solo sobresaliendo bien de la orquesta. Lo que el estéreo logra aquí es dar mayor amplitud al tono y eliminar esa ligera sensación de encajonamiento que, en ocasiones tenemos en las grabaciones monofonicas. Erica Morini nos deleita con un estilo exacto, suave y delicado, una actuación sobresaliente.

Terminamos con un disco de la soprano Rita Streich acompañada por el Coro de Niños de la Catedral de Regensburg con Kurt Gaebel dirigiendo a los miembros de La Orquesta de la Radio Estatal de Baviera. Se trata de una selección refrescante y original de canciones alemanas, un disco realmente hermoso, en contenido, en canto, en acompañamiento y en grabación. Una interpretación que demuestra las excelentes cualidades de Rita Streich que una y otra vez muestra su humildad en estas canciones. Todas las canciones son excelentes, en cuatro de los temas la cantantante está acompañada por el Sweet Choed Boys ‘Choir of Regensburg Cathedral y también por pequeños grupos de instrumentos que varían según las necesidades de cada canción.

Desde Kleifri Records esperamos que les guste la presente selección y les animamos a que nos envíen sus comentarios y sugerencias.

Kleifri Records

 

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