Su pertenencia a la innovadora y celebrada familia Prisma de Primare hace que el I15 sea un producto sencillamente diferente. Un producto –en realidad tres productos en uno- que incorpora todas y cada una de las prestaciones que definen esta potente propuesta del veterano y admirado fabricante escandinavo con el “plus” de un formato más compacto sin que ello le impida proporcionar una potencia de salida capaz de lidiar prácticamente con cualquier caja acústica y con cualquier sala.
Porque por un precio que encaja a la perfección con el High End más efectivo, el Primare I15 Prisma ofrece modernidad extrema en diseño y tecnología, una versatilidad, una calidad constructiva y una fiabilidad fuera de lo común y, por supuesto, un sonido que seduce por su riqueza de matices, su fuerza y su franqueza. Poco más se puede pedir en audio de alto nivel por 1.790 euros.
Tres productos en uno con la garantía del saber hacer escandinavo
Honestidad, una palabra clave en todo lo relacionado con los países escandinavos. También, por supuesto, en audio High End, ámbito en el que cualquier producto fabricado en Suecia, Noruega o Dinamarca es sinónimo de calidad sonora y fiabilidad.
Y también de diseño, en este caso con un punto elegantemente discreto –y por tanto alérgico a lo vistoso en exceso, a lo despampanante- que encaja como anillo al dedo en la manera de pensar tanto de muchos aficionados puristas como de amantes de las estéticas diáfanas que comparten una misma pasión por la excelencia. Esto nos lleva a la siguiente reflexión: supongamos que queremos hacernos con un equipo de Alta Fidelidad con pretensiones audiófilas, que se integre perfectamente en cualquier decoración de interiores de calidad y que nos preste sus servicios durante largos años sin pasar de moda… ¿cuál sería la opción a elegir en el caso del amplificador? ¿Qué funciones y prestaciones deberíamos buscar? Parece lógico que el punto de partida debería ser la búsqueda de una electrónica –integrada, por supuesto- bien dotada en términos de músculo puro y duro (amplificación de potencia) por un lado y de circuitería de control (preamplificación) y conectividad por otro, rematándose todo ello con una construcción mecánica robusta que además integrara elementos destinados a minimizar la influencia de factores como las vibraciones externas –incluso las de tipo acústico- en el sonido final.
Ya que damos por supuesto que el potencial usuario tendrá Internet como fuente de contenidos musicales prioritaria, parece lógico que a nuestro amplificador le pidamos también que incorpore funcionalidad “streaming” tanto por cable como inalámbrica. Y, claro, donde cabe un buen “streamer” hay también espacio para DAC en consonancia (al fin y al cabo el primero necesita “o sí o sí” al segundo para convertir en analógico los trenes de datos digitales que recibe de Internet en tiempo real), lo que nos permitirá añadir a nuestra particular ecuación la posibilidad de escuchar con una calidad sonora potencialmente superior contenidos que tengamos almacenados en, por ejemplo, el disco duro de nuestro ordenador o un reproductor portátil.
Elevando a la máxima potencia la filosofía de Primare
A partir del concepto genérico que acabamos de perfilar, lo que entra en juego es la destreza de cada fabricante para plasmarlo en un producto que se encuadre en unas coordenadas concretas tanto en calidad como en cantidad. Con su “ecosistema” Prisma, Primare expande aún más su visión sobre lo que significa una electrónica concebida para la era de Internet con unos productos que, preservando las sutilezas técnicas, el diseño industrial y la impoluta calidad de fabricación característicos de la marca, incorporan una serie de funcionalidades que los hace todavía más atractivos.
Esto nos lleva directamente al estilizadísimo –en realidad, casi “ultraslim”- y muy atractivo amplificador integrado estereofónico I15 Prisma, en nuestra opinión un producto que colmará las aspiraciones de quienes busquen a partes iguales alta musicalidad y alta potencia operativa en el contexto de lo que se llama High End asequible… en definitiva, con un toque de exclusividad aunque manteniendo el presupuesto bajo control. Una percepción compartida por el jurado de la prestigiosa asociación de publicaciones especializadas en electrónica de consumo EISA cuando a finales de junio lo eligió como Mejor Amplificador de 2018-2019 afirmando al respecto: “El diseño industrial de Primare habla por sí solo en este estilizado y ultradelgado amplificador.
Pese a tener un tamaño de sólo tres cuartas partes del de los componentes separados tradicionales, exhibe un sonido y unas funcionalidades muy por encima de su peso. Junto con entradas analógicas convencionales, incorpora un DAC de alta resolución compatible PCM/DSD más conectividad Prisma y una tecnología de control que incluye funcionalidad Bluetooth, AirPlay, Spotify Connect y Chromecast. Suena sorprendentemente bien para su tamaño: extremadamente suave y dulce, muy detallado y con una escena sonora satisfactoriamente profunda. El amplificador en Clase D que alberga en su interior es lo suficientemente carnoso para excitar con facilidad la mayoría de cajas acústicas, mientras que el detallado visualizador de funciones OLED del panel frontal informa sobre la fuente seleccionada y el nivel de volumen. Sumemos a la ecuación la esbelta carcasa de aleación metálica y el Prisma I15 adquiere todo el sentido del mundo para quienes buscan algo fuera de lo ordinario”.
Diseño minimalista y tecnologías exclusivas
Una estética radicalmente minimalista constituye la puerta de entrada para un fantásticamente bien equipado centro de control y de amplificación de potencia que entrega 2×75 vatios continuos sobre 8 ohmios utilizando la versión mejorada –UFPD 2- de la exclusiva tecnología UFPD de Primare. Aunque ya lo hemos comentado en otras ocasiones, consideramos que el citado esquema –una variante del modo de funcionamiento en Clase D profundamente remodelado por la firma escandinava- merece ser reseñado de nuevo como consecuencia de su poderosa influencia en el sonido final. En esencia, la “Ultra Fast Power Device” (UFPD) es una circuitería configurada en Clase D a la que se ha incorporado un bucle de realimentación que aporta una ganancia constante a toda la gama de frecuencias de trabajo siendo a la vez inherentemente estable en las mismas.
De esta manera, en vez de tener, como es norma en la mayoría de amplificadores que trabajan en modo conmutado (el auténtico principio de funcionamiento de la Clase D), la electrónica de amplificación propiamente dicha y la etapa de filtrado en bloques separados, se integran ambos subsistemas en un mismo bloque, siendo el resultado un control del sistema mucho más inmediato y preciso mediante el uso de realimentación. Por lo tanto, lo que hace el amplificador UFPD es adaptar de manera activa lo que se conoce como ganancia de lazo para hacer que este último sea completamente estable durante los procesos de arranque, recorte de señal y limitación de corriente. A todo ello hay que añadir una fuente de alimentación con Control del Factor de Potencia (PFC) que resulta fundamental para optimizar la gestión de la circuitería UFPD, ya que controla la corriente procedente de la red eléctrica, con lo que ello comporta en términos de reducción de ruido parásito. ¿Y qué aporta la UFPD 2 con respecto al esquema original? Básicamente una fuente de alimentación más eficiente y con un nivel de rizado (“ripple”) menor que le permite entregar más potencia y de mayor calidad, léase con menos ruido, propiedad esta última esencial si queremos reproducir con autoridad los archivos digitales más sofisticados.
Prisma: refinamiento en audio digital a la última y conectividad
Lo que acabamos de decir nos lleva directamente a la funcionalidad digital combinada –DAC+”streamer”- del I15 Prisma, que integra conversión D/A compatible con señales hasta PCM de 768 kHz y DSD hasta la citada DSD256, a lo que se suma el acceso a un amplio abanico de contenidos digitales y un potente sistema de gestión de los mismos gracias a la exclusiva tecnología de control y conectividad Prisma de Primare, todo ello sin olvidar una “app” dedicada que convierte su configuración en un juego de niños.
De la citada conectividad vale la pena destacar su generosidad, nada menos que con siete entradas digitales (coaxial, óptica y USB-B) y una salida digital más compatibilidad Bluetooth, AirPlay y, por supuesto, WiFi. Por otro lado, al integrar el sistema Chromecast, el I15 Prisma nos permite acceder con una facilidad extrema a un abanico de contenidos por “streaming” en sonido, imagen y juegos virtualmente ilimitado. Y además incluso hacerlo, previa instalación de la “app” Google Home, desde cualquier “smartphone” o tableta IOS o Android.
Un sonido singularmente transparente y una polivalencia extrema
La efectividad contrastada de la UFPD –que lleva ya sus buenos años en el mercado- permite conectar el I15 Prisma a un repertorio de cajas acústicas francamente espectacular si tenemos en cuenta sus compactas dimensiones. Nosotros hemos optado por las muy musicales Sonus Faber Sonetto II, completándose el sistema con nuestro habitual Mac Pro y enlazándose todos los componentes del mismo con In-Akustik.
Habiendo dejado el Primare un buen par de horas en marcha para que se caliente, lo primero que nos seduce del mismo es un sonido muy neutro, con un bonito punto de calidez y, desde luego, jamás áspero ni seco. La pegada del I15 Prisma es monumental, sin que ello comporte la más mínima pérdida en el equilibrio de la curva tonal (virtualmente perfecta en términos subjetivos). Los graves son realmente profundos y están muy bien controlados mientras que el extremo grave posee ese carácter visceral que sólo son capaces de aportar los amplificadores verdaderamente bien diseñados… desde luego, muy pocos dentro de este nivel de precio y menos aún funcionando en Clase D. Por su parte, las zonas media y alta del espectro combinan a partes iguales nobleza y carácter analítico, este último espectacular con las grabaciones más afortunadas (sorpresa: no necesariamente “hi-res”). En lo que respecta a la dinámica, hay que definirla como espléndida, a lo que se suma una espacialidad amplia y satisfactoria con todo tipo de grabaciones. No podemos cerrar el presente análisis sin celebrar la impecable finura –combinando potencia y sencillez- de funcionamiento de la “app” de gestión del concepto Prisma ni, por supuesto, destacar la robustez de la electrónica encargada de gestionar la funcionalidad “streamer” de este pequeño gran amplificador integrado multifunción que simplemente enamora.