Kleifri Records se dirige de nuevo a todos vosotros para haceros saber que ya están disponibles los tres nuevos títulos de ANALOGUE PRODUCTIONS, tres reediciones de RCA Living Stereo. Tres títulos con mayúsculas en los que predomina un nombre, Hascha Heifetz, uno de los mayores violinistas del siglo pasado.
El primer título está dedicado a una de mis obras preferidas, la Fantasía Escocesa de Max Bruch, una composición para violín y orquesta que es una verdadera delicia, sobre todo en manos de Heifetz que realiza una brillante y virtuosa interpretación. Completando el disco tenemos el Concierto para Violín Nº 5 de Vieuxtemps. La orquesta es la Nueva Orquesta Sinfónica de Londres y el director Malcolm Sargent, y un dato interesante, el ingeniero de sonido fue el mítico Kenneth Wilkinson en una ejemplar grabación realizada en mayo de 1962.
Para la ocasión también se ha reeditado un disco de Debussy interpretado por Charles Munch, uno de los más grandes directores de la segunda mitad del siglo XX que se especializó en las obras de autores franceses. No podemos dejar de recordar la magnífica interpretación que nos ha brindado en esta misma serie con la Sinfonía Nº 3 de Saint-Saens. La grabación se realizó en 1958 junto a la Orquesta Sinfónica de Boston y también incluye Ports of Call de Jacques Ibert, pero hay que reconocer que lo mejor del disco es La Mer de Debussy. Munch se muestra apasionado y se deja llevar por el momento, ciertamente una lectura arrebatadora.
Por último tenemos otro disco mítico de Hascha Heifetz, el Concierto para Violín de Sibelius en una interpretación con la Orquesta Sinfónica de Chicago y Walter Hendl, que sustituyó al enfermo Fritz Reiner. Una de las mejores interpretaciones de este concierto, que en manos de Heifetz alcanza un lirismo dificilmente irrepetible. Conocer el legado de este violinista es indispensable para cualquier melómano que se precie.
Recordar que estas reediciones se realizan cuidadosamente a partir de la cinta analógica original por los más expertos ingenieros de sonido y que son prensadas por Quality Record Pressings en vinilo de 200 gramos. En mi opinión se supera el standar de calidad de las antiguas reediciones de Classic Records y sobre todo se consigue un sonido más limpio y con más detalle. Verdaderas joyas de mediados del siglo pasado que ahora es posible adquirir de nuevo y en inmejorables condiciones.
