Un punto de vista
Es necesario a la hora de empezar este análisis dejar algunos puntos claros, para que el lector pueda leer el texto y entender desde un principio mi motivación a la hora de hacer este peculiar estudio.
Quien busque en las siguientes líneas, que me recree en especificaciones y más zarandajas, para rellenar el espacio de este artículo, se está equivocando. No voy a gastar el mínimo esfuerzo en entrar en las especificaciones, tan manidas a estas alturas, y que parece que el aficionado absurdamente parece disfrutar. Lo único que voy a decir del apartado técnico de este aparato se encuentra en los siguientes párrafos.
¿Y todo esto por qué? Muy fácil. Estamos en un segmento en el que los fabricantes dan la impresión de regodearse en lanzar generación tras generación al mercado, justificando el cambio en algunas siglas que parece que nos solucionan la vida, aportando nuevos remedios, para problemas ya resueltos, y que a la hora de la verdad aportan poco o nada a lo ya existente. ¡Perdón! De hecho sí que aportan algo, la obsolescencia de la anterior “generación”, sin causa objetiva suficiente, y el enriquecimiento “programado” de los fabricantes. ¿Compensan estos cambios, como poco nimios, el reemplazo temprano y el gasto de unos euros duramente ganados?
De hecho según escribo estas líneas, encuentro que ha salido al mercado El Oppo 105D -para muestra un botón-. ¿Merece la pena estar a la última? Sinceramente en el tema de la imagen me cuesta mucho cambiar, y la verdad es que desde la aparición del Bluray, los cambios en la calidad de esta se hacían complicados de percibir y menos de justificar. Por eso quiero afrontar este análisis desde el punto de vista de los sentidos, dejando a un lado el apartado técnico. No quiero que un torrente de datos nuble mis percepciones. Quiero que el sonido y la imagen que aporte nuestro invitado sean los que provean la motivación para la evaluación de este aparato, y si procede finalmente, su recomendación.
Es necesario al menos destacar que nos hayamos en presencia de un aparato provisto del muy competente chip Sabre y que por lo tanto debemos prestar atención al apartado sonoro. Veremos que tal se comporta reproduciendo archivos de audio, y en especial CD y SACD. Aquí tendrá que vérselas con mi reproductor de referencia Wadia 861 y con mis impresiones y experiencias adquiridas analizando algunos de los mejores aparatos de CD y SACD del mercado.
En lo que respecta a la imagen, mi referencia es el combinado Denon DVD-2500BT junto con el muy eficiente “Previo-procesador de AV” Denon AVP-A1HD. Todo esto reproducido gracias a un vetusto pero aún “enorme” JVC DLA HD-1, convenientemente calibrado para funcionar en conjunto con una pantalla fija de la firma Grandview, modelo “Large Flat” con la tela “High Definition Grey Fabric”, con una ganancia de 0,8, y tamaño de 120” en configuración 16:9. Este conjunto está ubicado en una sala en la que controlo totalmente el nivel de iluminación, pudiendo dejarla en cualquier momento totalmente a oscuras.
Esa manía que tenemos algunos
Lamentablemente a estas alturas, un servidor de ustedes no se ha quitado aún de encima ese impulso irresistible, que provoca un encuentro con un cacharro sugestivo, el cual genera ese tipo de acontecimiento que acaba irremediablemente con un gasto de euros.
Entró Jorge de Alma Audio en mi casa, con el Oppo en una bolsita negra. La presentación del 105EU es impresionante. El acabado es digno de cualquier aparato de su nivel de precio, e incluso me atrevería a decir que esta claramente por encima. Muy serio en color negro, nuestro invitado rebosa calidad y gusto a raudales. Su aspecto invita a enamorarse de él nada mes verlo, e indudablemente nos predispone a ser especialmente receptivos ante las percepciones que estamos a punto de experimentar. Ya sin ni siquiera enchufarlo, parece que una vocecita en mi interior me empuja a admirar el artilugio, y valorar positivamente una posible compra. Y eso sin haber pulsado el botón de encendido.