OPPO BDP-95 El Estándar a seguir.
Entre las marcas de lectores de Bluray más codiciados del mercado, por parte de los aficionados que buscan un gran home cinema doméstico en clave de alta definición, se encuentra Oppo. Esta marca estadounidense, cuenta en la breve historia de la alta definición en video, con lectores ya establecidos como auténticas referencias en cuanto a fiabilidad, versatilidad y calidad de reproducción de audio y video, entre los que se puede destacar el de la pasada generación BDP83 por su excelente relación precio-calidad-prestaciones.
La primera impresión
Tras recibir el embalaje en mi sala de audio-video y hacer la rutina habitual de acogida del aparato en mi equipo, he podido comprobar el cuidado esmero en la presentación y calidad del producto desde la apertura del mismo hasta su correcta instalación.
Con el conjunto enviado, vienen las recomendables opciones del kit de instalación para convertir el lector Bluray en multizona, pudiendo esquivar las restricciones zonales del estándar. Su instalación puede hacerse interna definitiva o externa, que es la que hemos optado en este caso por sencillez y dado su uso temporal en mi sala, así como el disco de calibración de Spears & Munsil con los patrones de alta definición, para ayudar a ajustar el audio y el video con nuestro equipo. Sus precios como opción son bastante asequibles en comparación al total del precio del lector y en mi opinión merecen la pena para sacarle todo su partido a esta fuente universal.
En cuanto a las instrucciones he de ser crítico pues sólo se suministra impreso en papel en el idioma del origen del fabricante (inglés). Aunque ya se dispone de ellas en un perfecto español a través de la página web del fabricante en formato electrónico PDF, no estaría de más que el importador presionara al fabricante para su inclusión en el paquete de suministro.
Diseño sencillo pero elegante
De entrada y con todo instalado, nos encontramos con un aparato de magnífica construcción con frontal en aluminio de diseño muy limpio y de escasos controles frontales aparentemente. El botón de encendido está oculto e integrado sobre el propio anagrama que la marca exhibe en el extremo izquierdo del frontal. El resto es un enorme display que parece abarcarlo todo, hasta que se pulsa el encendido y el sistema pasa del modo standby al modo operativo, con el cambio de un pequeño led de color rojo a azul. El encendido del display integra un sistema táctil iluminado de los controles básicos de play-stop, pausa, etc. Tras pulsar la tecla de expulsión me llevé una pequeña desilusión pues desde dentro de mi ego, esperaba una bandeja de carga metálica acorde a la construcción maziza del resto del aparato por aquello de la impresión de tanque. En realidad no es algo necesario y de hecho la implementación en el centro del frontal y su material responden a un intento por minimizar las vibraciones y resonancias de tipo campana que a menudo generan las estructuras finas de aluminio. El sistema cuenta también con un par de tomas USB de las cuales la delantera está tapada por una pestaña de goma para proteger de la curiosidad infantil y evitar el polvo y salpicaduras de líquido.
La tecnología de fondo
Podría entretenerme en lo que ya otras reviews han puesto de manifiesto, como la incorporación de un chip Qdeo de procesamiento de video específico puesto a punto por Marvell, que realmente marca diferencias en las pruebas de video hechas con el bluray de calibración incorporado con el kit, o destacar las salidas duales HDMI 1.4a, que permiten independizar el audio del video y poder usar un proyector 3D sin necesidad de pasar por el previo/procesador, o su conversión PAL/NTSC, el magnífico mando a distancia de grandes teclas retroiluminado con amplia separación entre ellas y un magnífico rango direccional de uso, o la capacidad de reproducir casi todo tipo de archivos ópticos como el SACD o DVD-Audio y por streaming a través de red o inalámbricamente por wifi que han funcionado sin problemas en la prueba, hablar más a fondo de su fuente de alimentación lineal multizona diseñada por el especialista Rotel y basada en un transformador toroidal de bajo rizado, sus múltiples entradas y salidas digitales con conector coaxial, óptico, eSATA, USB, su capacidad 3D, su versatilidad para incorporarlo en un sistema domótico con control RS232 y puerto de infrarrojos externo, o podría hacer hincapié en los formatos de alta definición y codecs que es capaz de leer entre los que se encuentran los últimos DTS HD Master Audio y Dolby TrueHD, o centrar mi atención en los innumerables menús y configuraciones que cualquiera de nosotros podemos constatar en las instrucciones PDF que encontramos en la página web, o constatar el magnífico rendimiento en video dejando por detrás a mi lector habitual claramente en varios detalles, etc, etc. Pero para profundizar en algo he pensado que es mejor pararse sobre aquello que lo diferencia del resto de opciones en audio puro y dejar que las fotos y otras reviews hablen de lo obvio o lo ya reconocido.