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A su vez el medio correcto pero un pelín artificial como si le faltase un poquito de fuerza en el medio agudo, aunque a su vez presentaba un nivel de microdetalle en esta misma zona fuera de lo común, primando el detallito sutil sobre el ataque.

Muy buena separación de canales redundando esto en una escena de altura muy correcta, anchura espectacular y una impresión de focalización holográfica de los actores sonoros, como pocas que haya escuchado. También encuentro una muy buena profundidad que resulta extremadamente agradable. En una palabra, espectacular.

El grave por otro lado muy correcto con mucho control y un poco tímido en contundencia, que no en extensión.

La sensación es que la etapa en determinados momentos no puede con las cajas y se queda atascada no siendo capaz de proporcionar ese último empujón que hace que la música tenga esa dinámica que apesta a “música en vivo”.

Pero… Esa es solo mi primera impresión.

Tuve hace poco una experiencia con una fuente DCS en mi casa y se que esta provoca un sonido en el que priman la exquisitez el orden y la estabilidad, sobre la garra y la pegada. Con lo que pedí a Javier, mi amable anfitrión, que alimentase al KR utilizando solo la fuente T+A  prescindiendo por lo tanto del DAC DCS.

La situación como yo sospechaba cambió de inmediato. La pareja Phonar y KR pasaron de ser dos tiernos cervatillos en celo, a dos fieros Pumas. ¡Vaya cambio! ¡Si! Se pierde sutileza y esa estabilidad extrema que proporciona el DCS pero de repente parece que la etapa KR llena las cajas de sobra proporcionando una dinámica que antes era simplemente impensable. La música adquiere vida y de un momento a otro, cortes que antes parecían planos, adquieren una vida que sorprende. ¡Parece mentira la diferencia! Por momentos y con las canciones más complicadas se agradecería un poquito de suavidad, pero está bien empleada esta pérdida, cuando lo que reporta es esa impresión de aire y dinámica extrema. El agudo reaparece en toda su extensión llegando mucho más arriba que lo que antes había insinuado. Y el grave adquiere un cuerpo y contundencia salvaje que sorprende surgiendo de un integrado de 80w. Se pierde un poquito de anchura y profundidad y quizá se pierda parte de esa holografía de la imagen, pero se gana en presencia. Estoy seguro que con una fuente más equilibrada y de más nivel que el reproductor de cd T+A el sonido encontraría el equilibrio que se busca. Pero lo que queda claro es que el conjunto KR – Phonar es capaz de aportar liquidez y refinamiento, ataque y dinámica de directo. Y lo más importante, al menos para mi, es que es transparente. Me quedó muy claro que reacciona a los cambios de DAC y cables dejando ver sin problemas lo que ocurre en la fuente y para mí esa virtud es muy importante. Hay conjuntos que suenan de “aquella manera” les pongas lo que les pongas y no agradecen ningún cambio transmitiendo la misma opacidad indistintamente de lo que les alimente. Este claramente no es el caso, aquí se aprecia un potencial que llama a jugar y buscar la fuente y el cableado que definitivamente le de el punto a este guiso.

Saliendo de la espesura

Esta claro que este conjunto es agradecido. Personalmente recomiendo su compra si el interesado explorador esta dispuesto a trabajar en el equipo, ya que a mi me ha quedado claro que si uno se lo propone puede sacar mucho jugo a este “duetto”. No es un conjunto barato eso esta claro. Pero la cantidad considero que es razonable por trasladar ni más ni menos que a una especie protegida a nuestra casa. Este conjunto combina ese sonido valvular que muchos añoran en las electrónicas a transistores con una pegada y extensión que la mayoría asocian con el estado solido. A destacar la solvencia de la etapa atacando con, lo que en principio parecen insuficientes 80w, unas cajas que a priori con 85 dbs parecen complicadas. Aquí el KR se lleva la parte del león. Revelándose como un aparato con gran energía, a la vez que no desbarra en ningún momento. Por su parte las Phonar Credo Reference cumplen con su cometido trasladando eficazmente y con gran transparencia lo que el KR les aporta, reflejando perfectamente cualquier cambio a mejor o peor que realicemos en nuestro equipo.

Esta vez mi visita al ecosistema audiófilo ha resultado provechosa, ya que he conseguido hacer lo que al menos para mi es un interesante descubrimiento audiófilo, y encima he salido sin sufrir ningún tipo de zarpazo a mis sentidos, algo que no es poco cuando uno se enfrenta a algo nuevo e inesperado. Lo cierto es que abandono este entorno protegido audiófilo, especialmente contento, y no pudiendo menos que recomendar juntos o por separado tanto las Phonar como el integrado KR. Si tienen oportunidad de escucharlos no la pierdan y regálense un safari a los sentidos, solo faltará que alguien les comente, Dr. Livingstone, supongo. Y no será precisamente por haber descubierto las cataratas Victoria.

Por último agradecer la oportunidad de escuchar esta combinación a De Cine y Sound & Píxel.

DeCine, www.decine.tv , tel: 914519056

 

 

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