Publicidad

PRIMALUNA PROLOGUE PREMIUM: “EL PLACER  DE LA CARNE”

La delicadeza, elegancia, y calidez de las válvulas, unida a una sólida construcción y sencillez operativa, hacen del Premium un candidato imprescindible para todo aquel que pretende realizar una entrada muy digna en el universo valvular.

Siempre imaginé a los amplificadores a válvulas como la parte femenina de la amplificación, y no me pregunten por qué, pero el hecho es que esta ”Prima Luna” italiana, se viste de femenino para proporcionarnos una escucha cálida, relajada y absolutamente cumplidora de todos los arquetipos (en el buen sentido) del sonido valvular.

COMPLETO PERO SENCILLO

Muy Bien construido y equipado, fíjense con todo lo que nos encontramos nada más empezar y sin levantarnos del sillón:

  • Circuito BTL “Bad Tube Indication”; indica el funcionamiento inadecuado de una válvula.
  • Circuito PTB “Power Transformer Protection”; protege el transformador de alimentación en caso de sobrecalentamiento.
  • Circuito OTP “Output Transformer Protection”; protege los transformadores de salida en caso de fallo generalizado o error del usuario, y relé +B (trabaja con el circuito OTP para proteger el amplificador en caso de fallo de una válvula).
  • Esquema de polarización automática de las válvulas de vacío Adaptive AutoBias, que permite optimizar de modo rápido y preciso el comportamiento del amplificador tanto si se utilizan válvulas EL34 como KT88 en su sección de salida.

Y por si fuera poco, además esta pequeña joya incorpora la posibilidad  de una selección de terminales de salida (8 ó 4 ohmios), así como la entrada by pass para A/V y  a ello incluso súmenle una posible selección de válvulas de potencia (EL34 o KT88).

Un sencillo y elegante mando a distancia, para que nos demos cuenta de que esta empresa tiene su orientación, origen y punto de vista al 100 % en las necesidades de sus clientes. ¿Cuándo un amplificador a válvulas ha ofrecido tantos “servicios” y de una forma tan sencilla?

Cada amplificador viene con un cable de alimentación suministrado de fábrica, robusto, pero nada fuera de lo normal, y un par de guantes blancos de algodón para manipular  las válvulas y el equipo.

El encendido de este integrado resulta relativamente fácil con el interruptor de encendido / apagado situado en el lado izquierdo de la parte frontal de la placa que proporcionan fácil acceso a ellos. En la parte opuesta, también está situado cerca de la parte delantera, se encuentra otro interruptor, para cambiar de EL34 a KT88 las válvulas de potencia. De nuevo, ¡viva la sencillez!, no hay nada más que  más que hacer, ya que dispone en su interior del circuito de auto-polarización. Valga la anécdota de que a las tres horas de escucha reventó el fusible de entrada, pero no hay mal que por bien venga, esto me sirvió para darme cuenta de cuánto lo deseaba tener encendido!!; se había producido en mí una especie de ”mono” de válvulas.

EL PLACER DE LA CARNE

El PrimaLuna ha estado asociado a unas cajas Spendor SP 2/3R y acompañadas por el lector de SACD Marantz SA-15S y  con cables Kimber tanto para modulación (Hero) como para cajas ( 8TC).

La percepción de los instrumentos y de las voces y su localización espacial específica, el PrimaLuna lo hace especialmente bien. El piano y el violín de  Alexander Lonquich  y Carolin Widmann en la Fantasie C-Dur de Schubert, hacen un diálogo lleno de contrastes y dinámica, en el que cada instrumento se percibe con un cuerpo y una dimensión fantásticos.

Sin perder su fuerza original en el cd Opera Proibita,  la voz de la Bartoli en el Aria Della Speranza se encuentra en los tonos más graves con una suavidad y una ternura que se funde con todos los detalles de la zona media grave, lo cierto es que el Prima Luna los muestra con una delicadeza especial. Estamos ante un sonido  que para algunos mostrará coloraciones pero para otros es pura delicadeza y curvas hacia lo melancólico. El aire se respira entre la voz y los instrumentos. Francamente una sensación magnífica de profundidad y espacialidad, muy tridimensional. La sensación de voluptuosidad es erótica, permítanme la expresión. Hay que ponerse delante de la música y ver cómo esta fluye de una forma espacial, amasando en el horno tímbricas ricas en matices.

Por otro lado no crean que hay falta de resolución. Ni mucho menos. Los violines del Aria de Santa Eugenia suenan brillantes, claros y resolutos.

Aunque tal vez sea una prueba demasiado dura, hemos elegido  el SACD de Patricia Barber,  “Modern Cool” con ese primer tema, Touch of Trash del bajo profundo arrollador. Lo cierto es que al Prima Luna  se le escapa el control total de la zona más baja de frecuencias. Éstas, en general quedan demasiado difusas y poco articuladas. Al menos no tan bien como en otros amplificadores de nuevas generaciones valvuleras. Sencillamente me encantaría encontrarme algún día con un amplificador capaz de controlar el grave (esto el Filarmonia lo hace perfecto) pero al mismo tiempo seguir proporcionando esas sensaciones tan dulces, suaves y romanticonas de las que hablamos.

1 2

Comments are closed.