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Presentación

La Danesa Raidho es una de esas casas de fabricación de cajas acústicas que más me ha llamado la atención desde hace ya varios años. Premiadas continuamente por la prensa internacional, y con un recuerdo muy positivo del pasado ELITEXPO2012, cuando se me brindó la oportunidad de poder acogerlas en mi domicilio no me lo pensé dos veces y acepté.

Tras una charla con Miguel Castro, director de Hifilive, decidimos que mi sistema podría ser el apropiado para albergar unas cajas de las características de nuestras protagonistas, dado que previamente habían estado en otro sistema en el que entre sus componentes están un par de integrados valvulares push pull en modo pentodo con resultados poco favorables.

¿Y por qué preciso con las características de nuestras invitadas? Pues porque tras casi tres semanas de continuas sesiones de escucha he encontrado que literalmente en su defecto está su ¿virtud? Como más tarde intentaré explicar de modo más extenso.

Raidho-Eben, es una firma de origen Danesa liderada por Michael Borresen, que junto con Lars Kristensen (de Nordost) y John Densen (Dantax) han diseñado sin lugar a dudas una serie de transductores de altísimos vuelos que aportan el sello identitario a la firma. Destacar de igual modo los recintos, en diferentes acabados de altísima calidad de construcción y considerable acierto estético.

Si bien Francisco Gutiérrez, representante de Lyric Audio  -importador de la firma- recomendó para su correcta amplificación electrónica de estado sólido con energía debido a su “relativa dureza” y calidad debido a su “transparencia”, lo cierto es que en la página web de Raidho figura que se han obtenido excelentes resultados con pequeños amplificadores de válvulas. Este no ha sido el caso en las pruebas realizadas por los integrantes de Hifilive que han podido evaluar las X Monitor LE.

Lo primero que llama la atención de estos monitores es el uso de los transductores empleados en su diseño, un tweeter de cinta introducido en un recinto sellado y un transductor de medios/graves de tipo cerámico de 4” inclinado 8 grados. Sin duda un primer impacto donde se aúnan estética, reducido tamaño e innovación.

En la parte trasera nos encontramos un par de conexiones de buen tamaño y calidad -lamentablemente para un monitor de sus características no cabe la posibilidad de biamplificación-, que nos permiten introducir terminaciones en banana, spade o cable pelado sin ningún tipo de limitación. Curiosamente los colores elegidos son blanco y negro para los bornes sugiriéndome en un primer momento algunas dudas sobre la correcta polaridad al instalar el cable de cajas. Además nos encontramos un puerto bass reflex trasero situado ligeramente más alto del ecuador de la caja y con un diámetro de unos 7cm.

 

El acabado de nuestras invitadas es en un bellísimo negro piano para el que no ha habido concesiones en cuanto al ahorro de costes, sin duda el apartado estético es uno de los puntos fuertes de estas Raidho X Monitor LE. Personalmente me resultan sobrias y elegantes al mismo tiempo, preciosas.

Entre sus especificaciones técnicas destaca su peso de 12kg por unidad, sus contenidas dimensiones (345mmx180mmx280mm) y su amplia respuesta de frecuencia (50Hz-50Khz). Como opcional se puede recurrir a unos pies diseñados por la propia casa para su gama de monitores, de bella factura y diseño, pero con un coste a mi entender demasiado elevado, pues es del 35% del precio de estas cajas, fuera un poco de lógica.

Set-Up

Las cajas las dispuse en mi sala principal, de 38.5m2 y una altura de casi 3m, sobre unos pies Mission Stance, desacopladas de éstos con unos Atacama Gel Pads y estando separadas entre ellas 2m a una distancia del oyente de 3,20m y de 1,05m de la pared trasera. Quedaron a una altura con el centro del tweeter unos 10cm más altos que mis oídos y un toe-in ligeramente abierto, dejándome ver desde el punto de escucha las paredes interiores de las cajas. Considero de gran importancia especialmente los dos últimos pasos comentados dado que cuando se ajustan adecuadamente su sonido coge limpieza, apertura lateral, estabilidad escénica, transparencia en los medios y tridimensional global.

Como ya sabréis la dispersión de este tipo de tweeters es más estrecha en el plano horizontal que los convencionales, entrando las paredes laterales de la sala en mucho menos conflicto en lo que a reflexiones se refieren. Esto, en teoría, las hace aptas a no ser especialmente sensibles a las paredes laterales, aunque cada sala es un mundo y deberemos tenerlo siempre en cuenta.

La ubicación idónea se encontró tras unos días de continuas pruebas, utilizando todos los discos más conocidos que estaban en mi mano, tanto en vinilo como en disco compacto.

Sonido

Una vez correctamente ubicadas en la sala era el momento de realizar con absoluto rigor audiciones diarias de todo tipo de música pues, según me comentaron, ya venían rodadas apropiadamente.

No os podéis imaginar la sensación de escala que estos monitores son capaces de reproducir, el tamaño escénico es como si de unas cajas de suelo se tratara, sin descomponerse ni arrugarse son capaces de llenar mi sala sin ningún problema. La amplitud que propone la dispersión horizontal del tweeter de cinta permite, además, tener una anchura que ayuda a que la escucha musical sea mucho más placentera y real, como pude apreciar perfectamente en la divertida y bella Matilde di Shabran de Rossini (Massis, Flórez, Taddia. Dirige Ricardo Frizza a la Orquesta Sinfónica de Galicia. 2006 Decca) y el famoso Stabat Mater de Dvorak (Doble LP. Rafael Kubelik. 1977 DG) donde escena, tamaño y volumen son absolutamente necesarios para poder realizar una escucha creíble.

La tímbrica se posiciona claramente en la zona neutral y en ningún momento se dirige hacia extremos ligeramente cálidos o fríos, como tantas otras cajas de su nivel de precios escogen. La transparencia que esta caja es capaz de transmitir permite que suenen como la electrónica comande y, con ello, la paleta de colores musicales es amplia y diferenciada, resultando de una naturalidad y sensación de credibilidad absolutamente inusual en los precios en los que nos movemos. Discos como el famoso doble LP en riguroso directo de Mª Dolores Pradera que realizó en el Alcalá Palace en 1991 acompañada por Los Gemelos así me los demostraron.

Sin buenas dosis de dinámica es meridianamente imposible rellenar una sala con las proporciones en las que han sido evaluadas, con ello destacaré la capacidad de estas pequeñas para -correctamente amplificadas- dar un ataque y contundencia digno de cajas mucho mayores en precio y tamaño. Además la rapidez con la que resuelven los difíciles pasajes de extrema dinámica, como el espectacular Pictures at an Exhinbition dirigido por Eiji Oue (1997. Reference Recordings) o el abrumador Scherezade de Korsakoff (200gr. 2000 Classic Records), dejarán a más de uno boquiabierto.

Uno de los puntos que más he podido disfrutar -posiblemente el que más-, ha sido en la ejecución de las voces, sin duda uno de los “instrumentos” más difíciles de reproducir por un sistema de audio. Con Raidho existe una sensación de fluidez y presencia -como pude observar en el bello disco de Bel Canto protagonizado por Elina Garansa (2009 DG)-, falta absoluta de sibilancias o durezas -muy presentes en el El Fantasma de la Ópera (1987 Polydor Group)- y tridimensionalidad y corporeidad en su correcto tamaño. Si bien es cierto que destacaré que sólo llegó tras una concienzuda colocación de los monitores tanto en toe-in y altura respecto al oyente como he comentado líneas más atrás. Si la pregunta es ¿han llegado esos momentos mágicos donde la emoción te cala y te permite verdaderamente decir ¡esto es música!? La respuesta no admite lugar a dudas, siendo categóricamente afirmativa, con estas Raidho la música emociona, se siente.

Posiblemente su punto más sensible podría ser la obtención de un medio/grave y un grave coherente, el imponente desarrollo del cono cerámico ayudado por el enorme puerto bass reflex, permite a esta caja llegar a dar una intensidad en estos registros impensable para una de su tamaño. Sin embargo encuentro que puede existir una sensación subjetiva de pequeña joroba en la respuesta de frecuencia en alguna parte de los registros de medio/grave que, solapándose de alguna manera con el puerto de aire, proporciona por un lado esa sensación de contundencia y escala, pero por el otro un ligerísimo emborronamiento y falta de articulación que en determinadas ocasiones he podido echar de menos respecto de otros altavoces que dieran similar escala escénica, obviamente cajas de mucho mayor tamaño y volumen.

Aquí vuelvo al comentario anterior sobre que en su defecto está su virtud, pues posiblemente sin este modo de resolver estas frecuencias perderían tamaño escénico/escala y con ello su raison d’être. No me cabe duda de que su asociación ideal es a un cableado rápido, con mucho control del grave y tímbricamente neutral (del tipo Nordost, Synergistic Research, Wireworld…) para potenciar sus virtudes y optimizar su rendimiento en la sala.

La limpieza total de medios, medio/agudo y apertura exquisita por arriba confieren a estas Raidho comportarse como una de las más elegantes y sofisticadas, musicalmente hablando, que he tenido la oportunidad de escuchar. Sin duda estamos tratando con un producto no sólo hi-end en cuanto a sus valores musicales, también hi-tech en cuanto a diseño e implementación.

Sin ser un aspecto relevante para algunos quiero destacar la notable función que cumplen en su incorporación a un equipo multicanal para la restitución de películas como música en este formato.  Sin duda gracias a su “tamaño” sónico y a la capacidad que tienen para desaparecer gracias al especial diseño de su tweeter proporcionan al espectador una facilidad para introducirse en el entorno multicanal totalmente realista. Además gracias a su carácter neutral tienen la capacidad de adaptarse sin ningún problema a la tímbrica de otro tipo de cajas acústicas (central, traseros…) que pudiéramos tener ya en el equipo. Sin duda un pequeño plus cualitativo que más de uno doy por sentado tendrá en cuentas antes de adquirirlas.

 

Conclusión

Estamos posiblemente ante uno de los mejores monitores compactos del mercado, pero no hemos de dejarnos llevar por su reducido tamaño, la realidad es bien distinta.

Las Raidho X Monitor LE son cajas que se comportan como cajas grandes en todos los sentidos, necesitan amplificación potente para ofrecer todo lo que tienen (que es mucho), necesitan una electrónica de mucha calidad pues ofrecen al oyente total transparencia del sonido y requieren bajo mi experiencia de una sala de dimensiones no inferiores a 50m3 y una separación de la pared trasera de entorno a 1m.

Con ello tendremos la ocasión de escuchar un sonido escénicamente ancho y preciso, tímbricamente natural, con exquisita apertura -brindada por su perfectamente implementado tweeter de cinta-, con grandes dosis dinámicas y con un detalle y naturalidad que hará las delicias de los más exigentes.

He de ser honesto y comentar que donde más he podido disfrutar estas cajas ha sido concretamente en música clásica, óperas, música antigua, coral y especialmente en voces donde he llegado a tener momentos de verdadera presencia y credibilidad escénica. Quizá es el rock/pop a un SPL medio de a partir de 85dBs donde podría encontrar algunas restricciones debido a que parece como si la caja trabajara sobre-esforzándose más de la cuenta, sólo hay que acercarse y observar la gran excursión que se produce en el transductor cerámico y la cantidad de aire que sale por los puertos bass reflex, de ahí –insisto- la importancia para su correcta separación de la pared trasera.

Su adquisición en ningún momento se ha de tomar a la ligera, es un monitor que en sus condiciones adecuadas puede sonar cercano a cualquier altavoz, pero que sin embargo si no se cumplen todas ellas puede ser una dura lucha contra su “razón de ser”. Por otro lado tendremos en la mano una caja que permite mucho recorrido a su propietario, pues gracias a sus grandes dosis de transparencia cualquier cambio que se produzca en la electrónica simplemente saltará a la vista y a nuestros oídos.

Un producto que, bajo las premisas comentadas, considero que es sumamente recomendable si se quiere llegar a lo más alto. Y, lo mejor de todo, esta caja es la más económica de Raidho, ¿cómo serán las demás?

Nº serie analizado: 098134 ambos monitores

Raidho Acoustics X Monotor LE – 5720€

Distribuye Ultimate Audio

Equipo asociado:

Fuentes

  • Wadia Digital 302
  • Clearaudio Champion II. SME IV. Lyra Skala

Amplificación

  • Mark Levinson Nº 380S
  • LFD Audio MC-2
  • Krell FPB 300cx

Cableado

  • Clearaudio Sixstream Plus y Diamond Powerline
  • MIT Shotgun S1ic, Shotgun S3s y Z-Cord II

Cajas acústicas

  • Wilson Audio WATT/Puppy V.1

Tweaks y accesorios

  • Terpsicore Cable Sound Clear y Damper 30 – Mission Stance – Shakti “The Stone” – Stillpoints ERS Cloth – Regleta de aluminio mecanizado diseño de JP Montero cableada con Clearaudio Diamond – Atacama Gel Pads – VibraPODs – Cable Isolators – Audio Selection spikes y spikes shoes – RPGs Skyline – Dr. Feickert platter speed Apple app – Adjust+ Test LP – HiFi News Analogue test LP – Okki Nokki y L´Art du Son – muebles ultrarígidos hechos a medida – Bases de granito sudafricano – línea dedicada de 20A

 

 

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