Compositor: Ottorino Respighi
Obras: “Belkis, Queen of Sheba-Suite” “The pines of Rome»
Director: Eiji Oue
Tenor: Chad Shelton
Orquesta: Minnesota Orchestra
Formato: LP 200 gr
Sello discográfico: Reference Recordings
RESPIGHI
No cabe duda de que Pinos de Roma es la obra más conocida de dicha triología y de toda la producción de este compositor, también una de las más interpretadas en los auditorios y, por ende, de las más grabadas. Pueden encontrarse innumerables versiones, una de las primeras fue la Toscanini con la NBC de 1953, el encargado de estrenar la obra en Estados Unidos; pero puede decirse que prácticamente todos los directores han realizado su propia lectura. La que aquí nos ocupa es la versión del japonés Eiji Oue al frente de la Orquesta Sinfónica de Minnesota, una grabación realizada por Reference Recordings en mayo del 2001 y que ahora se edita por primera vez en vinilo. La primera edición presentada en CD contiene Pinos de Roma, la suite de Belkis reina de Saba y la Danza de los Gnomos, aunque al trasladarse al vinilo esta última obra ha quedado fuera por falta de espacio.
Pinos de Roma fue compuesta en 1924 y estrenada en Roma en diciembre de ese mismo año por Bernardino Molinari. Su ejecución requiere un amplio contingente orquestal que incluye casi todos los instrumentos disponibles, con amplias secciones de cuerda y viento metal y, por vez primera, incluye sonidos grabados.
La siguiente nota de programa aparece como prólogo de la partitura de Los Pinos:
Los Pinos de Villa Borghese. Los niños juegan en los pinares de la Villa Borghese, bailan el equivalente italiano de «la ronda». Juegan a los soldados, marchando y luchando. Se agitan y chillan como golondrinas en la noche. Van y vienen en enjambres.
Los Pinos cerca de una Catacumba. Vemos las sombras de los pinos que se proyectan por encima de la entrada de una catacumba. Desde las profundidades se eleva un cántico, que hace eco solemnemente, como un himno, y luego es silenciado misteriosamente.
Los Pinos de Gianicolo. Hay una agitación en el aire. La luna llena muestra el perfil de los pinos de la colina de Gianicolo. Un ruiseñor canta.
Los Pinos de la Vía Apia. Amanecer brumoso en la Vía Apia. El campo trágico está vigilado por los pinos solitarios. El ritmo de pasos interminables, de modo indistinto e incesante. El poeta tiene una visión fantástica de las glorias pasadas. Las trompetas suenan estrepitosamente y, en la grandeza de un sol que asoma nuevamente, el ejército del Cónsul se lanza hacia la Vía Sagrada, ascendiendo triunfante por la Colina Capitolina.
Este disco podría pasar por una más de las excelentes versiones que existen de la principal composición de Respighi sino fuese por otra obra que contiene y que le da un gran valor, pues se trata de una pieza de gran belleza pero que apenas cuenta con grabaciones. Me refiero a Belkis, Reina de Saba, un ballet de unos 80 minutos compuesto en 1930 y que aquí tenemos en una reducción del propio compositor. Éste pensó en condensar dicho ballet en dos suites, pero a su muerte en 1936 sólo había terminado la primera. La historia que narra es el famoso pasaje bíblico, la visita de Belkis, reina de Saba al rey Salomón y para ello Respighi seleccionó de la inmensa partitura cuatro fragmentos: el sueño de Salomón, la danza de Belkis al amanecer, la danza de guerra y, finalmente, la danza orgiástica.
Oue se muestra seductor en los acordes que simulan el sueño de Salomón, a continuación nos muestra el exotismo de la danza en el amanecer, con ritmos serpenteantes y tintes eróticos Belkis danza en honor al sol naciente. La orquesta de Minnesota destaca por su precisión en la frenética danza de la guerra y en la danza orgiástica, donde el tenor Chad Shelton tiene un reducido papel.
No podemos terminar sin dedicar unas líneas a su ingeniero de sonido Keith O. Johnson, pues él hace posible que el sonido de estas grabaciones sea mágico e impactante, llenando toda la sala de música y extendiendo la profundidad de la toma de sonido más allá de lo imaginable. Un trabajo excepcional que se caracteriza por una dinámica desbordante, carente de distorsión y una imagen clara con una gran sensación de aire alrededor de los instrumentos.
Calidad Artística: 8,5
Calidad de sonido: 9