Gama media versátil
Disfrutamos en esta ocasión de otro modelo de la marca Sendy Audio, el modelo Apollo, un modelo de gama media, inferior al posicionamiento de mercado del anterior, el Peacock, y que nos muestra un enfoque muy diferente de esta afición. Y no sólo por la evidente diferencia de precio con las consecuentes y lógicas diferencias en su capacidad técnica, sino por otras cualidades que hacen que esta pareja de auriculares de la misma marca sean radicalmente diferentes.
El Apollo es un auricular ortodinámico que se mueve en una franja de precios ligeramente superior a los 500€. Es sin duda una zona del mercado bastante compleja, en la que podemos encontrar auriculares con enfoques y fines muy diferentes. Encontraremos, por debajo de 1000€, auriculares aufiófilos dinámicos de gama alta o media-alta, auriculares profesionales (cerrados o abiertos) de gamas altas, y también, con un estilo radicalmente opuesto, auriculares de corte portátil, in-ear incluso, o inalámbricos y con cancelación activa de ruido, que se acerquen a este margen de precios. Y junto a ellos, los Apollo y sus similares rivales, auriculares ortodinámicos de gama de entrada, ya que aunque es posible encontrar algunos modelos de esta naturaleza más económicos, lo cierto es que lo habitual es que sean de precios y gamas más similares al Peacock.
Veremos qué argumentos esgrime el Apollo para poder abrirse hueco en este sector de mercado tan peleado e incierto. Iremos paso a paso, como de costumbre.
Presentación y diseño
Sé que es algo contradictorio con lo avisado en la introducción, pero seguramente sea este el apartado en el que encontremos menos diferencias entre ambos modelos. De hecho, no encontramos prácticamente ninguna, como podemos ver en las imágenes.
Se entregan también en una caja de cartón, con idéntica serigrafía a la del Peacock. Es curioso que en auriculares de gama tan diferente (no olvidemos que el Apollo vale casi tres veces menos) no haya ninguna diferencia significativa.
Dentro tenemos la misma funda, con la única diferencia del color, que en este caso es negro frente al color piel natural de los Peacock. Las diferencias de la caja terminan aquí, ya que materialmente encontramos un tacto similar, e idéntica forma y dimensiones. Debemos de nuevo alabar las virtudes de esta funda, que más allá de lo estético es de una calidad y practicidad muy altas. Si ya nos pareció un acierto en el anterior modelo, razón de más para que nos lo parezca en este.
En cuanto a los cables, de nuevo encontramos una calidad similar. De cable trenzado libre de oxígeno, con conectores de buena calidad y, de nuevo, con conexión estándar en balanceado de 4,4mm y adaptador a SE de 6,5mm. La conexión con las copas de los auriculares si es diferente, y encontramos en este caso unos conectores tipo jack-mono más sencillos que los anteriores. Y esto es todo. No encontramos en estes caso el adaptador a las clásicas conexiones XLR de 4 pins que si se nos ofrecía en el Peacock. Y en mi opinión, de forma lógica y acertada, ya nos dan una primera pista del cambio de enfoque de este modelo respecto al anterior en el que profundizaremos más adelante.
También encontramos algunos pequeños detalles de acabado que intentan marcar diferencia, como la junta de división en “Y” del cable, que en este caso es de plástico y no de madera, pero en cualquier caso la impresión general es tremendamente similar a la del modelo superior, y creo que, más allá de lo positivo que resulte en este caso, no se puede negar que hay cierta ilógica en el conjunto: o es excesiva la calidad para este modelo o es algo justa en el caso del modelo superior. Lo dejo a vuestro criterio.
Construcción y ergonomía
Ergonómicamente hablando empezamos a encontrar ciertas diferencias que son importantes. En primer lugar, el peso, que es significativamente menor. Y en segundo lugar, y el más importante, en el ajuste de las almohadillas.
El Apollo tiene una forma en las mismas que es bastante especial. Geométricamente son un tronco de cono hueco, de forma que la sección interior, la más cercana y en contacto con la copa de los auriculares, es de un diámetro menor que la que se encuentra en contacto con nosotros. Esto hace que el ajuste sea realmente eficaz, y que incluso tenga un efecto algo curioso de sensación de succión o ventosa. El auricular queda muy bien fijado a la cabeza, es totalmente circumaural y de una gran comodidad. No provoca cansancio y no encontramos aquí, como nos ocurrió en el modelo de gama alta, ningún problema de ajuste en la parte inferior, ni ninguna tendencia a abrirse por ningún lado.
Personalmente esta forma de las almohadillas me parece mucho menos estética que la del Peacock. Me da cierta sensación tosca cuando veo las dos copas juntas, pero hay que reconocer que mejora su resultado funcional.
La flexibilidad de la diadema parece superior, y es más fácil abrir y cerrar el auricular. Es interesante comprobar que esto no ha hecho que el auricular apriete menos o quede más suelto. La fijación en conjunto con las almohadillas es perfecta. Tanto que en ocasiones, y no sé explicar la razón, me ha dado cierta sensación de encontrarme ante un auricular cerrado. Pero no es el caso, ya que el sonido pasa en ambas direcciones, hacia el interior y el exterior.
Entrando en lo material, podemos apreciar aquí diferencias menos sutiles, aunque de nuevo nos encontramos con un producto que realmente está muy cerca de lo que nos ofrece la marca en las gamas altas. La diadema es aparentemente igual, pero en este caso no tiene revestimiento de piel. Seguramente este sea un factor esencial a la hora de notarla más flexible y blanda. Estéticamente no me parece importante, pero es evidente que hay diferencia y que a muchos le parecerá grande. Los acabados de la parte metálica de la copa son idénticos en cuanto a calidad y materiales, con un nivel excelente y muy cuidado. La madera de las copas es muy diferente, y muestra un acabado lacado que si se nota más económico que la madera natural del Peacock, en donde parece menos artificial y de más espesor y peso.
Finalmente, las almohadillas son muy diferentes, tanto en material como en tacto. Dan una sensación más blanda, y de piel claramente más sintética. Por contra, debo reconocer que se me hacen más cómodas al ser menos rígidas, y que ofrecen una mejor adaptación a la cabeza y más comodidad. Es algo habitual, por otra parte, encontrar que los materiales sintéticos y económicos se ajustan mejor a las necesidades técnicas.
En conjunto, tanto en el apartado material como en la ergonomía, nos encontramos ante un producto que se asemeja mucho en su nivel prestacional con las gamas altas, y son los detalles pequeños los que nos van dejando más o menos claro que se trata de un auricular de gama media. En el anterior análisis el Peacock nos dejó satisfecho en este apartado, de modo que nuestra valoración en este caso tiene que ser aún mejor.
Sonido, rendimiento y combinaciones
Es en este apartado donde notamos las diferencias claras en el enfoque del producto. El sonido del Apollo tiene realmente muy poco que ver con el del Peacock. Y la manera de funcionar en cuanto a facilidad de movimiento también.
El perfil del Peacock era cálido, con un timbre muy natural en conjunto, suavidad y refinamiento en la zona alta y un grave profundo, con extensión envolvente y de enorme calidad. Es un auricular audiófilo por definición. El Apollo se muestra en todo momento como un auricular más vivo, más dinámico y divertido. No estamos ya ante un auricular de corte cálido, sino bien balanceado y con más énfasis en los extremos.
La parte alta tiene mucho más protagonismo, es afilada y precisa y aporta un punto más dinámico a las escuchas. Por otra parte, no estamos ya ante ese agudo refinado y de múltiples registros que nos ofrecía el Peacock, que aún con menos presencia estaba bien desarrollado. El Apollo muestra un agudo bien perfilado, pero menos variable en registro y sutileza. Es algo también comprensible, ya que aunque la resolución es alta se mantiene con férrea lógica en su nivel de gama.
La gama media es buena, no muestra ningún receso en su presentación respecto al resto de frecuencias y se puede decir que tiene el protagonismo adecuado en cualquier circunstancia. Es notablemente más dinámica y muestra más contraste que la del Peacock, haciendo el auricular más disfrutable con estilos musicales rítmicos y dinámicos. Funciona perfecto con Rock y Pop. En su calidad tímbrica y naturalidad no llega, lógicamente, al refinamiento de su hermano mayor, pero mantiene una coherencia muy bien equilibrada con su nivel técnico y con el resto de frecuencias, aportando una escucha sólida y que crece en disfrute con el tiempo. Este es un aspecto decisivo a la hora de valorar un auricular. El Apollo, y en esto si coincide con su hermano mayor, es un auricular que se deja disfrutar mucho en escuchas largas y que sabe, de alguna manera, disimular muy bien sus limitaciones técnicas, haciendo que la escucha mejore continuamente. Es más, habiendo notado en la zona media-grave un poco de densidad excesiva y cierto toque a auricular cerrado en algunas ocasiones, resulta que con el avance de la escucha esta sensación acaba por desaparecer casi por completo.
El grave es tal vez el punto menos brillante de este auricular. Tiene una presencia adecuada, y buen golpe y dinámica, pero su registro es muy homogéneo en todo momento. Como no lo hace mal y no desentona nunca con el resto no se puede decir que sea un defecto, sino de nuevo una limitación técnica. Es cierto que no me ha sido posible olvidar durante esta prueba el excelente nivel que encontré en el Peacock, y que por comparación me ha hecho ser más duro con el Apollo. No es justo, por lógica, comparar directamente ambos modelos, pero los tiempos de prueba han sido tan continuos que me resulta casi inevitable.
Dicho esto reconozco que el resultado es bueno. El auricular es musical y divertido, y, dejando de lado las naturales limitaciones de su gama, correcto y coherente en su conjunto, tremendamente versátil tanto en estilos musicales como en calidad de grabaciones o combinaciones con diferentes equipos. La representación escénica es excelente, y encontramos siempre una buena separación entre los diferentes elementos de la grabación y una profundidad y tridimensionalidad adecuadas. No he encontrado ninguna escucha que no resuelva con solvencia en este apartado tan importante para mí, y se puede disfrutar con él de un tema sencillo y de una reproducción instrumental compleja sin demasiados problemas.
En cuanto a su amplificación, he podido comprobar que el auricular se mueve con tremenda facilidad desde cualquier equipo. Lo he podido probar tanto en amplificadores dedicados de gran capacidad, como el Sugden Masterclash HA4 o el Rudistor Rpx100, como directamente conectado a un teléfono móvil, pasando por equipos de cajas, reproductores de cd o fuentes, tabletas y ordenadores portátiles. Nunca ha perdido su potencial dinámico ni su perfil sonoro, de modo que en este caso no me parece necesario realizar ninguna recomendación concreta.
Es más, casi se puede decir que ha sido pensado y diseñado para manejarlo desde fuentes portátiles, ya que su rendimiento, especialmente en la gama media, me ha parecido incluso más agradable.
Evidentemente un equipo especializado va a exprimir más ciertos aspectos técnicos como la escena o la resolución. Sin embargo, he notado también que estos equipos le aportan al mismo tiempo un cuerpo más marcado en la gama media, al menos en los amplificadores que he podido emplear en la prueba, y es justo ese punto el que me parece que es más delicado en este auricular, con una gama media que ya tiene de serie suficiente cuerpo y pegada. Se me hacía tal vez un punto excesivo el toque añadido de densidad en ese medio-grave que hemos comentado antes.
Además, por su propio perfil sonoro entiendo que es un auricular pensado para que sea versátil con todos los estilos musicales y práctico en extremo con las fuentes y la amplificación. Y es justo este aspecto el que lo diferencia del Peacock, auricular que, aun siendo fácil de mover también, si que agradecía en mucha mayor medida el conectarlo a un equipo de gran nivel técnico, y el factor de crecimiento era muy superior.
Con el Peacock me pareció perfectamente posible el uso con amplificadores portátiles, o incluso con equipos más sencillos, pero en ningún caso, ni por peso ni por su calidad sonora, se me pasó por la cabeza que fuera un auricular diseñado para estos usos. Es un auricular que pide un equipo en consonancia con su nivel. El Apollo, por el contrario, me parece diseñado más para un uso más ligero y versátil, pudiendo uno plantearse comprar el auricular sin preocuparse demasiado del resto del equipo.
Conclusión
Sendy Audio ha realizado en este modelo una propuesta mucho más comercial y de fácil acceso para cualquier aficionado. El Apollo es un auricular musical y divertido, que rinde técnicamente muy bien y al que es complicado encontrarle ninguna pega importante.
Tanto en el apartado material, donde destaca especialmente, como en su diseño y ergonomía nos encontramos con un producto que se posiciona claramente por encima de su sector de mercado, acercándose preocupantemente (para la propia marca) a su hermano mayor, el Peacock. Sin embargo, su enfoque de uso es diferente. Es un auricular que agradece las fuentes portátiles, los estilos de música más ligera y dinámica y que, a pesar de su tamaño, se muestra ligero y manejable en todo momento.
Se mueve en un sector de gran competencia, y seguramente en el que podemos encontrar más variedad de enfoques en esta afición a los auriculares. Su idea es la de obtener un producto muy completo, que ofrezca un nivel sonoro de alta gama sin los compromisos que normalmente encontramos asociados a estos modelos.
Me cuesta imaginar un in-ear o un auricular inalámbrico y con cancelación activa que iguale la escena y la dinámica que nos ofrece el Apollo. De esta forma puede ser un producto recomendable para aquellos que hayan basado su equipo en el audio portátil y que quieran obtener un poco más de rendimiento de conjunto sin tener que plantearse nada más que un cambio de auricular y no una ampliación de todo su equipo.
Equipo utilizado durante la prueba
- Auriculares: Focal Elear, Sennheiser hd800, hd650 y hd540 Reference II, Grado Rs1, AKG K501, Philips Fidelio x2, Bose Qc35.
- Amplificación: Rudistor Rpx100, Sugden Masterclass HA-4, SPL Auditor, Benchmark DAC1 USB, Arcam A90, Marantz SR4001, toma de auriculares del Marantz NA7004, iPad 2, iPad mini 1.
- Fuentes: Benchmark DAC1 USB, Marantz NA7004, Primare cd31, Yamaha T-460, iPad mini 1.
Características técnicas
Cada driver tiene dos imanes, y cada diafragma tiene una bobina en cada lado, a su vez compuesta por dos bobinas. 4 bobinas y 2 imanes permiten una óptima conversión de energía magnética, baja distorsión y extraordinaria musicalidad.
La membrana del diafragma requirió dos años de desarrollo en Sendy Audio, dando como resultado un material compuesto que combina rigidez, extrema delgadez (3 micras) y una óptima amortiguación. La amortiguación ofrece unos graves tensos y profundos, al tiempo que mantiene la calidez y la naturalidad en las voces y los medios. La rigidez permite alcanzar las frecuencias muy altas a 40kHz, y ofrecer unos agudos claros, detallados y abiertos.
Por último, el chasis del conductor está hecho de aluminio aeronáutico mecanizado por CNC, con orificios que distribuyen el sonido de forma uniforme en todas las frecuencias.
Especificaciones técnicas
- Tipo de auricular abierto circumaural.
- Conductor magnético planar de 68 mm.
- Copas de palosanto macizo mecanizadas por CNC, acabado artesanal.
- Rejillas de color negro y níquel.
- Almohadillas redondas ergonómicas en forma de cuenco, fabricadas con polipiel y espuma viscoelástica.
- Diadema de ballesta para una perfecta distribución de la presión.
- Piezas metálicas de aluminio de calidad aeronáutica, anodizado negro y acero.
- Respuesta en frecuencia: 20 Hz – 40 kHz.
- Sensibilidad: 95 dB +/- 3dB.
- Impedancia: 16 Ohms +/- 15%.
- Peso: 395g.
Contenido de la caja
- Auriculares.
- Cable de cobre OCC de 2 m 6N con terminación balanceada Pentaconn de 4,4 mm.
- Adaptador de 4,4 mm > 3,5 mm.
- Bolsa de transporte suave para los cables.
- Estuche rígido para los auriculares.
Sendy Audio Apollo – 549€