Publicidad

Evolución natural, mejora ergonómica y un pequeño giro en sonido

Introducción

Para este nuevo análisis me apetecía un cambio de tercio, así que he recibido estos nuevos Momentum 4 con ganas y un poco de sana y sincera curiosidad por ver qué dirección va tomando la marca en un mercado que es tan competitivo y difícil para los grandes fabricantes. 

Si, todos los sectores del audio de auriculares han aumentado la competencia. Y sí, siempre hacemos referencia a lo duro que se está volviendo el sector. Pero no es un tópico: las marcas grandes que llevan muchos años en la alta fidelidad como Sennheiser tienen un hándicap más que los demás, a saber, el respeto por un perfil o estilo sonoro que las ha definido y diferenciado a lo largo del tiempo. Su sello, su carácter, lo que mantiene a muchos usuarios fieles a la marca. Y en cierta medida deben mantenerse fieles a él, lo cual en algunos casos puede llegar a ser contraproducente.

En un mercado como el audio portátil, con limitaciones ya mencionadas en anteriores ocasiones como el tamaño o la necesidad de aislamiento activo, la conexión inalámbrica (con la tecnología que toque) y la necesidad de ciertas curvas de ecualización que hacen la escucha más práctica en entornos ruidosos, esta batalla puede estar perdida de antemano. Y creo que en otras ocasiones le ha costado un precio alto a Sennheiser mantenerse fiel a un perfil natural, realista y honesto del sonido.

Acercarse a un perfil de usuario diferente con unas preferencias distintas a veces exige cambiar un poco el punto de vista y transigir en ciertos aspectos. Hacer esto de forma adecuada sin acabar perdiendo el rumbo es lo que creo que ha intentado Sennheiser en esta ocasión. Más allá de otros aspectos siempre importantes (y que también desgranaremos como de costumbre), en este tipo de auriculares intentaremos explicar cómo lo ha hecho una de las marcas con más tradición de Europa con este modelo. Adelanto que es un tema interesante.

Presentación, diseño y funcionalidad 

Sennheiser siempre ha sido una marca que ha sabido cuidar la parte de la presentación de forma correcta. Su estilo ha sido siempre el de la practicidad, sin excesos en cuanto a lujos materiales superfluos, pero también sin descuidar los detalles necesarios. 

Creo que en este caso la presentación supone un avance. No ofrece nada más que en otras ocasiones, pero se nota que han cuidado más la calidad de todos los detalles. El auricular sigue teniendo su funda, algo habitual en los auriculares portátiles, pero con un diseño claramente más acertado y refinado. Es más plana, los cables, el de carga, el de conexión tradicional al jack y el adaptador a los conectores doble mono de los aviones tienen todos su gomita para fijación correspondiente, y además hay una pequeña cesta para los manuales y cualquier otro complemento que queramos guardar. El acabado exterior es rígido, y de un textil más agradable que antes. En conjunto creo que todos los acabados dan un aspecto de mayor nivel de gama, más premium.

Esto tiene que ver también en gran medida con el propio diseño del auricular. Sennheiser había hecho hasta ahora en la línea de auriculares Momentum, un producto portátil, moderno y desenfadado, pero con claras reminiscencias clásicas en el diseño de copa y diadema. Esto le aportaba carácter, sin duda, y desde luego se hacía con calidad, pero es evidente, especialmente ahora que han cambado el diseño, que un auricular de este sector agradece que las copas se giren y el auricular pueda guardarse de forma plana, cosa que no hacen los modelos anteriores por las cuestiones de diseño ya citadas.

Este Momentum 4 rompe de forma clara con el diseño clásico de los anteriores modelos y se acerca más al diseño canónico de este tipo de productos. En mi opinión, sale ganando. El nuevo diseño es sereno, equilibrado y limpio. El auricular resulta muy cómodo, mejorando las prestaciones de sus antecesores. La diadema es de pequeño tamaño, sin muescas fijas para su adaptación total a cualquier talla. Y el equilibrado de peso es casi perfecto. Se puede llevar con la fijación adecuada para un uso portátil sin que apriete, y en general es bastante discreto.

Mención especial merecen las nuevas almohadillas. Son muy blandas y tocan la oreja, con lo que no estamos hablando de un auricular totalmente circumaural. Sin embargo, su diseño está muy estudiado y la parte de la almohadilla que toca el pabellón auditivo es muy suave y de gran anchura, de forma que el contacto es ligero y nunca aprieta. La parte externa de la almohadilla se apoya por fuera de la oreja, y realiza un sellado perfecto del sonido. A la larga se consigue un grado de comodidad muy alto, y no he encontrado problemas por el hecho de que no sea del todo circumaural. Queda por ver cómo se comportará en días de mucho calor, ya que las fechas en las que lo he probado no son las más cálidas precisamente, y tal vez en verano pueda cambiar un poco la historia. Pero lo cierto, en definitiva, es que he notado este auricular tremendamente cómodo, y dan ganas de usarlo a menudo.

En cuanto a funcionalidad de nuevo he notado que el avance es considerable. La conexión y el manejo del auricular con diferentes fuentes es prácticamente inmediato, y se gestiona sin problemas desde la app para móviles de la marca, algo que ya existe para otros modelos anteriores y en lo que, de nuevo, no encontramos nada más, sino mejor hecho.

El manejo de los controles y las automatizaciones propias de estos modelos están realizadas con acierto, y detalles como el apagado automático al guardar el auricular en su funda, la desconexión de la música al levantar la copa derecha de la oreja, los controles táctiles y el modo de transparencia son de un funcionamiento ejemplar. En especial destacaría esto último, el modo de transparencia, que funciona de forma formidable, llegando a parecer que tenemos puestos unos auriculares abiertos cuando lo ponemos en marcha. Por último, las llamadas que recibimos a través del teléfono se escuchan con una calidad de sonido impresionante, nunca había usado un auricular que sonase tan bien, estando el micro a la altura también.

Sennheiser ha diseñado un producto casi desde cero, más moderno y adaptado a las necesidades de los usuarios actuales. El resultado comercial se verá con el tiempo. A mi personalmente me ha gustado mucho, y lo encuentro como uno de los modelos más logrados que he probado en los últimos años en este apartado de diseño y ergonomía. El funcionamiento también es ejemplar, y se convierte en un producto que da gusto manejar, ver y tener entre las manos.

Sonido

Ya hemos apuntado el cambio que se ha dado en este producto en cuanto a su diseño, adaptándose a las actuales exigencias del mercado. Es, sin embargo, en el sonido donde creo que Sennheiser ha dado un cambio mayor. Porque si bien el diseño se puede considerar un avance, una evolución más moderna, en el aspecto sonoro lo que encontramos es además un cambio de rumbo.

Sennheiser ha mantenido en prácticamente todos sus productos de la línea Momentum un perfil sonoro común, muy marcado y claro. Hay en estos modelos un sonido rico en la gama media, casi siempre predominante, con ese toque clásico de la marca que tenía reminiscencias del sonido de su clásica serie 600, más concretamente del hd650.

 

Lógicamente estos modelos no tenían la sobriedad del clásico audiófilo en su curva de frecuencia, y daban un perfil más divertido, más vivo en los extremos y más musical. El hd650 es un gran auricular, pero tenía todas las contenciones características de un equipo de alta fidelidad. Los modelos portátiles no deben seguir estos mismos principios a rajatabla. Y así lo entendió muy bien la marca, dotando a los Momentum originales de una musicalidad y versatilidad más altas. Aun así siempre mantenía esa pureza de timbre de la gama media, adictiva y preponderante en todos los sentidos.

Este nuevo Momentum no va exactamente en esta dirección. Su sonido no tiene demasiado que ver con los Momentum originales. La curva de estos Momentum 4 es de tipo Harman, con un toque más en U, dotando a los extremos de mayor protagonismo, y dando a la gama media una mayor transparencia. No hay nada que temer, que no se asusten los más puristas o fanáticos del sonido de la marca. Sennheiser ha hecho un grandísimo trabajo con el sonido, como es habitual. No vamos a encontrar un auricular que descuide los medios dejándolos retraídos o poco naturales. Han dado un perfil diferente, si, pero la gama media sigue estando ahí, perfectamente presente y con un toque natural. Más neutro si cabe, con menos color tal vez, que en los modelos clásicos de la línea Momentum, pero acorde a un sonido que no pierde coherencia ni naturalidad. El grave coge más protagonismo, esto es evidente de forma inmediata, y aquí debo hacer un apunte importante: la configuración de la ecualización del auricular.

Y es que de serie, el software viene en una configuración concreta que añade una curva en V en su ecualización superpuesta a la natural del auricular (recordemos que ya tenía de por sí un perfil en U) y además el amplificador de graves activado. Esto me descolocó un poco, la verdad, así que instalé en el móvil la aplicación del auricular y en seguida lo desconecté. Puse la ecualización plana y la amplificación de graves desactivada y es entonces cuando empecé a evaluar su sonido. Ignoro por qué el auricular ha sido configurado de serie con su opción más extrema en la ecualización, tal vez han entendido que eso es lo que más gusta normalmente. A mi desde luego me pareció algo exagerado.

Dicho esto, el perfil de sonido del auricular, con su configuración más plana posible, sigue dando cierta preponderancia a los extremos. No me parece mal, siempre he afirmado que la escucha portátil agradece un poco la calidez y cierto toque picante. Y en este caso Sennheiser lo ha trabajado bien. El resultado es una auricular muy musical, que se escucha de forma muy agradable y plena desde volúmenes bajos, y que curiosamente se va equilibrando ligeramente a medida que subimos el volumen. Como he dicho, todo parece muy bien estudiado.

Pero hay más cambios. La escena es realmente espectacular para un auricular tan pequeño y compacto, y tiene una profundidad y una extensión excelentes. Cuando lo comparo con el Momentum original, o incluso con los Bose Qc35 que poseo y que desarrollaban mejor la escena, el salto es bastante espectacular, hasta el extremo que los deja por comparación comprimidos y cerrados. Y no estoy hablando de una escena grande pero vacía. El auricular llena de sonido y cuerpo toda la escena, dando un resultado agradable y creíble, nada artificial o descompensado, y dotado de verdadera tridimensionalidad. Quizá sea este el apartado que ha supuesto mayor avance.

También la resolución ha sido mejorada, en todas las frecuencias. La gama media es más rica y detallada. Aporta más transparencia en ella. El grave, a pesar de estar un punto sobredimensionado, no se presenta denso o de un solo tono, tiene buena variedad de registros y no se mezcla con el resto de frecuencias: las envuelve como debe hacer un buen grave. La parte alta es quizá en la que menos se note la evolución, y aunque sin duda hay también en ella más información en términos resolutivos, no muestra la riqueza de la gama media y de la grave en la variedad de registros, y el resultado es un agudo cuidado para que no sea estridente y se mantenga en un grado de frecuencias agradable.

El resultado de conjunto, después de analizar su perfil, escena y resolución, es muy logrado. He encontrado un auricular que se muestra muy agradable en casi cualquier escucha, de cualquier estilo musical. Resuelve bien los temas rítmicos, incluso puede decirse que va perfecto con rock y estilos más extremos. Pero también se defiende de forma excelente con piezas instrumentales, y consigue que uno desee usarlo a menudo disfrutando de cualquier cosa que se escuche.

El cambio de perfil lo aleja un poco de esa gama media tan adictiva que ha tenido siempre Sennheiser en esta línea de producto, pero creo que en conjunto la mejora es notable y evidente, y la marca ha entendido mejor, en mi opinión, las necesidades de un auricular moderno dedicado a este sector.

Conclusión

El Sennheiser Momentum 4 es un auricular que ha supuesto un gran avance dentro de la marca en el sector del audio portátil. Se han aplicado numerosos cambios, todos ellos en una buena dirección. Estamos hablando de un auricular más moderno, con una presentación excelentemente trabajada, que por el mismo precio que sus antecesores ofrece más y mejor. 

De una funcionalidad muy bien estudiada y práctica, el auricular ofrece un sonido muy versátil y adictivo, de gran capacidad técnica. El audio portátil va mejorando paso a paso, y cada vez está más cerca de ofrecer una experiencia de nivel audiófilo observando sin embargo las lógicas concesiones sonoras que su uso requiere. La marca ha sabido renunciar en cierta medida a sus perfiles sonoros habituales con la intención de adaptarse a un público nuevo, que tiene una cultura musical diferente, y que busca un perfil menos audiófilo, quizá, pero también exigente en los apartados técnicos. El esfuerzo que ha realizado Sennheiser en este sentido es extraordinario, y en mi opinión el resultado es excelente. Cambio de perfil manteniendo la calidad de conjunto. 

Aquel que busque un auricular portátil, práctico y ligero, de buen acabado material y al mismo tiempo discreto, y que tenga un sonido que le permita disfrutar de cualquier estilo musical y pueda conectarlo a cualquier dispositivo sacando un gran rendimiento funcional (incluso para llamadas, por descontado) debe sin duda tener en cuenta este modelo. Espero que Sennheiser haya por fin encontrado el punto que necesitaba para ocupar también en este sector su posición natural.

Sennheiser Momentum 4 Wireless – 349€

Distribuye Magnetron

Equipo utilizado durante la prueba

  • Auriculares: Focal Elear, Sennheiser hd800, hd650 y hd540 Reference II, Grado Rs1, AKG K501, Philips Fidelio x2, Bose Qc35.
  • Amplificación: Rudistor Rpx100, Sugden Masterclass HA-4, SPL Auditor, Benchmark DAC1 USB, Arcam A90, Marantz SR4001, toma de auriculares del Marantz NA7004, iPad 2, iPad mini 1.
  • Fuentes: Benchmark DAC1 USB, Marantz NA7004, Primare cd31, Yamaha T-460, iPad mini 1.

 

Comments are closed.